Tomado de diario El Comercio, Lima - Perú
La agenda bilateral se ha vuelto más intensa desde la reciente visita del presidente electo Alan García a Chile, dice presidente de la Cámara de Comercio Peruano-Chilena
Primero, el canciller chileno Alejandro Foxley expresa abiertamente el deseo de su país de firmar un tratado de libre comercio (TLC) con el Perú. Seguidamente, este mismo funcionario manifiesta que existe la intención de regresar a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) como miembro asociado. Para Eduardo Scerpella, presidente de la Cámara de Comercio Peruano-Chilena, estos indicios son positivos, pues desde su punto de vista un acercamiento con el país del sur será positivo.
Chile tendría la intención de reincorporarse a la CAN como miembro asociado. ¿Esto reforzará el bloque andino?
Efectivamente, eso reforzará la posición del bloque, sobre todo ahora que hay una negociación pendiente con la Unión Europea. Además, sería un mensaje claro para el resto de nuestros socios comerciales de que somos un bloque que se consolida, que la CAN no era una unión de países que iba a fracasar.
Las negociaciones pendientes con la UE están caminando por una buena senda.
El ingreso de Chile a la CAN permitiría enriquecer nuestra negociación gracias a su experiencia y va a darle mayor valor, pues nos convertiría en un mercado de mayor envergadura. Adicionalmente, se abren mayores posibilidades de negocios en el mercado de la Cuenca del Pacífico. Allí está el verdadero mercado.
El viceministro de Comercio Exterior de Chile, Carlos Furche, ya expresó el deseo de trabajar junto con el Perú para llegar a la Cuenca del Pacífico.
Esto es parte del balance que se hizo en el evento organizado por la cámara hace una semana. La población del país no está bien informada de la relación favorable con Chile y que eso no tiene nada que ver con chauvinismos ni politiquería. Teniendo en cuenta que la relación entre ambos países es larga, que tiene algunas heridas y temas pendientes, nosotros proponemos que eso no afecte los temas comerciales. El Perú tiene mucho que enseñar a Chile, sobre todo en el tema del agro y sobre cómo nos volvimos una potencia agroexportadora.
Pero Chile es ya una potencia en ese sector.
De frutas.
Eso es lo que demanda el mercado internacional.
Pero el Perú tiene las hortalizas y a nosotros nos ha tomado un corto plazo desarrollarnos. Además, somos bastante más eficientes en el uso de los recursos. Tenemos incluso despoblada la costa para seguir sembrando y tenemos agua que viene de la cordillera a montones. Ellos están estudiando el fenómeno de la agroexportación peruana.
Y nosotros, ¿cómo nos beneficiamos de ese aprendizaje chileno?
Ellos también tienen cosas que contarnos. El éxito no les salió gratis; mucha gente se quedó en el camino. De esa experiencia hay mucho por aprender. El otro gran paso será identificar en qué somos complementarios.
Pero esta complementariedad es solo en casos específicos. En otros campos la competencia suele ser muy agresiva.
En el sector minero ellos se entienden solos. Pero, en casos como la acuicultura, el Perú cuenta con un potencial inmenso. Somos el principal productor de harina y aceite de pescado del mundo y no tenemos desarrolladas investigaciones de alimentos. Ellos sí lo han hecho con el salmón y otras especies.
¿De qué manera nos pueden ayudar?
Con tecnología e investigación. Conozco a gente del sector minero que quiere diversificar sus inversiones en acuicultura y, específicamente, en la selva, pero no hay los conocimientos necesarios.
¿Esto es suficiente para competir juntos en el Asia?
El canciller chileno (Alejandro) Foxley ya propuso al presidente García formar una alianza para enfrentar el Asia. Entre el Asia y la India existen 2.500 millones de habitantes. En la India y la China debe haber un crecimiento poblacional de 6% o 7% anual. Son grandes países consumidores y el Perú tiene con Chile una frontera común con el Asia: el Pacífico. El Perú tendrá un puerto como el Callao extraordinario y podríamos, sin ningún temor, ofrecer en algún momento servicios portuarios a Chile. Quizá luego sea más barato que Chile traiga en barcos chicos mercancía para ser llenada en los grandes barcos del Callao.
¿Pero por qué no podemos llegar solos?
