Tomado de Associated Press
SANTIAGO DE CHILE - La imagen de estabilidad política y éxito económico han convertido a Chile en el destino de un número creciente de colombianos que huyen de la violencia en su país. Pero si bien en Chile encuentran seguridad, también hallan aislamiento y a veces hasta muestras de racismo.
El viaje de Carlos comenzó cuando su hermana, de 17 años, fue violada por paramilitares en Colombia. Tras denunciar la violación con su prima Patricia, su casa fue atacada por paramilitares, lo que los obligó a huir.
Patricia y Carlos viajaron a través de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, hasta llegar a Chile en junio. Carlos aun vive preocupado por su hermana y el resto de su familia en Colombia.
Chile, que en los años '70 y '80 fue un exportador de miles de refugiados, ahora recibe muchos, en su mayoría colombianos.
La solicitudes de asilo aumentaron a 256 el año pasado, casi el doble de las 131 de 2004. En los primeros seis meses de este año llegaron a casi 300, el 90 por ciento de colombianos.
"Desde el retorno de la democracia, las instituciones chilenas funcionan mejor que en el resto de América Latina", explicó el cientista político Marco Moreno.
El padre Rodrigo Tupper, que dirige el centro de ayuda a los refugiados de la Iglesia Católcia, dice que el fenómeno es también resultado de la globalización.
Agregó que aunque algunos chilenos muestran reticencia hacia las personas de afuera, Chile es visto como "un país ordenado, que crece económicamente y goza de estabilidad económica y política".
A Chile han llegado también unos pocos asilados de otros países, como el Congo, Sri Lanka, Rwanda, Afganistán y Paquistán, pero obviamente para los colombianos el viaje es más fácil. Y muchos colombianos tienen poderosas razones para huir, debido a la violencia de las guerrillas, los paramilitares y los traficantes de drogas.
Amnistía Internacional calcula que unos tres millones de colombianos han sido desplazados dentro del país por la violencia. Muchos han partido a Estados Unidos, España o Venezuela.
La mayoría de los colombianos refugiados en Chile viajaron por tierra, como Carlos y Patricia, que vinieron de Buenaventura, donde guerrilleros y paramilitares a menudo se enfrentan, dijo Guillermo Aravena, que trabaja en la agencia de ayuda a los refugiados.
La capacidad y los recursos de Chile para recibir refugiados, sin embargo, ya se hacen insuficientes.
Los más de 1.100 asilados políticos o solicitantes de asilo pueden obtener permisos de trabajo. Pero mientras dura la tramitación de sus solicitudes, lo que puede demorar un año, no reciben ayuda gubernamental en vivienda, alimentación o salud.
El gobierno estudia una reforma de la ley para hacer más accesible la ayuda, luego de quejas de algunos solicitantes. La reforma, sin embargo, puede demorar, ya que una reciente reorganización del gabinete de la presidenta Michelle Bachelet incluyó la salida del ministro de Interior que, estaba encargado del estudio.
Bachelet es especialmente sensible al problema de los refugiados, ya que ella misma vivió el exilio durante la dictadura del general Augusto Pinochet.
El servicio de ayuda que dirige el padre Tupper es financiado enteramente por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, pero los fondos han sido reducidos considerablemente.
La vida es dura para los refugiados en Chile. Aunque encuentran seguridad, también a menudo viven aislados y a veces enfrentan manifestaciones racistas,
Alejandro, de 29 años, huyó de su hogar cerca de Buenaventura tras ser acusado de colaborar con las guerrillas y dijo que su empleador en Chile le estafó un mes de sueldo. Igual que los otros refugiados, rehusó dar su apellido.
Carlos y Patricia, que son negros, se sienten especialmente marginados.
"Chile está muy aislado", explicó el cientista político Moreno. "Los chilenos tienen una mente muy insular".
Nota: Hago presente que eso de insular, no es mental, sino una realidad geografica. Chile esta delimitado por el norte con el desierto mas seco del mundo, por el sur, con el polo sur, por el este, con la cordillera de los andes y por el oeste, por el Oceano Pacifico, el mas extenso del planeta. Literalmente, Chile es una isla, y los chilenos, isleños. Esto llevo a desarrollar una mentalidad insultar, como ocurrio con Inglaterra, Japon, etc. Culturas bastante "duras", rigidas, desconfiadas del foraneo. A esto hay que sumar el hecho de que en Chile, hasta años recientes, no existio una cantidad importante de individuos de otras razas. Chile, por ser una "estacion terminal" en el mapa (desde Chile no se va a ningun sitio), no atrajo de manera natural, masas de inmigrates. Este fenomeno solo se dio en los ultimos 10 años, producto del desarrollo economico, y durante el siglo 19, cuando el Estado chileno financio la migracion de un numero importante de alemanes, para poblar el sur del pais.
sábado, agosto 05, 2006
Chile's Formula: All Realism, No Magic
Tomado de diario Washington Post, Washington - EEUU
The top student in Latin America's class. The star pupil. The teacher's pet.
That is the vision of Chile trumpeted around the world. From the snowy peaks of Davos, Switzerland, to dinner parties in Latin capitals, foreign investors and regional experts point to Chile as the model that Latin American nations should emulate to expand their economies and strengthen their democracies.
It's not an easy thing, this model business. In a sense, of course, the experts are right. Politically, Chile rebuilt a stable democracy after a military coup and a 16-year dictatorship. Its economy boasts strong and steady growth stemming from sensible free-market policies -- the "miracle of Chile," as some have put it. And on a continent where inequality has led to revolutions and populist outbreaks, Chile has managed to reduce poverty and enhance social peace. We even elected a woman -- Michelle Bachelet, a divorced, agnostic mother of three -- as our president this year; better yet, she reached the presidency on her own merits and not as the wife or relative of a famous male politician.
So, if Chile is so successful, why can't we export our model to the rest of the region? In this battle for the soul of Latin America -- as the Economist magazine has so melodramatically put it -- why isn't Chile winning?
Our problem, as an Ecuadorian friend put it to me, is that Chile is the Switzerland of Latin America: Orderly, punctual, trustworthy -- and boring. That makes us as unattractive as we are praiseworthy, an anomaly amid this steamy Latin American soil.
In the 1992 World Expo in Seville, Spain, the representatives of Chile took an iceberg as our national symbol. No surprise, for we are cold and serious; we are Latin America's anti-Latins. We don't play soccer very well. (We didn't even qualify for the 2006 World Cup.) We can't swing our hips like the Brazilians, and we haven't mastered the art of living life like the Argentines. Our climates range from dry deserts to artic winters, with none of the tropics that define so much of Latin America. We have no levitating spirits, no guayaba aromas waft through our streets. We lack the exoticism of the Caribbean. We are all realism, no magic.
And therein lies our problem. Politicians and economists from Chile's key international trading partners -- the United States, Europe and Asia -- all wish that the rest of Latin America would follow our lead. They fear populists such as Hugo Chávez of Venezuela or Evo Morales of Bolivia. By contrast, we Chileans are serious and sober, progressing without wild experiments; foreign investors love our low "country risk."
But it seems far from clear to me that the rest of Latin America cares as much for our model as the outsiders do. Our neighbors may want Chile's results, but without Chile's process, pain and effort -- a quintessentially Latin attitude.
Other countries in our region are dominated by the cult of instant gratification; their optimism knows few bounds. But in Chile, the national character is different. Our neighbors see us as prosperous, but we've grown up knowing that we live in a poor, isolated country. That has forged in Chileans the notion that we must work hard to make something of our lives. Chileans consider austerity a virtue, and even the elites regard themselves as middle class.
For all our apparent success, my compatriots live in fear that it can all end at any moment. One of our most marked traits is our sense of precariousness. That is why airs and luxury are frowned upon here, and our culture of saving is strong. That is also why Chileans go to Buenos Aires when we want to have fun. Those Argentines really know how to spend.
Even if other Latin American nations wanted to embrace our model, I'm not sure they could.
In Chile, it took unique historical traumas to produce our consensus on how to live and how to move forward. The political and economic catastrophes that began in the 1970s reinforced our belief that risky adventures are not Chile's style. First, the chaos that reigned during the era of Socialist President Salvador Allende, with its threats to private property; later, the coup by Gen. Augusto Pinochet, with the tragedy of human rights violations -- Chile has learned its lessons through blood and fire. Even our oft-praised economic reforms, such as the privatization of state enterprises and greater openness to trade and foreign capital, proved divisive at first. But supporters of different regimes had to learn to work together rather than advance petty political agendas. Now, we pass those lessons on to our younger generations, to those who did not live through our past trials and are most likely to disregard them.
Chile's model is not miraculous. It is the reward for placing clear-eyed prudence over passion. Are other Latin American countries -- their people and their politicians -- willing to pay the price? If so, why do the Chávezes of our continent, those who promise riches without sacrifice, and who blame the rest of the world for their own ills, always seem more attractive, more worthy of attention?
Alas, the student with the best grades is rarely the most popular one in school. In Chile, we don't kid ourselves -- some of our dreams will never come true. We'll never score more goals than Brazil, and we'll never dance like they do in the Caribbean. But perhaps if we continue to work and hold on to the harsh lessons of our history, we'll someday become a fully developed nation, one that can defeat the poverty that some of our compatriots still suffer. And that beats a World Cup trophy any day.
pescobar@mercurio.cl
Paula Escobar is magazines editor of the Chilean daily El Mercurio.
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/08/04/AR2006080401746.html
The top student in Latin America's class. The star pupil. The teacher's pet.
That is the vision of Chile trumpeted around the world. From the snowy peaks of Davos, Switzerland, to dinner parties in Latin capitals, foreign investors and regional experts point to Chile as the model that Latin American nations should emulate to expand their economies and strengthen their democracies.
It's not an easy thing, this model business. In a sense, of course, the experts are right. Politically, Chile rebuilt a stable democracy after a military coup and a 16-year dictatorship. Its economy boasts strong and steady growth stemming from sensible free-market policies -- the "miracle of Chile," as some have put it. And on a continent where inequality has led to revolutions and populist outbreaks, Chile has managed to reduce poverty and enhance social peace. We even elected a woman -- Michelle Bachelet, a divorced, agnostic mother of three -- as our president this year; better yet, she reached the presidency on her own merits and not as the wife or relative of a famous male politician.
So, if Chile is so successful, why can't we export our model to the rest of the region? In this battle for the soul of Latin America -- as the Economist magazine has so melodramatically put it -- why isn't Chile winning?
Our problem, as an Ecuadorian friend put it to me, is that Chile is the Switzerland of Latin America: Orderly, punctual, trustworthy -- and boring. That makes us as unattractive as we are praiseworthy, an anomaly amid this steamy Latin American soil.
In the 1992 World Expo in Seville, Spain, the representatives of Chile took an iceberg as our national symbol. No surprise, for we are cold and serious; we are Latin America's anti-Latins. We don't play soccer very well. (We didn't even qualify for the 2006 World Cup.) We can't swing our hips like the Brazilians, and we haven't mastered the art of living life like the Argentines. Our climates range from dry deserts to artic winters, with none of the tropics that define so much of Latin America. We have no levitating spirits, no guayaba aromas waft through our streets. We lack the exoticism of the Caribbean. We are all realism, no magic.
And therein lies our problem. Politicians and economists from Chile's key international trading partners -- the United States, Europe and Asia -- all wish that the rest of Latin America would follow our lead. They fear populists such as Hugo Chávez of Venezuela or Evo Morales of Bolivia. By contrast, we Chileans are serious and sober, progressing without wild experiments; foreign investors love our low "country risk."
But it seems far from clear to me that the rest of Latin America cares as much for our model as the outsiders do. Our neighbors may want Chile's results, but without Chile's process, pain and effort -- a quintessentially Latin attitude.
Other countries in our region are dominated by the cult of instant gratification; their optimism knows few bounds. But in Chile, the national character is different. Our neighbors see us as prosperous, but we've grown up knowing that we live in a poor, isolated country. That has forged in Chileans the notion that we must work hard to make something of our lives. Chileans consider austerity a virtue, and even the elites regard themselves as middle class.
For all our apparent success, my compatriots live in fear that it can all end at any moment. One of our most marked traits is our sense of precariousness. That is why airs and luxury are frowned upon here, and our culture of saving is strong. That is also why Chileans go to Buenos Aires when we want to have fun. Those Argentines really know how to spend.
Even if other Latin American nations wanted to embrace our model, I'm not sure they could.
In Chile, it took unique historical traumas to produce our consensus on how to live and how to move forward. The political and economic catastrophes that began in the 1970s reinforced our belief that risky adventures are not Chile's style. First, the chaos that reigned during the era of Socialist President Salvador Allende, with its threats to private property; later, the coup by Gen. Augusto Pinochet, with the tragedy of human rights violations -- Chile has learned its lessons through blood and fire. Even our oft-praised economic reforms, such as the privatization of state enterprises and greater openness to trade and foreign capital, proved divisive at first. But supporters of different regimes had to learn to work together rather than advance petty political agendas. Now, we pass those lessons on to our younger generations, to those who did not live through our past trials and are most likely to disregard them.
Chile's model is not miraculous. It is the reward for placing clear-eyed prudence over passion. Are other Latin American countries -- their people and their politicians -- willing to pay the price? If so, why do the Chávezes of our continent, those who promise riches without sacrifice, and who blame the rest of the world for their own ills, always seem more attractive, more worthy of attention?
Alas, the student with the best grades is rarely the most popular one in school. In Chile, we don't kid ourselves -- some of our dreams will never come true. We'll never score more goals than Brazil, and we'll never dance like they do in the Caribbean. But perhaps if we continue to work and hold on to the harsh lessons of our history, we'll someday become a fully developed nation, one that can defeat the poverty that some of our compatriots still suffer. And that beats a World Cup trophy any day.
pescobar@mercurio.cl
Paula Escobar is magazines editor of the Chilean daily El Mercurio.
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/08/04/AR2006080401746.html
¿Ser uno más del montón?
Tomado de diario Expreso, Lima - Peru
Investigando qué está haciendo nuestro astuto y muy bien organizado vecino del sur, descubrí que está a punto de dejarnos atrás una vez más. Efectivamente, gracias a que ellos no están perdiendo el tiempo, hace unos meses atrás, un grupo de empresas chilenas, apoyadas por su gobierno, contrató al mago del modelo de exportación de software de Uruguay, para que los asesorara. Conclusión: el consultor les acaba de poner en bandeja el nuevo paradigma a seguir por ellos y que si “no nos ponemos las pilas”, será de nuestra exclusiva responsabilidad lo que suceda en el futuro.
