El último viernes, la gran congregación mundial de científicos que estudian y evalúan el MAS IMPORTANTE RETO PARA EL DESARROLLO HUMANO de los próximos siglos: El cambio climático, emitió su cuarto gran informe que sus 2,500 científicos (hay peruanos entre ellos) han completado dentro de lo que se conoce como el Panel Internacional del Cambio Climático o IPCC. El tercer informe fue en el 2001.
Más allá de los números y predicciones hay dos cosas muy claras. En primer lugar, somos tan imbéciles que aun sabiendo que muchas de nuestras acciones dañan al medio ambiente, persistimos e inclusive nos perfeccionamos en destruirlo más aprisa y en mayor medida.
La segunda es peor aún. De los más de 200 países y territorios que conforman la gran comunidad global, el Perú, –sí señor, el Perú de todos nosotros– sube al podio a recibir la medalla de bronce en las olimpiadas del cambio climático en la prueba de países más vulnerables. Allí está nuestro querido volcán Misti recibiendo por todos nosotros la medalla.
Pero ¿por qué, en qué somos terceros más vulnerables del mundo y por qué sube el Misti y no yo?
Fácil. De la totalidad de glaciares tropicales, es decir las masas de hielo y nieve que se derriten y congelan cada año produciendo el agua líquida de la Cordillera, de esa cifra total de glaciares tropicales que el planeta tiene, 75%, uno más o uno menos, son nuestras. O mejor aún, diremos en pocos años que eran nuestras. En efecto, y YA NO HAY NADA QUE LO EVITE, las masas de hielos andinos están derritiéndose de modo muy acelerado. Hacia el final de la próxima década el Misti tendrá que tomarse fotos sin sus canas en buen número de semanas al año.
El proceso de gradual desaparición glaciar requerirá, y es MUY URGENTE este punto, la creación de un grupo o unidad de patrullaje glaciar para evitar que desprendimientos de masas importantes en los hielos de las cumbres puedan terminar cayendo sobre lagunas altoandinas activando huaicos mayores. Ojo con el tema de las lagunas de las altas quebradas que bajan a Huaraz y acerca de las cuales ya la NASA opinó. Esta última observación me resulta inquietante. Pregunta: Si se han registrado fuertes sismos en el callejón de Huaylas desde siempre, ¿por qué recién en 1970 se le rompió una parte de la cumbre glacial al Huascarán devastando la región? ¿No será también el cambio climático, ya en marcha en la década de los 70, responsable de las 70,000 muertes del 31 de mayo de 1970 y no sólo el sismo como siempre supusimos?
http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Abraham%20Levy&seccion_nota=8
viernes, febrero 09, 2007
miércoles, febrero 07, 2007
Cepal: se viene desaceleración económica en Latinoamérica
Según el experto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Andrés Solimano, Latinoamérica desacelerará su ritmo de crecimiento económico debido a algunas debilidades en su estructura financiera, pero la potencia asiática China será su motor de impulso en razón a las enormes compras de materias primas que realiza a países de América Latina.
“Se viene una pequeña desaceleración en su ritmo de crecimiento económico, (pero) no es una catástrofe”, afirmó Solimano.
Problemas redistributivos
El experto de la Cepal indicó que entre 1960 y 1980 hubo un crecimiento del 5,5 por ciento promedio contra los 2,4 por ciento del período 1980 y 2005.
Señaló que no se debió solamente a las dificultades de la década perdida (los años 80), sino también a los problemas redistributivos de la región y las dificultades para reducir la pobreza que alcanza al 39 por ciento de los latinoamericanos.
“Lamentablemente en América Latina nos estamos quedando atrás (...) con relación a nuestra historia, así como a otras regiones”, agregó.
Solimano manifestó que las economías de mejor desempeño en los últimos 25 años fueron Chile y República Dominicana, mientras que países como Brasil, México, Argentina y Venezuela se quedaron atrás durante este periodo.
http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=38461
“Se viene una pequeña desaceleración en su ritmo de crecimiento económico, (pero) no es una catástrofe”, afirmó Solimano.
Problemas redistributivos
El experto de la Cepal indicó que entre 1960 y 1980 hubo un crecimiento del 5,5 por ciento promedio contra los 2,4 por ciento del período 1980 y 2005.
Señaló que no se debió solamente a las dificultades de la década perdida (los años 80), sino también a los problemas redistributivos de la región y las dificultades para reducir la pobreza que alcanza al 39 por ciento de los latinoamericanos.
“Lamentablemente en América Latina nos estamos quedando atrás (...) con relación a nuestra historia, así como a otras regiones”, agregó.
Solimano manifestó que las economías de mejor desempeño en los últimos 25 años fueron Chile y República Dominicana, mientras que países como Brasil, México, Argentina y Venezuela se quedaron atrás durante este periodo.
http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=38461
Perú cae al 4to lugar como destino de inversión chilena
El Perú fue el cuarto destino de la inversión chilena en el exterior durante el año 2006 con US$ 367 millones, monto que fue destinado principalmente al sector Comercio, informó la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
Este monto invertido en el Perú representó el 15% del total de las inversiones chilenas en el exterior, las que ascendieron a US$ 2,388 millones el año pasado.
Las inversiones totales de Chile en el exterior crecieron 59% en el 2006, respecto al año previo, y tuvieron el monto más alto desde el año 1997, cuando sumaron US$ 4,000 millones.
Precisó que en Sudamérica las inversiones chilenas han sido impulsadas en gran parte por el sector Comercio (30%), que se ha instalado principalmente en Perú, Argentina y Colombia.
