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sábado, marzo 24, 2007

El Informe Oppenheimer: un encuentro con Michelle Bachelet

Andrés Oppenheimer
Columnista de The Miami Herald y El Nuevo Herald

Guatemala— Cuando entrevisté a la presidenta chilena Michelle Bachelet durante su visita a Guatemala esta semana, mi primera pregunta fue sobre un tema que siempre me intrigó: ¿por qué motivo Chile, el país más exitoso de América Latina, no quiere asumir el rol de “modelo” para la región?

De hecho, Chile lidera América Latina en casi todo: es el único país que ha reducido la pobreza a la mitad en los últimos 17 años (del 39 por ciento de la población al 18 por ciento), ha crecido sostenidamente, y está muy por delante de sus vecinos en expectativa de vida y otros índices sociales.

En el Reporte de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas del 2006, una medición del desarrollo no sólo económico sino también social de los países, Chile aparece en el lugar número 38 del mundo, sólo después de Argentina (No. 36), y por encima de todos los demás países latinoamericanos.

Comparativamente, Uruguay está en el puesto número 43, Costa Rica en el 48 y Cuba en el 50. Sin embargo, por alguna extraña razón, Chile nunca ha querido asumir el rol de modelo económico, a pesar del hecho de que el presidente narcisista leninista de Venezuela se la pasa recorriendo la región aduciendo que los tratados de libre comercio –uno de los grandes motores del crecimiento económico chileno– están arruinando a las economías latinoamericanas.

¿Por qué no les gusta ser presentados como un modelo económico?, le pregunté a Bachelet.

“Bueno, usted sabe que en Chile nunca nos ha gustado hablar de “modelo”. Entre otras cosas, porque cuando uno habla de “modelo”, eso tiende a semejarse a una receta. Y la verdad es que hay experiencias que en un país pueden ser muy exitosas, y trasladadas a otro pueden ser un fracaso”, dijo Bachelet.

Bachelet dijo que a Chile le ha ido bien por tener un desarrollo democrático estable, además de estabilidad económica y una política fiscal responsable, en que los sucesivos gobiernos han ahorrado en años de vacas gordas para los años de vacas flacas. Asimismo, hay un cierto consenso social sobre la estrategia de desarrollo del país, basado en la exportación, señaló.

“En un país como Chile, de 16 millones de habitantes, es evidente que la demanda del mercado interno no le va a dar a la economía toda la dinámica (que requiere). Nosotros optamos por una estrategia de desarrollo con el ámbito exportador con mucha fuerza, entendiendo que estamos en un mundo globalizado, con una economía abierta”, dijo Bachelet.

La presidenta recordó que, durante un reciente viaje a Vietnam, el primer ministro vietnamita le dijo que “un pescador, si pesca en la orilla, va a sacar peces pequeñitos, pero si va a mar abierto, va a sacar más peces y de mayor tamaño”.

Agregó: “Nosotros en Chile optamos por entender que lo mejor que podíamos hacer era insertarnos en este mundo (globalizado), y hoy día tenemos 54 convenios de libre comercio firmados, y cuando terminemos este año el tratado de libre comercio con Japón, vamos a tener un mercado de aproximadamente 3 mil millones de personas”.

“¿Por qué no asumen un mayor liderazgo regional?”, le pregunté. “Lo estamos haciendo en la medida de lo que somos como país”, respondió. Chile se ve a sí mismo como “un país capaz de ser un puente articulador” entre naciones. “Nos vemos como un país amable, que quiere trabajar mucho más con sus vecinos, pero somos muy respetuosos de la libertad y los deseos de los propios países amigos”, agregó.

Otros funcionarios chilenos me señalaron que Chile no puede volar más alto porque sus vecinos ya lo ven como demasiado “agrandado”, y porque los críticos internos señalan que todavía hay demasiados problemas sin resolver como para salir a exportar un modelo.

Mi opinión: soy un admirador del modelo chileno. En una región en que muchos países están “refundando” la nación, y en que cada nuevo presidente deshace lo que hizo el anterior, Chile ha logrado mantener el rumbo, y ha probado que hay tal cosa como gobiernos de izquierda que pueden reducir la pobreza sin cerrar periódicos ni encarcelar a los opositores políticos.

Y me gustan líderes como la presidenta chilena. Sólo quisiera que apunte un poco más alto. Puede que tenga razón en pensar que a Chile no le conviene enfrentarse a Chávez. Pero si Bachelet tan sólo comenzara a hablar de la existencia de una “izquierda moderna”, o una “izquierda globalizada”, ayudaría mucho a modernizar la región sin atacar a nadie. ¿Lo hará? Ojalá lo haga, por el bien de Chile y de Latinoamérica.

http://www.diario.com.mx/secciones/opinion/nota.asp?notaid=d47cbd771521db0ec9b7c77645bd4481

miércoles, marzo 21, 2007

Epopeya (según los peruanos)

Un programa de TVN hizo revivir esta semana los viejos fantasmas en la relación entre Chile y Perú. Como escribió Alvaro Vargas Llosa, "el pintoresco y penoso episodio del documental que no se vio tiene una única virtud: nos demuestra a todos en Perú y Chile que todo ha vuelto a la normalidad en cuestiones bilaterales". Qué Pasa le pidió al escritor Alonso Cueto -uno de los más reconocidos en su país- que narrara la versión peruana de Epopeya, el guión que él aprendió desde pequeño sobre la Guerra del Pacífico: la causa del conflicto, sus héroes, la diabólica imagen del general Patricio Lynch, la traumática ocupación de Lima, los libros robados y la captura del Huáscar.

Una rápida ojeada a la historia de las naciones nos demuestra que sus procesos de formación están teñidos de una serie de heridas y de traumas colectivos que a veces perviven en su imaginario. Al igual que en la vida de los individuos, los traumas en la vida de las naciones tienen que ver con las derrotas que no fueron vengadas, los oprobios que no fueron compensados, las humillaciones que siguen royendo el cuerpo psico-social. La enseñanza escolar, los medios de comunicación y las leyendas populares se encargan con frecuencia de magnificar estos traumas, que, como bien sabemos, son un obstáculo para la madurez y la visión de futuro tanto de los individuos como de las sociedades.

Para los peruanos no es difícil elegir el trauma fundamental que ha atormentado a algunos de sus líderes (sobre todo los militares). Lo que entre nosotros se conoce como "la guerra con Chile" ha sido sin duda, para algunos, el núcleo de las frustraciones y rencores no resueltos. Sin embargo, creo que lo es cada vez menos, excepto para quienes insisten en recordarlo.

