En Perú, en 1996 se privatizaron los lotes productores de Petroperú y la refinería La Pampilla. Antes, ya se habían privatizado la flota naviera, los grifos y la compañía Sol Gas. Antes de privatizar los lotes (de 1992 a 1995), Petroperú invirtió en ellos más de US$ 200 millones para hacerlos más atractivos al inversionista extranjero. Pero de 1996 al 2005, Petroperú solo invirtió US$ 108 millones. En Chile, en marzo de 1998 se firmó un Acuerdo Estratégico entre la estatal ENAP y sus trabajadores, con la presencia del presidente Frei. Se acordó la no privatización y la gestión participativa; se definió el desarrollo de nuevos negocios y que no habría despidos. De 1996 a 2005, ENAP invirtió US$ 2,200 millones, 20 veces más que su par peruano.
En el 2002, en su Plan Estratégico, ENAP se fijó como objetivo aumentar el valor de sus activos (US$ 2,157 millones) en un 50% y contribuir al fisco US$ 700 millones hasta el 2006. Los objetivos de inversión de la empresa fueron: (i) explorar nuevos campos de hidrocarburos, tanto en Chile como en el extranjero; (ii) ampliar la capacidad de refinación, y (iii) mejorar la calidad de la producción.
Los objetivos se lograron: en el 2006 el valor de la compañía fue de US$ 3,442 millones (60% más) y se entregó al Estado US$ 771 millones. Las inversiones sumaron US$ 1,365 millones y los impuestos pagados del 2002 al 2006 fueron US$ 969 millones. Hace pocas semanas, ENAP anunció que del 2007 al 2011 proyecta aumentar su valor en otro 50%, para totalizar US$ 5,481 millones y realizará inversiones por US$ 4,500 millones (US$ 1,429 millones en refinación y US$ 856 millones en exploración y producción). Todas las inversiones realizadas por ENAP desde 1998 no han significado pérdida de valor accionario del Estado.
ENAP produce 22,000 barriles diarios (BD) en el extranjero (Argentina, Ecuador, Venezuela) y solo 3,000 BD en Chile. Las tres refinerías chilenas (Aconcagua, Bío Bío y Gregorio) son de ENAP y procesan 230,000 BD con la mejor tecnología de Sudamérica. Además, ENAP ahora comercializa sus gasolinas en Perú y Ecuador, a través de Primax, en alianza con el Grupo Romero de Perú. A diferencia de Chile, en Perú los neoliberales, como no pudieron privatizar toda la empresa en 1996-98 debido a la oposición popular, la boicotearon (el Fonafe del MEF, dueño de Petroperú, es su principal liquidador). Como muestra un botón: la escasa inversión de la empresa, a la que últimamente le quitaron una de sus bocas de salida (su contrato con Mobil).
En algo han cambiado las cosas con este gobierno, pues se ha dejado de lado la privatización y se ha firmado una alianza estratégica con Petrobrás, pero aún no hay nada concreto. Hace 7 años que se habla de modernizar Talara, pero tampoco hay nada concreto aún (se habla de una "sociedad de propósitos específicos" que no se sabe en qué consiste).
Mientras aquí los neoliberales exigían que se cumpla el dogma de la subsidiariedad de la actividad empresarial del Estado para privatizar Petroperú, seguro que en Chile el pragmatismo de su clase política y técnica se reía de nosotros, potenciando a ENAP (y a la estatal Codelco, la primera empresa de cobre del mundo). Ahora que "hablamos" de modernizar a Petroperú, la cosa sigue a paso de tortuga (quizá porque los esfuerzos siguen puestos en lo que puede hacer la inversión extranjera). Mientras tanto, ENAP sigue avanzando. Por eso decimos que la comparación es odiosa.
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