En dichos países los principales grupos de retail (comercio minorista) chilenos están en pleno proceso de expansión y consolidación con agresivos planes de inversión por parte de Cencosud, Mall Plaza, Parque Arauco, Falabella/Sodimac y Fasa.
Como primer país receptor de la inversión chilena el 2006 se ubicó Colombia, con 529 millones de dólares, seguido de Australia, con 500 millones, y, en tercer lugar, Argentina, con 427 millones.
http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=38459
Este monto invertido en el Perú representó el 15% del total de las inversiones chilenas en el exterior, las que ascendieron a US$ 2,388 millones el año pasado.
Las inversiones totales de Chile en el exterior crecieron 59% en el 2006, respecto al año previo, y tuvieron el monto más alto desde el año 1997, cuando sumaron US$ 4,000 millones.
Precisó que en Sudamérica las inversiones chilenas han sido impulsadas en gran parte por el sector Comercio (30%), que se ha instalado principalmente en Perú, Argentina y Colombia.
En dichos países los principales grupos de retail (comercio minorista) chilenos están en pleno proceso de expansión y consolidación con agresivos planes de inversión por parte de Cencosud, Mall Plaza, Parque Arauco, Falabella/Sodimac y Fasa.
Como primer país receptor de la inversión chilena el 2006 se ubicó Colombia, con 529 millones de dólares, seguido de Australia, con 500 millones, y, en tercer lugar, Argentina, con 427 millones.
http://www.laprimera.com.pe/noticia.php?IDnoticia=38459
Sigue la campaña antichilena en Peru: ¡Inaudito! Wagner aceptó revisar los textos de historia de guerra del Pacífico
Quiero referirme en forma breve a uno de los tantos errores cometidos por nuestras más altas autoridades, en referencia a la contienda limítrofe con Chile y otros anexos, ya en estos tiempos.
En el acta firmada por los ministros de Relaciones Exteriores de Perú, Allan Wagner Tizón, y Jaime del Valle Alliende, de Chile, en noviembre de 1985 (¡se quejan por un documento firmado hace 22 años!), aparecen aprobados todos los ítems favoreciendo a Chile o consintiendo su comportamiento, atentatorios a nuestra soberanía; entre estos el último acápite es decepcionante.
En dicho acápite: III REVISION DE TEXTOS DE HISTORIA, se consigna al pie de la letra: "Los Ministros estuvieron de acuerdo en poner en práctica, en el más corto plazo posible, un procedimiento que permita en sus respectivos países efectuar una revisión de los textos de historia, a nivel de la enseñanza primaria y secundaria, con miras a darles un sentido de paz e integración. Posteriormente, una Comisión Mixta efectuará un examen conjunto de las revisiones de dichos textos, con el objeto de armonizarlos. En fe de lo cual firman... etc".
Esto resulta absurdo e irracional, conociendo el nivel intelectual y la práctica diplomática del ministro peruano Wagner Tizón.
¿Cómo es posible que se sugiera realizar cambios en los sucesos históricos oleados y sacramentados hace ya más de 100 años?
Elementalmente, sabemos que el honor de un hombre, por ejemplo, está supeditado: primero, a su propio criterio; segundo, a la opinión pública y, finalmente, a la historia. Te puedes perdonar a ti mismo del crimen que has cometido porque eso es lo que te parece mejor; la opinión pública también podría perdonarte porque muchas cosas no le quedaron claras; pero, finalmente, a la historia no la podrá engañar nadie.
Si tú te has pasado la vida disimulando tu crimen aun ante la opinión pública, la historia no te perdonará jamás, así seas hijo del Rey Sol o de Pachacutec.
La Guerra del 79 está escrita no solo por historiadores peruanos, sino chilenos y muchos extranjeros. El eminente Sir Clements Markham escribió más de 200 páginas objetivas sobre la guerra cuyos datos los obtuvo más de fuentes chilenas que de peruanas, donde todo es intangible.
Los chilenos –dice el sabio Markham– "no solo fueron brutales y exigentes sino que llevaron su afán de despojo y confiscación a límites nunca sobrepasados. Arrancaron cupos a los particulares amenazando con incendiar sus casas si no los satisfacían inmediatamente. Se apoderaron de la propiedad pública, ajena a la guerra. Lleváronse la Biblioteca Nacional de Lima y hasta se robaron el cuadro de Montero Los funerales de Atahualpa. En todo lo cual se ve el efecto desmoralizador de una política de gloria militar y de conquista. El Perú resurgirá probablemente de su quebranto y nueva y mejor vida; en cambio, la influencia de la prosperidad que Chile persiguió y obtuvo por la fuerza, le será siempre nociva".
"El sentido suele mellar y aun destruir el sentido moral", dice Markham.
Entonces, los testimonios y la tradición que conforman esa historia no pueden ser modificados, de ninguna manera. Podrían, en todo caso, servir para efectuar mea culpas, para reflexionar sobre el pésimo comportamiento en el pasado; servirá para inspirarse y mejorar lo presente y, por supuesto, alentar lo porvenir.
Todo el mundo sabe –porque la Guerra del Pacífico tuvo y tiene aún repercusiones mundiales– que sucedió así y no asá, como cualesquiera autoridades de Estado lo consideraran conveniente.
Lo cual tampoco quiere decir que los peruanos vamos a vivir solo pensando en el comportamiento chileno, porque entonces, nos convertiríamos en acomplejados revanchistas eternos.
Considero que los peruanos actuales, todos pertenecientes a nuevas generaciones, ya no piensan en aquella infausta guerra, como mis abuelos, por ejemplo, que todas las noches soltaban maldiciones contra Chile.
Y, sin ir muy lejos, cuando serví en el Ejército del 43 al 47 el siglo pasado, el primer grito de formación de los soldados en todo el país, no bien empezaba el día, era:
¡Viva el Perú!