El planteamiento es bastante pragmático, por ahora al menos, todavía no estamos en condiciones de competir con países de éxito comprobado en el tema, como la India, Irlanda, Israel, Rusia y China. Estos cuentan con ingentes cantidades de profesionales del ramo, solo a manera de ejemplo la India lanza al mercado más de 120 mil ingenieros en computación al año. Entonces, ya que la fortaleza de ellos radica en que pueden realizar investigación básica, entonces nosotros debemos buscar cuál es nuestra fortaleza. ¿Y qué es lo que podemos hacer bien? ¿Cuál es nuestra probable ventaja competitiva? Simple y claro: Buscar tecnologías emergentes a nivel global, adaptarlas a las necesidades latinoamericanas y comercializarlas en la región.
La razón para que este planteamiento funcione es que los creadores de software están buscando venderlo en Europa, Japón o Norteamérica, ya que esta parte del continente apenas les representaría no más de un 5% de su facturación mundial. He allí que se abre el nicho de mercado a explotar por las empresas nacionales.
Solo un par de tips a tener en cuenta. Hay sectores de nuestra economía que están a la vanguardia, como la minería, en estos, las empresas de tecnología e información, ya han capturado la comprensión de los procesos de negocios y pueden crear soluciones que luego sean replicables. Pero, aquí hay que tener cuidado en investigar previamente, quiénes podrán ser los sujetos de réplica. Me explico, hubo una empresa especializada en soluciones para el mundo aeronáutico, la cual desarrolló una solución para LAN. Sin embargo, posteriormente, no tenía otra empresa donde aplicar el conocimiento adquirido. Gastó tiempo en hacer toda la curva de aprendizaje con LAN, pero luego no tuvo donde replicarlo. Por ende la pregunta clave es ¿cuántas veces se puede replicar?
Además, hay un conocimiento generado en determinados sectores, como el de venta al menudeo o el financiero, en el cual debido al profundo conocimiento que de él se tiene, al momento que ingresa un nuevo competidor al mercado, se le puede vender no solo el sistema, sino las buenas prácticas recogidas.
Pues bien imagínese que un centenar de empresas nacionales se lanzan a buscar con fruición tecnologías emergentes en el mundo (que estén en una etapa posterior a la fase de desarrollo científico) y luego las adaptan a Latinoamérica ¿qué es lo que va a suceder? Todo el continente de habla hispana se va a percatar que somos el camino y la solución para sus problemas.
Recuerde: Chile, ya lo está haciendo.
Communications Director
Optima Communications & Markets
Investigando qué está haciendo nuestro astuto y muy bien organizado vecino del sur, descubrí que está a punto de dejarnos atrás una vez más. Efectivamente, gracias a que ellos no están perdiendo el tiempo, hace unos meses atrás, un grupo de empresas chilenas, apoyadas por su gobierno, contrató al mago del modelo de exportación de software de Uruguay, para que los asesorara. Conclusión: el consultor les acaba de poner en bandeja el nuevo paradigma a seguir por ellos y que si “no nos ponemos las pilas”, será de nuestra exclusiva responsabilidad lo que suceda en el futuro.
El planteamiento es bastante pragmático, por ahora al menos, todavía no estamos en condiciones de competir con países de éxito comprobado en el tema, como la India, Irlanda, Israel, Rusia y China. Estos cuentan con ingentes cantidades de profesionales del ramo, solo a manera de ejemplo la India lanza al mercado más de 120 mil ingenieros en computación al año. Entonces, ya que la fortaleza de ellos radica en que pueden realizar investigación básica, entonces nosotros debemos buscar cuál es nuestra fortaleza. ¿Y qué es lo que podemos hacer bien? ¿Cuál es nuestra probable ventaja competitiva? Simple y claro: Buscar tecnologías emergentes a nivel global, adaptarlas a las necesidades latinoamericanas y comercializarlas en la región.
La razón para que este planteamiento funcione es que los creadores de software están buscando venderlo en Europa, Japón o Norteamérica, ya que esta parte del continente apenas les representaría no más de un 5% de su facturación mundial. He allí que se abre el nicho de mercado a explotar por las empresas nacionales.
Solo un par de tips a tener en cuenta. Hay sectores de nuestra economía que están a la vanguardia, como la minería, en estos, las empresas de tecnología e información, ya han capturado la comprensión de los procesos de negocios y pueden crear soluciones que luego sean replicables. Pero, aquí hay que tener cuidado en investigar previamente, quiénes podrán ser los sujetos de réplica. Me explico, hubo una empresa especializada en soluciones para el mundo aeronáutico, la cual desarrolló una solución para LAN. Sin embargo, posteriormente, no tenía otra empresa donde aplicar el conocimiento adquirido. Gastó tiempo en hacer toda la curva de aprendizaje con LAN, pero luego no tuvo donde replicarlo. Por ende la pregunta clave es ¿cuántas veces se puede replicar?
Además, hay un conocimiento generado en determinados sectores, como el de venta al menudeo o el financiero, en el cual debido al profundo conocimiento que de él se tiene, al momento que ingresa un nuevo competidor al mercado, se le puede vender no solo el sistema, sino las buenas prácticas recogidas.
Pues bien imagínese que un centenar de empresas nacionales se lanzan a buscar con fruición tecnologías emergentes en el mundo (que estén en una etapa posterior a la fase de desarrollo científico) y luego las adaptan a Latinoamérica ¿qué es lo que va a suceder? Todo el continente de habla hispana se va a percatar que somos el camino y la solución para sus problemas.
Recuerde: Chile, ya lo está haciendo.
Communications Director
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Sigue la campaña antichilena en Perú
Tomado de diario La Razón, Lima - Perú
Nota: Estos articulos son TAN absurdos, que no resisten el mínimo análisis lógico. Por ejemplo, se dice que las FFAA chilenas son armamentistas, pero el mismo artículo dice que las FFAA chilenas no gastaron todo el dinero que ya se les transfirió para la compra de armas, manteniendo un excedente de casi 900 millones de dólares. Más ridiculo aun, es que en un artículo publicado en el mismo diario, el día anterior, señalanban que solo en 2005, Chile destino mas de 2500 millones de dólares a comprar armas, pero este artículo dice que las FFAA recibieron solo 250 millones en promedio, durante los últimos tres años. Mi conclusión, es que el antichilenismo peruano, pretende usar la odiosidad historica y la inexactitud informativa, para presionar la compra de armas por parte de Perú. El asunto es que ellos pueden gastar el dinero que deseen en armas, pero no deben usar a Chile para hacer politica interna.
A espaldas de política de amistad entre gobiernos de Perú y Chile
El desequilibrio militar estratégico entre Perú y Chile tiende a profundizarse cada vez más, pues de acuerdo a reportes especializados publicados en el vecino país, los institutos militares chilenos, recibirán hasta fines del año del 2006 un total de US$ 1,200 millones, procedentes de las ganancias de la Ley Reservada del Cobre.
Frente a esta abultada cifra, el Perú destinó en el período del 2001 al 2006 apenas 163 millones de dólares anuales para el mantenimiento de su capacidad disuasiva, equivalente apenas a un poco mas del 10% de los recursos del vecino país.
Los guarismos cobran vigencia en momentos que el presidente Alan García ha lanzado una ofensiva de acercamiento al gobierno de Michelle Bachelet, ante lo cual representantes de los sectores de Defensa han recordado la contradicción de este acercamiento con el cada vez más profundo desequilibrio militar entre los dos países.
La cifra chilena fue dada a conocer por el analista de defensa chileno, Eduardo Santos, en publicación de “El Mostrador”.
Pero, la posición de Santos no es compartida por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien cuando era candidata, en un debate con su rival de entonces, Soledad Alvear, se pronunció por la mantención de la Ley Reservada del Cobre y rechazó la propuesta de derogatoria.
Bachelet dijo entonces que “no nos engañemos porque las Fuerzas Armadas tienen compromisos internacionales de pagos por muchos años”, y que “la discusión de fondo es cuánto necesitamos en desarrollo y cuánto necesitamos en defensa”.
Seguidamente, remarcó que “el problema es que el país necesita tener defensa y hay que sacar el dinero de algún lado. Si no sale de allí (Ley Reservada del Cobre), va a salir del presupuesto de la Nación”.
Las medidas, al parecer, no son ignoradas por los estrategas del nuevo gobierno que preside Alan García, si se tiene en cuenta el anuncio reciente del ministro de Defensa, Allan Wagner, al precisar que la preocupación prioritaria de su portafolio será la repotenciación de la capacidad defensiva del Perú.
Dispositivo es herencia de Pinochet
La Ley Reservada del Cobre fue instituida por Augusto Pinochet, (quien gobernó de 1973- 2000), para asignarle a los institutos militares (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) el 10% de las ganancias anuales de la Corporación del Cobre (Codelco).
Esta ley, según lo ha explicado Eduardo Santos, establece un piso mínimo de entre 130 y 160 millones de dólares anuales que deben ser distribuidos en partes iguales entre Ejército, Armada y Fuerza Aérea, y si ocasionalmente la cifra fuera menor, la diferencia debe ser cubierto por el fisco, lo cual nunca ha sucedido.
Durante los años 2003, 2004 y 2005, el gobierno chileno dispuso transferencias de 253, 556 y 800 millones de dólares, pero las fuerzas armadas solo recibieron los pisos mínimos de 230, 245 y 260 millones de dólares, de lo que se colige que hay un excedente acumulado de 874 millones de dólares.
Nota: Estos articulos son TAN absurdos, que no resisten el mínimo análisis lógico. Por ejemplo, se dice que las FFAA chilenas son armamentistas, pero el mismo artículo dice que las FFAA chilenas no gastaron todo el dinero que ya se les transfirió para la compra de armas, manteniendo un excedente de casi 900 millones de dólares. Más ridiculo aun, es que en un artículo publicado en el mismo diario, el día anterior, señalanban que solo en 2005, Chile destino mas de 2500 millones de dólares a comprar armas, pero este artículo dice que las FFAA recibieron solo 250 millones en promedio, durante los últimos tres años. Mi conclusión, es que el antichilenismo peruano, pretende usar la odiosidad historica y la inexactitud informativa, para presionar la compra de armas por parte de Perú. El asunto es que ellos pueden gastar el dinero que deseen en armas, pero no deben usar a Chile para hacer politica interna.
A espaldas de política de amistad entre gobiernos de Perú y Chile
El desequilibrio militar estratégico entre Perú y Chile tiende a profundizarse cada vez más, pues de acuerdo a reportes especializados publicados en el vecino país, los institutos militares chilenos, recibirán hasta fines del año del 2006 un total de US$ 1,200 millones, procedentes de las ganancias de la Ley Reservada del Cobre.
Frente a esta abultada cifra, el Perú destinó en el período del 2001 al 2006 apenas 163 millones de dólares anuales para el mantenimiento de su capacidad disuasiva, equivalente apenas a un poco mas del 10% de los recursos del vecino país.
Los guarismos cobran vigencia en momentos que el presidente Alan García ha lanzado una ofensiva de acercamiento al gobierno de Michelle Bachelet, ante lo cual representantes de los sectores de Defensa han recordado la contradicción de este acercamiento con el cada vez más profundo desequilibrio militar entre los dos países.
La cifra chilena fue dada a conocer por el analista de defensa chileno, Eduardo Santos, en publicación de “El Mostrador”.
Pero, la posición de Santos no es compartida por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien cuando era candidata, en un debate con su rival de entonces, Soledad Alvear, se pronunció por la mantención de la Ley Reservada del Cobre y rechazó la propuesta de derogatoria.
Bachelet dijo entonces que “no nos engañemos porque las Fuerzas Armadas tienen compromisos internacionales de pagos por muchos años”, y que “la discusión de fondo es cuánto necesitamos en desarrollo y cuánto necesitamos en defensa”.
Seguidamente, remarcó que “el problema es que el país necesita tener defensa y hay que sacar el dinero de algún lado. Si no sale de allí (Ley Reservada del Cobre), va a salir del presupuesto de la Nación”.
Las medidas, al parecer, no son ignoradas por los estrategas del nuevo gobierno que preside Alan García, si se tiene en cuenta el anuncio reciente del ministro de Defensa, Allan Wagner, al precisar que la preocupación prioritaria de su portafolio será la repotenciación de la capacidad defensiva del Perú.
Dispositivo es herencia de Pinochet
La Ley Reservada del Cobre fue instituida por Augusto Pinochet, (quien gobernó de 1973- 2000), para asignarle a los institutos militares (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) el 10% de las ganancias anuales de la Corporación del Cobre (Codelco).
Esta ley, según lo ha explicado Eduardo Santos, establece un piso mínimo de entre 130 y 160 millones de dólares anuales que deben ser distribuidos en partes iguales entre Ejército, Armada y Fuerza Aérea, y si ocasionalmente la cifra fuera menor, la diferencia debe ser cubierto por el fisco, lo cual nunca ha sucedido.
Durante los años 2003, 2004 y 2005, el gobierno chileno dispuso transferencias de 253, 556 y 800 millones de dólares, pero las fuerzas armadas solo recibieron los pisos mínimos de 230, 245 y 260 millones de dólares, de lo que se colige que hay un excedente acumulado de 874 millones de dólares.
jueves, agosto 03, 2006
La integración en riesgo
Tomado de La Gaceta, Tucuman - Argentina
BUENOS AIRES. - Una lluvia de granizo imparable cayó durante la semana, del otro lado de las fronteras, sobre las cabezas de Michelle Bachelet y de Tabaré Vázquez. En ambos casos, la virulenta pedrea llegó desde la Argentina, y lo cierto es que su poder de destrucción le ha quitado un poco más de contenido a la tan mentada “integración” y sumado aún más desconfianza a ambas relaciones.
Lo más complejo de explicar es que los certeros lanzadores de misiles fueron dos ministros del Poder Ejecutivo y que, tal como se manejan las cosas en el Gobierno nacional, nadie piensa desde Chile y Uruguay que haya habido ni una pizca de juego propio de parte de Julio de Vido y Jorge Taiana, los ejecutores respectivos y visibles de tamaños cascotazos. Todos miran a Néstor Kirchner.
El inesperado fenómeno ha colocado a ambos presidentes “amigos” en situaciones de debilidad frente a sus respectivas oposiciones, situación extraña por ser ambos de partidos “del palo” y otrora admirados y promovidos por el Presidente, quien ahora contribuye (y así lo ven analistas de ambos países) a desestabilizarlos.
Desde ya, que estos hacen algunas especulaciones que surgen del ambiguo papel que cumplió la Argentina en la Cumbre de Córdoba, donde fue un anfitrión que se dejó robar el cartel por Hugo Chávez y Fidel Castro. Con algo de paranoia, desde afuera se piensa que un virtual alineamiento con Venezuela es lo que ha jugado de modo decisivo en todas estas movidas argentinas frente a Chile y Uruguay, aunque desde la Casa de Gobierno se hayan empeñado en rescatar el momento de idilio que hoy se estaría viviendo con Brasil (“la Francia y la Alemania del Mercosur”, dijo Lula) y en filtrar el disgusto presidencial por la negativa de Castro a escuchar siquiera de su boca el caso Molina.