El altar de las naciones

Todos los peruanos hemos recibido en la escuela, y con frecuencia en la casa, los datos esenciales del episodio. Conocemos el año de su inicio, 1879, y el de su fin, 1881. Y hemos aprendido, con o sin rigor histórico, sus causas.

En el Perú se enseña que la coalición formada por los presidentes Prado (de Perú) e Hilarión Daza (de Bolivia) obligó al Perú a entrar en la guerra cuando el país altiplánico fue atacado. El presidente boliviano Melgarejo otorgó un territorio a los comerciantes chilenos para desarrollar la industria del salitre. Luego, el presidente Daza fijó un impuesto de diez centavos al quintal de salitre exportado. Este impuesto no fue aceptado por el gobierno chileno que respondió, se nos dice, con el desembarco en Antofagasta.

Pero la razón esencial de la guerra, tal como se enseña en los colegios peruanos, no es el impuesto de marras: es que la nación chilena tenía una enorme sed expansionista. Al ubicar la causa esencial de la guerra -la codicia chilena-, se establecía la premisa, desde el lado peruano, de que se trataba de un conflicto entre buenos y malos. Es, por cierto, la vieja coartada que los generales de todos los países cuentan en tiempos de batalla. En ese contexto, el recuerdo está hecho naturalmente de admiración y dolor por los caídos.

Nuestros héroes y mártires

El héroe más importante en la historia del Perú es sin duda Miguel Grau. Gran navegante militar, comandó la limitada fuerza naval y compensó nuestras carencias con su habilitad militar, hasta que murió en el Combate de Angamos (fue con su muerte que el Perú perdió toda esperanza de ganar).

El otro héroe importante es sin duda Francisco Bolognesi, un militar de origen italiano que se había retirado del servicio y que volvió para enrolarse a defender el morro de Arica. Gracias a los testimonios chilenos, los peruanos sabemos que Bolognesi no aceptó la rendición del morro y que anunció que "tenía deberes sagrados que cumplir" y que pelearía "hasta quemar el último cartucho". Esta última frase forma parte del almacén de palabras inmortalizadas entre nosotros. Los hijos de Bolognesi morirían luego, durante la invasión, en la defensa de Miraflores.

El tercer héroe es Alfonso Ugarte, quien se habría arrojado al abismo en Arica, cargando la bandera peruana, antes que entregarla al ejército chileno.

Grau, Bolognesi, Ugarte. Los héroes están en las calles, a la vista de todos. Los dos primeros tienen plazas importantes en Lima, con sus estatuas. El tercero ha dado su nombre a una de las avenidas más largas de la ciudad. No sólo están las estatuas sino los parques y santuarios. Los parques Reducto, que mantienen las barricadas similares a aquéllas desde las cuales se defendió Lima, son de gran tamaño y en todos ellos ondea la bandera. Muchos héroes de las batallas finales y decisivas, las de San Juan y Miraflores en 1881, han dado sus nombres a muchas calles de Lima. Los que murieron en combate son más recordados que los que triunfaron. El general Cáceres, que nunca fue capturado por el ejército chileno y que huyó a la sierra (donde se pensaba que la palabra "Chile" era el nombre de un general), no ha recibido un homenaje equivalente pues sobrevivió a la guerra (y fue presidente del Perú luego).

Fue un gran héroe pero no logró traspasar el umbral que se le pide a todo mártir: el de morir en una batalla.

Quemaduras y violaciones

Por otro lado, el almirante francés Du Petit Thouars, desconocido para la mayor parte de los franceses, tiene una gran avenida con su nombre en Lima. La razón: fue quien impidió con sus negociaciones que el ejército chileno destruyera la capital.

En su avance, los militares sí destruyeron, en cambio, Chorrillos, barrio aristocrático de la época. La historia nos enseña que la noche de la quema de Chorrillos, desde el vecino distrito de Barranco, se pudo ver durante varias horas el cielo anaranjado. Una de las convicciones nacionales es que esa misma noche, poco antes de la invasión, el ejército chileno se había desbandado y que algunos de sus integrantes celebraron su avance violando mujeres y emborrachándose. Fue entonces cuando el general peruano Andrés Avelino Cáceres aconsejó al presidente Piérola atacar a los invasores. Este se negó. Hoy muchos afirman que la guerra no se hubiera perdido de haber seguido el mandatario el consejo del general.

En esta polémica sobre una historia del "pudo ser", he visto perder su tiempo y energía a varias personas que conozco, incluso algunos respetables historiadores.

El demonio Lynch

Luego, durante la ocupación, una vez instalado el general chileno Lynch en el Palacio de Gobierno, han circulado entre nosotros muchísimas historias sobre sus despiadados abusos sobre la población civil.

Patricio Lynch impuso tributos en su campaña del norte y su imagen entre los peruanos ha sido la de un líder cruel, autoritario y abusivo (un contraste con lo que encuentro en sus diversas entradas en internet, donde aparece descrito como un líder responsable y justo, muy capaz en las artes de la guerra y de la administración pública, aunque con "tendencia a la disciplina").

Una ciudad que recuerda

En Lima vivimos, pues, en una geografía urbana que nos recuerda la guerra con Chile.

En mi barrio, Miraflores, hay muchas calles con los nombres de soldados y oficiales caídos en la guerra y el nombre de mi calle, Roca y Boloña, recuerda el del monseñor que asistió a los enfermos y moribundos en el hospital improvisado en el Parque de la Reserva.
Se recuerda con frecuencia también los libros robados (se dice que son cerca de veinte mil, muchos de ellos incunables) de la Biblioteca Nacional de Lima, que fue ocupada por los soldados invasores. Algunos de éstos sin embargo fueron devueltos durante el gobierno de Santa María.

"No quiero sangre chilena"

Yo mismo tengo historias familiares relacionadas con la guerra. Mi abuela me contaba que cuando era niña, su madre le narró una historia. Una noche de 1881, durante el toque de queda, un soldado chileno vigilaba la cuadra de su casa. Cuando su madre tuvo que salir a buscar leche por la noche, se enfrentó al soldado, que en un gesto inesperado de permisividad, le permitió circular por la calle.
Pero mi bisabuelo no perdonaba a los invasores. Habiendo vivido la ocupación de niño, no la iba a olvidar. Pasada la guerra, al cabo de los años, un joven chileno llegó a Lima a trabajar y se hizo amigo de su familia. Todos lo apreciaban, incluyendo a mi bisabuelo que gustaba conversar largamente con él los domingos por la tarde.

Cuando mi bisabuelo sufrió una hemorragia y enfermó gravemente, el médico le dijo que necesitaba una transfusión de sangre. El único que tenía sangre compatible con la suya era precisamente el joven chileno (de apellido Luksic).