En algunos casos creo que sí podemos ir solos, pero la gran demanda asiática será importantísima. Al Asia le gusta negociar con regiones, porque así garantizan un abastecimiento. Explorar el Asia no es cosa fácil, sobre todo llegar a los reales consumidores. Está el tema del idioma y nosotros estamos un poco retrasados. Nuestra población debería aprender el mandarín y el idioma de la India (hindi). Sé que en Chile ya lo están haciendo con sus niños y universitarios, y nosotros debemos prepararnos
Sobre el capítulo de inversiones, ellos mantienen inversiones en territorio peruano de US$4.000 millones. Nosotros en territorio chileno llegamos solo a US$50 millones. ¿Qué hacer?
Tenemos que entender la relación Perú-Chile en el ámbito comercial y también en el de inversiones, según la competencia de ambos. En el comercial, Perú vende más a Chile que ellos a nosotros.
Pero es algo muy reciente.
Hace tres años que la balanza comercial es en beneficio del Perú. Esto debido a la incorporación de algunos componentes de minerales que no se vendían antes, como el molibdeno y otros. Estos hicieron la balanza favorable a nosotros. El comercio está en US$2.000 millones anuales: el Perú vende unos US$1.200 millones. Chile es el tercer socio comercial del Perú y el Perú es el segundo socio comercial de Chile en su venta de manufacturas.
Considerando que somos sus proveedores en materia prima, ¿eso no crea igualmente una relación asimétrica?
Sí, pero ese es un tema que nosotros debemos solucionar como peruanos, el poner mayor énfasis en elevar nuestras exportaciones con valor agregado. La realidad es que somos exportadores de materias primas. Esto no solo ocurre con Chile, sino con el resto del mundo. Yo aplaudo la sana competencia que quiere imponer el presidente electo entre el Perú y Chile porque eso genera valor y trabajo.
¿Pero y el tema de las inversiones peruanas?
Ocurre que Chile es un país que invierte en el extranjero, en Argentina, Brasil, EE.UU., México e incluso en China. El Perú no es un país inversor que esté exportando capital al mundo, todavía. Chile sí lo es. En ese sentido, sabemos que existe un escenario favorable para los peruanos que quieran invertir en Chile.
¿Qué debe hacer un peruano para ingresar al mercado chileno? Parece complicado.
Pues es cuestión de buscarse socios chilenos. En el Perú, muchos de los inversionistas chilenos tienen socios locales. La idea es identificar 'partners' en Chile que puedan ayudarnos a desarrollar nuestro negocio.
¿Cuál cree que es la real motivación de este reciente interés de los chilenos en acercarse a los andinos?
Hay un síndrome de éxito en la región. Nadie se siente cómodo de ser el único país con éxito. Chile siente que el Perú puede acompañarlo.
sábado, julio 01, 2006
jueves, junio 29, 2006
Fukuyama: “Todos saben que Chile es el modelo, pero se quejan de que es muy difícil imitarlo”
Tomado de Diario Financiero, Santiago - Chile
Chile es la mejor demostración de que la mezcla de libertad y competencia económicas realmente impulsan el crecimiento, asegura Francis Fukuyama. El influyente analista político inició en 1992 un debate que dura hasta hoy, cuando en su libro “El final de la historia” planteó que la democracia y el libre mercado representan el estadio definitivo para el desarrollo de la humanidad.
En un continente que se aproxima a una encrucijada trascendental, dice el autor, Chile debe ser un recordatorio de los riesgos y beneficios que están en juego. El peligro, advierte, “es perder todo el progreso que esta región ha conseguido en los últimos 30 a 40 años”.
Fukuyama llegó Chile invitado por la Universidad Adolfo Ibáñez para exponer su último trabajo en un seminario titulado “Hacia dónde va el mundo”, que se realiza hoy en el centro de conferencias CasaPiedra.
- ¿Dentro de este visión global, hacia dónde se dirige particularmente Latinoamérica?
- Yo soy más optimista sobre Latinoamérica que mucha gente. Obviamente, existe un resurgimiento de los viejos populismos con Hugo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia, pero estos fenómenos responden a condiciones sociales específicas de esos países. Si se mira toda la región se advierten grandes avances para la democracia y la economía. Basta ver hacia Argentina. Durante la crisis de 2001 no hubo ni la menor señal de que los militares pensaran en regresar a la política, aunque la situación era realmente crítica. No hay que subestimar el gran avance que eso representa. La calidad de la democracia ha mejorado también en Brasil y en México. Gran parte del continente se ubica ahora firmemente en un nivel de ingreso medio y el desafío es llevarlo al próximo nivel. Lo que está ocurriendo en Bolivia y Venezuela no debe distraernos de eso.