¡Viva!.
¡Muera Chile!
¡Muera!.
Ese grito quedó abolido para siempre, pocos años después, lo que significa contundentemente que las FF. AA., los gobiernos, las autoridades, la ciudadanía peruana en general, hace tiempo que dejó de pensar en guerras con Chile, lo cual tampoco quiere decir que no se nos muestre la verdad de la guerra tal como sucedió y no como hubieran querido que sucediera los ministros que firmaron ese documento.
Este razonamiento nada tiene que ver con lo que le acaba de suceder al presidente García, con el doctor Wagner.
Al respecto, digo que García ni siquiera debió abrir la boca porque el que nuestras FF. AA. no tengan operatividad, no es ninguna novedad ni menos un secreteo de Estado. Eso lo sabemos todos los peruanos y todos los chilenos y todavía ellos mejor que nosotros.
En ese sentido, su Servicio de Inteligencia funciona, debe estar funcionando ya, mejor que el nuestro.
Ya nos mostraron hace muchos años, la foto que le había enviado un espía espacial de una agencia de espionaje israelí, sobre ampliación de hangares en el sur del país.
También tengo presente la habilidad histórica de la diplomacia chilena cuando en diciembre de 1871, el embajador peruano en Santiago le informó al presidente José Balta que Chile iba a comprar 2 blindados en Londres. Balta tomó medidas inmediatas y le ofreció comprarle a Turquía un poderoso acorazado que estaba siendo armado en los mismos astilleros londinenses. Por razones económicas y otros detalles, el Perú perdió de comprar el acorazado. Sin embargo, después se supo que el embajador chileno en Turquía fue quien realizó las gestiones más eficaces ante el Sultán a fin de que no le vendiera ese acorazado al Perú. Total, perdimos la oportunidad de mejorar nuestro poder naval, y acaso, por eso perdimos la guerra.
El ministro Wagner no ha cometido ni la más mínima delación al expresar que nuestras FF. AA. tienen baja operatividad. Chile lo sabe más que nosotros, para eso tiene a LAN volando día y noche sobre todos los cielos del Perú y los empleados chilenos trabajan en sus tiendas o complejos gigantescos en casi todo el país.
Lo cual no quiere decir que las autoridades deben morigerar sus discursos, porque nada hay más eficazmente peligrosa que la palabra. Pero, la historia no debe ser modificada, al contrario, cada vez debe ser más respetada.
El entendimiento, la paz entre los pueblos se debe buscar cumpliendo con nuestros compromisos, no modificando los registros históricos; opción insólita, deleznable, justamente por ser antihistórica.
http://www.larazon.com.pe/online/indice.asp?tfi=LREspecial01&td=06&tm=02&ta=2007
En el acta firmada por los ministros de Relaciones Exteriores de Perú, Allan Wagner Tizón, y Jaime del Valle Alliende, de Chile, en noviembre de 1985 (¡se quejan por un documento firmado hace 22 años!), aparecen aprobados todos los ítems favoreciendo a Chile o consintiendo su comportamiento, atentatorios a nuestra soberanía; entre estos el último acápite es decepcionante.
En dicho acápite: III REVISION DE TEXTOS DE HISTORIA, se consigna al pie de la letra: "Los Ministros estuvieron de acuerdo en poner en práctica, en el más corto plazo posible, un procedimiento que permita en sus respectivos países efectuar una revisión de los textos de historia, a nivel de la enseñanza primaria y secundaria, con miras a darles un sentido de paz e integración. Posteriormente, una Comisión Mixta efectuará un examen conjunto de las revisiones de dichos textos, con el objeto de armonizarlos. En fe de lo cual firman... etc".
Esto resulta absurdo e irracional, conociendo el nivel intelectual y la práctica diplomática del ministro peruano Wagner Tizón.
¿Cómo es posible que se sugiera realizar cambios en los sucesos históricos oleados y sacramentados hace ya más de 100 años?
Elementalmente, sabemos que el honor de un hombre, por ejemplo, está supeditado: primero, a su propio criterio; segundo, a la opinión pública y, finalmente, a la historia. Te puedes perdonar a ti mismo del crimen que has cometido porque eso es lo que te parece mejor; la opinión pública también podría perdonarte porque muchas cosas no le quedaron claras; pero, finalmente, a la historia no la podrá engañar nadie.
Si tú te has pasado la vida disimulando tu crimen aun ante la opinión pública, la historia no te perdonará jamás, así seas hijo del Rey Sol o de Pachacutec.
La Guerra del 79 está escrita no solo por historiadores peruanos, sino chilenos y muchos extranjeros. El eminente Sir Clements Markham escribió más de 200 páginas objetivas sobre la guerra cuyos datos los obtuvo más de fuentes chilenas que de peruanas, donde todo es intangible.
Los chilenos –dice el sabio Markham– "no solo fueron brutales y exigentes sino que llevaron su afán de despojo y confiscación a límites nunca sobrepasados. Arrancaron cupos a los particulares amenazando con incendiar sus casas si no los satisfacían inmediatamente. Se apoderaron de la propiedad pública, ajena a la guerra. Lleváronse la Biblioteca Nacional de Lima y hasta se robaron el cuadro de Montero Los funerales de Atahualpa. En todo lo cual se ve el efecto desmoralizador de una política de gloria militar y de conquista. El Perú resurgirá probablemente de su quebranto y nueva y mejor vida; en cambio, la influencia de la prosperidad que Chile persiguió y obtuvo por la fuerza, le será siempre nociva".
"El sentido suele mellar y aun destruir el sentido moral", dice Markham.
