Por Hubert Cam, diario Expreso de Lima, 27.08.08
Ex presidente del Consejo de Ministros y del Congreso durante el pasado gobierno de Perú Posible, el doctor Carlos Ferrero Costa hace un severo cuestionamiento al actual gobierno aprista, por lo que considera una peligrosa política exterior, que favorece a los intereses de poderosos capitalistas chilenos, que prácticamente han copado los principales nichos de la economía peruana: tráfico aéreo y marítimo, manejo de puertos, grandes almacenes, tarjetas de crédito de consumo y bancos. El último de ellos es la industria de la construcción y ahora hacen gestiones para intervenir en la pesca industrial en el Mar de Grau.
REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
—¿Qué debemos hacer para frenar la invasión de capitales foráneos?
—Lo primero es reformar la Constitución como condición principal, en un solo artículo, que dice que la inversión extranjera recibe el mismo trato que la nacional. Este artículo no lo tiene Brasil, ni Bolivia, ni Chile, ni nadie, sólo los peruanos. Además, por la estrategia diplomática chilena, tienen a un secretario general de la OEA chileno, han hecho una alianza estratégica con Ecuador y acaban de hacer un acuerdo sus fuerzas armadas, como si quisieran hacerle una tenaza al Perú conducido por Chile. Y está enamorando a Bolivia, que le reclama una salida al mar por un territorio que no ha sido del Perú para que no haya conslta.
PANORAMA PERUANO-CHILENO
—¿Cómo observa el panorama entre Perú y Chile?
—El general Oscar Izurieta Ferrer, Comandante General del Ejército de Chile (se ha anunciado que visitará oficialmente Líma el próximo mes), declaró a la prensa en el 2007 que ellos se armaban para proteger sus inversiones y añadió que no descartaba un desencuentro con el Perú en el futuro. Para ellos está claro que lo que hacen es armarse para que nadie toque sus intereses, como una medida de disuasión.
—¿Cuáles son los problemas de fondo?
—Nos quieren hacer creer que, disfrazados de problemas, éstos son: los chilenos pintaron un muro incaico, que poetas peruanos fueron a leer poemas en el "Huáscar", que los chilenos no devuelven los libros (saqueados durante la guerra de 1879), que una peruana pintó su casa con la bandera chilena, es decir, temas intrascendentes, pero los temas reales con Chile, de fondo, como las inversiones, la prepotencia, el monopolio, el armamentismo, el Tratado de Libre Comercio (TL) en secreto y otras situaciones que estamos contemplando, son pasadas por alto, ignoradas, o por agua tibia.
—¿A todo esto a cuánto alcanzan las inversiones chilenas en el Perú?
—Actualmente, están ya en los 6,000 millones de dólares y nosotros no pasamos de 100 (millones) en Chile. La desproporción es absolutamente gigantesca.
CAPITALES CHILENOS EN PERÚ
—¿Haciendo un recuento de la economía peruana, casi todos los sectores están sembrados, especialmente, por capitales chilenos?
—Últimamente, donde más se está dando (inversiones chilenas) es en la industria de la construcción, porque la construcción se va muy rápido. No es como una fábrica que primero se tiene que instalar, producir, vender, conseguir mercado. La construcción no es así. En la construcción, en ocho meses, se hace un edificio de 20 pisos y luego a hacer otro edificio.
—¿En qué porcentaje están involucrados allí los capitales chilenos?
—No lo sé exactamente, pero lo primero que hacen (los capitales chilenos) es buscar como socios a constructores peruanos. Por ejemplo, Apoyo, se asocian con ellos para interesarlos y mejorar su cara, y por supuesto los peruanos los aceptan. Allí hay una cosa absolutamente desorbitada.
—¿Cómo son los intereses nacionales?
—Allí hay dos cosas. Hay un error de concepto por considerar que ya no hay intereses nacionales, por lo tanto la posición es indefendible. Pero es un error porque sí hay intereses nacionales. Dos, hay cosas que los países tienen que proteger de otros países, cuidar lo suyo. Pero esta gente cree que porque la posición es indefendible, ya se rompen las fronteras, ya todos somos ciudadanos del mundo y, entonces, no importa quien es el dueño del capital, con tal que brinde trabajo, que se venda, que haga negocio, que se proteja.
—¿Por eso se mencionó la tesis de las cuerdas separadas?