- ¿Pero no cree que hay mucho en juego en la región en estos momentos?
- Es cierto. Latinoamérica se encuentra en su encrucijada. La principal explicación para las grandes diferencias económicas entre Norteamérica y Latinoamérica es la antigua desigualdad social en esta región. No se puede resolver el desafío de crecimiento sin abordar este problema y eso se logra a través de políticas sociales, educación, salud, y protección social. El problema es que la izquierda tradicional considera esto como una especie de derecho, que es simplemente cosa de asignar recursos, fortalecer los sindicatos y crear instituciones para controlar los recursos. Pero la verdad es que esa clase de políticas no son sostenibles en el largo plazo. La alternativa es impulsar una política social inteligente que tome en serio esas ideas, pero que cree los incentivos adecuados para ayudar a los pobres.
- ¿Pero cuáles son los riesgos implícitos en esta elección?
- El riesgo es regresar al viejo populismo antiguo. El problema del populismo no es que ponga acento en los pobres, el problema es que no es sostenible porque implementa políticas de subsidios que no se pueden financiar. Y termina perjudicando a la gente porque la vuelve dependiente de un Estado paternalista. Hugo Chávez puede hacer esta clase de cosas porque cuenta con el petróleo, pero el riesgo es que ese se transforme en el modelo a seguir. Lo que está en juego es perder todo el progreso que esta región ha conseguido en los últimos 30 a 40 años si se vuelve a este tipo de políticas.
- ¿Y qué representa el caso chileno en este escenario regional?
- El modelo chileno resalta como la demostración de que las políticas económicas ortodoxas funcionan. Y han funcionado no sólo para Chile sino también más ampliamente, porque de hecho fueron diseñadas para estabilizar a países como Argentina, Brasil y México cuando cayeron en una crisis de deuda, y a la larga eso ha funcionado, reduciendo la inflación y fortaleciendo el crecimiento.
El modelo chileno ha sido internalizado por muchos países, el problema es que hasta ahora nadie más ha sido capaz de duplicar su registro de crecimiento a largo plazo y estabilidad política. Lo que ocurre, en este momento, es que todos saben que Chile es el modelo, pero se quejan de que es muy difícil imitarlo.
- Si tuviera que mencionar sólo una característica, ¿cuál cree que fue la clave de su éxito?
- Desde el siglo XIX Chile ha tenido un sistema político distinto, con políticas más coherentes y partidos más desarrollados, comparado con Argentina, México y Brasil. De modo que tras el regreso de la democracia se restauró un sistema político parecido al europeo. Probablemente, el elemento más importante en Chile es el fuerte consenso social sobre el conjunto de políticas que producen crecimiento y una gran resistencia a alterar eso.
- ¿Cómo debe plantearse Chile hoy frente al resto de la región?
- Debe buscar un punto medio entre la alternativa de marginarse de sus vecinos para escapar de las tensiones e intervenir activamente en la discusión local. Mucho del resentimiento de los demás países de Latinoamérica contra Chile se debe a que lo acusan de acercarse más a los países desarrollados y querer relacionarse sólo con Estados Unidos, Europa y Asia. Hay mucho que puede hacer Chile en el sentido de difundir su experiencia económica. Su mayor influencia viene precisamente de sus lazos económicos con sus vecinos. Pero la otra opción, de tratar de intervenir activamente, tampoco es prudente.
Chile es la mejor demostración de que la mezcla de libertad y competencia económicas realmente impulsan el crecimiento, asegura Francis Fukuyama. El influyente analista político inició en 1992 un debate que dura hasta hoy, cuando en su libro “El final de la historia” planteó que la democracia y el libre mercado representan el estadio definitivo para el desarrollo de la humanidad.
En un continente que se aproxima a una encrucijada trascendental, dice el autor, Chile debe ser un recordatorio de los riesgos y beneficios que están en juego. El peligro, advierte, “es perder todo el progreso que esta región ha conseguido en los últimos 30 a 40 años”.
Fukuyama llegó Chile invitado por la Universidad Adolfo Ibáñez para exponer su último trabajo en un seminario titulado “Hacia dónde va el mundo”, que se realiza hoy en el centro de conferencias CasaPiedra.
- ¿Dentro de este visión global, hacia dónde se dirige particularmente Latinoamérica?