Entonces, los testimonios y la tradición que conforman esa historia no pueden ser modificados, de ninguna manera. Podrían, en todo caso, servir para efectuar mea culpas, para reflexionar sobre el pésimo comportamiento en el pasado; servirá para inspirarse y mejorar lo presente y, por supuesto, alentar lo porvenir.
Todo el mundo sabe –porque la Guerra del Pacífico tuvo y tiene aún repercusiones mundiales– que sucedió así y no asá, como cualesquiera autoridades de Estado lo consideraran conveniente.
Lo cual tampoco quiere decir que los peruanos vamos a vivir solo pensando en el comportamiento chileno, porque entonces, nos convertiríamos en acomplejados revanchistas eternos.
Considero que los peruanos actuales, todos pertenecientes a nuevas generaciones, ya no piensan en aquella infausta guerra, como mis abuelos, por ejemplo, que todas las noches soltaban maldiciones contra Chile.
Y, sin ir muy lejos, cuando serví en el Ejército del 43 al 47 el siglo pasado, el primer grito de formación de los soldados en todo el país, no bien empezaba el día, era:
¡Viva el Perú!
¡Viva!.
¡Muera Chile!
¡Muera!.
Ese grito quedó abolido para siempre, pocos años después, lo que significa contundentemente que las FF. AA., los gobiernos, las autoridades, la ciudadanía peruana en general, hace tiempo que dejó de pensar en guerras con Chile, lo cual tampoco quiere decir que no se nos muestre la verdad de la guerra tal como sucedió y no como hubieran querido que sucediera los ministros que firmaron ese documento.
Este razonamiento nada tiene que ver con lo que le acaba de suceder al presidente García, con el doctor Wagner.
Al respecto, digo que García ni siquiera debió abrir la boca porque el que nuestras FF. AA. no tengan operatividad, no es ninguna novedad ni menos un secreteo de Estado. Eso lo sabemos todos los peruanos y todos los chilenos y todavía ellos mejor que nosotros.
En ese sentido, su Servicio de Inteligencia funciona, debe estar funcionando ya, mejor que el nuestro.
Ya nos mostraron hace muchos años, la foto que le había enviado un espía espacial de una agencia de espionaje israelí, sobre ampliación de hangares en el sur del país.
También tengo presente la habilidad histórica de la diplomacia chilena cuando en diciembre de 1871, el embajador peruano en Santiago le informó al presidente José Balta que Chile iba a comprar 2 blindados en Londres. Balta tomó medidas inmediatas y le ofreció comprarle a Turquía un poderoso acorazado que estaba siendo armado en los mismos astilleros londinenses. Por razones económicas y otros detalles, el Perú perdió de comprar el acorazado. Sin embargo, después se supo que el embajador chileno en Turquía fue quien realizó las gestiones más eficaces ante el Sultán a fin de que no le vendiera ese acorazado al Perú. Total, perdimos la oportunidad de mejorar nuestro poder naval, y acaso, por eso perdimos la guerra.
El ministro Wagner no ha cometido ni la más mínima delación al expresar que nuestras FF. AA. tienen baja operatividad. Chile lo sabe más que nosotros, para eso tiene a LAN volando día y noche sobre todos los cielos del Perú y los empleados chilenos trabajan en sus tiendas o complejos gigantescos en casi todo el país.
Lo cual no quiere decir que las autoridades deben morigerar sus discursos, porque nada hay más eficazmente peligrosa que la palabra. Pero, la historia no debe ser modificada, al contrario, cada vez debe ser más respetada.
El entendimiento, la paz entre los pueblos se debe buscar cumpliendo con nuestros compromisos, no modificando los registros históricos; opción insólita, deleznable, justamente por ser antihistórica.
http://www.larazon.com.pe/online/indice.asp?tfi=LREspecial01&td=06&tm=02&ta=2007
lunes, febrero 05, 2007
Desprecio peruano por la paz
El ex jefe del Consejo Nacional de Inteligencia (CNI), Daniel Mora, aseguró que las denominadas "reuniones 2 + 2", entre Perú y Chile, sólo sirven para retrasar la eventualidad de un probable conflicto bélico con el país del sur, al indicar que son citas "que no nos conducen a nada positivo".
Todas (las reuniones del 2+2) son medidas de fomento de la confianza que, en mi opinión particular, no nos va a llevar a nada. Reuniones que no nos conducen a nada positivo, quizás a retrasar el momento en que se produzca el conflicto (con Chile)", subrayó.
Al respecto, advirtió que "mientras no podamos eliminar los puntos de fricción, no podemos hablar de medidas de confianza" con nuestros vecinos, especialmente con Chile.
En declaraciones al programa El Comentario de la Noticia de CPN Radio, Mora señaló también que "no es necesario" el endeudamiento externo del país, para repotenciar y modernizar el armamento de nuestras Fuerzas Armadas.
"No podemos dar solución, así tuviéramos toda la plata de mundo, a los problemas que tienen las Fuerzas Armadas, en uno año o en medio año. Esto es (parte de) una planificación", enfatizó al recordar que Chile tuvo un Plan, para su Ejército, de catorce años.
En ese sentido, inquirió "en qué se ha gastado" los 50 millones de dólares depositados inicialmente al Fondo de Defensa Nacional, al referir "estar seguro" de que "una parte importante" de éste, aún no ha sido transferida a los respectivos institutos castrenses.
Los países no se enamoran ni son amigos
El ex consejero presidencial alertó igualmente sobre la supuesta "cortesía y amistad" que existitiría entre los presidentes de Chile y Perú, al manifestar que puede ser diplomáticamente correcta, pero no para las relaciones entre ambos países, "por lo que hemos visto que ha sucedido a lo largo de la historia, y no hay que ser ciegos: Tenemos que estar prevenidos".