Mi bisabuelo lo llamó, le reiteró que lo quería y apreciaba mucho, pero que no podía aceptar que "sangre chilena" corriera por sus venas.

"No es nada personal", le dijo, "entiéndelo".

"Por supuesto que lo entiendo", contestó el joven chileno.

Mi bisabuelo se murió por no aceptar la transfusión, es decir la sangre chilena en sus venas, y su muerte fue absurda o no, según cómo se vea.

Esta historia nos da una idea de lo que era el sentimiento antichileno hasta bien entrado el siglo XX, en algunos peruanos

Los libros y el Huáscar

Creo que este sentimiento se ha minimizado hoy. Me parece que para la mayor parte de los peruanos y de los chilenos, el tema de la guerra aunque parcialmente vivo resulta también anacrónico y hasta fútil.

La cantidad de problemas del siglo XXI es tan grande que pocos recuerdan los traumas que acosaban a los peruanos del siglo pasado. Hoy una enorme cantidad de compatriotas viven en Chile. La cocina peruana es apreciada en Chile, como aquí lo son los vinos y las frutas chilenas. No olvidamos que el más grande poema sobre Machu Picchu fue escrito por un chileno. Y, a pesar de que las muestras de estupidez nacionalista pueden verse aún en ambos países, no me parece que reflejen una corriente predominante.

Por otro lado, en los medios peruanos, el comentario general es que el tema de "Epopeya" ha sido manejado de un modo contraproducente.

Postergar (¿hasta cuándo?) una serie sobre la guerra les parece a muchos (yo entre ellos) un modo de evitar y agravar los conflictos, no de resolverlos. Con la propaganda que ha recibido, lo más probable es que pronto los vendedores piratas que pululan en Lima ofrezcan una copia del DVD de "Epopeya" a precios especiales. El día que se difunda en la televisión chilena, tendrá un tope en sintonía.

Todos (incluso las cadenas estatales que contratan guionistas y directores) tenemos derecho a ofrecer nuestras versiones de la historia, y también seremos criticados y enjuiciados por estas versiones. Los peruanos, los bolivianos, los chilenos podrán ofrecer versiones distintas de un episodio histórico, y dos directores del mismo país podrán variar en sus enfoques (y ser criticados por sus aciertos o fracasos). No hay mejor propaganda que la censura.

Hace dos años, un grupo de historiadores chilenos y peruanos (entre los que estaba Cristóbal Aljovín) de las universidades de Valparaíso y de San Marcos, se reunieron para intercambiar perspectivas sobre el origen de la guerra, un ejercicio cuya difusión contribuiría a asumir el pasado común.

Vista desde hoy, la guerra entre el Perú y Chile fue en cierto modo una guerra civil, entre dos países más parecidos que distintos. Puede haber algunos gestos que lo expresen. Creo que el gobierno chileno debería devolver los libros tomados de la Biblioteca Nacional de Lima (hay un registro de ellos), pero soñar con que nos devuelvan algún día el monitor Huáscar (como han reclamado algunos militares peruanos) es ridículo. Los botines de guerra nunca se devuelven, después de ninguna guerra, y los militares deberían ser los primeros en saberlo.

Una vez más, este incidente nos enseña que vivir en el pasado, anular la perspectiva de futuro, cerrarnos en nuestros falsos problemas, son algunas de las taras de la cultura latinoamericana. Cuando las viudas de Arturo Prat y de Miguel Grau intercambiaron cartas luego de la muerte de ambos maridos, en cierto modo señalaban un camino que las sociedades, pero no sus líderes, han seguido. Hoy la guerra no tiene el prestigio que tenía en el siglo XIX. Ya no va a producir héroes. Los seres humanos y la razón son sus primeras víctimas. Mientras la estupidez (que goza de maravillosa salud) siga existiendo, peruanos y chilenos tendremos que recordarlo.

http://www.quepasa.cl/medio/articulo/0,0,38039290_101111578_257089636,00.html

Poeta peruana rechaza acto de amistad

OPS revela que nivel de desnutrición en el Perú es uno de los más altos de América

Nota: Estas noticias deberian hacer reflexionar a los peruanos que llaman a armarse para imponer a Chile un cambio de la frontera terrestre y maritima.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) revela que en el Perú el nivel de desnutrición es uno de los más altos en América, especialmente la desnutrición infantil crónica que se mantiene inalterable en los últimos 10 años a pesar de los 250 millones de dólares anuales que se destinan para los programas de asistencia alimentaria.

Así lo dio a conocer el representante de la OPS en el Perú, Manuel Peña, quien planteó para enfrentar el problema de la desnutrición crónica un enfoque multisectorial y de curso de vida (acciones durante todo el ciclo de vida por etapas: jóvenes, embarazadas, parto y recién nacidos, lactantes, niños, escolares).

"El problema de la desnutrición infantil no se solucionará solamente con asistencia alimentaria, ya que requiere de políticas y acciones efectivas de carácter intersectorial, de intervenciones integrales de alimentación y nutrición, de inversión social focalizada en la población más vulnerable. Además se necesita mejorar la calidad de la educación y la salud pública y el acceso al agua segura y saneamiento básico, mejorar la productividad y la capacidad de generar ingresos a las familias".

Aseguró que es necesario tener en cuenta los determinantes sociales que afectan la salud de nuestros niños (acceso a servicios de salud, sistemas de disposición de excretas y residuos domiciliarios, agua, control de vectores, seguridad alimentaria y nutricional, consumo de sal yodada, alfabetización de adultos, educación, etc). Actualmente se está promoviendo intervenciones preconcepcionales, prenatales y postnatales, enfatizando los primeros años de vida.

Igualmente una estrategia para disminuir la desnutrición sería focalizar los lugares de intervención, especialmente en las zonas de sierra y selva donde la desnutrición es mayor al 25%, como es el caso de Cuzco (50%) y Huancavelica y Huánuco (40%).

Asimismo, se plantea implementar prácticas de alimentación saludable, acceso al agua segura, saneamiento, acceso a servicios de salud, que se podría complementar con actividades productivas para generar mayor impacto.


Meta

La meta que tiene el Perú es reducir la desnutrición crónica de 25% a 20% en el período 2006-2011, es decir un punto porcentual por año.

Es importante destacar que en el Perú hace una década que los niveles de desnutrición se mantienen estables y altos, pero aumentando en la población más pobre del país, lo que acrecienta la inequidad. En ese sentido, se hace necesario ahondar en las razones de la persistencia de la desnutrición a pesar de que los niveles de inversión en programas alimentarios han sido bastante altos.


