Nota: Un detalle en este articulo muestra los niveles de ignorancia de las personas que opinan sobre Chile. Este articulista hace referencia a la CIDH, como el tribunal que debera definir el limite maritimo entre Chile y Peru. Pues bien, la CIDH es la Comision Interamericana de Derechos Humanos (que solo analiza abusos contra los derechos personales)!!!! Este pobre "opinologo" debe saber (si supiera algo del asunto) que el tribunal al que hace referencia es el Tribunal Internacional de La Haya. Como se puede considerar seriamente opiniones con errores tan garrafales. Lamentablemente, en Peru esta clase de opiniones -ignorantes- son la norma.
El que los cineastas chilenos hayan preparado una miniserie referida a episodios de la Guerra del 79, no debe preocuparnos demasiado, porque finalmente eso sería estar en contra de la libertad de expresión. Cada uno es libre de decir, pensar, etc., lo que quiera.
La preocupación para los peruanos radica en que la miniserie anunciada no se ciña a los datos heredados de la historia; es decir, no se rija a los principios de la más austera veracidad.
Esto, porque hay un consenso universal que sindica a esa guerra como una inmoralidad, una barbarie perpetrada por el ejército chileno, lo cual no va a aparecer en la miniserie. Si así apareciese, entonces, se podría tomar como una obra televisiva digna de elogios desde todo punto de vista.
El pretexto de algunas autoridades y de los mismos cineastas es que con la serie se pretende un acercamiento entre nuestros dos pueblos. Hay hasta un Acta en la que los ministros peruano y chileno aceptan manipular la historia con finalidades altruistas.
Muy bien si eso fuera así de simple, pero no obstante, consideraríamos que se ha escogido la peor o menos eficaz herramienta para reforzar la amistad peruano-chilena que ahora es más necesaria que nunca entre los países de América.
Lo que Chile debe hacer para acabar con el resquemor y conseguir la paz inmediata con el Perú, es cumplir con tres o cuatro tareas pendientes, y punto.
Digamos, por ejemplo:
1) Arreglar los límites marítimos en el Sur. Chile sabe fehacientemente que los límites sugeridos por sus autoridades no son los legítimos. Si Chile evitara que el Perú tuviera que recurrir a la CIDH y se arreglara en casa el asunto, entonces daría una lección de buena voluntad para deshacer prepotencias, lo cual sería universalmente aclamado.
2.- Frenar su armamentismo. Sobre cualquier explicación que se pretenda, baste saber que los especialistas consideran a Chile como uno de los países más modernamente armados del mundo. ¿Para qué se arma tanto?, es la pregunta.
3.- Cumplir con el Tratado de 1929, algunos ítems pendientes, por ejemplo, lo referente al puerto en Arica a fin de que Tacna ya salga de perdedores y no se siga ahogando en su enclaustramiento.
4.- Evitar que sus inversionistas pretendan crear monopolios en el Perú y evitar que sus empresarios se liguen con nuestras autoridades corruptas de nacimiento, como ha sucedido recientemente en el caso Gildemeister, etc.
Y nada más. Mientras tanto, en torno a lo dicho, a nosotros nos quedaría:
1) Insistir en arreglar lo del mar de Grau. Formar comisiones con juristas o conocedores de estos problemas como Félix Calderón (El Tratado de 1929, La otra historia), Javier Valle-Riestra, Nelson Manrique y otros para que propongan las fórmulas precisas que necesita la CIDH.
2) Nunca alcanzaremos a igualarnos a Chile en armamentismo, pero tampoco podemos estar como estamos. El gobierno deberá trazar políticas audaces para renovar y aumentar nuestro poderío militar, como es de ley.
3.- Preocuparse por Tacna y su puerto en Arica. (Tratado de 1929)
4.- El historiador Cristóbal Aljovín ha dicho muy claramente "Con Chile debemos tener reservas", por lo menos hasta que nos demuestre que no podrían invadirnos alguna vez, como lo pregonan ahora. Frenar las inversiones que en vez de ser soluciones sean problemas. Los inversionistas chilenos ya se han comprado medio Perú en Costa, Sierra y Selva. No prohibir las inversiones, sino vigilarlas, como lo haría, por ejemplo, Israel con la Autoridad Palestina o al revés.
Consecuentemente, el Perú debe redoblar su sistema educativo. Esto significará elevar nuestra cultura cívica y nuestros valores morales: Mejores maestros, mejores alumnos.
Significará ir empujando al vacío, las contradicciones sociales internas, o mejor dicho, la discriminación que existe entre etnias, regiones, grupos culturales, económicos, etc.
Aún no hay nacionalidad. No somos nación porque muchos de quienes hemos nacido en este país, funcionamos como si no fuera así; hay estratos implacables en aceptarse mutuamente, hay muchísimos pobres para quienes el sol nunca asomará a abrigar sus chozas, hay pueblos indígenas que saben que existe el Perú, pero que ignoran que el Perú es la tierra que están pisando. Hay barrios en Lima que han levantado "Muros de Berlín" para aislarse. Todavía el Estado no se dedica a incentivar la integración.
El presidente Alan García dijo recientemente que "el Perú le ganará a Chile…", por supuesto que aclaró de inmediato: "en lo económico". Perfecto que el presidente se haya desinhibido. Cuando mencionamos los problemas con Chile, algunas autoridades y voces de los mass media que nos señalan como antipatriotas o quintacolumnistas; somos resentidos o acomplejados, antichilenos rabiosos.
Qué pobreza de criterios recorre todavía nuestro país, cuando, al contrario, la idea es curar para siempre esta herida abierta.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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