"Nos pueden enamorar las mujeres, pero entre los países no hay enamoramientos. Debemos ser pragmáticos, fríos, en el momento de tomar decisiones. Los países no se enamoran, los países no son amigos. Los países sólo buscan intereses", sentenció.
http://www.cpnradio.com.pe/html/2007/02/05/1/14172.htm
Todas (las reuniones del 2+2) son medidas de fomento de la confianza que, en mi opinión particular, no nos va a llevar a nada. Reuniones que no nos conducen a nada positivo, quizás a retrasar el momento en que se produzca el conflicto (con Chile)", subrayó.
Al respecto, advirtió que "mientras no podamos eliminar los puntos de fricción, no podemos hablar de medidas de confianza" con nuestros vecinos, especialmente con Chile.
En declaraciones al programa El Comentario de la Noticia de CPN Radio, Mora señaló también que "no es necesario" el endeudamiento externo del país, para repotenciar y modernizar el armamento de nuestras Fuerzas Armadas.
"No podemos dar solución, así tuviéramos toda la plata de mundo, a los problemas que tienen las Fuerzas Armadas, en uno año o en medio año. Esto es (parte de) una planificación", enfatizó al recordar que Chile tuvo un Plan, para su Ejército, de catorce años.
En ese sentido, inquirió "en qué se ha gastado" los 50 millones de dólares depositados inicialmente al Fondo de Defensa Nacional, al referir "estar seguro" de que "una parte importante" de éste, aún no ha sido transferida a los respectivos institutos castrenses.
Los países no se enamoran ni son amigos
El ex consejero presidencial alertó igualmente sobre la supuesta "cortesía y amistad" que existitiría entre los presidentes de Chile y Perú, al manifestar que puede ser diplomáticamente correcta, pero no para las relaciones entre ambos países, "por lo que hemos visto que ha sucedido a lo largo de la historia, y no hay que ser ciegos: Tenemos que estar prevenidos".
"Nos pueden enamorar las mujeres, pero entre los países no hay enamoramientos. Debemos ser pragmáticos, fríos, en el momento de tomar decisiones. Los países no se enamoran, los países no son amigos. Los países sólo buscan intereses", sentenció.
http://www.cpnradio.com.pe/html/2007/02/05/1/14172.htm
domingo, febrero 04, 2007
Chile: Discurso y realidad
Nota: Otro articulo odioso peruano, que no sustenta de ninguna forma su DERECHO VIOLADO. Nada de analizar lo que dice la Convencion del Mar, ni lo que han declarado sus gobiernos unilateralmente en el pasado, ni las leyes internas de Peru que dicen lo mismo que Chile, ni menos lo que dice el Tratado de 1929 y el anexo de 1930. Peru no solo pretende desconocer el limite maritimo, sino que ha decidido desconocer la frontera terrestre.
Se multiplican los discursos limítrofes entre políticos peruanos y chilenos en torno a la pérdida –por el lado del Perú– de tres hectáreas de terreno. Nuestro reclamo oficial es justo. Nos asiste la razón, los principios del derecho internacional y el Tratado de 1929. Sin embargo, del lado del sur diversos voceros persisten en su negativa para reconocer que falta colocar un hito en el lugar que corresponde, como es la orilla del mar; y se mantienen en un juego movedizo de linderos para aprovechar así las consecuencias que aquello implica.
No queremos mezclar este asunto por resolver –entre el Perú y Chile– con otro tema concerniente a los límites marítimos que corresponde a un baile diferente, aunque los danzantes sean los mismos. El derecho internacional aconseja que las diferencias entre Estados se solucionen diplomáticamente a pausas y cucharadas. En estos intríngulis necesitamos más que nada confiar en quienes ahora están al frente de la política exterior peruana. Pero esto no significa que el Ejecutivo tenga que restarle importancia a lo que pueda aportar la opinión pública y la oposición. Esta relación siempre será enriquecedora y fortalecerá nuestra posición.
Por supuesto que no dejamos de lado la sabia discreción y el trabajo profesional de nuestra Cancillería, que evitará que políticos improvisados utilicen las diferencias bilaterales para jalar agua a sus molinos. El discurso chauvinista, hepático y trasnochado quedó sepultado en las urnas el año pasado. Pero consideramos que ambos países deben ir más allá –no sólo el Perú–, y confrontar los discursos con la realidad.
Esto nos lleva a preguntarnos, ¿cuán sinceras son las declaraciones oficiales de Chile? El gobierno chileno, encabezado por su presidenta Michelle Bachelet, ha expresado –en forma persistente– que quiere mantener una relación fluida y alturada con el Perú, intensificando el intercambio comercial y las alianzas estratégicas frente a un mundo competitivo como el de la cuenca del Pacífico o Europa. Es decir, si la voluntad política de Chile pasa por no tensar las relaciones, entonces qué mejor oportunidad para que ese vecino pase del discurso a los hechos, reconociendo lo que es evidente: poner fin a la cuestión referida al Hito Nº 1 que testaruda y equivocadamente la Cancillería chilena mantiene en el tiempo, en especial durante los últimos nueve años, cuando este problema se hizo más escandaloso.