Cuidados de la madre

El doctor Manuel Peña afirma que la única manera de asegurar un verdadero desarrollo durante la niñez y como adulto es que durante la gestación e incluso antes de la concepción, la madre se prepare para este momento teniendo en cuenta una nutrición y alimentación adecuada, controles prenatales, acceso a agua limpia y segura, la vacunación correspondiente, ambiente físico y emocional adecuado.

En ese sentido, precisó que es necesario que las damas tomen conciencia del momento más adecuado para el embarazo. Precisó que el organismo está mejor preparado a partir de los 20 años, de este modo se puede garantizar un desarrollo adecuado del feto.

Se destaca la importancia de la vida prenatal, pues no es suficiente darle las condiciones apropiadas una vez que el niño nace:

Para que el bebé tenga las mejores condiciones se debe tener en cuenta:

1. No son recomendables los embarazos en adolescentes, en donde hay dos organismos en formación que compiten, el de la madre y el niño.

2. Espaciar los embarazos de la madre para que tenga opción a que su organismo se recupere de un modo completo.

3. Durante la gestación se debe tener los cuidados pre-natales adecuados:

a. Controles médicos

b. Colocarse las vacunas indicadas

c. Alimentación adecuada con nutrientes para ayudar al embarazo

d. Acceso a ambiente seguro (acceso a agua potable, libre de humo, etc.)

e. Ambiente emocional adecuado (participación del padre y la familia en el desarrollo del bebé)

f. Lactancia materna exclusiva una vez producido el nacimiento


Estos son los factores básicos para el desarrollo de niños saludables y felices.

http://www.rpp.com.pe/portada/salud_y_belleza/70003_1.php

Nacionalismo peruano alcanza niveles ridiculos

Nota: Congresista peruano llamo a remover dos cuadros desde una sala Miguel Grau (maximo heroe peruano) del Congreso Nacional de Peru, porque en ellas se representa como el buque que capitaneaba Miguel Grau, es derrotado. Para cualquier persona normal, es facil de entender que el proposito del cuadro es destacar la valentia de dar la vida por la patria, y no busca destacar la derrota. El nacionalismo peruano esta alcanzando niveles absurdos. Falta que propongan quitar la nacionalidad a Miguel Grau, por ser una verguenza para Peru, por haber sido derrotado.

En uno de sus periódicos maratones verbales, el secretario general del PAP y congresista Mauricio Mulder arremetió contra la visión ‘derrotista’ que los peruanos tenemos de la Guerra del Pacífico y citó como ejemplo dos cuadros que se encuentran en el Congreso, uno representando el combate naval de Angamos y otro la batalla de Arica, con Francisco Bolognesi víctima de las bayonetas enemigas. Mulder sugiere cambiar estos cuadros por otros que representen el combate naval de Iquique y la batalla de Tarapacá, que fueron favorables a las armas peruanas.

Cada quien revisa la historia como puede, y podría discutirse largamente si estos cuadros, que representan el heroísmo de Grau o Bolognesi aun en la derrota, influyen o no negativamente en la autoestima de los peruanos, que es la tesis que sostiene Mulder. Pero no se detuvo ahí el congresista, y la emprendió también contra el cine peruano, al que calificó de ‘pacotillero’ por ocuparse de futbolistas o barras bravas y no ser capaz de realizar una película o serie televisiva que sean equivalentes a "Epopeya".

Imposible seguir a Mulder en este razonamiento, que no solamente plantea una superada jerarquía temática a nivel de historias (una película sobre la Guerra del Pacífico sería a priori superior que una sobre fútbol) sino que demuestra gran ignorancia sobre el estado de abandono en que se encuentra nuestro cine –el mismo que, según Mulder debe estar en condiciones de realizar carísimas cintas de época sobre temas históricos– que ha sido provocado por los sucesivos gobiernos, comprendido el actual, que incumplen la Ley de Cine.

Así, en noviembre pasado se pudo ver a actores, técnicos y realizadores peruanos llevar a cabo la campaña "Cineastas en pantalla", por la cual demandaban al gobierno cumplir con la ley 26370 y entregar al Conacine los recursos por siete millones de soles que dicha norma establece, suficientes para dotar los premios de los dos concursos anuales de guiones de largometraje y dos concursos de cortometrajes, hasta cubrir el promedio de 48 cortos fijado por la 26370 como producción anual.

Dos meses más tarde, y pese a sucesivos créditos suplementarios, se supo que lo único que se había dispuesto para Conacine era una partida de 800,000 soles, menor que lo destinado al cine peruano durante el periodo toledista, que ya era insuficiente. Con esta suma ridícula –que nos coloca a la cola del apoyo que se otorga al cine en Chile, Ecuador, Argentina, Brasil, Venezuela y Bolivia– se pretende que nuestro cine haga equivalentes a "Epopeya". Como Mulder es legislador, en sus manos está que el cine nacional deje de ser ‘pacotillero’. Que dé batalla en el Legislativo para que se cumpla la Ley de Cine. ¿Lo hará?

http://www.larepublica.com.pe/content/blogcategory/58/480/

martes, marzo 20, 2007

Haya o no Haya, Haya será

- No se preocupen. La economía mundial recién va a tener problemas por una caída de demanda china tras los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Antes los chinos no harán ningún ajuste. Quieren entrar por la puerta grande mundial, como Japón con las Olimpiadas de Tokio 1964 o Corea del Sur con Seúl-88. Los asiáticos las ven como algo de demasiado prestigio político.

- ¿Por qué se sanciona al toque y drásticamente a ese Torres Caro por una idiotez y hasta ahora no se decide nada respecto de los gravísimos actos violentos que protagonizó Nancy Obregón en el mismo hemiciclo meses atrás? Después piden “respeto” para el Congreso. No jodan.

- Leo un comunicado firmado por zurdos, humalistas y chakanos (seguro manipulados por Rodríguez Cuadros), exigiendo ir cuanto antes a La Haya para dirimir el tema marítimo con Chile. También estoy de acuerdo, porque creo que esa jarana ya tiene que cerrarse de una vez y porque no creo que los chilenos den su brazo a torcer por las buenas. Si no, no serían chilenos.

Pero (porque sí estoy informado y los firmantes no. Bueno, si no, no serían rojos… Esos nunca saben lo que hablan), les advierto que tenemos altísimas posibilidades de perder. La Corte va a evaluar dos temas: costumbre y actos propios. En la primera nos ganan, porque hace ya décadas que, como de facto, reconocemos ese límite. Y el acto propio se basaría en que el Estado peruano firmó convenios de pescadores y unas notas reversales, reconociendo tácitamente esos límites. Así que no crean que ganamos en La Haya de todas maneras.

