Allí están ellos, como unos angelitos, creyendo ciegamente en la sobriedad eterna de su “cholo sagrado”. ¡Calumnia, infamia, injuria, maldad!, dicen en coro, indignados, dolidos, compungidos, cuando alguien insinúa siquiera el apego de su jefe por la “etiqueta azul”. ¿Viajarán a Chile para lavar el honor de su caudillo?
Una crónica publicada el domingo por el diario chileno La Tercera narra con ironía el papelón que hizo el ex presidente Alejandro Toledo durante su reciente visita a Santiago para participar en el Foro Biarritz de Diálogo entre Europa y América Latina.
Fueron contadas las veces en que se le vio sobrio, y vergonzosas las cosas que hizo impulsado por el exceso, como, por ejemplo, llegar más que alegre a la recepción ofrecida por la presidenta Michelle Bachelet, en el palacio presidencial, o subirse eufórico a la mesa de honor del encuentro en que participó.
Esta es la crónica, se la ofrecemos íntegra a nuestros lectores. Veremos si Toledo es capaz de culpar ahora de sus excesos al gobierno chileno, tal como culpó antes al peruano.
Por Guillermo Hidalgo
La última portada de la revista peruana Caretas consigna que el ex presidente Alejandro Toledo no llegó en su mejor momento a Chile. Está acusado de un supuesto intento de violación a la joven Diana Arévalo Verástegui el pasado 19 de setiembre en una noche de juerga en la casa de uno de los buenos amigos de Toledo, Adam Pollack. Una historia más en la larga lista de “anécdotas” que ha protagonizado antes, durante y después de su periodo en Palacio Pizarro (2001-2006).
A las 9:30 del lunes 8, se iniciaba en Casa Piedra el Foro de Biarritz –Diálogos entre Europa y América Latina– con el discurso inaugural de Michelle Bachelet. Toledo llegó una hora atrasado. Se le veía inquieto. Salió una rato y volvió una hora después absolutamente entusiasmado. Tanto, que saltó el protocolo y se subió al estrado, donde estaban Eduardo Frei, Patricio Aylwin y el canciller Alejandro Foxley. Poco después se mandó la declaración sobre la demanda por los límites marítimos que enfureció a Ricardo Lagos: “es un tema limítrofe por el cual yo he conversado con el presidente Lagos, yo soy el responsable, yo abrí eso y él, con muchísima altura de jefe de Estado, reconoció que había un tema pendiente, pero no enturbiemos la relación”.
Las alarmas sonaron en Praga, donde el ex mandatario chileno asistía al lanzamiento de un libro del ex presidente Vaclav Havel. Doña Luisa Duran debió partir sola a un paseo y Lagos se sentó a redactar una declaración en que negó que eso fuera cierto. Toledo había logrado algo que parecía imposible: que Lagos opinara sobre la contingencia, algo que hace pocos días dijo que no haría.
Los primeros whiskies
Toledo llegó a Santiago el domingo en la tarde. Y a poco de pisar tierra chilena se puso en contacto con su amigo Guido Girardi, en compañía de quien asistió a una recepción en la embajada francesa. Allí se le vio tomando whisky. Después de eso Toledo y el senador PPD más unos parlamentarios mexicanos se fueron hasta el Hotel Ritz, donde se hospedó el ex presidente y estuvieron ahí conversando en el bar del hotel hasta las 23:15 de la noche. Entonces el peruano se fue a su habitación. A la mañana siguiente los attachés de la cumbre y los asesores de Toledo no pudieron sacarlo de la cama para que asistiera a la inauguración del encuentro. Y fueron muchos los que vieron cómo el ex mandatario se tomó dos jarras de agua y partía a cada rato al baño, lo que uno de sus asesores atribuyó a una alergia. También varios de los ilustres presentes fueron testigos de que andaba con hálito alcohólico, que sus movimientos eran erráticos y que se dio vuelta encima un café.
Los periodistas peruanos que cubrieron el evento dicen que en su país Toledo es conocido no sólo por lo bueno para la fiesta sino también por lo “tardón”. En tiempos en que era presidente no fueron pocas las veces que para viajes al exterior citaba a la prensa y comitiva a las 8 de la mañana en el aeropuerto militar de Lima y llegaba a las 11 y 30.
El nuevo “Jimmy Carter”
Después de la bochornosa mañana del lunes, el ex presidente se fue a almorzar con Girardi, el diputado PPD Marco Antonio Núñez y el timonel de la colectividad, Sergio Bitar. La cita fue en el restorán “Jofré”, en la calle Jofré con Lira, lejos de CasaPiedra. Según lo que cuentan los acompañantes, al parecer había bajado las revoluciones que tanto dieron que hablar a los periodistas esa mañana. Ya no decía incoherencias, ya no decía que no hablaría y luego se despachaba incómodas declaraciones.
Ahora, serenamente, y acompañando la comida con un buen vino mostraba su entusiasmo por contribuir a la superación de la pobreza.
Dijo que quería dedicarse a lo mismo que el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, quien recorre el mundo dando conferencias y contribuyendo a la unión de lo pueblos. Dijo también que pretendía volver a la política –algo que viene pregonando hace rato–, que quizá se presente a las próximas elecciones parlamentarias y no descarta rearticular su partido, el Perú Posible –hoy por el suelo– para presentarse a las próximas presidenciales. También habló de su pasado y volvió a contar aquello de sus 15 hermanos y de los 7 que murieron siendo niños y de su experiencia como lustrabotas.
De vuelta en CasaPiedra sus propios amigos le recomendaron que diera una entrevista a Canal 13, que era importante que dijera algo más después de lo de Lagos y el ex presidente de pronto se vio frente a las cámaras y a la siempre periodísticamente ganosa Constanza Santamaría. Fiel a su estilo, la entrevistadora insistió en tocar temas bilaterales entre Chile y Perú, más que centrarse en los asuntos de la pobreza del mundo y Toledo montó en cólera. Mandó llamar a su ex vocero presidencial y actual asesor Guillermo Gonzáles Arica y juntos dejaron el improvisado set de televisión echando maldiciones.
Más tarde la cita fue en La Moneda. La presidenta había invitado a los asistentes a la cumbre a una recepción. Según testigos, el ex presidente del Perú se veía notoriamente afectado por las copas. “Eso ya no se podría considerar Jet Lag”, comentó uno de los presentes. A estas alturas los organizadores del Foro de Biarritz estaban muy molestos porque Toledo les estaba arruinando su “chiche”. Acaparaba la prensa y daba que hablar en cada una de sus apariciones y de los diálogos entre Europa y América nadie se enteraba.
La chamba de Toledo
Para el segundo día de conferencias, Toledo no llegó en toda la mañana. Apareció a la una de la tarde y muy pronto partió a almorzar al restorán “El Apero” de Borderío. Acompañado de un par de parlamentarios, se comió una empanada de horno, un pollo al coñac, un flan de lúcuma y compartió una botella de vino Ventisquero. Como parece ser su costumbre fue el último en salir del restorán, a eso de las 15:45, cuando ya las conferencias se habían reanudado hacía más de media hora. Varios querían sacarse fotos con él. Toledo se acercó a un grupo de empresarios que hacían la sobremesa y les dedicó unos minutos. Cuando el ex presidente se fue, dijeron que no lo habían llamado, que él se había acercado solo. Uno de ellos aceptó que lo conocía por asuntos de negocios en los tiempos en que era candidato a la presidencia del Perú.
Tomado de diario Expreso de Perú
Artículo original
miércoles, octubre 17, 2007
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.