La invocación que queda por hacer es que esa confianza puesta en nuestros diplomáticos no sea defraudada. El presidente de la República, Alan García Pérez –que dirige la política exterior– tiene que ser consciente que los temas pendientes con Chile no pueden extenderse por más tiempo. El país quisiera ver que al final de su mandato estos asuntos tan delicados que comprometen nuestra soberanía queden zanjados. Marchemos pues a como el tiempo aconseja, sin prisa pero a la vez sin pausa, evaluando toda alternativa y estudio que nos permitan arribar con éxito al reconocimiento pleno de nuestros derechos por parte de Chile, cerrando también el último resquicio que resta de diferencias entre ambas naciones: el de la delimitación marítima. El canciller José Antonio García Belaunde lo ha dicho: “el territorio del Perú es no negociable”.
http://www.expreso.com.pe/Hoy_dia/Editorial/sec_editorial.htm
Se multiplican los discursos limítrofes entre políticos peruanos y chilenos en torno a la pérdida –por el lado del Perú– de tres hectáreas de terreno. Nuestro reclamo oficial es justo. Nos asiste la razón, los principios del derecho internacional y el Tratado de 1929. Sin embargo, del lado del sur diversos voceros persisten en su negativa para reconocer que falta colocar un hito en el lugar que corresponde, como es la orilla del mar; y se mantienen en un juego movedizo de linderos para aprovechar así las consecuencias que aquello implica.
No queremos mezclar este asunto por resolver –entre el Perú y Chile– con otro tema concerniente a los límites marítimos que corresponde a un baile diferente, aunque los danzantes sean los mismos. El derecho internacional aconseja que las diferencias entre Estados se solucionen diplomáticamente a pausas y cucharadas. En estos intríngulis necesitamos más que nada confiar en quienes ahora están al frente de la política exterior peruana. Pero esto no significa que el Ejecutivo tenga que restarle importancia a lo que pueda aportar la opinión pública y la oposición. Esta relación siempre será enriquecedora y fortalecerá nuestra posición.
Por supuesto que no dejamos de lado la sabia discreción y el trabajo profesional de nuestra Cancillería, que evitará que políticos improvisados utilicen las diferencias bilaterales para jalar agua a sus molinos. El discurso chauvinista, hepático y trasnochado quedó sepultado en las urnas el año pasado. Pero consideramos que ambos países deben ir más allá –no sólo el Perú–, y confrontar los discursos con la realidad.
Esto nos lleva a preguntarnos, ¿cuán sinceras son las declaraciones oficiales de Chile? El gobierno chileno, encabezado por su presidenta Michelle Bachelet, ha expresado –en forma persistente– que quiere mantener una relación fluida y alturada con el Perú, intensificando el intercambio comercial y las alianzas estratégicas frente a un mundo competitivo como el de la cuenca del Pacífico o Europa. Es decir, si la voluntad política de Chile pasa por no tensar las relaciones, entonces qué mejor oportunidad para que ese vecino pase del discurso a los hechos, reconociendo lo que es evidente: poner fin a la cuestión referida al Hito Nº 1 que testaruda y equivocadamente la Cancillería chilena mantiene en el tiempo, en especial durante los últimos nueve años, cuando este problema se hizo más escandaloso.
La invocación que queda por hacer es que esa confianza puesta en nuestros diplomáticos no sea defraudada. El presidente de la República, Alan García Pérez –que dirige la política exterior– tiene que ser consciente que los temas pendientes con Chile no pueden extenderse por más tiempo. El país quisiera ver que al final de su mandato estos asuntos tan delicados que comprometen nuestra soberanía queden zanjados. Marchemos pues a como el tiempo aconseja, sin prisa pero a la vez sin pausa, evaluando toda alternativa y estudio que nos permitan arribar con éxito al reconocimiento pleno de nuestros derechos por parte de Chile, cerrando también el último resquicio que resta de diferencias entre ambas naciones: el de la delimitación marítima. El canciller José Antonio García Belaunde lo ha dicho: “el territorio del Perú es no negociable”.
http://www.expreso.com.pe/Hoy_dia/Editorial/sec_editorial.htm
Enjuiciemos al enemigo en el tribunal internacional
Nota: Dos cosas "positivas" que podemos desprender de este articulo peruano, que claramente no es inamistoso. Primero, es bueno saber que la hermandad y buena vecindad declarada por los peruanos, es mentira. Segundo, que el autor reconoce que ha sido el mismo Peru el que decidio medir su mar siguiendo los paralelos, y que ahora cambiaron su parecer (ESE ES PROBLEMA DE ELLOS, SI FIRMARON TRATADOS USANDO UN METODO, NO PUEDEN ASI COMO ASI CAMBIAR SU PARECER).
El Tratado Rada y Gamio - Figueroa Larraín (1929) resolvió problemas territoriales (Tacna para el Perú, Arica para Chile, servidumbres de acueductos y vía férrea, etc.) pero no se ocupó del dominio marítimo. No existía entonces el Derecho del Mar. El mar era unidimensional y no pluridimensional como hoy, con fondos marítimos y espacio aéreo.
Una maliciosa interpretación chilena ha originado la formación en el océano de dos triángulos que, aunque se encuentran dentro de la proyección de las doscientas millas desde las costas peruanas, en la práctica no forman parte de nuestro dominio marítimo. El primer triángulo, que en la realidad se encuentra bajo la soberanía chilena (el más cercano a la costa continental) tiene un área aproximada de 11.090 millas marinas cuadradas o 38,038 km2. El segundo triángulo, que en la realidad se encuentra en alta mar, tiene un área de 8,308 millas marinas cuadradas o 28,496 km2; éste debe también ser reivindicado por el Perú.
Chile mide sus doscientas millas mediante una paralela matemática a sus costas; nosotros siguiendo los paralelos geográficos. Y pretendemos aplicar como regla general la línea media o de equidistancia, por tratarse del método más idóneo para llegar a una solución equitativa. Esa es la fórmula que aplica la Convención del Mar.