Sin embargo, la situación debería enmarcarse por ahora más en cuestiones domésticas, puertas hacia adentro de la Argentina, que en especulaciones internacionales. Encuestas mediante, las volteretas ministeriales tienen que ver con la recurrente ambigüedad en la que suele caer el Gobierno, cada vez que situaciones externas no deseadas involucran a la opinión pública local y amenazan con herirla en su bolsillo o en sus convicciones.
Hasta ahora y, como regla, las autoridades siempre prefirieron barrer los problemas debajo de la alfombra, antes que atacarlos por el lado de la persuasión colectiva, pese a los daños colaterales que se producen luego en materia institucional, en el ajuste de los precios o en la inserción argentina en el mundo. El Gobierno aún no ha sabido resolver el problema, pese a contar con altísimos e inéditos niveles de aprobación, tras tres años de desgaste a cuestas, rango que hoy se ubica en 75,8 %, según el CEOP.
Contra la corriente
La cuestión de la carne ha sido un fiel ejemplo de los enredos que provoca querer navegar contra la corriente de los precios internacionales, y otro tanto ha ocurrido con los atrasos en los valores de la energía, donde, por ejemplo, el actual parque eléctrico está colgado de alfileres, tras varios años de parate inversor. Dicen los expertos que hoy no se está en condiciones de sustentar una tasa de crecimiento sostenido que, por definición, exige mayor disponibilidad energética, mientras auguran dificultades serias y hasta necesidades de importar petróleo, gas y electricidad más o menos cercanas en el tiempo.
¿Cómo contesta el Gobierno a estas advertencias? Con un chascarrillo soberbio e irritante: “esto es como el dólar a 10 pesos. A ver, ¿adónde están los cortes que nunca suceden?” Pues bien, han sucedido y no por imprevisión, sino en apariencia por un accidente, pero el corte de luz del viernes, en el frío de la noche de Buenos Aires, demostró que no hay reservas suficientes para que un plan de contingencia solucione la situación en minutos. Ya saldrán los funcionarios a cazar brujas; los canales de televisión se pondrán del lado de los damnificados sin preguntarse por qué han ocurrido las cosas y seguramente las culpas serán pagadas por la empresa distribuidora. Pero lo cierto es que de la misma manera en que se manejan estas cuestiones tan domésticas se actúa en política exterior, donde las formas son tanto o más importantes que el fondo.
Más allá del grado de razonabilidad que puedan tener las posturas argentinas en los casos del gas y las pasteras, desde lo político las incursiones de la semana de los ministros le generaron chichones extremos a los gobernantes vecinos, que el uruguayo pudo capear mejor en el frente interno que la presidente chilena.
Por un lado, el gobierno de Tabaré atinó a declararse “perplejo” ante el cambio público de postura que expresó el canciller Taiana en Gualeguaychú el jueves, mientras que Bachelet dijo que en su país hay “decepción” por la actitud argentina de prometer un precio del gas que luego fue aumentado sobre la marcha.
Dicen en Chile que, tras la reunión bilateral que se produjo durante la Cumbre de Córdoba, De Vido le habría comentado oficialmente a la ministra de Energía, Karen Poniachik que las retenciones iban a ser de 35 % y que eso daba un gas de U$S 3,80/3,90 por millón de BTU o en fin, menos de U$S 4 y así la chilena lo desparramó a los cuatro vientos en su país.
El Boletín Oficial
Cuando la Argentina clarificó la situación vía Boletín Oficial, las retenciones se elevaron a 45 %, el precio saltó por encima de los U$S 4,5 y ahora la cabeza de la pobre Poniachik está por rodar, mientras la presidencia se desgasta a diario, porque no sólo no hay certezas con respecto al volumen (todo un karma de volatilidad para la planificación trasandina) sino que, para la visión chilena, la Argentina ha modificado los precios de modo unilateral, defraudó su confianza y deterioró la relación estratégica.
Para explicar el desaguisado hay tres versiones. La oficial argentina dice que se le trasladará a Chile sólo el costo del aumento del gas que se le compra a Bolivia, algo complicado porque este país le vende a la Argentina tres veces menos que lo que se entrega a los chilenos; la extraoficial, también local, que sugiere que De Vido habría omitido por “olvido” decirle a los chilenos que al precio que les pasó había que sumarle el costo de transporte (U$S 0,60) para ponérselo en la frontera y la conspirativa chilena que cree ver la sombra de Chávez en el asunto.
Bachelet resultó ser la más perjudicada, condicionada, como está, por las fuerzas de oposición que le endilgan debilidad ante la Argentina.
El episodio de puesta en escena y difusión de la carta enviada al presidente Kirchner fue una demostración de fortaleza dedicada a su público interno, pero no dejó de tener un mal sabor para la Cancillería argentina que contaría con pocos argumentos para rechazarla. Pero Tabaré Vázquez no la pasó mejor.
Al rechazar el monitoreo conjunto propuesto por Uruguay, el canciller Taiana no sólo utilizó un discurso que complica las posibilidades de diálogo, sino que también jaqueó a Tabaré en su frente interno, situación que aún controla gracias a su admirable capacidad de haber podido reunir alrededor de una mesa a los líderes de los partidos tradicionales.
Pero el canciller fue más allá, frente a los 300 asambleístas que lo ovacionaron ocho veces. Con un discurso bastante medido que buscó poner paños fríos ante algunos excesos en los pedidos de la gente, pero contradiciendo el espíritu del fallo de La Haya dio a entender que él tenía la convicción que las plantas aún no construidas, situación por la que los jueces se declararon expectantes, producirán “un daño irreparable”.
Mojadura de oreja
Tal flagrante contradicción le permitió a su par oriental, Reinaldo Gargano elaborar una desafortunada chicana de mojadura de oreja, con un “la Argentina no acepta el fallo”, lo que es igual a decir, en términos futbolísticos rioplatenses, que no sabe perder. Otro mal precedente para cualquier acercamiento.
Por último y, en su afán de mostrarse más cercano a la gente, Taiana tensó todavía un poco más la cuerda, al convalidar los cortes de rutas y encuadrarlos, dentro de la libertad de expresión, como “un derecho humano” preferente, por encima del derecho a la circulación que consagra la Constitución para “entrar, permanecer, transitar y salir” del territorio argentino.
La tesis de Taiana es que nunca quedaron cerrados todos los pasos con el Uruguay, por lo cual no hubo daño ni al turismo ni a la circulación de bienes.
Pues bien, entonces el país se ha comprado otro problema porque un grupo de 30 empresarios uruguayos se preparan para demandar a la Argentina por los perjuicios económicos ocasionados por los cortes de rutas. Si lo ganan, la patriada de Gualeguaychú por la eventual contaminación y por preservar la vista de su balneario que el Gobierno ahora acompaña, la deberán afrontar todos los contribuyentes. (DyN)
BUENOS AIRES. - Una lluvia de granizo imparable cayó durante la semana, del otro lado de las fronteras, sobre las cabezas de Michelle Bachelet y de Tabaré Vázquez. En ambos casos, la virulenta pedrea llegó desde la Argentina, y lo cierto es que su poder de destrucción le ha quitado un poco más de contenido a la tan mentada “integración” y sumado aún más desconfianza a ambas relaciones.
Lo más complejo de explicar es que los certeros lanzadores de misiles fueron dos ministros del Poder Ejecutivo y que, tal como se manejan las cosas en el Gobierno nacional, nadie piensa desde Chile y Uruguay que haya habido ni una pizca de juego propio de parte de Julio de Vido y Jorge Taiana, los ejecutores respectivos y visibles de tamaños cascotazos. Todos miran a Néstor Kirchner.
El inesperado fenómeno ha colocado a ambos presidentes “amigos” en situaciones de debilidad frente a sus respectivas oposiciones, situación extraña por ser ambos de partidos “del palo” y otrora admirados y promovidos por el Presidente, quien ahora contribuye (y así lo ven analistas de ambos países) a desestabilizarlos.
Desde ya, que estos hacen algunas especulaciones que surgen del ambiguo papel que cumplió la Argentina en la Cumbre de Córdoba, donde fue un anfitrión que se dejó robar el cartel por Hugo Chávez y Fidel Castro. Con algo de paranoia, desde afuera se piensa que un virtual alineamiento con Venezuela es lo que ha jugado de modo decisivo en todas estas movidas argentinas frente a Chile y Uruguay, aunque desde la Casa de Gobierno se hayan empeñado en rescatar el momento de idilio que hoy se estaría viviendo con Brasil (“la Francia y la Alemania del Mercosur”, dijo Lula) y en filtrar el disgusto presidencial por la negativa de Castro a escuchar siquiera de su boca el caso Molina.
Sin embargo, la situación debería enmarcarse por ahora más en cuestiones domésticas, puertas hacia adentro de la Argentina, que en especulaciones internacionales. Encuestas mediante, las volteretas ministeriales tienen que ver con la recurrente ambigüedad en la que suele caer el Gobierno, cada vez que situaciones externas no deseadas involucran a la opinión pública local y amenazan con herirla en su bolsillo o en sus convicciones.
Hasta ahora y, como regla, las autoridades siempre prefirieron barrer los problemas debajo de la alfombra, antes que atacarlos por el lado de la persuasión colectiva, pese a los daños colaterales que se producen luego en materia institucional, en el ajuste de los precios o en la inserción argentina en el mundo. El Gobierno aún no ha sabido resolver el problema, pese a contar con altísimos e inéditos niveles de aprobación, tras tres años de desgaste a cuestas, rango que hoy se ubica en 75,8 %, según el CEOP.
Contra la corriente
La cuestión de la carne ha sido un fiel ejemplo de los enredos que provoca querer navegar contra la corriente de los precios internacionales, y otro tanto ha ocurrido con los atrasos en los valores de la energía, donde, por ejemplo, el actual parque eléctrico está colgado de alfileres, tras varios años de parate inversor. Dicen los expertos que hoy no se está en condiciones de sustentar una tasa de crecimiento sostenido que, por definición, exige mayor disponibilidad energética, mientras auguran dificultades serias y hasta necesidades de importar petróleo, gas y electricidad más o menos cercanas en el tiempo.
¿Cómo contesta el Gobierno a estas advertencias? Con un chascarrillo soberbio e irritante: “esto es como el dólar a 10 pesos. A ver, ¿adónde están los cortes que nunca suceden?” Pues bien, han sucedido y no por imprevisión, sino en apariencia por un accidente, pero el corte de luz del viernes, en el frío de la noche de Buenos Aires, demostró que no hay reservas suficientes para que un plan de contingencia solucione la situación en minutos. Ya saldrán los funcionarios a cazar brujas; los canales de televisión se pondrán del lado de los damnificados sin preguntarse por qué han ocurrido las cosas y seguramente las culpas serán pagadas por la empresa distribuidora. Pero lo cierto es que de la misma manera en que se manejan estas cuestiones tan domésticas se actúa en política exterior, donde las formas son tanto o más importantes que el fondo.
Más allá del grado de razonabilidad que puedan tener las posturas argentinas en los casos del gas y las pasteras, desde lo político las incursiones de la semana de los ministros le generaron chichones extremos a los gobernantes vecinos, que el uruguayo pudo capear mejor en el frente interno que la presidente chilena.
Por un lado, el gobierno de Tabaré atinó a declararse “perplejo” ante el cambio público de postura que expresó el canciller Taiana en Gualeguaychú el jueves, mientras que Bachelet dijo que en su país hay “decepción” por la actitud argentina de prometer un precio del gas que luego fue aumentado sobre la marcha.
Dicen en Chile que, tras la reunión bilateral que se produjo durante la Cumbre de Córdoba, De Vido le habría comentado oficialmente a la ministra de Energía, Karen Poniachik que las retenciones iban a ser de 35 % y que eso daba un gas de U$S 3,80/3,90 por millón de BTU o en fin, menos de U$S 4 y así la chilena lo desparramó a los cuatro vientos en su país.
El Boletín Oficial
Cuando la Argentina clarificó la situación vía Boletín Oficial, las retenciones se elevaron a 45 %, el precio saltó por encima de los U$S 4,5 y ahora la cabeza de la pobre Poniachik está por rodar, mientras la presidencia se desgasta a diario, porque no sólo no hay certezas con respecto al volumen (todo un karma de volatilidad para la planificación trasandina) sino que, para la visión chilena, la Argentina ha modificado los precios de modo unilateral, defraudó su confianza y deterioró la relación estratégica.
Para explicar el desaguisado hay tres versiones. La oficial argentina dice que se le trasladará a Chile sólo el costo del aumento del gas que se le compra a Bolivia, algo complicado porque este país le vende a la Argentina tres veces menos que lo que se entrega a los chilenos; la extraoficial, también local, que sugiere que De Vido habría omitido por “olvido” decirle a los chilenos que al precio que les pasó había que sumarle el costo de transporte (U$S 0,60) para ponérselo en la frontera y la conspirativa chilena que cree ver la sombra de Chávez en el asunto.
Bachelet resultó ser la más perjudicada, condicionada, como está, por las fuerzas de oposición que le endilgan debilidad ante la Argentina.
El episodio de puesta en escena y difusión de la carta enviada al presidente Kirchner fue una demostración de fortaleza dedicada a su público interno, pero no dejó de tener un mal sabor para la Cancillería argentina que contaría con pocos argumentos para rechazarla. Pero Tabaré Vázquez no la pasó mejor.
Al rechazar el monitoreo conjunto propuesto por Uruguay, el canciller Taiana no sólo utilizó un discurso que complica las posibilidades de diálogo, sino que también jaqueó a Tabaré en su frente interno, situación que aún controla gracias a su admirable capacidad de haber podido reunir alrededor de una mesa a los líderes de los partidos tradicionales.
Pero el canciller fue más allá, frente a los 300 asambleístas que lo ovacionaron ocho veces. Con un discurso bastante medido que buscó poner paños fríos ante algunos excesos en los pedidos de la gente, pero contradiciendo el espíritu del fallo de La Haya dio a entender que él tenía la convicción que las plantas aún no construidas, situación por la que los jueces se declararon expectantes, producirán “un daño irreparable”.
Mojadura de oreja
Tal flagrante contradicción le permitió a su par oriental, Reinaldo Gargano elaborar una desafortunada chicana de mojadura de oreja, con un “la Argentina no acepta el fallo”, lo que es igual a decir, en términos futbolísticos rioplatenses, que no sabe perder. Otro mal precedente para cualquier acercamiento.
