La denuncia de EXPRESO sobre la presencia financiera de Chile en la región de Tacna, así como respecto a los métodos de otorgar “nacionalidad” ofrecidos por el vecino del sur a los pobladores de la “Ciudad Heroica”, debe poner en alerta a políticos y autoridades de nuestro país.
Todo indica entonces que no estamos ante ingenuos préstamos de la banca mapochina proporcionados a peruanos residentes en Tacna con el objeto que adquieran vehículos o viviendas más baratas que en su tierra, abran una empresa, o consigan visas para viajar a Europa, a cambio de tramitar su naturalización como ciudadanos chilenos. Se trataría más bien de un oscuro plan de penetración de Chile dirigido no sólo a debilitar el patriotismo tacneño sino a convertir progresivamente a esta región peruana en chilena.
Ante esta coyuntura hay que reconocer el patriotismo y valentía de la Asociación de ex Plebiscitarios de Tacna y Arica que ha repudiado –con energía– esta situación denigrante al exponer el caso a la opinión pública. Ante ello periodistas de EXPRESO viajaron a Tacna para recoger testimonios de los tacneños dignos que mantienen intacto su amor a la Patria, sentimiento que viene de su histórica participación por la causa de la Independencia Nacional, es decir sesenta años antes de la Guerra del Pacífico. EXPRESO recogió así el testimonio de muchos tacneños que lamentan que la sangre derramada por sus antepasados hoy sea mancillada por algunos que ignoran su legado.
Lo cierto es que se ha comprobado que familias tacneñas se han nacionalizado chilenas y que, si bien siguen viviendo en Tacna, gozan de los beneficios que les ofrece el ser chileno, como contar con facilidades para adquirir desde camionetas 4x4 a una casa. Además, peruanos indocumentados –o con documentos que no están en regla– han tramitado ante Chile sus papeles y allí se les ha proporcionado una cédula de identidad que señala, por ejemplo, que como chilenos la salud y la educación les son gratuitas. ¿No es ésta una estrategia expansionista de Chile? Creemos conveniente que se investigue efectivamente el grado de penetración chilena en Tacna y cuántos peruanos han caído en la trampa de nacionalizarse chilenos.
Abona a la gravedad del caso que un funcionario del Consulado General de Chile en Tacna haya corroborado esta información, al dar detalles de este tipo de nacionalizaciones a un periodista de EXPRESO que logró grabar sus palabras sin que éste lo reparara. El funcionario chileno confirmó alegremente que hay requisitos ad hoc diseñados para nacionalizar a los tacneños mediante trámites que apenas demoran entre treinta y cuarenta días, luego de lo cual aquellos ciudadanos obtendrán beneficios como recibir préstamos para comprar toda clase de bienes en Chile, instalar una empresa, o hasta trabajar. Es decir, todos los derechos de un ciudadano chileno común y corriente.
Las autoridades peruanas tienen la palabra.
jueves, marzo 13, 2008
Chilenos y peruanos (Estricto orden alfabético)
Está corriendo por el ciberespacio un correo electrónico muy interesante y, aunque al principio no lo parezca, muy crítico hacia los peruanos, además de que nos pinta de cuerpo entero. Reproduzco algunos de sus parágrafos:
Herederos (los peruanos) de un pasado prehispánico único en América que se remonta a 4,000 años A.C. Nación de ingentes riquezas, altas culturas, suprema orfebrería, notable desarrollo metalúrgico, envidiables técnicas arquitectónicas. País que había desarrollado incluso teatro, artes y ciencias mundialmente reconocidas...
Bueno, huevada y media, ya que ni siquiera conocimos la rueda ni la escritura. Pero bueno, sigue el correo:
Fuimos increíblemente vencidos por Chile, recientísima nación, angostísima tripa, un parásito pobrísimo, insignificante y misérrimo, sin historia ni pasado. (...) El Perú debío haber aplastado a Chile (claro, “debió”) como un elefante a una cucaracha. (...) Chile nunca debió haberse atrevido a guerrear contra nuestro Perú...“.