Demandar ante la CIJ (La Haya) es viable. Este camino ya ha sido tomado, invocando el Artículo XXXI del Pacto de Bogotá (1948), por Nicaragua contra Colombia (2001). Se ha demandado ante la Corte Internacional de Justicia. Se fundamenta en el uti possidetis (es decir la situación territorial que tenía la Capitanía General de Guatemala, de la que se desprendió la parte demandante en la Independencia) para reivindicar el archipiélago de San Andrés y Providencia, así como los Cayos de Roncador y Quitasueño.
Examinemos, finalmente, la conveniencia de firmar la Convención del Mar. Ciento cuarenta y ocho estados la han ratificado. Reconozcamos que nuestra legislación nunca habló explícitamente de mar territorial ni mencionó el paso inocente de naves que es la característica de ese espacio acuático. Dos cenáculos constituyentes, el de 1978-79 y el de 1993, han excluido esa terminología con el propósito de adecuarnos a la Convención. Nuestro aislacionismo nos impide, fundamentalmente, formar parte de la Autoridad de los Fondos Marinos. Olvidamos que los nódulos polimetálicos se encuentran en la cuenca del Pacífico. Que a quinientas millas –es decir, más allá de las doscientas– de la costa peruana, en la falla de Galápagos, está un riquísimo yacimiento de sulfuros polimetálicos que contiene veinticinco millones de toneladas de precipitados de zinc, cobre, manganeso, etc. En la misma cuenca se hallan las crestas oceánicas de la Gerda y Juan de Fuica, la de Fiji, del Norte de Lau, Bismark, Depresión de Havre. Esa es la minería del futuro de cuya explotación y utilidades estamos autoproscritos.
http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Javier%20Valle%20Riestra&seccion_nota=8
El Tratado Rada y Gamio - Figueroa Larraín (1929) resolvió problemas territoriales (Tacna para el Perú, Arica para Chile, servidumbres de acueductos y vía férrea, etc.) pero no se ocupó del dominio marítimo. No existía entonces el Derecho del Mar. El mar era unidimensional y no pluridimensional como hoy, con fondos marítimos y espacio aéreo.
Una maliciosa interpretación chilena ha originado la formación en el océano de dos triángulos que, aunque se encuentran dentro de la proyección de las doscientas millas desde las costas peruanas, en la práctica no forman parte de nuestro dominio marítimo. El primer triángulo, que en la realidad se encuentra bajo la soberanía chilena (el más cercano a la costa continental) tiene un área aproximada de 11.090 millas marinas cuadradas o 38,038 km2. El segundo triángulo, que en la realidad se encuentra en alta mar, tiene un área de 8,308 millas marinas cuadradas o 28,496 km2; éste debe también ser reivindicado por el Perú.
Chile mide sus doscientas millas mediante una paralela matemática a sus costas; nosotros siguiendo los paralelos geográficos. Y pretendemos aplicar como regla general la línea media o de equidistancia, por tratarse del método más idóneo para llegar a una solución equitativa. Esa es la fórmula que aplica la Convención del Mar.
Demandar ante la CIJ (La Haya) es viable. Este camino ya ha sido tomado, invocando el Artículo XXXI del Pacto de Bogotá (1948), por Nicaragua contra Colombia (2001). Se ha demandado ante la Corte Internacional de Justicia. Se fundamenta en el uti possidetis (es decir la situación territorial que tenía la Capitanía General de Guatemala, de la que se desprendió la parte demandante en la Independencia) para reivindicar el archipiélago de San Andrés y Providencia, así como los Cayos de Roncador y Quitasueño.
Examinemos, finalmente, la conveniencia de firmar la Convención del Mar. Ciento cuarenta y ocho estados la han ratificado. Reconozcamos que nuestra legislación nunca habló explícitamente de mar territorial ni mencionó el paso inocente de naves que es la característica de ese espacio acuático. Dos cenáculos constituyentes, el de 1978-79 y el de 1993, han excluido esa terminología con el propósito de adecuarnos a la Convención. Nuestro aislacionismo nos impide, fundamentalmente, formar parte de la Autoridad de los Fondos Marinos. Olvidamos que los nódulos polimetálicos se encuentran en la cuenca del Pacífico. Que a quinientas millas –es decir, más allá de las doscientas– de la costa peruana, en la falla de Galápagos, está un riquísimo yacimiento de sulfuros polimetálicos que contiene veinticinco millones de toneladas de precipitados de zinc, cobre, manganeso, etc. En la misma cuenca se hallan las crestas oceánicas de la Gerda y Juan de Fuica, la de Fiji, del Norte de Lau, Bismark, Depresión de Havre. Esa es la minería del futuro de cuya explotación y utilidades estamos autoproscritos.
http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Javier%20Valle%20Riestra&seccion_nota=8
Nuestro querido pisco
Nota: No llama mi atencion que los peruanos, que llevaron una solicitud de reconocimiento exclusivo para su pisco al OMPI (Organizacion Mundial de Propiedad Intelectual), que perdieron, insistan en desconocer el derecho de Chile (reconocido por la comunidad internacional) de producir su propio pisco. Es que la baja autoestima peruana (reconocida en este articulo) y la odiosidad que sienten por Chile (tambien reconocido en este articulo), son demasiado grandes para someterse a los juicios que ellos mismos han buscado.
Hoy es el Día del Pisco Sour y uno no puede dejar de referirse a una bebida que ha terminado convirtiéndose –aunque suene a cliché huachafo– en un bello símbolo de peruanidad, con un crecimiento explosivo de su consumo y una mejora notable en su calidad. Lo curioso es que esto ha sucedido a causa de los chilenos, cuyos absurdos reclamos de propiedad generaron esta sana reacción.