Por último y, en su afán de mostrarse más cercano a la gente, Taiana tensó todavía un poco más la cuerda, al convalidar los cortes de rutas y encuadrarlos, dentro de la libertad de expresión, como “un derecho humano” preferente, por encima del derecho a la circulación que consagra la Constitución para “entrar, permanecer, transitar y salir” del territorio argentino.
La tesis de Taiana es que nunca quedaron cerrados todos los pasos con el Uruguay, por lo cual no hubo daño ni al turismo ni a la circulación de bienes.
Pues bien, entonces el país se ha comprado otro problema porque un grupo de 30 empresarios uruguayos se preparan para demandar a la Argentina por los perjuicios económicos ocasionados por los cortes de rutas. Si lo ganan, la patriada de Gualeguaychú por la eventual contaminación y por preservar la vista de su balneario que el Gobierno ahora acompaña, la deberán afrontar todos los contribuyentes. (DyN)
Chile compra misiles antiaéreos y antibuques
Tomado de diario Expreso, Lima - Peru
SANTIAGO.- La Marina de Guerra de Chile adquirió del consorcio europeo EADS una decena de misiles antiaéreos Sea Wolf 2 y antibuques SM-39 Exocet y estudia comprar cuatro aviones radar o de alerta temprana E-2C Hawk Eye, usados, a EE UU.
Así lo reveló ayer el diario electrónico El Mostrador, que subrayó que la institución admitió la compra, pero no quiso precisar, aduciendo razones de seguridad nacional, la cantidad ni el precio del armamento.
Los contratos entre el consorcio European Aeronautic Defence and Space Company (EADS) y las autoridades chilenas fueron firmados el pasado febrero, pocas semanas antes del término del mandato del entonces presidente Ricardo Lagos, precisó el diario.
El Mostrador citó un comunicado de EADS, según el cual el sistema Sea Wolf será destinado, “para equipar a una fragata Tipo 22” ya en servicio en Chile, “y tres fragatas tipo 23, Clase Duke”, que serán transferidas a la Armada chilena “en los próximos años”.
Mientras que los Exocet SM-39 “serán emplazados en los submarinos Scorpene”, adquiridos recientemente por la Armada, y agrega que dicho armamento “formará parte importante y de complemento de los sistemas de armas de torpedo”.
Aviones radar
Además, el diario aseguró que la Marina estudia “con interés” la compra de cuatro aviones radar o de alerta temprana E-2C Hawk Eye, de segunda mano a EE UU.
Dichas aeronaves tienen capacidades semejantes a las del “Cóndor”, avión de alerta temprana que posee la Fuerza Aérea de Chile (FACH).
La Marina ha comprado en el último tiempo cuatro fragatas usadas a Holanda, además de dos submarinos “Scorpene” al consorcio franco-español DCN-Navantia (antiguos Izar), con propulsión diesel y eléctrica.
En tanto, el Ejército negocia la compra de cien tanques “Leopard 2” a Alemania, como parte de un programa de modernización, mientras que la FACH adquirió una decena de cazabombarderos F-16 nuevos a Estados Unidos y anunció la compra de otros 18 aparatos del mismo tipo usados a Holanda. EFE
SANTIAGO.- La Marina de Guerra de Chile adquirió del consorcio europeo EADS una decena de misiles antiaéreos Sea Wolf 2 y antibuques SM-39 Exocet y estudia comprar cuatro aviones radar o de alerta temprana E-2C Hawk Eye, usados, a EE UU.
Así lo reveló ayer el diario electrónico El Mostrador, que subrayó que la institución admitió la compra, pero no quiso precisar, aduciendo razones de seguridad nacional, la cantidad ni el precio del armamento.
Los contratos entre el consorcio European Aeronautic Defence and Space Company (EADS) y las autoridades chilenas fueron firmados el pasado febrero, pocas semanas antes del término del mandato del entonces presidente Ricardo Lagos, precisó el diario.
El Mostrador citó un comunicado de EADS, según el cual el sistema Sea Wolf será destinado, “para equipar a una fragata Tipo 22” ya en servicio en Chile, “y tres fragatas tipo 23, Clase Duke”, que serán transferidas a la Armada chilena “en los próximos años”.
Mientras que los Exocet SM-39 “serán emplazados en los submarinos Scorpene”, adquiridos recientemente por la Armada, y agrega que dicho armamento “formará parte importante y de complemento de los sistemas de armas de torpedo”.
Aviones radar
Además, el diario aseguró que la Marina estudia “con interés” la compra de cuatro aviones radar o de alerta temprana E-2C Hawk Eye, de segunda mano a EE UU.
Dichas aeronaves tienen capacidades semejantes a las del “Cóndor”, avión de alerta temprana que posee la Fuerza Aérea de Chile (FACH).
La Marina ha comprado en el último tiempo cuatro fragatas usadas a Holanda, además de dos submarinos “Scorpene” al consorcio franco-español DCN-Navantia (antiguos Izar), con propulsión diesel y eléctrica.
En tanto, el Ejército negocia la compra de cien tanques “Leopard 2” a Alemania, como parte de un programa de modernización, mientras que la FACH adquirió una decena de cazabombarderos F-16 nuevos a Estados Unidos y anunció la compra de otros 18 aparatos del mismo tipo usados a Holanda. EFE
miércoles, agosto 02, 2006
Expertos militares aconsejan: ¡Alan, ten cuidado con Chile!
Tomado de diario La Razon, Lima - Peru
Nota: Sigue la lluvia de criticas al gobierno peruano por mostrar un mayor acercamiento a Chile. En mi opinion, esa buena voluntad del gobierno peruano, solo se mantendar hasta que la presion lo obligue a cambiar de postura. El gobierno chileno debe ser cauto y realista, el saliente gobierno peruano de Alejandro Toledo, anuncio la misma intencion de acercamiento, y termino deteriorando la relacion a su peor momento en los ultimos 30 años. No seria nada de iluso suponer que esto se puede repetir. El antichilenismo en Peru, ya es parte de la idiosincracia peruana (lo digo conociendo personas peruanas no muy antichilenas, pero todos llevan la semillita en el corazon. Al menor estimulo, florece)
Cuando Alan García el 28 de julio expresó el respeto y respaldo a las Fuerzas Armadas, para luego anunciar a Chile como nuestro próximo socio comercial, muchos aplaudieron estas palabras. Sin embargo, ex jefes militares indicaron que el país sureño actualmente no puede ser nuestro principal "aliado estratégico", en vista de que éste continúa su política armamentista y nuestros intereses nacionales tienen otras prioridades, como afianzar los lazos con Brasil y Argentina.
José Graham, ex comandante general del Ejército, explicó que si bien es positivo mantener una buena relación diplomática con el país sureño, la defensa de la soberanía no debe dejarse de lado.
"Desde el punto de vista geopolítico, con Chile es difícil volvernos aliados estratégicos, porque no somos un país propiamente soberano y toda gestión comercial o diplomática necesita el respaldo de nuestras Fuerzas Armadas. Debemos priorizar una alianza con Brasil, por ser una economía mayor y más atractiva, además de que la carretera interoceánica es fundamental para ello", manifestó el general en retiro.
Comentó sobre la posibilidad de que el nombramiento de Allan Wagner como ministro de Defensa responda a una intención de Alan García por mejorar las relaciones con el vecino del mapocho.
"Lo ideal es que sea una persona capaz. Yo desconozco qué capacidades tenga y si se busca mejorar las relaciones entre los estados, eso corresponde a Cancillería y no al Ministerio de Defensa. Una cosa es diplomacia y otra soberanía", aclaró no sin antes criticar una supuesta falta de voluntad por mejorar la institución castrense.
Por su parte, el ex jefe de operaciones de inteligencia, coronel (r) EP Carlos Cubas, reprochó que el Gobierno omita temas como el presupuesto para las FF AA, así como que se anuncie una alianza con Chile cuando –opinó- este país tiene mucho que ganar y nada que perder, mientras el Perú obtendría ventajas mínimas.
"Cuando entró Toledo, había un 9% de presupuesto militar y ahora es de 6%. Alan García no mencionó nada de eso. Cualquiera puede hablar de respeto y respaldo, pero vemos que en vez de eso busca aliarse con Michelle Bachelet, cuando ella ha sido ministra de Defensa y durante años auspició las compras de armas de su país", sostuvo.
Cooperación y disuación
Por su parte, el general (r) EP Gustavo Bobbio, quien hace tres años tuviera problemas con el alto mando militar por publicar un mapa contra la delimitación marítima propuesta por el país sureño, saludó los anuncios de Alan García, aunque advirtió que Chile está alerta de las acciones del gobierno aprista y que "cooperación y disuasión van de la mano".
Otra opinión tuvo Jorge Kisic, ex general de la FAP, quien resaltó el espíritu social de las fuerzas militares y el anuncio de tener una fuerza disuasiva. Respecto de los diferendos limítrofes con Chile, dijo que éstos se solucionarán por vía diplomática.
Mar por gas
En el análisis del ex jefe militar, Chile causará nuevos problemas al Perú cuando pretenda darle salida al mar a Bolivia a cambio de gas, pero a través de territorios donde nuestro país aún tiene potestad.
"Chile tendrá una gran crisis energética en poco tiempo y por eso quiere el gas boliviano, pero a cambio de darle salida al océano Pacífico por tierras que fueron peruanas hasta la Guerra del Pacífico. Si lo hace, violará los tratados internacionales y allí veremos si el gobierno aprista sigue proclamando alianzas con Chile", sentenció.
Nota: Sigue la lluvia de criticas al gobierno peruano por mostrar un mayor acercamiento a Chile. En mi opinion, esa buena voluntad del gobierno peruano, solo se mantendar hasta que la presion lo obligue a cambiar de postura. El gobierno chileno debe ser cauto y realista, el saliente gobierno peruano de Alejandro Toledo, anuncio la misma intencion de acercamiento, y termino deteriorando la relacion a su peor momento en los ultimos 30 años. No seria nada de iluso suponer que esto se puede repetir. El antichilenismo en Peru, ya es parte de la idiosincracia peruana (lo digo conociendo personas peruanas no muy antichilenas, pero todos llevan la semillita en el corazon. Al menor estimulo, florece)
Cuando Alan García el 28 de julio expresó el respeto y respaldo a las Fuerzas Armadas, para luego anunciar a Chile como nuestro próximo socio comercial, muchos aplaudieron estas palabras. Sin embargo, ex jefes militares indicaron que el país sureño actualmente no puede ser nuestro principal "aliado estratégico", en vista de que éste continúa su política armamentista y nuestros intereses nacionales tienen otras prioridades, como afianzar los lazos con Brasil y Argentina.
José Graham, ex comandante general del Ejército, explicó que si bien es positivo mantener una buena relación diplomática con el país sureño, la defensa de la soberanía no debe dejarse de lado.
"Desde el punto de vista geopolítico, con Chile es difícil volvernos aliados estratégicos, porque no somos un país propiamente soberano y toda gestión comercial o diplomática necesita el respaldo de nuestras Fuerzas Armadas. Debemos priorizar una alianza con Brasil, por ser una economía mayor y más atractiva, además de que la carretera interoceánica es fundamental para ello", manifestó el general en retiro.
Comentó sobre la posibilidad de que el nombramiento de Allan Wagner como ministro de Defensa responda a una intención de Alan García por mejorar las relaciones con el vecino del mapocho.
"Lo ideal es que sea una persona capaz. Yo desconozco qué capacidades tenga y si se busca mejorar las relaciones entre los estados, eso corresponde a Cancillería y no al Ministerio de Defensa. Una cosa es diplomacia y otra soberanía", aclaró no sin antes criticar una supuesta falta de voluntad por mejorar la institución castrense.
Por su parte, el ex jefe de operaciones de inteligencia, coronel (r) EP Carlos Cubas, reprochó que el Gobierno omita temas como el presupuesto para las FF AA, así como que se anuncie una alianza con Chile cuando –opinó- este país tiene mucho que ganar y nada que perder, mientras el Perú obtendría ventajas mínimas.
"Cuando entró Toledo, había un 9% de presupuesto militar y ahora es de 6%. Alan García no mencionó nada de eso. Cualquiera puede hablar de respeto y respaldo, pero vemos que en vez de eso busca aliarse con Michelle Bachelet, cuando ella ha sido ministra de Defensa y durante años auspició las compras de armas de su país", sostuvo.
Cooperación y disuación
Por su parte, el general (r) EP Gustavo Bobbio, quien hace tres años tuviera problemas con el alto mando militar por publicar un mapa contra la delimitación marítima propuesta por el país sureño, saludó los anuncios de Alan García, aunque advirtió que Chile está alerta de las acciones del gobierno aprista y que "cooperación y disuasión van de la mano".
Otra opinión tuvo Jorge Kisic, ex general de la FAP, quien resaltó el espíritu social de las fuerzas militares y el anuncio de tener una fuerza disuasiva. Respecto de los diferendos limítrofes con Chile, dijo que éstos se solucionarán por vía diplomática.
Mar por gas
En el análisis del ex jefe militar, Chile causará nuevos problemas al Perú cuando pretenda darle salida al mar a Bolivia a cambio de gas, pero a través de territorios donde nuestro país aún tiene potestad.
"Chile tendrá una gran crisis energética en poco tiempo y por eso quiere el gas boliviano, pero a cambio de darle salida al océano Pacífico por tierras que fueron peruanas hasta la Guerra del Pacífico. Si lo hace, violará los tratados internacionales y allí veremos si el gobierno aprista sigue proclamando alianzas con Chile", sentenció.
martes, agosto 01, 2006
Kirchner hizo amenazas con nuevos cortes de gas hace un año
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud, cuestionó en duros términos al mandatario argentino, Néstor Kirchner, y aseguró que hace un año hizo amenazas expresas con nuevos cortes de gas.
"Este Presidente realmente no respeta, no sólo los protocolos firmados por su país, tampoco respeta su propia palabra", afirmó el parlamentario en entrevista con Radioactiva.
"Lamentablemente, al otro lado de Los Andes tenemos a un Presidente que no ha actuado como jefe de Estado y sobre todo en las relaciones exteriores de su país. Yo nunca había visto un Presidente amenazante", indicó Tarud.
El legislador responsabilizó a Kirchner por el estado de relaciones entre Argentina y Chile a raíz de la crisis generada por el abastecimiento de gas transandino y los últimos cortes que han derivado en que numerosas industrias de la Región Metropolitana sufrieran restricciones de gas.
A su juicio, la actitud que ha adoptado el mandatario argentino es fiel reflejo de las amenazas que se recibieron en Chile hace un año, cuando se le planteó que los protocolos de 1995 -entre Chile y Argentina- no se estaban respetando.