Y si perdemos, pues a quedarnos calladitos nomás, nada de piconerías ni más comunicados sin información, mis estimados rojitos y humalistas. Dicho sea de paso… ¿Qué tiene el cura Bambarén que meterse en estos temas? Que se dedique a sus asuntos extramundanos. ¿Cuándo saldremos de estos curas que opinan de todo?

Es que el tema con Chile es muy sensible. La guerra no terminó formalmente en 1884 sino en 1929 con el Tratado, así que realmente acabó para efectos prácticos hace menos de un siglo –antes vivíamos una situación similar a la actual de las dos Coreas– y a los tacneños los maltrataron tanto durante el largo cautiverio que uno habla con ellos y parece que la guerra acabó el miércoles de la semana pasada. Y los chilenos no pretendieron cumplir con su parte del Tratado sino hasta los años finales de Fujimori. Ahora andan buenas gentes y hasta suspenden documentales porque se está negociando el acuerdo aéreo y quieren proteger a su connacional Gildemeister (porque ellos sí lo hacen. Nosotros hemos abandonado a dos empresas privadas peruanas –Graña y SwissPort- expropiadas abusivamente por la débil Bolivia).

Vamos a La Haya, pero fácil podemos perder, ojo.

http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Aldo%20Mari%E1tegui&seccion_nota=8

lunes, marzo 19, 2007

Piden al Gobierno acudir a La Haya por tema marítimo con Chile

Nota: Los peruanos no dejan de sorprender al dejarse arrastrar por demagogos. Por ejemplo, el ex Canciller peruano Rodriguez Cuadros, estuvo en el poder hasta hace un ano, y no llevo el reclamo peruano a un tribunal internacional, pero ahora, exige prontitud de parte del gobierno de Alan Garcia para presentar una demanda internacional contra Chile. Lo que los peruanos no ven, es que en Peru, por apetito politico, no les importa presionar al presidente para que presente una demanda sabiendo que es altamente posible que la pierda, porque precisamente eso es lo que buscan los opositores al gobierno peruano, tirarse al gobierno y hacerse ellos del poder.

En un pronunciamiento público, diversas personalidades expresan su preocupación por el curso de las relaciones con Chile a propósito de este tema y demandan "una actitud que denote firmeza en la defensa de los intereses nacionales".

Diversas personalidades locales, entre intelectuales, políticos, historiadores y diplomáticos, exigieron al gobierno de Alan García presentar "a la brevedad posible", ante la Corte de Justicia de la Haya, una demanda para resolver el diferendo sobre límites marítimos con Chile.

En un pronunciamiento público, los firmantes expresan "su preocupación por el curso de las relaciones con Chile a propósito de la soberanía terrestre y marítima" y demandan al gobierno "una actitud que denote firmeza en la defensa de los intereses nacionales".

En tal sentido, demandaron convocar a "todas las fuerzas políticas y sociales para lograr un consenso nacional" bajo la premisa de que soberanía e integridad territorial "son valores permanentes para afirmar una visión nacional más allá de las percepciones siempre temporales de un gobierno u otro".

Entre los firmantes figuran el ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros, el líder nacionalista Ollanta Humala, el monseñor Luis Bambarén, entre otras figuras públicas.

Como se sabe, el Perú sostiene que los límites marítimos con Chile no están definidos, mientras que este país afirma que la frontera marítima quedó fijada por dos tratados suscritos en 1952 y 1954, los cuales solo son acuerdos de pesca artesanal.

El pronunciamento señala que, ante la negativa del gobierno chileno de iniciar las conversaciones para solucionar este diferendo por los canales diplomáticos, "queda expedito el camino para que se inicie el procedimiento judicial ante la Corte de La Haya, y sea esa instancia la que determine la delimitación formal y definitiva de la frontera marítima".

El documento subraya que la controversia marítima debe ser prioridad de la política exterior del gobierno aprista porque Chile "pretende apropiarse" de una significativa parte del dominio marítimo peruano.

Al respecto, cabe anotar que el presidente García dijo la semana pasada que el diferendo marítmo con Chile debe tratarse con prudencia sin descartar que Perú acuda a La Haya, pero buscando mantener las buenas relaciones con el vecino del sur.

http://www.peru21.com/P21Online/Html/2007-03-19/OnP2Politica0692104.html

Sueltame pasado

Victoria pírrica la del Perú por haber conseguido que el gobierno de Bachelet censurara la emisión de la serie "Epopeya" sobre la guerra del Pacífico. Hay que ser un ciego chovinista para creer que la decisión de La Moneda es un punto a favor de nuestro objetivo de llevar a debate la definición del límite marítimo.

El incidente debería servir de estimulación para revelar la verdad de la conflagración y sacudirnos de las toneladas de relatos heroicos y mentirosos en que consiste nuestra historia oficial, que solo ha conseguido prolongar durante más de 125 años un resentimiento que capitalizan cada cierto tiempo los nacionalistas trasnochados.

Aunque nos duela debemos saber que en pleno conflicto los chilenos tuvieron elecciones y la transición presidencial se produjo sin que se rompiera la unidad de mando, mientras que en Perú hubo golpes de Estado y los caudillos se peleaban hasta por el último centavo que quedaba de las arcas nacionales.

Un extraordinario intento por exponer la verdad es el libro que el peruano Cristóbal Aljovín de Lozada y el chileno Eduardo Cavieres escribieron junto a otros colegas: "Perú-Chile/Chile-Perú: 1820-1920. Desarrollos, políticos, económicos y sociales". Por primera vez historiadores de ambas naciones ensayan una narración conjunta de lo que realmente sucedió. Ya pasó el tiempo de tomar decisiones envenenados por el aguijón de la derrota.

http://www.larepublica.com.pe/content/blogcategory/78/566/

Mas patrioterismo peruano antichileno: Una exagerada epopeya

Nota: Un detalle en este articulo muestra los niveles de ignorancia de las personas que opinan sobre Chile. Este articulista hace referencia a la CIDH, como el tribunal que debera definir el limite maritimo entre Chile y Peru. Pues bien, la CIDH es la Comision Interamericana de Derechos Humanos (que solo analiza abusos contra los derechos personales)!!!! Este pobre "opinologo" debe saber (si supiera algo del asunto) que el tribunal al que hace referencia es el Tribunal Internacional de La Haya. Como se puede considerar seriamente opiniones con errores tan garrafales. Lamentablemente, en Peru esta clase de opiniones -ignorantes- son la norma.

El que los cineastas chilenos hayan preparado una miniserie referida a episodios de la Guerra del 79, no debe preocuparnos demasiado, porque finalmente eso sería estar en contra de la libertad de expresión. Cada uno es libre de decir, pensar, etc., lo que quiera.

