Un fuerte incremento ha mostrado este año el consumo de gas natural en Santiago, fenómeno que se observa, con claridad, durante los días de mayor demanda, que suelen asociarse a aquellos con temperaturas más bajas.
Mientras en 2009 los peak de consumo del combustible en invierno -distribuidos en la capital por Metrogas- rondaron los 1,6 millón de metros cúbicos diarios, este año se han observado demandas máximas superiores a los 3,1 millones de metros cúbicos, que llegan a Santiago directamente desde el terminal de gasificación de Quintero (GNL Quintero).
Además, la demanda promedio al día durante este invierno ha fluctuado en torno a los 2,5 millones y 3 millones en promedio, mientras que en 2009 el rango era de sólo entre 1 millón y 1,5 millón de m3.
Varias razones explican este fuerte aumento. El más importante de todos es el regreso de los clientes industriales a la cartera de Metrogas, que dejaron de ser abastecidos por la compañía -ligada a Copec, Gasco y Trigas- en 2006 y 2007, como consecuencia de las restricciones de gas argentino.
La empresa debió hacer una fuerte campaña para volver a atraer a este segmento, que se vio afectado con severos cortes del suministro durante la crisis del gas y que debió traspasar toda su operación desde gas natural a gas licuado, incurriendo, a su vez, en altos costos.
También se ha ido sumando, aunque por ahora más lento, una masa crítica de consumidores de gas natural vehicular (principalmente taxistas), que en Santiago son abastecidos por Gazel (sociedad entre Gasco y Terpel) y la cadena Geogas, ligada a Copec.
Abastecimiento
El consumo de gas que se está dando en 2010 en la capital no habría sido posible de satisfacer, de no mediar la llegada del GNL Quintero, que comenzó a operar el año pasado y que abastece al sector eléctrico, a ENAP, a Metrogas y a las distribuidoras de GNV.
El año pasado el consumo era satisfecho por propano aire, obtenido por Metrogas en la planta de Maipú (también tenía capacidad para producirlo en Peñalolén), un flujo marginal de gas argentino y una producción aún menor de biogas, obtenido en la planta de La Farfana.
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