"Nosotros nos reunimos con él (Kirchner), cuando vino a Chile hace un año atrás y tuvimos una directa amenaza de su parte. El nos dijo 'ustedes pueden acudir donde quieran a reclamar (...) mientras ustedes reclaman, yo les corto todo el gas', palabras textuales del Presidente de Argentina. Fue una reunión que tuvimos los parlamentarios de las comisiones de Relaciones Exteriores con los presidentes del Senado y de la Cámara, en conjunto y en esa reunión él nos amenazó claramente como yo se lo he señalado", aseguró Tarud.
Tarud resaltó los esfuerzos de Chile por construir una integración con el país vecino desde los años 90’ a través de mecanismos de confianza en todos los ámbitos, incluyendo el plano militar.
"Más allá del precio del gas, Chile depende de Argentina para su seguridad energética y también es un tema que tiene relación con la seguridad nacional (...) Cuando tenemos un Presidente que actúa de esa forma en que hace recortes además para enviar mensajes.
Recordemos que en el gobierno anterior, cuando surgió la crisis, el Presidente Lagos envió a nuestra canciller un día sábado a Argentina, ese mismo día nos recortó un millón y medio de metros cúbicos adicionales de gas (...) Actúa de esa forma, no actúa de buena fe y me parece que Chile tiene que medir estas consecuencias", concluyó Tarud.
"Este Presidente realmente no respeta, no sólo los protocolos firmados por su país, tampoco respeta su propia palabra", afirmó el parlamentario en entrevista con Radioactiva.
"Lamentablemente, al otro lado de Los Andes tenemos a un Presidente que no ha actuado como jefe de Estado y sobre todo en las relaciones exteriores de su país. Yo nunca había visto un Presidente amenazante", indicó Tarud.
El legislador responsabilizó a Kirchner por el estado de relaciones entre Argentina y Chile a raíz de la crisis generada por el abastecimiento de gas transandino y los últimos cortes que han derivado en que numerosas industrias de la Región Metropolitana sufrieran restricciones de gas.
A su juicio, la actitud que ha adoptado el mandatario argentino es fiel reflejo de las amenazas que se recibieron en Chile hace un año, cuando se le planteó que los protocolos de 1995 -entre Chile y Argentina- no se estaban respetando.
"Nosotros nos reunimos con él (Kirchner), cuando vino a Chile hace un año atrás y tuvimos una directa amenaza de su parte. El nos dijo 'ustedes pueden acudir donde quieran a reclamar (...) mientras ustedes reclaman, yo les corto todo el gas', palabras textuales del Presidente de Argentina. Fue una reunión que tuvimos los parlamentarios de las comisiones de Relaciones Exteriores con los presidentes del Senado y de la Cámara, en conjunto y en esa reunión él nos amenazó claramente como yo se lo he señalado", aseguró Tarud.
Tarud resaltó los esfuerzos de Chile por construir una integración con el país vecino desde los años 90’ a través de mecanismos de confianza en todos los ámbitos, incluyendo el plano militar.
"Más allá del precio del gas, Chile depende de Argentina para su seguridad energética y también es un tema que tiene relación con la seguridad nacional (...) Cuando tenemos un Presidente que actúa de esa forma en que hace recortes además para enviar mensajes.
Recordemos que en el gobierno anterior, cuando surgió la crisis, el Presidente Lagos envió a nuestra canciller un día sábado a Argentina, ese mismo día nos recortó un millón y medio de metros cúbicos adicionales de gas (...) Actúa de esa forma, no actúa de buena fe y me parece que Chile tiene que medir estas consecuencias", concluyó Tarud.
Gas: Brasil anuncia mega-proyecto para independizarse de Bolivia
La firma petrolera brasileña Petrobrás, informó hoy que afrontará un mega-proyecto energético, el cual permitirá a Brasil dejar de depender de la importación de gas boliviano.
El plan se pondrá en marcha en 2007, y se espera concluirlo en 2011, con una inversión de 22 mil millones de dólares, incrementando en un 71 por ciento el gasto que se tenía previsto para el periodo 2006-2009.
El proyecto fue aprobado en julio por la directiva de Petrobrás, luego de analizar los conflictos que significaron para Brasil la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, y la exigencia de este país de incrementar el precio de compra-venta de gas.
"Vamos a elevar la demanda de gas en Brasil sin pensar en adquirir más gas de Bolivia. Nosotros tenemos una política de garantizar un crecimiento extraordinariamente elevado del mercado brasileño", manifestó el presidente de Petrobrás Sergio Gabrielli.
El plan se basa en el crecimiento de la demanda de gas en el mercado brasileño, en un promedio de 17 por ciento por año a partir de 2007, llegando a 121 millones de metros cúbicos por día en el 2011. De ese total, 71 millones serán producidos por Petrobrás.
Además, se construirán dos plantas regasificadoras, y proyectos de exploración, como los realizados en la zona marítima de Santos, donde existirían grandes yacimientos de gas.
Brasil compra actualmente unos 24 millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano, a 4 dólares por Unidad Térmica Británica (BTU por sus siglas en inglés), según el contrato vigente que tiene una duración hasta 2019. Bolivia pretende incrementar ese precio, pero las autoridades de Brasilia niegan esa posibilidad.
El plan se pondrá en marcha en 2007, y se espera concluirlo en 2011, con una inversión de 22 mil millones de dólares, incrementando en un 71 por ciento el gasto que se tenía previsto para el periodo 2006-2009.
El proyecto fue aprobado en julio por la directiva de Petrobrás, luego de analizar los conflictos que significaron para Brasil la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, y la exigencia de este país de incrementar el precio de compra-venta de gas.
"Vamos a elevar la demanda de gas en Brasil sin pensar en adquirir más gas de Bolivia. Nosotros tenemos una política de garantizar un crecimiento extraordinariamente elevado del mercado brasileño", manifestó el presidente de Petrobrás Sergio Gabrielli.
El plan se basa en el crecimiento de la demanda de gas en el mercado brasileño, en un promedio de 17 por ciento por año a partir de 2007, llegando a 121 millones de metros cúbicos por día en el 2011. De ese total, 71 millones serán producidos por Petrobrás.
Además, se construirán dos plantas regasificadoras, y proyectos de exploración, como los realizados en la zona marítima de Santos, donde existirían grandes yacimientos de gas.
Brasil compra actualmente unos 24 millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano, a 4 dólares por Unidad Térmica Británica (BTU por sus siglas en inglés), según el contrato vigente que tiene una duración hasta 2019. Bolivia pretende incrementar ese precio, pero las autoridades de Brasilia niegan esa posibilidad.
El rugir de los “Peace Puma”
Tomado de diario La Nacion, Santiago - Chile
Sin duda que insistiendo en su cualidad disuasiva, la Fuerza Aérea de Chile(FACH) bautizó los recién llegados aviones de combate F-16 como “Peace Puma”. A fines de junio tuvo lugar en Iquique la presentación de otros cuatro cazabombarderos nuevos adquiridos a la estadounidense Lockheed Martin Corporation, que se suman a los dos aparatos estrenados en enero pasado y quedando a la espera de los restantes cuatro que llegarán también en vuelo directo desde Fort Worth (Dallas) en los próximos meses.
La flota se complementará con otros 18 cazas F-16 usados comprados a Holanda y que forman parte, según fuentes gubernamentales, del proceso de “modernización permanente” en que está inmerso el Ministerio de Defensa. Esas adquisiciones reemplazarán a los Mirage Elkan y Pantera, cuya vida útil no superaba el 2009, a un costo total –incluyendo municiones y mantenimiento– que se aproxima a los 900 millones de dólares.
Obviando ese dejo eufemístico en el nombre de esos aparatos, expertos en asuntos militares explicitan que su carácter ofensivo depende básicamente de las armas que disponga. En la FACH priorizan que esos aviones de combate sean “multirol” o multipropósito; otorgándole mayor flexibilidad en su empleo al cumplir distintas misiones. Y precisan que ese es uno de los motivos por lo que otros 24 países también lo utilizan. Por lo demás, destacan, incorpora todas aquellas tecnologías necesarias para integrarse con “fuerzas amigas” en las operaciones de paz que eventualmente disponga el Gobierno.
“Estos aviones son sumamente modernos y proporcionarán una gran capacidad para Chile, al igual que interoperabilidad con nosotros. Estos son los mismos aviones que vuela la Fuerza Aérea de Estados Unidos”, reconoció Bruce Lemkin, subsecretario adjunto de esa rama estadounidense en declaraciones recogidas por el especializado “Air & Space Power Journal”.
Si bien un analista en asuntos militares, que prefirió mantener en reserva su identidad, reconoce que la flota aérea de Chile cuenta con la tecnología más avanzada en la región, relativiza que ésta sea la más poderosa, como han advertido algunos especialistas en los países vecinos.
El coronel Duncan Silva, jefe de Comunicaciones de la FACH, destaca de los F-16 “su diseño aerodinámico y potencia, [que] le permite subir a 60 mil pies en dos minutos y volar a dos veces la velocidad del sonido. Además, posee instrumentos de navegación de última generación, pantallas de color multifunción y diversos sistemas que le facilitan su operación en cualquier condición de tiempo. El motor General Electric F110-GE-129 tiene un empuje máximo de 29 mil libras, permitiendo despegues con peso máximo de hasta 48 mil libras”.
Asimismo, agregan otras fuentes, incluyen un radar que emplea técnicas para decodificar el efecto doppler (identificación del objetivo) y rastrear hasta diez objetivos al mismo tiempo, a 300 kilómetros de distancia. A ello se suman municiones de ataque directo conjunto (Jdams, por sus siglas en inglés), misiles AIM-9 de rastreo calorífico y avanzados misiles aire-aire de mediano alcance (Amraams, también por sus siglas en inglés).
REVENTA
Como parte de la renovación de su flota de guerra, el comandante en jefe de la FACH, general Osvaldo Sarabia, anunció que pondrán a la venta a fines de este año los 18 aviones Mirage Elkan reemplazados por los F-16.
La compra de esos aparatos, efectuada a Bélgica en 1994, no ha estado exenta de cuestionamientos. Tribunales chilenos abrieron una investigación y han vinculado al ex dictador Augusto Pinochet como sospechoso de haber recibido “comisiones” ilegales por esa transacción cuando aún era comandante en jefe del Ejército, engrosando así su fortuna.
Lo cierto es que, como en toda sociedad pluralista, no todos están de acuerdo con los criterios de la administración. Recientemente, el economista y ambientalista Marcel Claude escribió: “En aviones F-16, tanques Leopard I y submarinos se han gastado 2.800 millones de dólares; o sea, veinte veces los recursos que se destinarán a la enseñanza de los hijos de un Chile injusto y excluyente. Las autoridades abusan del lenguaje y ocupan espacios de ficción para comunicar sus medidas, pero esconden la verdad o la manipulan”.
Para el especialista Miguel Navarro, de la Academia Nacional de Estudios Político Estratégicos (dependiente del Ministerio de Defensa), en términos generales es conveniente “tener presente el fenómeno conocido como ‘dinámica de la defensa’. En su acepción actual, éste implica que debe existir una correlación entre lo que un país es en el sistema internacional, la posición que ocupa y la capacidad militar de la que dispone. En el caso de Chile, se trata de una potencia mediana emergente y, por lo tanto, sus requerimientos militares y su nivel de inversión en defensa deben estar acordes con ese estatus”.
FRONTERA NORTE
Esas modernas aeronaves de combate cuentan con 15 metros de largo, 10 metros de superficie de ala, 5,1 metros de altura, y un peso de 22,5 toneladas y un radio de acción de 1.600 kilómetros.
Atendiendo precisamente a esa última característica, en los países vecinos ven con cierta inquietud que los F-16 estén desplegados en el norte del territorio nacional.
“Tenemos importante infraestructura aérea en el norte, a lo cual se suman las favorables condiciones meteorológicas, ideales para el entrenamiento de los pilotos. Ambos factores fueron importantes al tomar la decisión, ya que permiten efectuar diferentes ejercicios aéreos con mínimas restricciones, considerando además que en el desierto existe una escasa densidad de población”, planteó el coronel Silva.
Reconoció, por cierto, que “una de las características de una fuerza aérea es su movilidad para trasladar sus aviones de combate rápidamente de un lugar a otro, sin perder sus capacidades. Por lo tanto, el lugar donde estén asentados nuestros aviones no es lo importante (...) Por lo demás, como es de conocimiento de la opinión pública, la base áerea de Iquique ha servido de escenario para el desarrollo de varios ejercicios internacionales e intercambios guarnicionales fronterizos, en el ámbito de las medidas de confianza mutua, por lo que es conocida por fuerzas aéreas de la región”.
No obstante, una fuente consultada reconoce que también obedece a una medida de disuasión. “Perú tampoco tiene desplegadas sus fuerzas en el centro del país, sino en el norte y en el sur, porque sus hipótesis de conflicto son principalmente Ecuador y secundariamente Chile”, manifiesta.
Según el general (R) peruano Germán Parra, en declaraciones a “Diario Correo de Lima”, la actitud de Chile de trasladar naves a la frontera no debería extrañar. Sin embargo, agregó, “la superioridad bélica de Chile es evidente, los Mig que poseemos están en un nivel inferior en comparación con la nueva flota chilena”.
Al recibir en enero pasado los primeros cazas estadounidenses, el entonces Presidente Ricardo Lagos sugirió que “tenemos que avanzar entre los países de la región hacia un proceso de transparencia en lo que tiene que ver con las adquisiciones de este tipo de material, de manera que quede claro que los equilibrios no se están rompiendo y que estamos buscando preservarlos”.
El consultado alto oficial de la FACH detalló que en la región “los países entran en ciclos de renovación de sus sistemas que no son coincidentes en el tiempo. En nuestro caso, queremos reiterar que la adquisición del material F-16 corresponde a renovación de material. Por otra parte, siempre se debe tener presente que tenemos una política de defensa disuasiva y sin pretensión alguna de expansión territorial, por lo cual no constituimos amenaza para ningún país de la región”.
Eduardo Santos, ingeniero civil especializado en asuntos de defensa y ligado a la DC, ya había precisado que “Chile no amenaza a nadie, sólo toma precauciones”.
Por lo demás, el pasado 20 de junio el propio Gobierno estadounidense tuvo que negar una versión publicada en “Los Ángeles Times” respecto a que Washington no adiestraría a los pilotos chilenos de los F-16 a menos que La Moneda se comprometa a no votar en octubre próximo por Venezuela como postulante latinoamericano para un cupo rotativo en el desacreditado Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Hace unos días –y tras el reciente boicot de ventas militares decretado por la administración Bush–, el gobernante bolivariano Hugo Chávez le dio la bienvenida en un desfile militar a dos aviones de combate rusos Sukhoi 30, como parte de una acordada entrega mayor. Asimismo, aprovechando la plena incorporación de Caracas en el Mercosur, propugnó un acercamiento regional en el área de defensa. “Debe llegar el día en que tenga una organización de defensa, donde vayamos fusionando las fuerzas armadas de nuestros países y donde enmarquemos una estrategia propia de seguridad, soberanía y defensa”, queriendo replicar de alguna manera la experiencia de la OTAN.