La preocupación para los peruanos radica en que la miniserie anunciada no se ciña a los datos heredados de la historia; es decir, no se rija a los principios de la más austera veracidad.

Esto, porque hay un consenso universal que sindica a esa guerra como una inmoralidad, una barbarie perpetrada por el ejército chileno, lo cual no va a aparecer en la miniserie. Si así apareciese, entonces, se podría tomar como una obra televisiva digna de elogios desde todo punto de vista.

El pretexto de algunas autoridades y de los mismos cineastas es que con la serie se pretende un acercamiento entre nuestros dos pueblos. Hay hasta un Acta en la que los ministros peruano y chileno aceptan manipular la historia con finalidades altruistas.
Muy bien si eso fuera así de simple, pero no obstante, consideraríamos que se ha escogido la peor o menos eficaz herramienta para reforzar la amistad peruano-chilena que ahora es más necesaria que nunca entre los países de América.

Lo que Chile debe hacer para acabar con el resquemor y conseguir la paz inmediata con el Perú, es cumplir con tres o cuatro tareas pendientes, y punto.

Digamos, por ejemplo:

1) Arreglar los límites marítimos en el Sur. Chile sabe fehacientemente que los límites sugeridos por sus autoridades no son los legítimos. Si Chile evitara que el Perú tuviera que recurrir a la CIDH y se arreglara en casa el asunto, entonces daría una lección de buena voluntad para deshacer prepotencias, lo cual sería universalmente aclamado.

2.- Frenar su armamentismo. Sobre cualquier explicación que se pretenda, baste saber que los especialistas consideran a Chile como uno de los países más modernamente armados del mundo. ¿Para qué se arma tanto?, es la pregunta.

3.- Cumplir con el Tratado de 1929, algunos ítems pendientes, por ejemplo, lo referente al puerto en Arica a fin de que Tacna ya salga de perdedores y no se siga ahogando en su enclaustramiento.

4.- Evitar que sus inversionistas pretendan crear monopolios en el Perú y evitar que sus empresarios se liguen con nuestras autoridades corruptas de nacimiento, como ha sucedido recientemente en el caso Gildemeister, etc.

Y nada más. Mientras tanto, en torno a lo dicho, a nosotros nos quedaría:

1) Insistir en arreglar lo del mar de Grau. Formar comisiones con juristas o conocedores de estos problemas como Félix Calderón (El Tratado de 1929, La otra historia), Javier Valle-Riestra, Nelson Manrique y otros para que propongan las fórmulas precisas que necesita la CIDH.

2) Nunca alcanzaremos a igualarnos a Chile en armamentismo, pero tampoco podemos estar como estamos. El gobierno deberá trazar políticas audaces para renovar y aumentar nuestro poderío militar, como es de ley.

3.- Preocuparse por Tacna y su puerto en Arica. (Tratado de 1929)

4.- El historiador Cristóbal Aljovín ha dicho muy claramente "Con Chile debemos tener reservas", por lo menos hasta que nos demuestre que no podrían invadirnos alguna vez, como lo pregonan ahora. Frenar las inversiones que en vez de ser soluciones sean problemas. Los inversionistas chilenos ya se han comprado medio Perú en Costa, Sierra y Selva. No prohibir las inversiones, sino vigilarlas, como lo haría, por ejemplo, Israel con la Autoridad Palestina o al revés.

Consecuentemente, el Perú debe redoblar su sistema educativo. Esto significará elevar nuestra cultura cívica y nuestros valores morales: Mejores maestros, mejores alumnos.
Significará ir empujando al vacío, las contradicciones sociales internas, o mejor dicho, la discriminación que existe entre etnias, regiones, grupos culturales, económicos, etc.

Aún no hay nacionalidad. No somos nación porque muchos de quienes hemos nacido en este país, funcionamos como si no fuera así; hay estratos implacables en aceptarse mutuamente, hay muchísimos pobres para quienes el sol nunca asomará a abrigar sus chozas, hay pueblos indígenas que saben que existe el Perú, pero que ignoran que el Perú es la tierra que están pisando. Hay barrios en Lima que han levantado "Muros de Berlín" para aislarse. Todavía el Estado no se dedica a incentivar la integración.
El presidente Alan García dijo recientemente que "el Perú le ganará a Chile…", por supuesto que aclaró de inmediato: "en lo económico". Perfecto que el presidente se haya desinhibido. Cuando mencionamos los problemas con Chile, algunas autoridades y voces de los mass media que nos señalan como antipatriotas o quintacolumnistas; somos resentidos o acomplejados, antichilenos rabiosos.

Qué pobreza de criterios recorre todavía nuestro país, cuando, al contrario, la idea es curar para siempre esta herida abierta.

Mas patrioterismo peruano antichileno: Increíble, empresa chilena efectúa análisis de minerales peruanos y extiende certificados de calidad

El Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (CIMM Perú), subsidiaria de la chilena CIMM, cuyas oficinas comparte con la peruana Cerpar, en el distrito chalaco de La Perla, está encargada de efectuar los análisis de los minerales peruanos y extender certificados de calidad para la exportación, no obstante que esta función le corresponde al Ministerio de Energía y Minas.

Esta es solo una muestra de cómo el capital chileno maneja y se inmiscuye en la economía peruana, y que se revela a consecuencia del interés del país vecino de difundir una miniserie sobre la Guerra del Pacífico.

La TV chilena, por intermedio de un tal Patricio Polanco, ha filmado una miniserie sobre la guerra del Pacífico, bajo el título ostentoso de Epopeya, y se supone que en ella los chilenos darán su versión de los hechos ocurridos durante los cuatro años que duró esta guerra y realzarán a sus combatientes, como héroes y nos pondrán a nosotros como los débiles e ineptos militares. No se discute que cada país tenga el derecho de filmar o escribir libros sobre hechos acaecidos y desde su punto de vista, es un derecho inalienable que respetamos, pero…lo que interesa en esta narración es el momento político y militar. Veamos las razones:

1.- El problema limítrofe con Chile que se ha adueñado de 35,000 km2 del mar peruano, basado en dos Convenios suscritos entre 1952 y 1954 y referidos específicamente a problemas de la pesca entre ambos países.

2.- La segunda sería la línea del Hito No. 1, con que se forma una nueva Región chilena y que en ella incluye más de 35,000 m2 de territorio peruano.

3.- Anteriormente, pese al Tratado de Ancón de 1883 y el incumplido de Tacna de 1929, no se realizó el plebiscito acordado sobre la propiedad de Arica, territorio peruano, pero se quedaron con ella y con Tarapacá, sin discusión alguna.