Es que nuestro pobre pisco fue abandonado por años. Si uno revisa los tempranos cuentos de Ribeyro, observará que nunca faltaba una copita de “Soldeica”. Cuentan los veteranos que se tomaba mucho hasta los 50, cuando comenzó a entrar fuerte la cerveza. Y en los 60 es cuando el whisky se expande, pues antes era una bebida de expatriados o de locales burgueses sofisticados. Llama la atención que precisamente la decadencia del pisco se agudice con la supuestamente nacionalista dictadura velasquista, que le hizo un daño terrible con su maldita reforma agraria. Además, ese nefasto e ignorante tirano jamás hizo nada contra los chilenos en patentes.
Esa desidia continuó por décadas –en los 80 los universitarios tomábamos tragos espantosos si no queríamos cerveza, porque lo importado era carísimo; y en los 90 se dio un boom del ron– hasta el gobierno de Toledo, que sí se ocupó del tema. Un paso importante fue el cambio del asfixiante sistema tributario que se le aplicaba con el ISC, lo que estimuló sus ventas y generó un mayor ingreso fiscal (idéntico cuerdo tratamiento se le debería aplicar al vino local, lo que generaría una expansión similar).
Así se generó un círculo virtuoso, con consumidores deseosos de probarlo y productores con mejor oferta. Personalmente puedo dar fe de ello, pues hasta bien entrados los 90 no se me hubiera ocurrido consumir pisco fuera del ocasional –y riesgoso– pisco sour que me enchufaban en algún evento. Ahora me gusta tomarlo hasta puro como un bajativo, porque uno encuentra piscos muy ricos y suaves, no el “sacarronchas” que te daban –salvo excepciones– en los 80 y tempranos 90. Otra prueba de su revalorización actual es que es muy bien visto darlo como regalo, cuando antes sólo el whisky era de rigor. O que bastante gente –mucha ajena antes al tema– se haya puesto a producirlo artesanalmente y a pequeña escala, con resultados estupendos, por afición y mucho sentimiento, tipo galleros o criadores de caballos de paso. Ves en esa brega a banqueros, ejecutivos, profesionales y hasta artistas, como un bonito hobby-negocio querendón.
Ya es felizmente un trago fino y con estatus. ¡Hasta le han diseñado una linda copita! Parece exagerado, pero todo esto es muy importante para nuestro amor propio. Eso sí, como bien escribió Nicolás Lynch hace poco, rescatemos al “Capitán” (y al “Chilcano”). Estos son dos ricos tragos pisqueros que hoy andan en ingrato olvido.
¡Viva el pisco, viva el Perú carajo, que las cosas sí se pueden hacer bien aquí cuando nos dejamos de idioteces!
http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Aldo%20Mari%E1tegui&seccion_nota=8
Hoy es el Día del Pisco Sour y uno no puede dejar de referirse a una bebida que ha terminado convirtiéndose –aunque suene a cliché huachafo– en un bello símbolo de peruanidad, con un crecimiento explosivo de su consumo y una mejora notable en su calidad. Lo curioso es que esto ha sucedido a causa de los chilenos, cuyos absurdos reclamos de propiedad generaron esta sana reacción.
Es que nuestro pobre pisco fue abandonado por años. Si uno revisa los tempranos cuentos de Ribeyro, observará que nunca faltaba una copita de “Soldeica”. Cuentan los veteranos que se tomaba mucho hasta los 50, cuando comenzó a entrar fuerte la cerveza. Y en los 60 es cuando el whisky se expande, pues antes era una bebida de expatriados o de locales burgueses sofisticados. Llama la atención que precisamente la decadencia del pisco se agudice con la supuestamente nacionalista dictadura velasquista, que le hizo un daño terrible con su maldita reforma agraria. Además, ese nefasto e ignorante tirano jamás hizo nada contra los chilenos en patentes.
Esa desidia continuó por décadas –en los 80 los universitarios tomábamos tragos espantosos si no queríamos cerveza, porque lo importado era carísimo; y en los 90 se dio un boom del ron– hasta el gobierno de Toledo, que sí se ocupó del tema. Un paso importante fue el cambio del asfixiante sistema tributario que se le aplicaba con el ISC, lo que estimuló sus ventas y generó un mayor ingreso fiscal (idéntico cuerdo tratamiento se le debería aplicar al vino local, lo que generaría una expansión similar).
Así se generó un círculo virtuoso, con consumidores deseosos de probarlo y productores con mejor oferta. Personalmente puedo dar fe de ello, pues hasta bien entrados los 90 no se me hubiera ocurrido consumir pisco fuera del ocasional –y riesgoso– pisco sour que me enchufaban en algún evento. Ahora me gusta tomarlo hasta puro como un bajativo, porque uno encuentra piscos muy ricos y suaves, no el “sacarronchas” que te daban –salvo excepciones– en los 80 y tempranos 90. Otra prueba de su revalorización actual es que es muy bien visto darlo como regalo, cuando antes sólo el whisky era de rigor. O que bastante gente –mucha ajena antes al tema– se haya puesto a producirlo artesanalmente y a pequeña escala, con resultados estupendos, por afición y mucho sentimiento, tipo galleros o criadores de caballos de paso. Ves en esa brega a banqueros, ejecutivos, profesionales y hasta artistas, como un bonito hobby-negocio querendón.
Ya es felizmente un trago fino y con estatus. ¡Hasta le han diseñado una linda copita! Parece exagerado, pero todo esto es muy importante para nuestro amor propio. Eso sí, como bien escribió Nicolás Lynch hace poco, rescatemos al “Capitán” (y al “Chilcano”). Estos son dos ricos tragos pisqueros que hoy andan en ingrato olvido.
¡Viva el pisco, viva el Perú carajo, que las cosas sí se pueden hacer bien aquí cuando nos dejamos de idioteces!
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.