Lo cierto es que la llegada de los F-16 consolida el buen pie de las relaciones entre Santiago y la hiperpotencia. Y como expresó el citado funcionario estadounidense Lemkin: “Nos capacitaremos, trabajaremos y volaremos juntos y aprenderemos los unos de los otros (...) Nada puede sustituir la relación que surge cuando un capitán de la Fuerza Aérea de Chile está recibiendo adiestramiento en un F-16 con un capitán de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y 20 años más tarde ambos son generales” LND.
Sin duda que insistiendo en su cualidad disuasiva, la Fuerza Aérea de Chile(FACH) bautizó los recién llegados aviones de combate F-16 como “Peace Puma”. A fines de junio tuvo lugar en Iquique la presentación de otros cuatro cazabombarderos nuevos adquiridos a la estadounidense Lockheed Martin Corporation, que se suman a los dos aparatos estrenados en enero pasado y quedando a la espera de los restantes cuatro que llegarán también en vuelo directo desde Fort Worth (Dallas) en los próximos meses.
La flota se complementará con otros 18 cazas F-16 usados comprados a Holanda y que forman parte, según fuentes gubernamentales, del proceso de “modernización permanente” en que está inmerso el Ministerio de Defensa. Esas adquisiciones reemplazarán a los Mirage Elkan y Pantera, cuya vida útil no superaba el 2009, a un costo total –incluyendo municiones y mantenimiento– que se aproxima a los 900 millones de dólares.
Obviando ese dejo eufemístico en el nombre de esos aparatos, expertos en asuntos militares explicitan que su carácter ofensivo depende básicamente de las armas que disponga. En la FACH priorizan que esos aviones de combate sean “multirol” o multipropósito; otorgándole mayor flexibilidad en su empleo al cumplir distintas misiones. Y precisan que ese es uno de los motivos por lo que otros 24 países también lo utilizan. Por lo demás, destacan, incorpora todas aquellas tecnologías necesarias para integrarse con “fuerzas amigas” en las operaciones de paz que eventualmente disponga el Gobierno.
“Estos aviones son sumamente modernos y proporcionarán una gran capacidad para Chile, al igual que interoperabilidad con nosotros. Estos son los mismos aviones que vuela la Fuerza Aérea de Estados Unidos”, reconoció Bruce Lemkin, subsecretario adjunto de esa rama estadounidense en declaraciones recogidas por el especializado “Air & Space Power Journal”.
Si bien un analista en asuntos militares, que prefirió mantener en reserva su identidad, reconoce que la flota aérea de Chile cuenta con la tecnología más avanzada en la región, relativiza que ésta sea la más poderosa, como han advertido algunos especialistas en los países vecinos.
El coronel Duncan Silva, jefe de Comunicaciones de la FACH, destaca de los F-16 “su diseño aerodinámico y potencia, [que] le permite subir a 60 mil pies en dos minutos y volar a dos veces la velocidad del sonido. Además, posee instrumentos de navegación de última generación, pantallas de color multifunción y diversos sistemas que le facilitan su operación en cualquier condición de tiempo. El motor General Electric F110-GE-129 tiene un empuje máximo de 29 mil libras, permitiendo despegues con peso máximo de hasta 48 mil libras”.
Asimismo, agregan otras fuentes, incluyen un radar que emplea técnicas para decodificar el efecto doppler (identificación del objetivo) y rastrear hasta diez objetivos al mismo tiempo, a 300 kilómetros de distancia. A ello se suman municiones de ataque directo conjunto (Jdams, por sus siglas en inglés), misiles AIM-9 de rastreo calorífico y avanzados misiles aire-aire de mediano alcance (Amraams, también por sus siglas en inglés).
REVENTA
Como parte de la renovación de su flota de guerra, el comandante en jefe de la FACH, general Osvaldo Sarabia, anunció que pondrán a la venta a fines de este año los 18 aviones Mirage Elkan reemplazados por los F-16.
La compra de esos aparatos, efectuada a Bélgica en 1994, no ha estado exenta de cuestionamientos. Tribunales chilenos abrieron una investigación y han vinculado al ex dictador Augusto Pinochet como sospechoso de haber recibido “comisiones” ilegales por esa transacción cuando aún era comandante en jefe del Ejército, engrosando así su fortuna.
Lo cierto es que, como en toda sociedad pluralista, no todos están de acuerdo con los criterios de la administración. Recientemente, el economista y ambientalista Marcel Claude escribió: “En aviones F-16, tanques Leopard I y submarinos se han gastado 2.800 millones de dólares; o sea, veinte veces los recursos que se destinarán a la enseñanza de los hijos de un Chile injusto y excluyente. Las autoridades abusan del lenguaje y ocupan espacios de ficción para comunicar sus medidas, pero esconden la verdad o la manipulan”.
Para el especialista Miguel Navarro, de la Academia Nacional de Estudios Político Estratégicos (dependiente del Ministerio de Defensa), en términos generales es conveniente “tener presente el fenómeno conocido como ‘dinámica de la defensa’. En su acepción actual, éste implica que debe existir una correlación entre lo que un país es en el sistema internacional, la posición que ocupa y la capacidad militar de la que dispone. En el caso de Chile, se trata de una potencia mediana emergente y, por lo tanto, sus requerimientos militares y su nivel de inversión en defensa deben estar acordes con ese estatus”.
FRONTERA NORTE
Esas modernas aeronaves de combate cuentan con 15 metros de largo, 10 metros de superficie de ala, 5,1 metros de altura, y un peso de 22,5 toneladas y un radio de acción de 1.600 kilómetros.
Atendiendo precisamente a esa última característica, en los países vecinos ven con cierta inquietud que los F-16 estén desplegados en el norte del territorio nacional.
“Tenemos importante infraestructura aérea en el norte, a lo cual se suman las favorables condiciones meteorológicas, ideales para el entrenamiento de los pilotos. Ambos factores fueron importantes al tomar la decisión, ya que permiten efectuar diferentes ejercicios aéreos con mínimas restricciones, considerando además que en el desierto existe una escasa densidad de población”, planteó el coronel Silva.
Reconoció, por cierto, que “una de las características de una fuerza aérea es su movilidad para trasladar sus aviones de combate rápidamente de un lugar a otro, sin perder sus capacidades. Por lo tanto, el lugar donde estén asentados nuestros aviones no es lo importante (...) Por lo demás, como es de conocimiento de la opinión pública, la base áerea de Iquique ha servido de escenario para el desarrollo de varios ejercicios internacionales e intercambios guarnicionales fronterizos, en el ámbito de las medidas de confianza mutua, por lo que es conocida por fuerzas aéreas de la región”.
No obstante, una fuente consultada reconoce que también obedece a una medida de disuasión. “Perú tampoco tiene desplegadas sus fuerzas en el centro del país, sino en el norte y en el sur, porque sus hipótesis de conflicto son principalmente Ecuador y secundariamente Chile”, manifiesta.
Según el general (R) peruano Germán Parra, en declaraciones a “Diario Correo de Lima”, la actitud de Chile de trasladar naves a la frontera no debería extrañar. Sin embargo, agregó, “la superioridad bélica de Chile es evidente, los Mig que poseemos están en un nivel inferior en comparación con la nueva flota chilena”.
Al recibir en enero pasado los primeros cazas estadounidenses, el entonces Presidente Ricardo Lagos sugirió que “tenemos que avanzar entre los países de la región hacia un proceso de transparencia en lo que tiene que ver con las adquisiciones de este tipo de material, de manera que quede claro que los equilibrios no se están rompiendo y que estamos buscando preservarlos”.
El consultado alto oficial de la FACH detalló que en la región “los países entran en ciclos de renovación de sus sistemas que no son coincidentes en el tiempo. En nuestro caso, queremos reiterar que la adquisición del material F-16 corresponde a renovación de material. Por otra parte, siempre se debe tener presente que tenemos una política de defensa disuasiva y sin pretensión alguna de expansión territorial, por lo cual no constituimos amenaza para ningún país de la región”.
Eduardo Santos, ingeniero civil especializado en asuntos de defensa y ligado a la DC, ya había precisado que “Chile no amenaza a nadie, sólo toma precauciones”.
Por lo demás, el pasado 20 de junio el propio Gobierno estadounidense tuvo que negar una versión publicada en “Los Ángeles Times” respecto a que Washington no adiestraría a los pilotos chilenos de los F-16 a menos que La Moneda se comprometa a no votar en octubre próximo por Venezuela como postulante latinoamericano para un cupo rotativo en el desacreditado Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Hace unos días –y tras el reciente boicot de ventas militares decretado por la administración Bush–, el gobernante bolivariano Hugo Chávez le dio la bienvenida en un desfile militar a dos aviones de combate rusos Sukhoi 30, como parte de una acordada entrega mayor. Asimismo, aprovechando la plena incorporación de Caracas en el Mercosur, propugnó un acercamiento regional en el área de defensa. “Debe llegar el día en que tenga una organización de defensa, donde vayamos fusionando las fuerzas armadas de nuestros países y donde enmarquemos una estrategia propia de seguridad, soberanía y defensa”, queriendo replicar de alguna manera la experiencia de la OTAN.
Lo cierto es que la llegada de los F-16 consolida el buen pie de las relaciones entre Santiago y la hiperpotencia. Y como expresó el citado funcionario estadounidense Lemkin: “Nos capacitaremos, trabajaremos y volaremos juntos y aprenderemos los unos de los otros (...) Nada puede sustituir la relación que surge cuando un capitán de la Fuerza Aérea de Chile está recibiendo adiestramiento en un F-16 con un capitán de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y 20 años más tarde ambos son generales” LND.
Chita la payasá, señor Presidente
Tomado de diario La Primera, Lima - Peru
Aconsejado por una manga de débiles mentales que encabeza el titular de Torre Tagle, el señor Presidente de la República se ha permitido invitar a la presidenta de Chile Michelle Bachelet al desfile militar de nuestro aniversario.
La señora Bachelet ha cantado el himno nacional del Perú y su similar peruano le ha agradecido el gesto.
Mientras la señora Bachelet aplaudía pasaban nuestras miserias rodadas por la pista de la avenida Brasil: piezas de artillería que no disparan, obuses sin repuestos, vehículos blindados decrépitos.
La señora Bachelet aplaudía y pasaban las tropas desatendidas como hace 120 años, el mismo ejército contuso de Arica, la misma fuerza armada que el señor Piérola, en su fase de miserable, maltrató y terminó de hundir en la más grande tragedia política de toda nuestra historia.
Sí, el mismo Piérola que Chile alentó y a veces financió para que nuestra vida política fuese más turbia y revuelta. Sí, el mismo Piérola que el doctor García admira sin conocer y juzga como turista.
Antes, la señora Bachelet había visitado al señor Villanueva del Campo, que es un chileno honorario por su distinguida señora esposa y un socialista latinoamericano unido a la señora Bachelet por el recuerdo de Salvador Allende.
Pero el socialismo chileno de hoy tiene a Allende en su lugar –es decir, el sarcófago– y a sus militares tan engreídos como en los mejores tiempos de Pinochet.
Y el socialismo chileno es tan militarista como la UDI porque en Chile el interés nacional no se discute sino que se acata con el instinto unitario y hormigueante que les ha dado tanto éxito y tanto territorio conquistado.
Chile tiene invertidos en el Perú alrededor de 4,500 millones de dólares. El Perú tiene algunos restaurantes y unos pocos comercios de escasa significación asentados en Chile.
Nuestras Fuerzas Armadas, robadas por un extranjero de origen nipón, negadas luego por un norteamericano de apellido Kuczynski, están en harapos y en estado de calamidad. No había por qué invitar a la señora Bachelet como testigo ocular de esa desvalidez.
Y es que la señora Bachelet no ha parado ni va a parar la carrera armamentista con que Chile quiere asegurar, por la fuerza si es necesario, su predominio en el Pacífico sur.
Mientras el tiempo y la ruina se encargan de derribar nuestras últimas fichas disuasivas, Chile, como lo acaba de recordar la revista Caretas, está pensando comprar otros 16 cazas-bombarderos F-16, aparte de los 28 que ya tiene.
Chile compra dos mil quinientos millones de dólares anuales en armas y repuestos.
Chile tiene tres veces nuestra flota de superficie y cuatro veces nuestra flota de submarinos.
Chile tiene tanques Leopard modernos y nosotros mantenemos nuestros acezantes T-54, cuya edad promedio es 34 años.
Chile no tiene problemas en la frontera patagónica. Chile no se preocupa por Bolivia. Chile se arma hasta los dientes, con Pinochet o Bachelet, no importa.
¿Por qué se arma Chile con esa asiduidad y esa visión de dominio estratégico del aire, del mar y de las fuerzas terrestres? Nadie quiere vengarse por el desastre de 1883.
Es bueno tener relaciones futuristas y limpias con quienes fueron nuestros enemigos acérrimos y nuestros asesinos y saqueadores en campaña. Es bueno olvidar.
Pero, entonces, ¿por qué Chile sigue armándose?
¿Y por qué Chile está tan interesado en que se le quite toda restricción a sus inversiones, lo que incluiría la posibilidad de meterse en algún manejo del Callao, el gran rival de Mejillones, el archirrival de Valparaíso, o en algún otro puerto de nuestra costa?
¿No le basta tener capitales dominantes en la luz eléctrica, casi monopolio comercial del aire, oligopolio en los grandes almacenes de comercio minorista?
Todo comenzó alguna vez con un poco de salitre en el sur olvidado del Perú, en el oeste deshabitado de Bolivia.
Ahora viene el doctor García y le saca las castañas al fuego a la distinguida señora Bachelet. Porque Chile tiene problemas económicos con Argentina por el gas que aumenta de precio, con Bolivia por el gas negado y con el petróleo que masivamente importa y que puede estropear los márgenes de su crecimiento.
Cuando la oposición jaquea en Santiago a la señora Bachelet porque Chile parece entrampado energéticamente, la presidenta viene a Lima y se mete en el bolsillo a su presidente. Faena tan fraterna no se había visto desde hacía muchos años.
Lo único que, modestamente, me interesa saber es qué le prometió García a Bachelet en materia de suministro de gas y qué garantía tenemos de que los capitales chilenos no entrarán por la rendija a nuestros puertos.
Ah, y también quisiera saber si el señor presidente García tuvo el coraje de preguntarle a su igual por qué Chile se sigue armando, contra quién se arma, con qué horizonte y por qué no acepta un tratado inmediato de desarme que exhiba sus magníficas intenciones de socio y amigo.