4.- Hoy estamos invadidos de capitales chilenos en todas las áreas de la economía y comercio, pero no recibimos igual trato en ese país. En Perú la mayoría de bancos tiene capitales chilenos e inclusive Saga Falabella tiene autorización de la SBS de abrir un banco propio.

5.- Los chilenos están adquiriendo grandes propiedades en el departamento de Ica, bajo la modalidad de haber creado sistemas de préstamos, que al no ser cumplidos, pasan a manos de ellos o compras directas: en Ica se ha denunciado la perforación de pozos, contraviniendo la Ley de Aguas, la mayor parte de estos pozos los perforan, adquiriendo pequeños lotes de 5 a 10 hectáreas, en medio de los grandes complejos agroindustriales, causando con ello una falta de agua para el regadío. En los últimos días, después de haber presentado el pisco peruano como chileno, están envasando el pisco de una marca tradicional como es Queirolo, longevo apellido iqueño, copiando inclusive el logotipo que está registrado en Indecopi.

6.- La línea aérea Lan Perú (que no es otra cosa que LAN Chile) con testaferros peruanos, domina el 87% de los vuelos de los aires del Perú, que le fueran entregados, como Cielos Abiertos, gracias a la gestión de un vicepresidente en la época fujimorista, prestándose a la desaparición –combinada con el gobierno de EEUU– que acusaba al propietario de narcotraficante y fue justamente el diario El Comercio, donde el presidente de LAN Perú es casado con la hija de una de las más influyentes accionistas. No dudamos de la culpabilidad del narcotraficante, pero bien podía habérsele impuesto una penalidad económica, equivalente al valor de la Empresa Aérea y sacarla a remate o ser otorgada a los trabajadores de la misma, para que siga funcionando como línea de bandera peruana.

7.- La Marina Mercante del Perú contaba con 64 barcos que podían transportar más de 1’000,000 de TM, pero el neoliberalismo del gobierno de Fujimori los remató y a partir de ese momento quedamos en manos del transporte marítimo chileno, que según hemos leído, acapara más del 80% de la carga peruana.

8.- En la minería, también está presente el capital chileno, con un dato nuevo: en el mismo edificio donde funciona Cerpar, funciona la compañía CIMM-Perú, subsidiaria de CIMM-Chile, que se encarga de efectuar los análisis de los minerales peruanos y extender certificados de calidad, función que le corresponde al MEM y que ha sido cedida a una empresa privada chilena, que –obviamente– podrá modificar la calidad de los minerales y con ello bajar sus precios.

¿Pero a qué se debe esta incursión chilena tan violenta en el Perú?, ¿Por qué se pretende filmar hechos históricos, que siempre tienen dos versiones, la propia y la ajena? ¿A qué se debe la carrera armamentista que inició Chile a partir de la caída de Allende en 1973, y que hoy es la fuerza más poderosa de América Latina? ¿No tienen problemas limítrofes con Argentina, Bolivia sólo pide una salida al mar que le fuera arrebatada en 1879? Con el Perú, hay diferendos creados por ellos, no por el Perú.

¿Entonces qué es lo que buscan? Creemos que en primer lugar, recordando una frase de Pinochet, cuando le preguntaron ¿Hasta dónde llegaba la frontera chilena?, él respondió "Hasta donde llegue el cobre".

Ahora Chile quiere el gas de Camisea y parece que lo va a obtener, ya no con el cuento del "anillo energético", sino con la ampliación del gasoducto hasta Ilo (Moquegua) o desde la Planta de Melchorita, que será GLP, Además, en sus planes está la utilización de las aguas del Titicaca, para irrigar los arenales de Tarapacá y Antofagasta y convertirse en un gran país agroindustrial.

¿Estamos en condiciones de impedir estos arteros ataques que sufrimos permanentemente? La respuesta nos la debe proporcionar el Gobierno, no con cortinas de humo, como la venta del avión presidencial o convertir el Palacio de Gobierno en un Museo o los cientos de ofertas que hace; se requiere de un gobierno patriótico que vele por los intereses de la Patria, no que venda todo lo que tanto sacrificio nos ha costado, como han sido los puertos, aeropuertos, minas, carreteras, etc.

Esta es nuestra realidad, depende de nosotros el pensar en las nuevas generaciones. ¿Qué país les ofreceremos? ¿Tenemos derecho a no darle importancia a ello?

Digamos al unísono, ¡VIVA EL PERÚ!

Chile ganaría en La Haya

Asegura Sergio Romero, ex presidente del Senado Chileno • Miembro del opositor partido Renovación Nacional asegura que el vecino país cuenta con antecedentes jurídicos que ningún tribunal del mundo podrá objetar.

Ante la posibilidad de que el Perú acuda a la Corte de La Haya para solucionar los problemas limítrofes con Chile, el país del sur parece estar muy confiado de tener los antecedentes jurídicos necesarios para objetar cualquier posición contraria a la suya.

El senador chileno del partido Renovación Nacional y ex presidente del Senado, Sergio Romero, no dudó en retar al Perú a tomar la decisión de acudir a la instancia supranacional.

"Ojalá que el gobierno peruano tome la decisión de ir a La Haya. Porque, si así fuese, nosotros tenemos muy claro lo que tenemos que hacer. Contamos con antecedentes jurídicos y de hecho que hacen que nuestra posición sea incontrovertible. Ningún tribunal en el mundo puede objetarla", afirmó el político de derecha al diario chileno La Segunda.

Pero este no fue el único pronunciamiento que podría enturbiar el buen momento de las relaciones entre Perú y Chile.

Cuestionada apertura

El canciller de Chile, Alejandro Foxley, reafirmó el compromiso que tiene su país de establecer una "agenda del siglo XXI" con el Perú, la misma que acogería "los temas que se supongan legítimos".

"Un diálogo no puede ser un diálogo de sordos. Un diálogo supone ponerse en el lugar del otro y aceptar que el otro plantee los temas que a su parecer son legítimos, por lo tanto no vamos a plantear un diálogo con temas excluidos", argumentó Foxley al diario chileno El Mercurio.

Sin embargo, esta idea de aparente apertura al diálogo parece contradictoria cuando añade que la controversia sobre la delimitación marítima para Chile está zanjada hace 50 años "y reafirmada por un conjunto de argumentos posteriores".

En La Haya

Para el jurista y miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Diego García Sayán, el hecho de que el Perú acuda a la Corte de La Haya para solucionar el diferendo marítimo "es un paso bastante delicado".

"Un juicio en La Haya es una estrategia jurídica muy compleja que requiere contar con todos los antecedentes jurisprudenciales de decisiones sobre situaciones parecidas que se hayan resuelto en la instancia supranacional y que permitan sustentar las tesis del Perú sobre los límites marítimos con Chile", explicó el jurista.

