El Jueves, cuando no habían transcurrido 25 minutos del almuerzo de trabajo en La Moneda al que convocó Sebastián Piñera a los jefes de partidos políticos para hablar del juicio con Perú en La Haya, el Mandatario les informó que tenía agendado un viaje a Lima el 30 de noviembre próximo, para participar de la cumbre de jefes de Estado de Unasur. De inmediato, sin embargo, añadió que no estaba previsto una reunión bilateral con el Presidente Ollanta Humala.
La idea de una cita a tres días del inicio de los alegatos en la Corte Internacional, había sido planteada en varias ocasiones por el canciller chileno, Alfredo Moreno, a su par limeño, Rafael Roncagliolo, para dar una señal de normalidad en las relaciones bilaterales y de tranquilidad en la antesala del juicio oral, considerado por ambos países como la etapa más dura del litigio. Una de las últimas ocasiones en que los ministros tocaron el tema fue en septiembre, en Nueva York, cuando se reunieron en la Asamblea de la ONU.
Una de las posibilidades que ofrecía el gobierno chileno era que Piñera alargara algunas horas su estadía en Lima, tras asistir a la Cumbre de Unasur -donde se analizará un protocolo de paz, seguridad y cooperación regional-, para que se pudiera agendar el encuentro con Humala. En las últimas semanas, sin embargo, el gobierno peruano optó por descartar la bilateral. Según una versión de diplomáticos peruanos y que fue confirmada por fuentes de la Cancillería chilena, Humala estaba renuente a aparecer haciendo nuevos llamados a la calma y dando señales de cercanía a Chile pocos días antes de que en La Haya los abogados divulguen por primera vez los argumentos que sostienen las tesis de Perú y Chile en el caso. En Palacio Pizarro, añaden las mismas fuentes, prefieren en estos momentos actuar con cautela, pues saben que, como aseguró un diplomático limeño, existe el riesgo de que se agudicen algunas voces nacionalistas. Según estimaciones de autoridades limeñas, hay un grupo de diarios opositores a Humala y varios programas de TV que podrían exacerbar posiciones en relación a Chile en las dos semanas que duren los alegatos orales.
Esta semana, sin ir más lejos, en Lima se desató una controversia entre dirigentes políticos, ex ministros de Estado y abogados constitucionalistas peruanos, divididos a favor y en contra de que Perú firme en estos momentos la Convención del Mar. El ex ministro de Defensa de Alan García Antero Florez Araoz, el ex presidente del Congreso y ex premier de Alejandro Toledo, Eduardo Ferrero Costa; y el ex ministro de Defensa de Humala, general Daniel Mora, han reclamado al gobierno el ingreso del país a la Convemar (La Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Mar) para fortalecer los argumentos peruanos ante la Corte Internacional, pues este tratado es precisamente el que plantea la tesis de la línea equidistante para definir las fronteras marítimas en caso de conflictos entre dos países.
Pero más allá de la frustrada cita de noviembre, en el último tiempo Santiago y Lima han retomado con bríos la agenda bilateral, la que ha estado más activa en dos meses que en el último año y medio.
El 9 de octubre pasado, en el marco de la reunión de ministros de Defensa de Unasur, en Punta del Este, los ministros Andrés Allamand y su par peruano, Pedro Cateriano, se reunieron en privado para sacar una declaración conjunta reafirmando el compromiso de Chile y Perú de respetar el fallo de La Haya. Ambos hicieron un llamado para que después del juicio, los dos países avancen en la senda de la cooperación e integración. Allamand y Cateriano entregaron una copia de la declaración a los demás ministros de Defensa, quienes recibieron con aplausos las palabras de los representantes de Santiago y Lima. Según un testigo, el ministro de Defensa de Uruguay, en su calidad de anfitrión, agradeció a nombre de todos “ la buena disposición y el clima de cordialidad con que chilenos y peruanos enfrentaban el litigio en La Haya”.
Esta semana, además, se realizó en Santiago la comisión mixta chileno peruana de drogas; y estuvo de visita de trabajo el ministro de Transportes e Infraestructura de Perú, Hjalmar Marangunich. Para el 15 y 16 de noviembre, en tanto está prevista la reunión en Arica de la comisión mixta de fronteras, y se hará un importante gesto político, cuando el mismo 16 se retome en Lima las reuniones de subsecretarios de Relaciones Exteriores y Defensa de Chile y Perú, las que estaban suspendidas desde 2007, precisamente a raíz de la amenazas de Perú de ir a La Haya.
A sólo 47 días del juicio oral, en Santiago, el presidente Sebastián Piñera también ha trabajado en el frente interno. Junto a la invitación que hizo a los timoneles partidistas el jueves, el viernes convocó a Palacio a los parlamentarios que integran las comisiones de RR.EE. del Senado y de la Cámara Baja.
En el almuerzo del jueves, Piñera hizo una detallada exposición sobre los planteamientos de la demanda peruana, los argumentos que sustentan la posición de Chile y la existencia de largo historial de hechos de demuestran la observancia y cumplimiento por parte del Perú del paralelo como límite marítimo.