Ha sido, en todo caso, el más patético debut internacional de la nueva diplomacia aprista. El canciller Joselo saldrá a maullar en el canal de Ivcher, el más perrrruano de todos los perrrrrruanos. Claro que sí.
Aconsejado por una manga de débiles mentales que encabeza el titular de Torre Tagle, el señor Presidente de la República se ha permitido invitar a la presidenta de Chile Michelle Bachelet al desfile militar de nuestro aniversario.
La señora Bachelet ha cantado el himno nacional del Perú y su similar peruano le ha agradecido el gesto.
Mientras la señora Bachelet aplaudía pasaban nuestras miserias rodadas por la pista de la avenida Brasil: piezas de artillería que no disparan, obuses sin repuestos, vehículos blindados decrépitos.
La señora Bachelet aplaudía y pasaban las tropas desatendidas como hace 120 años, el mismo ejército contuso de Arica, la misma fuerza armada que el señor Piérola, en su fase de miserable, maltrató y terminó de hundir en la más grande tragedia política de toda nuestra historia.
Sí, el mismo Piérola que Chile alentó y a veces financió para que nuestra vida política fuese más turbia y revuelta. Sí, el mismo Piérola que el doctor García admira sin conocer y juzga como turista.
Antes, la señora Bachelet había visitado al señor Villanueva del Campo, que es un chileno honorario por su distinguida señora esposa y un socialista latinoamericano unido a la señora Bachelet por el recuerdo de Salvador Allende.
Pero el socialismo chileno de hoy tiene a Allende en su lugar –es decir, el sarcófago– y a sus militares tan engreídos como en los mejores tiempos de Pinochet.
Y el socialismo chileno es tan militarista como la UDI porque en Chile el interés nacional no se discute sino que se acata con el instinto unitario y hormigueante que les ha dado tanto éxito y tanto territorio conquistado.
Chile tiene invertidos en el Perú alrededor de 4,500 millones de dólares. El Perú tiene algunos restaurantes y unos pocos comercios de escasa significación asentados en Chile.
Nuestras Fuerzas Armadas, robadas por un extranjero de origen nipón, negadas luego por un norteamericano de apellido Kuczynski, están en harapos y en estado de calamidad. No había por qué invitar a la señora Bachelet como testigo ocular de esa desvalidez.
Y es que la señora Bachelet no ha parado ni va a parar la carrera armamentista con que Chile quiere asegurar, por la fuerza si es necesario, su predominio en el Pacífico sur.
Mientras el tiempo y la ruina se encargan de derribar nuestras últimas fichas disuasivas, Chile, como lo acaba de recordar la revista Caretas, está pensando comprar otros 16 cazas-bombarderos F-16, aparte de los 28 que ya tiene.
Chile compra dos mil quinientos millones de dólares anuales en armas y repuestos.
Chile tiene tres veces nuestra flota de superficie y cuatro veces nuestra flota de submarinos.
Chile tiene tanques Leopard modernos y nosotros mantenemos nuestros acezantes T-54, cuya edad promedio es 34 años.
Chile no tiene problemas en la frontera patagónica. Chile no se preocupa por Bolivia. Chile se arma hasta los dientes, con Pinochet o Bachelet, no importa.
¿Por qué se arma Chile con esa asiduidad y esa visión de dominio estratégico del aire, del mar y de las fuerzas terrestres? Nadie quiere vengarse por el desastre de 1883.
Es bueno tener relaciones futuristas y limpias con quienes fueron nuestros enemigos acérrimos y nuestros asesinos y saqueadores en campaña. Es bueno olvidar.
Pero, entonces, ¿por qué Chile sigue armándose?
¿Y por qué Chile está tan interesado en que se le quite toda restricción a sus inversiones, lo que incluiría la posibilidad de meterse en algún manejo del Callao, el gran rival de Mejillones, el archirrival de Valparaíso, o en algún otro puerto de nuestra costa?
¿No le basta tener capitales dominantes en la luz eléctrica, casi monopolio comercial del aire, oligopolio en los grandes almacenes de comercio minorista?
Todo comenzó alguna vez con un poco de salitre en el sur olvidado del Perú, en el oeste deshabitado de Bolivia.
Ahora viene el doctor García y le saca las castañas al fuego a la distinguida señora Bachelet. Porque Chile tiene problemas económicos con Argentina por el gas que aumenta de precio, con Bolivia por el gas negado y con el petróleo que masivamente importa y que puede estropear los márgenes de su crecimiento.
Cuando la oposición jaquea en Santiago a la señora Bachelet porque Chile parece entrampado energéticamente, la presidenta viene a Lima y se mete en el bolsillo a su presidente. Faena tan fraterna no se había visto desde hacía muchos años.
Lo único que, modestamente, me interesa saber es qué le prometió García a Bachelet en materia de suministro de gas y qué garantía tenemos de que los capitales chilenos no entrarán por la rendija a nuestros puertos.
Ah, y también quisiera saber si el señor presidente García tuvo el coraje de preguntarle a su igual por qué Chile se sigue armando, contra quién se arma, con qué horizonte y por qué no acepta un tratado inmediato de desarme que exhiba sus magníficas intenciones de socio y amigo.
Ha sido, en todo caso, el más patético debut internacional de la nueva diplomacia aprista. El canciller Joselo saldrá a maullar en el canal de Ivcher, el más perrrruano de todos los perrrrrruanos. Claro que sí.
lunes, julio 31, 2006
Lavagna: "La Argentina no está bien vista en el mundo"
Tomado de diario La Nacion, Bueno Aires - Argentina
El ex ministro almuerza en el programa de Mirtha Legrand; ya evitó una confirmación sobre su posible candidatura
La insistencia de la señora no tuvo esta vez sus frutos. Roberto Lavagna, el ex ministro de Economía del presidente Néstor Kirchner, volvió a dejar en suspenso una definición sobre su candidatura. Fue este mediodía, en la presentación del programa de Mirtha Legrand, de donde participa como invitado de los famosos almuerzos.
"No podemos vivir en elecciones permanentes", sostuvo y se quejó: "Dos años y medio de campaña es mucho".
Allí, sólo en la presentación, el ex funcionario reiteró que el país "no está bien visto en el mundo", según la percepción que –dijo– se trajo de una gira por Europa.
Puso entonces como ejemplo de esa situación el conflicto con Uruguay por las pasteras que se construyen en Fray Bentos y la tensa relación con Chile por el alza en el precio a las retenciones de gas que se exporta al país trasandino.
En ese contexto, Lavagna reiteró sus críticas al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de quien cuestionó que "se adueña de casa" cuando viaja a otros países, y criticó los llamados "superpoderes", que se votarán el próximo miércoles en la Cámara de Diputados y se convertirán así en ley.
De impecable traje oscuro y corbata en tono bordó, el ex ministro confesó que si fuera presidente su primera medida sería la creación de empleo. "Seguir con la creación del trabajo", respondió enseguida la pregunta de Legrand sobre qué cosas lo desvelan, y agregó que "se crearon 3.000.0000 de puestos de trabajo" hasta que él se fue del Gobierno.
Denuncia. En otro tramo de la charla, el ex funcionario denunció que sus teléfonos celulares están intervenidos y que es "espiado". "A lo mejor tener pocos votos tiene algo de bueno, los espías dejarán de seguirme, de tener mis teléfonos intervenidos", advirtió, sonriente.
Capitalismo de amigos. Ya en la mesa, las preguntas fueron como una catarata imparable de quienes lo acompañaban en el almuerzo: los periodistas Pepe Eliaschev, Alfredo Leuco y Luisa Valmaggia.
Ante una pregunta de Eliaschev, Lavagna coincidió en que hoy en la Argentina existe un “capitalismo de amigos”, en el cual existen empresas beneficiadas directamente por el Gobierno: “Las hay en el sector financiero, en el de la construcción y el de la obra pública”, contesó.
Las próximas elecciones presidenciales fueron una y otra vez el blanco de las preguntas. “El Gobierno quería que yo fuera el candidato en Capital”, se despachó el ex funcionario, para explicar que con esa fórmula "cerraban" los planes de Kirchner.
En tanto, descartó hacer definiciones sobre un eventual acercamiento con el líder de Pro, Mauricio Macri. Sólo dijo que su propuesta es de "centro progresista" y que si el resto quiere puede unirse a él.
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/827733
El ex ministro almuerza en el programa de Mirtha Legrand; ya evitó una confirmación sobre su posible candidatura
La insistencia de la señora no tuvo esta vez sus frutos. Roberto Lavagna, el ex ministro de Economía del presidente Néstor Kirchner, volvió a dejar en suspenso una definición sobre su candidatura. Fue este mediodía, en la presentación del programa de Mirtha Legrand, de donde participa como invitado de los famosos almuerzos.
"No podemos vivir en elecciones permanentes", sostuvo y se quejó: "Dos años y medio de campaña es mucho".
Allí, sólo en la presentación, el ex funcionario reiteró que el país "no está bien visto en el mundo", según la percepción que –dijo– se trajo de una gira por Europa.
Puso entonces como ejemplo de esa situación el conflicto con Uruguay por las pasteras que se construyen en Fray Bentos y la tensa relación con Chile por el alza en el precio a las retenciones de gas que se exporta al país trasandino.
En ese contexto, Lavagna reiteró sus críticas al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de quien cuestionó que "se adueña de casa" cuando viaja a otros países, y criticó los llamados "superpoderes", que se votarán el próximo miércoles en la Cámara de Diputados y se convertirán así en ley.
De impecable traje oscuro y corbata en tono bordó, el ex ministro confesó que si fuera presidente su primera medida sería la creación de empleo. "Seguir con la creación del trabajo", respondió enseguida la pregunta de Legrand sobre qué cosas lo desvelan, y agregó que "se crearon 3.000.0000 de puestos de trabajo" hasta que él se fue del Gobierno.
Denuncia. En otro tramo de la charla, el ex funcionario denunció que sus teléfonos celulares están intervenidos y que es "espiado". "A lo mejor tener pocos votos tiene algo de bueno, los espías dejarán de seguirme, de tener mis teléfonos intervenidos", advirtió, sonriente.
Capitalismo de amigos. Ya en la mesa, las preguntas fueron como una catarata imparable de quienes lo acompañaban en el almuerzo: los periodistas Pepe Eliaschev, Alfredo Leuco y Luisa Valmaggia.
Ante una pregunta de Eliaschev, Lavagna coincidió en que hoy en la Argentina existe un “capitalismo de amigos”, en el cual existen empresas beneficiadas directamente por el Gobierno: “Las hay en el sector financiero, en el de la construcción y el de la obra pública”, contesó.
Las próximas elecciones presidenciales fueron una y otra vez el blanco de las preguntas. “El Gobierno quería que yo fuera el candidato en Capital”, se despachó el ex funcionario, para explicar que con esa fórmula "cerraban" los planes de Kirchner.
En tanto, descartó hacer definiciones sobre un eventual acercamiento con el líder de Pro, Mauricio Macri. Sólo dijo que su propuesta es de "centro progresista" y que si el resto quiere puede unirse a él.
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/827733
domingo, julio 30, 2006
El aislamiento internacional de la Argentina
Tomado de diario La Nacion, Buenos Aires - Argentina
Bachelet le ha perdido el afecto que le tuvo. Tabaré Vázquez no pagará más precios políticos para acercarse a Kirchner. Alan García se ha despojado de la histórica sensibilidad de los presidentes peruanos por la Argentina. El propio Evo Morales suele mirarlo desafiante al presidente argentino. Vicente Fox había decidido que México ingresara en el Mercosur por la puerta argentina, pero al final no tuvo más remedio que hacerlo por el postigo que le abrió Brasil. Kirchner se va quedando sin amigos.
El Presidente se queja de que algunos argentinos descubren siempre la razón en los que están afuera y nunca en él. Las cosas son como son y la pregunta que corresponde hacerse es si todos los que están afuera se han equivocado con la Argentina de Kirchner.
Kirchner sólo tiene una buena relación con Lula, producto de la paciencia oceánica del presidente brasileño. Muchas veces, en los años recientes, la paciencia de Lula pareció a punto de colmarse. Pero el líder de Brasil tiene objetivos estratégicos y no permite que ninguna contingencia los enturbie.
Kirchner hace exactamente al revés: tiene objetivos estratégicos relegados por las circunstancias internas, que nunca son otras que las cifras de las encuestas y las elecciones presidenciales para dentro de un año y tres meses. En esa elección remota aún está el eje de su gestión.
Kirchner tiene también una excelente relación con el venezolano Hugo Chávez, un socio rápido y eficaz. No es generoso, porque hace buenos negocios con la Argentina. Pero su sistema político (personalista, más preocupado por satisfacer a los militares que a los políticos) le permite despachar en horas los pedidos de Kirchner. El problema no es la buena relación de Kirchner con Chávez, sino el hecho de que sea la única buena relación de Kirchner en la región. Aun así, con Chávez ha tenido también algunas frialdades, que se apuró en caldear.
El Gobierno ha difundido sus razones para aumentarle el precio del gas a Chile, y buscó varias adhesiones a esa posición. ¿Acaso Chile se había negado a un aumento del precio del gas? Ningún chileno sensato puede ignorar que a la Argentina ya no le sobra el gas, que ahora le compra parte del combustible a Bolivia (antes no lo hacía) y que Evo le aumentó el precio del gas a la Argentina.
El problema radica en las promesas que no se cumplen o en las palabras que se cambian entre la boca y los papeles. El problema es lo que no se dice aquí y el consiguiente estupor en Santiago. Bachelet se fue distendida y tranquila de Córdoba luego de hablar con Kirchner. El presidente argentino le explicó la situación de su país y le aseguró que el precio del gas a Chile oscilaría entre 3,70 y 3,90 dólares por millón de BTU; había hecho las mismas aseveraciones delante de argentinos. Cuatro días después, el Gobierno firmó los papeles correspondientes y aumentó las retenciones del 35 al 45 por ciento, y compensó una pérdida impositiva de Enarsa.
Según el gobierno chileno, el precio del gas oscila (empezó a regir el lunes último) entre 4,60 y 4,80 dólares, casi un dólar más por millón de BTU. Para peor, las declaraciones de queja de una presidenta fueron respondidas en la Argentina por un ministro, Julio De Vido, que en Chile consideraron ofensivas. Sólo Kirchner debió responderle a su colega trasandina.
Bachelet está descompuesta de enojo. Kirchner la ha dejado en manos de sus duros opositores internos y le ha segado cualquier espacio interno para hacer otro gesto hacia la Argentina. Chile cambiará la matriz energética actual y dentro de dos años no precisará más del gas argentino ni del boliviano; el mensaje hacia el proyecto de integración es muy malo.