Indicó que la presencia del embajador y experto en temas marítimos Jorge Chávez en las audiencias del juicio oral del caso Nicaragua-Honduras –países que atraviesan problemas de delimitación de fronteras marítimas– podría ser un precedente de la intención peruana de estudiar sus posibilidades ante el organismo internacional.

"Yo no digo qué es lo que la Cancillería tiene que hacer, pero cualquiera que sea la decisión que tome se debe realizar con energía y solidez apuntando a ganar", puntualizó García Sayán.

Concluyó que el solo hecho de que para el Perú no exista un límite marítimo definido en un acuerdo entre países "ya es un dato político y jurídico suficiente para que el tema deba incorporarse a la agenda bilateral".

Ante Comisión

Aunque en la víspera el ministro de Relaciones Exteriores, José Antonio García Belaunde, no quiso pronunciarse sobre las declaraciones de su homólogo chileno y las del senador Romero, hoy acudirá a la citación hecha por la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso para informar sobre los diversos temas vinculados a la política exterior del Perú, entre los que no faltarán los asuntos pendientes en cuanto a la delimitación marítima con Chile.

Datos

CASOS. En los últimos quince años la Corte de La Haya ha albergado siete denuncias sobre problemas limítrofes tanto en América como en Europa y África.

LÍMITES. Uno de estos casos es el que enfrenta a Nicaragua con Honduras por los límites marítimos y cuya audiencia terminará el próximo 24 de marzo.

PAÍSES. Otras naciones que afrontan juicios son Rumania y Ucrania, Nigeria y Benín, Nigeria y Camerún, entre otras.

http://www.larepublica.com.pe/content/view/148246/483/

Con la chiva (excusa) del odio

Piluchos (desnudos) furiosos

“Epopeya” o el tiro por la culata

Debería darle las gracias, señor canciller. Y lo digo con respeto. Por la enorme difusión que su gesto le dio a un documental que TVN había promocionado sólo tímidamente. Pero no lo haré. Porque al igual que todos los involucrados, los que hicimos “Epopeya” hemos perdido. Ninguno de los actores de este acto hemos salido bien parados.

Usted ha perdido, porque ha dejado en mal pie a su repartición, que ahora aparece como débil y partidaria e instigadora de la censura. Y sí, fue censura. El diccionario la define así: acción de examinar una obra destinada al público, suprimiendo o modificando la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos, morales o religiosos, para determinar si se puede o no publicar o exhibir.

Durante los doce años que trabajé en el departamento de prensa de TVN, la definíamos también como “la alteración de cualquier elemento de la pauta programada, realizada a instancias de un elemento externo al departamento”.

Créame, señor canciller, fueron años de dar la lucha contra la insoportable tentación de los políticos de turno de interferir con nuestros criterios. Y la dimos. Y casi siempre ganamos. Ahora usted ha dañado eso por lo que decenas de periodistas, productores, camarógrafos, asistentes y choferes de prensa luchamos. Porque en ese departamento, del primero al último, éramos celosos guardianes de nuestra independencia. Y usted la lesionó gravemente. Lamentablemente, el público no excluirá de sus cuestionamientos al departamento de prensa de TVN. Será TVN a secas. Y, para peor, lo hizo sin saber cuál era el contenido de “Epopeya”.

También perdió el directorio del canal público, porque su autonomía ha sido seriamente lesionada ante el único juez realmente autorizado para pedirle cuentas: su audiencia. En palabras del ex Presidente Frei, fue improvisación. Resulta inaceptable que conociendo el proyecto y su contenido, el directorio tuviese que reunirse dos veces a instancia suya, para finalmente postergar la emisión del programa. Dicho sea de paso, si durante 128 años las relaciones entre Perú y Chile han sido ahí no más, usted deberá obrar maravillas para que mejoren hasta el punto de emitir el documental este año, como se ha prometido.

Ha perdido también el Gobierno, que aparece como ignorante de su iniciativa. Y los que no creen en esa ignorancia, catalogan al Ejecutivo de cómplice. Si no lo sabía, debió saberlo. Si lo sabía, no debió permitirlo, así de simple. Su frase, sobre mirar hacia el futuro, contradice diametralmente uno de los lemas de la Concertación: no hay mañana sin ayer. Ahora da la impresión de que revisamos el ayer cuando nos conviene. También perdieron los ciudadanos de Bolivia y Perú. Porque no podrán ver, por ahora, una realización que recogía su opinión, su sentir, sus anhelos, sus impresiones, sobre un conflicto que aún pesa en nuestras relaciones. La postergación de “Epopeya” es una prueba más de que aún no superamos esa guerra.

Nuestras relaciones bilaterales también han sido dañadas. Porque el tema ha surgido como un nuevo punto de conflicto, animando la aparición de discursos ultranacionalistas y xenófobos que no contribuyen en nada a mejorarlas.

Pero, parafraseando a Benedetti, nosotros, los que hicimos “Epopeya”, somos los que hemos perdido más. No sólo porque velamos desde el principio por incluir la visión de nuestros vecinos, tratando de hacer un producto interesante y constructivo. No sólo porque reflejamos distintas opiniones en los tres países, sino también las divergencias al interior de esos países. No sólo porque mostramos los flancos débiles de la historiografía chilena, peruana y boliviana, que mantienen un discurso anclado en el surgimiento del Estado nación y no de un mundo integrado y globalizado donde se coopera en un marco de respeto a las diferencias. Tampoco por haber hecho un recuento de las batallas de esa guerra, que a fin cuentas sobre ellas se forjó gran parte del carácter nacional. Ni por haber dado fidedigna cuenta de los abusos que esas tropas cometieron en la ocupación de Lima, porque creo que conocerlos y reconocerlos impedirá que alguna vez se repitan.

Nosotros hemos perdido más porque ahora, quienes vean el documental, no podrán librarse del prejuicio. Y como todos, buscarán en él algo que confirme ese prejuicio. Su gesto echó por tierra gran parte de nuestros esfuerzos. No crea que no me pongo en sus zapatos. Quizás haya algo absolutamente desconocido que podría comprometer la seguridad nacional o la supervivencia de nuestro país, que usted sabe y yo no, que eventualmente podría justificar algún reparo de su parte. Pero usted no nos lo ha dicho. La diferencia entre nuestras posturas es que yo quiero que vea “Epopeya” y quiero saber qué razones hubo para censurarla. Y usted no quiere verla ni quiere darnos una explicación convincente de por qué pidió su postergación sin haberla visto. LND

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20070318/pags/20070318014011.html
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.