Pero se atrevió, pues, y con magníficos resultados. ¡Si sólo los sapientísimos orfebres y metalurgistas tahuantinsuyanos se hubieran dedicado a fabricar lanzas, flechas y cachiporras en lugar de coronitas para el Inca que los pisaba...!
Aquí cabe que me copie un poco un párrafo de la novela de Isaac Asimov, Los Propios Dioses, variándolo un poco y aplicado a nosotros: ”...nos desarma una nostalgia por un pasado bucólico que nunca existió realmente y que de haber existido, nunca podría volver a existir. En algunos aspectos, gran parte de nuestra riqueza fue destruida por nosotros mismos, y nos conformamos con los restos y sentimos miedo, mucho miedo. En Chile no hay pasado con el cual soñar. No hay otra dirección que no sea hacia delante“.
Y aquí estamos, los perdedores de siempre. Y nada podrá cambiar eso. Lo llevamos dentro, es genético. Claro, hubo una semiexcepción cuando en 1941 le ganamos una guerrita al Ecuador. Invadimos su territorio y procedimos a hacer lo que siempre hemos criticado a ”los ladrones de los chilenos“: camiones del ”gloriosísimo“ Ejército peruano cargados hasta reventar con productos saqueados a las tiendas y negocios ecuatorianos. Claro, al final, se cumplió nuestro destino impajaritable de perdedores y huevones. Perdimos territorio. ¿Se imaginan? ¡Ganamos una guerra y perdimos territorio! Eso sólo nos pasa a nosotros. Ecuador ganó. ¿Y qué territorio le cedimos? Pues, precisamente, el que estaba cargado de petróleo. Gracias a esa guerra que ”ganamos“, Ecuador es ahora un país productor de petróleo y nosotros estamos jodidos.
Y ahora contemplamos horrorizados cómo los ”heroicos“ tacneños se naturalizan chilenos por las ventajas que el ”país hermano“ les ofrece. Clamamos al cielo y maldecimos a los ”traidores“. ¿No se les ocurre que cada uno es dueño de su propia nacionalidad y de vivir donde coño le dé la gana?
Yo me pregunto, ¿por qué no hicimos lo mismo nosotros antes que los chilenos? Por lo que ya todos sabemos: porque no se nos ocurrió. Por eso somos perdedores.
Hasta más vernos.
Articulo original
Herederos (los peruanos) de un pasado prehispánico único en América que se remonta a 4,000 años A.C. Nación de ingentes riquezas, altas culturas, suprema orfebrería, notable desarrollo metalúrgico, envidiables técnicas arquitectónicas. País que había desarrollado incluso teatro, artes y ciencias mundialmente reconocidas...
Bueno, huevada y media, ya que ni siquiera conocimos la rueda ni la escritura. Pero bueno, sigue el correo:
Fuimos increíblemente vencidos por Chile, recientísima nación, angostísima tripa, un parásito pobrísimo, insignificante y misérrimo, sin historia ni pasado. (...) El Perú debío haber aplastado a Chile (claro, “debió”) como un elefante a una cucaracha. (...) Chile nunca debió haberse atrevido a guerrear contra nuestro Perú...“.
Pero se atrevió, pues, y con magníficos resultados. ¡Si sólo los sapientísimos orfebres y metalurgistas tahuantinsuyanos se hubieran dedicado a fabricar lanzas, flechas y cachiporras en lugar de coronitas para el Inca que los pisaba...!
Aquí cabe que me copie un poco un párrafo de la novela de Isaac Asimov, Los Propios Dioses, variándolo un poco y aplicado a nosotros: ”...nos desarma una nostalgia por un pasado bucólico que nunca existió realmente y que de haber existido, nunca podría volver a existir. En algunos aspectos, gran parte de nuestra riqueza fue destruida por nosotros mismos, y nos conformamos con los restos y sentimos miedo, mucho miedo. En Chile no hay pasado con el cual soñar. No hay otra dirección que no sea hacia delante“.