—Exacto. El gobierno, y esto es importante, se prendió de la tesis de las cuerdas separadas, que, por supuesto, le encanta a Chile. El gobierno sostiene que el tema marítimo en La Haya, el tema del armamentismo, el tema de la propiedad intelectual, nuestras diferencias que tenemos, nada tienen que ver con el comercio. Es decir, el comercio va por separado, y yo puedo negociar con quien sea, así me estén quitando el mar. Esa es una absoluta incomprensión de la historia, un error de García. (Víctor Raúl) Haya de la Torre no hubiera hecho jamás una cosa así.
–¿En The Economist apareció una nota donde se señala que Chile cuenta con grandes recursos económicos para comprar armas, producto del canon minero?
— Por eso, en una declaración pasada, dije: gas puro a Chile o en estado natural, ni hablar. Electricidad puede ser. Depende, primero, que se resuelva el problema marítimo en La Haya. En este momento, pensar en vender esos servicios estratégicos es absurdo. Cabe señalar que esto se dijo hace dos meses, pero ahora las cosas han cambiado al conocerse las posibilidades peruanas en gas y electricidad, y ahora se ha visto que eso es imposible porque no hay esos recursos para exportar, así que esa es una cosa utópica.
—¿Entonces, no habrá exportación?
—Una voz oficial acaba de decir: cuál es el problema, vendemos electricidad a Chile y, si algún día hay una dificultad, le cortamos el caño. El día que se haga eso habiendo un contrato entre países, o te declaran la guerra o se van a un tribunal internacional.
GENTE ENGAÑADA
—¿Nosotros vendemos a Chile más que ellos a nosotros?
—Otra cosa que el gobierno usa mal y está engañando a la gente, cuando dice que por qué nos preocupamos, si Chile nos compra más de lo que nosotros les compramos a ellos, pero la mayor parte de muestras ventas son por empeño sin ningún valor agregado. En una balanza comercial no se juzga solamente por el importe, sino por la calidad de los bienes que uno está transando.
TRÁFICO AÉREO
—¿En el tráfico aéreo en el Perú, por ejemplo, prácticamente tiene un monopolio Lan Chile?
—Así es. Ahora, inclusive, de acuerdo con las leyes de acá, pueden pagar salarios más bajos a los pilotos chilenos que mueven su flota en el Perú, en relación con los pilotos que tienen en Chile. Sacan las mayores ventajas posibles. –¿Qué se puede hacer ante ese virtual monopolio aéreo chileno en el Perú? Hay que sacar de todas maneras, empujar, la línea aérea nacional y la competencia, como Taca, que también es extranjera pero no chilena.
PRECIO ALTO QUE SE PAGA
—¿Cuánto se llevan a Chile de ganancias en el Perú?
—No lo sé con exactitud, pero sí quiero hacer una reflexión. Indudablemente, la inversión chilena contribuye al crecimiento, pero si el precio que se paga es entregar soberanía, yo preferiría crecer un punto menos y no tener tanta inversión chilena. Estamos perdiendo libertad por ser absolutamente inescrupulosos en permitir el dinero chileno. Si seguimos ese camino podríamos convertirnos en una colonia chilena dentro de 20 o 30 años.
PUERTOS PERUANOS
—¿En el caso de los puertos y tráfico marítimo también hay peligro de monopolio chileno?
—Bueno, están compitiendo (los chilenos), pero todavía no han ganado y debería buscarse la forma de que no ganen.
—¿En qué otros campos buscan introducirse intereses chilenos?
—El Grupo Romero peruano está compitiendo con la empresa chilena Angelina, por la compra de una importante empresa pesquera peruana. A esto se puede decir: defendemos el mar en La Haya y dentro del Perú le entregamos la pesca a los chilenos. Justamente en el mar, donde por nada debemos permitirlo. Hay que imaginar que si los chilenos invierten en pesca lo que están haciendo en la construcción, el mar peruano terminaría siendo el mar chileno.
CABOTAJE EN EL MAR PERUANO
—¿Qué puede decirnos de la empresa Sudamericana de Vapores?
—Es una empresa chilena para cabotaje y maneja prácticamente toda la carga peruana. –¿Debido a la falta de flota nacional? Así es. La destrucción de la marina mercante nacional terminó en la década del 90, con el errado criterio de que el país no debía tener barcos y a los celos que existieron de parte de otros sectores del país.
Trato con Chile en últimos seis años
—¿Durante el gobierno de Alejandro Toledo se dieron tantas facilidades, como en el presente régimen, a los inversionistas chilenos para ingresar a la economía peruana?