En la cita, señalan varios presidentes de partidos, en dos ocasiones a lo menos, Piñera resaltó la “continuidad” de este proceso y respaldó el trabajo que ha desarrollado el equipo jurídico desde el gobierno anterior. En La Moneda no ocultan la inquietud que existe por la eventual politización del juicio de La Haya, especialmente por el hecho de que el fallo se conocerá en mayo o junio próximo, en medio de la campaña presidencial.
En la cita, de manera unánime, los jefes de partidos de gobierno y oposición -desde la UDI hasta el PC, pasando por el PRO y el MAS- plantearon la inconveniencia de que ante un eventual fallo adverso para Chile se produzca una guerra cruzada de acusaciones sobre la responsabilidades en la derrota. Según tres asistentes a la cita, en ese momento el presidente del PS, Osvaldo Andrade, tomó la palabra y le pidió al Presidente Piñera que si el fallo era favorable a Chile, el gobierno tuviera asimismo el cuidado de no intentar adueñarse del triunfo, en una opinión que fue respaldada por otros dirigentes.
Ese día, Piñera también detalló los pasos que vienen en la preparación de la defensa de Chile ante La Haya.
Acompañado del canciller Alfredo Moreno y de los agentes chilenos ante La Haya, Alberto van Klaveren y María Teresa Infante -además de los ministros Rodrigo Hinzpeter, Cristián Larroulet y Andrés Chadwick-, el Mandatario confirmó la reunión plenaria que sostendrán en París el 5 y 6 de noviembre el equipo chileno a cargo del caso con los 12 abogados extranjeros contratados por el gobierno para hacer la revisión final de los alegatos que se expondrán ante los jueces.
Varios de estos textos ya habían sido revisados la semana pasada, durante las sesiones de trabajo que llevaron adelante en Londres en las oficinas del estudio jurídico Freshfieldsen, el equipo chileno encabezado por el embajador Van Klaveren con algunos de los abogados extranjeros, entre ellos, James Crowford, Sam Wordsworth y Giorgios Petrochilos. A esta reunión, a la que también asistieron la coagente chilena María Teresa Infante y los abogados Enrique Barros y Ximena Fuentes, fueron convocados también los asesores técnicos de la defensa chilena, entre los que destacan los miembros del United Kingdom Hydrographic Office, responsables de los mapas y cartografías que serán exhibidos ante la corte para fundamentar la existencia del límite marítimo en el paralelo.
Por el lado peruano, afirman fuentes de Torre Tagle, el trabajo de revisión de sus alegatos ya está finiquitado.
Entre el martes 2 y el viernes 5 de octubre todo el equipo peruano se reunió en París a revisar párrafo por párrafo los escritos que entregarán el 3 de diciembre próximo ante la secretaría de la corte.
Según las mismas fuentes diplomáticas, las reuniones eran en el gran comedor de la embajada de Perú en la capital francesa, en la avenida Kleber 75116, a sólo tres cuadras del Arco del Triunfo. En total eran unas 20 personas, contando a los cinco abogados extranjeros contratados por Perú, y todo el equipo jurídico y técnico peruano encabezados por los agentes ante La Haya Allan Wagner y José Antonio García Belaunde.
El trabajo partía a las nueve de mañana en punto hasta las 13 horas, cuando se detenían dos horas y media para almorzar en la misma embajada. A las 15.30 horas volvían a encerrarse a trabajar en los textos hasta pasadas las 19 horas.
Para esquematizar y facilitar la redacción de los alegatos, el equipo peruano decidió seguir el mismo orden en que está estructurada la memoria y la dúplica que presentó ante la Corte. De esta forma, las cerca de 400 páginas de argumentación que contiene la memoria peruana quedaron sintetizadas y fragmentadas en 10 presentaciones de unos 40 minutos, las que serán leídas por los abogados que representan a Perú.
El papel primordial de los alegatos peruanos recaerá en el jurista francés Alaine Pellet. El profesor de derecho internacional de la Universidad de París, con gran expertisse en la corte de La Haya, le corresponderá abrir los alegatos, inmediatamente después de la introducción y presentación del caso que hará el agente peruano Allan Wagner. Pellet, además, se hará cargo de exponer dos y hasta tres de los 10 alegatos que presentará la argumentación peruana.
El miércoles 3 en la noche, se sumó a las reuniones el canciller Rafael Roncagliolo, quien no pudo viajar antes, pues debió permanecer en Lima, con motivo de la Cumbre de Presidentes de Países Arabes y de América Latina (Aspa).
De regreso en Lima, el 11 de octubre, Roncagliolo, Wagner y García Belaunde, se reunieron con el Presidente Humala en Palacio Pizarro, para exponerle en detalle los pormenores de la argumentación que expondrá Perú en los alegatos. De todas formas, el mandatario peruano tiene previsto viajar el 15 de noviembre a París para la última reunión con los abogados extranjeros antes del inicio del juicio oral.
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