Y aquí estamos, los perdedores de siempre. Y nada podrá cambiar eso. Lo llevamos dentro, es genético. Claro, hubo una semiexcepción cuando en 1941 le ganamos una guerrita al Ecuador. Invadimos su territorio y procedimos a hacer lo que siempre hemos criticado a ”los ladrones de los chilenos“: camiones del ”gloriosísimo“ Ejército peruano cargados hasta reventar con productos saqueados a las tiendas y negocios ecuatorianos. Claro, al final, se cumplió nuestro destino impajaritable de perdedores y huevones. Perdimos territorio. ¿Se imaginan? ¡Ganamos una guerra y perdimos territorio! Eso sólo nos pasa a nosotros. Ecuador ganó. ¿Y qué territorio le cedimos? Pues, precisamente, el que estaba cargado de petróleo. Gracias a esa guerra que ”ganamos“, Ecuador es ahora un país productor de petróleo y nosotros estamos jodidos.
Y ahora contemplamos horrorizados cómo los ”heroicos“ tacneños se naturalizan chilenos por las ventajas que el ”país hermano“ les ofrece. Clamamos al cielo y maldecimos a los ”traidores“. ¿No se les ocurre que cada uno es dueño de su propia nacionalidad y de vivir donde coño le dé la gana?
Yo me pregunto, ¿por qué no hicimos lo mismo nosotros antes que los chilenos? Por lo que ya todos sabemos: porque no se nos ocurrió. Por eso somos perdedores.
Hasta más vernos.
Articulo original
miércoles, marzo 12, 2008
Inversión extranjera en Perú: sale más de lo que entra
La última Nota de Estudios # 14 del BCR trae información de particular relevancia: es la que detalla el comportamiento de la Inversión Extranjera Directa (IED) para el periodo 2003-2007 en lo que concierne a las inversiones efectuadas y las remesas de capitales al exterior. En otras palabras, nos permite apreciar los flujos de entrada y salida de la IED.
Lo primero que salta a la vista es que la IED ha venido aumentando en los últimos años, pasando de US$ 1,275 a US$ 5,343 millones del 2003 al 2007 (ver rubro # 1 del cuadro). El total acumulado para el periodo ha sido de US$ 14,263 millones, una de las más importantes en los últimos años.
Pero no solo hay que analizar la entrada de IED, sino también cuál es el monto de utilidades que las empresas extranjeras han obtenido en el Perú. Vemos que las utilidades también aumentaron de US$ 1,112 a US$ 4,696 millones del 2003 al 2007 (rubro # 2), lo que nos da un total de US$ 22,315 millones para dicho periodo.
Un primer análisis nos dice que las utilidades fueron mayores que las inversiones en US$ 8,052 millones (22,315 – 14,263). En otras palabras: el flujo neto es ampliamente favorable a la IED.
Pero la Nota # 14 también proporciona información desagregada sobre las utilidades de las empresas extranjeras, la que antes no se consignaba (el pedido de publicación de esa información fue hecho varias veces en esta columna). En efecto, se consignan las Utilidades Reinvertidas (rubro 2.a), son las utilidades que no se remesaron al extranjero y fueron reinvertidas en el país. Esa cifra también ha aumentado en los últimos años, llegando a US$ 4,696 millones en el 2007 y nos da un total de US$ 12,275 millones para el periodo.
La información sobre las Utilidades Reinvertidas permite conocer las utilidades efectivamente remesadas al extranjero (o que continúan retenidas), que también han venido aumentando y fueron US$ 3,169 millones en el 2007 (rubro 2.b). Así, del 2003 al 2007, estas alcanzaron un total de US$ 10,040 millones.
Finalmente, es importante ubicar la magnitud total de la IED en el Perú con respecto a la inversión privada total (nacional y extranjera), que en el 2007 fue el 20% de un PBI de US$ 109,000 millones, es decir, US$ 21,800 millones. Así en el 2007 la IED representó el 25% del total de la inversión en el Perú (5343 / 21,800).