—Hubo un interés por su inversión, pero sucedieron dos o tres cosas que hicieron a los chilenos no apurarse mucho. La primera cuestión es que ellos no lograron el TLC con nosotros (gobierno de Toledo). Se negoció el TLC, se conversó, se redactaron algunos artículos, pero como Chile no quería introducir el tema de la propiedad intelectual, el tema de servicios bancarios y financieros y otras cosas que nos interesaban a nosotros, el Perú no se sometió. Ese es un primer elemento que demuestra que nuestra actitud fue distinta, pero hay más. En el 2004 y comienzos del 2005, un general ecuatoriano reveló que Chile le había enviado armamento en la guerra del Cenepa. Al conocerse eso, el Perú sintió una reacción y pidió una explicación a Chile y la relación se endureció. Entonces, los chilenos no estaban muy interesados en apurar su inversión sabiendo que el TLC no les salía y que, por primera vez, habíamos solicitado explicaciones por lo que ocurrió durante la guerra del Cenepa.
—¿Hay alguna diferencia con el actual gobierno?
—Sí la hay y bastante. Elegido (Alan García Pérez) pero sin jurar (el cargo), va a Chile, conversa con (Michelle) Bachelet y le ofrece que el tema de la cuestión marítima no estará en agenda y, además, le ofrece el TLC. Regresa, jura, y, a la tercera semana de haber jurado, firma el TLC modificando su naturaleza, haciéndolo pasar, y esto es una cosa grave, como un tratado ejecutivo cuando era un tratado normal. El tratado ejecutivo permite firmar y después ir al Congreso para dar cuenta. Para los tratados normales, ordinarios, primero se pide permiso al Congreso, como es el caso del de los Estados Unidos, y después que el Congreso lo aprueba, se firman.
–¿Y el tema marítimo?
—El Presidente García comete una serie de equivocaciones. Cuando regresa de Chile dice que el tema marítimo con ese país es uno de los mil temas que tenemos con el gobierno de Santiago. Es decir, había 999 temas iguales al marítimo. Entonces, primer error, ofrecerle a Chile el TLC; segundo error, congelar el tema marítimo; y tercer error, venir a Lima y firmar, prácticamente en secreto, el TLC modificando su denominación para engañar a la población y a pesar de que tenían los votos en el Congreso, porque en septiembre y octubre del 2006 habrían votado por el TLC con Chile: Unidad Nacional, los fujimoristas y los apristas.
Tarjetas de consumo
—¿El nuevo ministro de Economía y Finanzas, Luis Valdivieso, acaba de anunciar una revisión a la emisión de tarjetas de crédito de consumo?
—Sobre este punto ya tenía una teoría que explicaba una parte del llamado "crecimiento económico" del Perú. Éste es, ahora, más o menos, un 8% mensual y parte de él se debe a que la demanda ha crecido un 3%, pero en qué consiste esa mayor demanda. Sencillamente, en el desmesurado incremento del crédito de consumo. Y quiénes son los que dan el mayor número de tarjetas de crédito de consumo: Saga Falabella, Ripley, etc, todas ellas empresas chilenas. Así existe una bonanza artificial que luego nos costará muy caro. Por eso se han dictado medidas restrictivas que buscan entibiar el ambiente y ubicar realmente el cacareado "incremento", aumentado por su propia torpeza. Cabe admitir que si no hilan fino se puede desbocar la inflación. –¿Todo esto se apoya financieramente en bancos? Claro, y no solamente esto, porque acaban de pedir la instalación de una nueva compañía de seguros, que se incrementará a las que ya tienen Ripley y Saga Falabella. A todas luces una armada financiera chilena que puede influir peligrosamente en la economía del Perú.
Añadidos a TLC con Chile
—¿Cómo son los añadidos al TLC con Chile?
A mí me sorprende una cosa muy importante. Hace unos diez días, sólo en un diario local, salió una nota que decía, más o menos, ministra Aráoz llevará al Congreso addendas al TLC con Chile. O sea, además de haberlo firmado ya y haberlo aprobado el Congreso chileno, le han puesto añadidos, pero como se sostiene que es un tratado ejecutivo, insiste en discutirlo primero, aprobarlo y después decir al Congreso.
—¿Son secretos los añadidos?
—Por lo menos, los peruanos tenemos el derecho de saber cuáles son las addendas. La pregunta del millón que debe hacerle la prensa a la ministra es: cuántas son las addendas y qué dicen. Allí está la madre del cordero.
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