La convivencia de Bachelet y Kirchner se encerró así, sin remedio, en una perspectiva fría, distante y forzada. Sólo podría modificarla una rectificación de Kirchner no para darle la razón a su colega chilena, sino para cumplir su propia palabra. Puede rectificarse: lo acaba de hacer con el precio del combustible en la frontera. No se supo aquí, pero se sabe en Chile. Lo cierto es que nunca, desde que la democracia gobierna los dos países, la tensión fue tan grave entre la Argentina y Chile.
Tabaré Vázquez le abrió una puerta a Kirchner, en Córdoba, para que se fuera de la derrota en La Haya. Kirchner fue cordial con él y el presidente uruguayo creyó que se abría una instancia de diálogo. Estaba equivocado. Kirchner se abrazó a la derrota para no enemistarse con Gualeguaychú y, por eso, hasta convirtió en legales los ilegales cortes de los puentes.
Las encuestas pueden absorber una derrota en un tribunal lejano, pero no podrían digerir, según Kirchner, que en Gualeguaychú lo acusaran de traición.
Jorge Taiana hizo lo único que no puede hacer el jefe de una diplomacia: mezclar su tarea con una asamblea de vecinos. Los diplomáticos están para hacer otras cosas. Su discurso en Gualeguaychú pulverizó en los hechos cualquier posibilidad de diálogo bilateral con la Argentina.
Cayó en la contradicción también. Si la Argentina sostiene que no tiene pruebas de que las papeleras no contaminarán, como asegura Uruguay, ¿qué pruebas tiene el canciller de que sí contaminarán, como dijo ante un público razonablemente eufórico? Si el discurso de Taiana expresa la posición argentina, entonces el camino será el de la tensión permanente, concluyó un uruguayo acuerdista.
Más tensión habrá, y por mucho tiempo, si la española ENCE se va de Uruguay porque no existe la vocación de un acuerdo. Tabaré Vázquez es otro presidente al que Kirchner le cortó cualquier espacio político interno para insistir en el diálogo con la Argentina. Se pueden defender los intereses de los argentinos sin dinamitar la historia.
¿Kirchner no fue a la asunción de Alan García para no molestar a Chávez, enemigo confeso del presidente peruano? Estaríamos en el peor de los mundos si la política exterior se dirimiera con los desorbitados humores de Caracas. Más vale deducir que no fue porque se enojó con García cuando éste no le perdonó que se metiera en las elecciones peruanas.
Kirchner recibió en Buenos Aires a Ollanta Humala, contrincante de García, y éste le contestó con otro gesto: luego de su triunfo visitó varias capitales de la región, pero eludió Buenos Aires. Estaban a mano. Kirchner pudo haber dado vuelta la página. Después de todo, García ya es presidente de Perú y lo será por cinco años.
Hay una tendencia aislacionista en Kirchner que podría involucrar a su país por mucho tiempo. De hecho, es el momento de mayor crispación internacional de la Argentina -y de menos protagonismo de la diplomacia nacional en el mundo en tiempos normales- desde 1983.
Si dos conflictos fáciles de resolver, como los de Uruguay y Chile, se agravaron con la mirada puesta en los menesteres internos, ¿qué espacio tiene el Gobierno para reflexionar sobre su relación con el resto del mundo y con los muchos trances que lo estremecen? Ninguno. La agenda propia de Kirchner de este año está casi despoblada: lo invitan poco y son pocos los estadistas que lo visitan. Sólo participa de cumbres.
Chile, Uruguay y el mundo deberán esperar hasta después de las próximas elecciones presidenciales. La economía, también. Sólo la sublevación de la calle le quita el sueño a Kirchner. Puede sorprenderlo un problema: un gobernante es juzgado no sólo por lo que hace, sino también por lo que deja de hacer.
Por Joaquín Morales Solá
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/827395
Bachelet le ha perdido el afecto que le tuvo. Tabaré Vázquez no pagará más precios políticos para acercarse a Kirchner. Alan García se ha despojado de la histórica sensibilidad de los presidentes peruanos por la Argentina. El propio Evo Morales suele mirarlo desafiante al presidente argentino. Vicente Fox había decidido que México ingresara en el Mercosur por la puerta argentina, pero al final no tuvo más remedio que hacerlo por el postigo que le abrió Brasil. Kirchner se va quedando sin amigos.
El Presidente se queja de que algunos argentinos descubren siempre la razón en los que están afuera y nunca en él. Las cosas son como son y la pregunta que corresponde hacerse es si todos los que están afuera se han equivocado con la Argentina de Kirchner.
Kirchner sólo tiene una buena relación con Lula, producto de la paciencia oceánica del presidente brasileño. Muchas veces, en los años recientes, la paciencia de Lula pareció a punto de colmarse. Pero el líder de Brasil tiene objetivos estratégicos y no permite que ninguna contingencia los enturbie.
Kirchner hace exactamente al revés: tiene objetivos estratégicos relegados por las circunstancias internas, que nunca son otras que las cifras de las encuestas y las elecciones presidenciales para dentro de un año y tres meses. En esa elección remota aún está el eje de su gestión.
Kirchner tiene también una excelente relación con el venezolano Hugo Chávez, un socio rápido y eficaz. No es generoso, porque hace buenos negocios con la Argentina. Pero su sistema político (personalista, más preocupado por satisfacer a los militares que a los políticos) le permite despachar en horas los pedidos de Kirchner. El problema no es la buena relación de Kirchner con Chávez, sino el hecho de que sea la única buena relación de Kirchner en la región. Aun así, con Chávez ha tenido también algunas frialdades, que se apuró en caldear.
El Gobierno ha difundido sus razones para aumentarle el precio del gas a Chile, y buscó varias adhesiones a esa posición. ¿Acaso Chile se había negado a un aumento del precio del gas? Ningún chileno sensato puede ignorar que a la Argentina ya no le sobra el gas, que ahora le compra parte del combustible a Bolivia (antes no lo hacía) y que Evo le aumentó el precio del gas a la Argentina.
El problema radica en las promesas que no se cumplen o en las palabras que se cambian entre la boca y los papeles. El problema es lo que no se dice aquí y el consiguiente estupor en Santiago. Bachelet se fue distendida y tranquila de Córdoba luego de hablar con Kirchner. El presidente argentino le explicó la situación de su país y le aseguró que el precio del gas a Chile oscilaría entre 3,70 y 3,90 dólares por millón de BTU; había hecho las mismas aseveraciones delante de argentinos. Cuatro días después, el Gobierno firmó los papeles correspondientes y aumentó las retenciones del 35 al 45 por ciento, y compensó una pérdida impositiva de Enarsa.
Según el gobierno chileno, el precio del gas oscila (empezó a regir el lunes último) entre 4,60 y 4,80 dólares, casi un dólar más por millón de BTU. Para peor, las declaraciones de queja de una presidenta fueron respondidas en la Argentina por un ministro, Julio De Vido, que en Chile consideraron ofensivas. Sólo Kirchner debió responderle a su colega trasandina.
Bachelet está descompuesta de enojo. Kirchner la ha dejado en manos de sus duros opositores internos y le ha segado cualquier espacio interno para hacer otro gesto hacia la Argentina. Chile cambiará la matriz energética actual y dentro de dos años no precisará más del gas argentino ni del boliviano; el mensaje hacia el proyecto de integración es muy malo.
La convivencia de Bachelet y Kirchner se encerró así, sin remedio, en una perspectiva fría, distante y forzada. Sólo podría modificarla una rectificación de Kirchner no para darle la razón a su colega chilena, sino para cumplir su propia palabra. Puede rectificarse: lo acaba de hacer con el precio del combustible en la frontera. No se supo aquí, pero se sabe en Chile. Lo cierto es que nunca, desde que la democracia gobierna los dos países, la tensión fue tan grave entre la Argentina y Chile.
Tabaré Vázquez le abrió una puerta a Kirchner, en Córdoba, para que se fuera de la derrota en La Haya. Kirchner fue cordial con él y el presidente uruguayo creyó que se abría una instancia de diálogo. Estaba equivocado. Kirchner se abrazó a la derrota para no enemistarse con Gualeguaychú y, por eso, hasta convirtió en legales los ilegales cortes de los puentes.
Las encuestas pueden absorber una derrota en un tribunal lejano, pero no podrían digerir, según Kirchner, que en Gualeguaychú lo acusaran de traición.
Jorge Taiana hizo lo único que no puede hacer el jefe de una diplomacia: mezclar su tarea con una asamblea de vecinos. Los diplomáticos están para hacer otras cosas. Su discurso en Gualeguaychú pulverizó en los hechos cualquier posibilidad de diálogo bilateral con la Argentina.
Cayó en la contradicción también. Si la Argentina sostiene que no tiene pruebas de que las papeleras no contaminarán, como asegura Uruguay, ¿qué pruebas tiene el canciller de que sí contaminarán, como dijo ante un público razonablemente eufórico? Si el discurso de Taiana expresa la posición argentina, entonces el camino será el de la tensión permanente, concluyó un uruguayo acuerdista.
Más tensión habrá, y por mucho tiempo, si la española ENCE se va de Uruguay porque no existe la vocación de un acuerdo. Tabaré Vázquez es otro presidente al que Kirchner le cortó cualquier espacio político interno para insistir en el diálogo con la Argentina. Se pueden defender los intereses de los argentinos sin dinamitar la historia.
¿Kirchner no fue a la asunción de Alan García para no molestar a Chávez, enemigo confeso del presidente peruano? Estaríamos en el peor de los mundos si la política exterior se dirimiera con los desorbitados humores de Caracas. Más vale deducir que no fue porque se enojó con García cuando éste no le perdonó que se metiera en las elecciones peruanas.
Kirchner recibió en Buenos Aires a Ollanta Humala, contrincante de García, y éste le contestó con otro gesto: luego de su triunfo visitó varias capitales de la región, pero eludió Buenos Aires. Estaban a mano. Kirchner pudo haber dado vuelta la página. Después de todo, García ya es presidente de Perú y lo será por cinco años.
Hay una tendencia aislacionista en Kirchner que podría involucrar a su país por mucho tiempo. De hecho, es el momento de mayor crispación internacional de la Argentina -y de menos protagonismo de la diplomacia nacional en el mundo en tiempos normales- desde 1983.
Si dos conflictos fáciles de resolver, como los de Uruguay y Chile, se agravaron con la mirada puesta en los menesteres internos, ¿qué espacio tiene el Gobierno para reflexionar sobre su relación con el resto del mundo y con los muchos trances que lo estremecen? Ninguno. La agenda propia de Kirchner de este año está casi despoblada: lo invitan poco y son pocos los estadistas que lo visitan. Sólo participa de cumbres.
Chile, Uruguay y el mundo deberán esperar hasta después de las próximas elecciones presidenciales. La economía, también. Sólo la sublevación de la calle le quita el sueño a Kirchner. Puede sorprenderlo un problema: un gobernante es juzgado no sólo por lo que hace, sino también por lo que deja de hacer.
Por Joaquín Morales Solá
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Chile invierte en el exterior
Tomado de diario La Nacion, Buenos Aires - Argentina
SANTIAGO DE CHILE (El Mercurio).- Las inversiones netas de chilenos en el exterior alcanzaron los US$ 4110 millones en el primer semestre, lo que representa un aumento de 68% en relación con igual período del año último, según las cifras del Banco Central. Poco más de la mitad de los flujos locales llevados al extranjero corresponde a los depósitos hechos por empresas chilenas en terceros países, así como préstamos de bancos o empresas nacionales a compañías extranjeras, cuyo monto en los primeros seis meses del año llegó a US$ 2160 millones.
Luego vienen las inversiones denominadas "de cartera" -alcanzaron los US$ 1301 millones-, que corresponden a inversiones en bonos o acciones por una participación inferior al 10% de la firma emisora. Finalmente, están las inversiones directas por un monto de US$ 649 millones en el primer semestre, ítem que registra la compra directa que hacen chilenos en el exterior de más de un 10% de otras compañías. De esta forma, los flujos de capitales de chilenos al exterior realizados entre 1975 y el primer semestre, por medio de los capítulos XII y XIII del Compendio de Normas de Cambios Internacionales, alcanzan los US$ 54.559 millones.
Durante el primer semestre, el sector financiero, incluidos los seguros, bienes muebles y servicios, concentró US$ 3139 millones de los destinos de la inversión. Le siguen minería, con US$ 37 millones; comercio, con US$ 203 millones; electricidad, gas y agua, con US$ 169 millones, e industria con US$ 97 millones. Estados Unidos captó la mayor parte de las inversiones chilenas, con un monto de US$ 3523 millones. Le siguen Inglaterra, con US$ 345 millones, y Suiza, con US$ 272 millones.
En términos de flujo, desde 1975 a la fecha, también el sector financiero captó la mayor parte de los recursos invertidos por chilenos en el exterior, alcanzando un monto total de US$ 43.937 millones.
Más atrás se ubican el comercio, con US$ 2559 millones y las manufacturas, con US$ 2381 millones.
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/827379
SANTIAGO DE CHILE (El Mercurio).- Las inversiones netas de chilenos en el exterior alcanzaron los US$ 4110 millones en el primer semestre, lo que representa un aumento de 68% en relación con igual período del año último, según las cifras del Banco Central. Poco más de la mitad de los flujos locales llevados al extranjero corresponde a los depósitos hechos por empresas chilenas en terceros países, así como préstamos de bancos o empresas nacionales a compañías extranjeras, cuyo monto en los primeros seis meses del año llegó a US$ 2160 millones.
Luego vienen las inversiones denominadas "de cartera" -alcanzaron los US$ 1301 millones-, que corresponden a inversiones en bonos o acciones por una participación inferior al 10% de la firma emisora. Finalmente, están las inversiones directas por un monto de US$ 649 millones en el primer semestre, ítem que registra la compra directa que hacen chilenos en el exterior de más de un 10% de otras compañías. De esta forma, los flujos de capitales de chilenos al exterior realizados entre 1975 y el primer semestre, por medio de los capítulos XII y XIII del Compendio de Normas de Cambios Internacionales, alcanzan los US$ 54.559 millones.
Durante el primer semestre, el sector financiero, incluidos los seguros, bienes muebles y servicios, concentró US$ 3139 millones de los destinos de la inversión. Le siguen minería, con US$ 37 millones; comercio, con US$ 203 millones; electricidad, gas y agua, con US$ 169 millones, e industria con US$ 97 millones. Estados Unidos captó la mayor parte de las inversiones chilenas, con un monto de US$ 3523 millones. Le siguen Inglaterra, con US$ 345 millones, y Suiza, con US$ 272 millones.
En términos de flujo, desde 1975 a la fecha, también el sector financiero captó la mayor parte de los recursos invertidos por chilenos en el exterior, alcanzando un monto total de US$ 43.937 millones.
Más atrás se ubican el comercio, con US$ 2559 millones y las manufacturas, con US$ 2381 millones.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.