Una de las primeras conclusiones es que, de los US$ 14,263 millones invertidos, US$ 12,275 millones provienen de las utilidades generadas en el Perú. Esto equivale al 86% (12,275 / 14,463) y puede leerse también así: de cada 100 dólares invertidos del 2003 al 2007 por las empresas extranjeras, 86 dólares fueron generados aquí (rubro 3). Una segunda conclusión es que la IED nueva (que no proviene de la reinversión de utilidades) asciende solo a US$ 1,988 millones en el periodo (rubro 4).
Si comparamos estas cantidades con las utilidades remesadas y/o retenidas (que provienen sobre todo del sector minero), US$ 10,040 millones, apreciamos que el país no está obteniendo los frutos adecuados de la IED: las inversiones totales de US$ 14,263 millones (incluyendo reinversión) son mucho menores que las utilidades de US$ 22,315 millones. Eso debe revertirse.
Artículo original
Lo primero que salta a la vista es que la IED ha venido aumentando en los últimos años, pasando de US$ 1,275 a US$ 5,343 millones del 2003 al 2007 (ver rubro # 1 del cuadro). El total acumulado para el periodo ha sido de US$ 14,263 millones, una de las más importantes en los últimos años.
Pero no solo hay que analizar la entrada de IED, sino también cuál es el monto de utilidades que las empresas extranjeras han obtenido en el Perú. Vemos que las utilidades también aumentaron de US$ 1,112 a US$ 4,696 millones del 2003 al 2007 (rubro # 2), lo que nos da un total de US$ 22,315 millones para dicho periodo.
Un primer análisis nos dice que las utilidades fueron mayores que las inversiones en US$ 8,052 millones (22,315 – 14,263). En otras palabras: el flujo neto es ampliamente favorable a la IED.
Pero la Nota # 14 también proporciona información desagregada sobre las utilidades de las empresas extranjeras, la que antes no se consignaba (el pedido de publicación de esa información fue hecho varias veces en esta columna). En efecto, se consignan las Utilidades Reinvertidas (rubro 2.a), son las utilidades que no se remesaron al extranjero y fueron reinvertidas en el país. Esa cifra también ha aumentado en los últimos años, llegando a US$ 4,696 millones en el 2007 y nos da un total de US$ 12,275 millones para el periodo.
La información sobre las Utilidades Reinvertidas permite conocer las utilidades efectivamente remesadas al extranjero (o que continúan retenidas), que también han venido aumentando y fueron US$ 3,169 millones en el 2007 (rubro 2.b). Así, del 2003 al 2007, estas alcanzaron un total de US$ 10,040 millones.
Finalmente, es importante ubicar la magnitud total de la IED en el Perú con respecto a la inversión privada total (nacional y extranjera), que en el 2007 fue el 20% de un PBI de US$ 109,000 millones, es decir, US$ 21,800 millones. Así en el 2007 la IED representó el 25% del total de la inversión en el Perú (5343 / 21,800).
Una de las primeras conclusiones es que, de los US$ 14,263 millones invertidos, US$ 12,275 millones provienen de las utilidades generadas en el Perú. Esto equivale al 86% (12,275 / 14,463) y puede leerse también así: de cada 100 dólares invertidos del 2003 al 2007 por las empresas extranjeras, 86 dólares fueron generados aquí (rubro 3). Una segunda conclusión es que la IED nueva (que no proviene de la reinversión de utilidades) asciende solo a US$ 1,988 millones en el periodo (rubro 4).
Si comparamos estas cantidades con las utilidades remesadas y/o retenidas (que provienen sobre todo del sector minero), US$ 10,040 millones, apreciamos que el país no está obteniendo los frutos adecuados de la IED: las inversiones totales de US$ 14,263 millones (incluyendo reinversión) son mucho menores que las utilidades de US$ 22,315 millones. Eso debe revertirse.
Artículo original
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.