- Yo soy más optimista sobre Latinoamérica que mucha gente. Obviamente, existe un resurgimiento de los viejos populismos con Hugo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia, pero estos fenómenos responden a condiciones sociales específicas de esos países. Si se mira toda la región se advierten grandes avances para la democracia y la economía. Basta ver hacia Argentina. Durante la crisis de 2001 no hubo ni la menor señal de que los militares pensaran en regresar a la política, aunque la situación era realmente crítica. No hay que subestimar el gran avance que eso representa. La calidad de la democracia ha mejorado también en Brasil y en México. Gran parte del continente se ubica ahora firmemente en un nivel de ingreso medio y el desafío es llevarlo al próximo nivel. Lo que está ocurriendo en Bolivia y Venezuela no debe distraernos de eso.
- ¿Pero no cree que hay mucho en juego en la región en estos momentos?
- Es cierto. Latinoamérica se encuentra en su encrucijada. La principal explicación para las grandes diferencias económicas entre Norteamérica y Latinoamérica es la antigua desigualdad social en esta región. No se puede resolver el desafío de crecimiento sin abordar este problema y eso se logra a través de políticas sociales, educación, salud, y protección social. El problema es que la izquierda tradicional considera esto como una especie de derecho, que es simplemente cosa de asignar recursos, fortalecer los sindicatos y crear instituciones para controlar los recursos. Pero la verdad es que esa clase de políticas no son sostenibles en el largo plazo. La alternativa es impulsar una política social inteligente que tome en serio esas ideas, pero que cree los incentivos adecuados para ayudar a los pobres.
- ¿Pero cuáles son los riesgos implícitos en esta elección?
- El riesgo es regresar al viejo populismo antiguo. El problema del populismo no es que ponga acento en los pobres, el problema es que no es sostenible porque implementa políticas de subsidios que no se pueden financiar. Y termina perjudicando a la gente porque la vuelve dependiente de un Estado paternalista. Hugo Chávez puede hacer esta clase de cosas porque cuenta con el petróleo, pero el riesgo es que ese se transforme en el modelo a seguir. Lo que está en juego es perder todo el progreso que esta región ha conseguido en los últimos 30 a 40 años si se vuelve a este tipo de políticas.
- ¿Y qué representa el caso chileno en este escenario regional?
- El modelo chileno resalta como la demostración de que las políticas económicas ortodoxas funcionan. Y han funcionado no sólo para Chile sino también más ampliamente, porque de hecho fueron diseñadas para estabilizar a países como Argentina, Brasil y México cuando cayeron en una crisis de deuda, y a la larga eso ha funcionado, reduciendo la inflación y fortaleciendo el crecimiento.
El modelo chileno ha sido internalizado por muchos países, el problema es que hasta ahora nadie más ha sido capaz de duplicar su registro de crecimiento a largo plazo y estabilidad política. Lo que ocurre, en este momento, es que todos saben que Chile es el modelo, pero se quejan de que es muy difícil imitarlo.
- Si tuviera que mencionar sólo una característica, ¿cuál cree que fue la clave de su éxito?
- Desde el siglo XIX Chile ha tenido un sistema político distinto, con políticas más coherentes y partidos más desarrollados, comparado con Argentina, México y Brasil. De modo que tras el regreso de la democracia se restauró un sistema político parecido al europeo. Probablemente, el elemento más importante en Chile es el fuerte consenso social sobre el conjunto de políticas que producen crecimiento y una gran resistencia a alterar eso.
- ¿Cómo debe plantearse Chile hoy frente al resto de la región?
- Debe buscar un punto medio entre la alternativa de marginarse de sus vecinos para escapar de las tensiones e intervenir activamente en la discusión local. Mucho del resentimiento de los demás países de Latinoamérica contra Chile se debe a que lo acusan de acercarse más a los países desarrollados y querer relacionarse sólo con Estados Unidos, Europa y Asia. Hay mucho que puede hacer Chile en el sentido de difundir su experiencia económica. Su mayor influencia viene precisamente de sus lazos económicos con sus vecinos. Pero la otra opción, de tratar de intervenir activamente, tampoco es prudente.
lunes, junio 26, 2006
Argentina: Caraduras
Nota: Los argentinos son los reyes de la inmoralidad. Hace 3 años, interrupieron las exportaciones de gas a Chile, pues según ellos, estaban obligados por una norma interna. Violando el Tratado de Integración Energética con Chile, y contraviniendo la Convención de Viena, que estipula una norma interna no puede estar por sobre un tratado internacional. Ahora, como los afectados son ellos, reclaman que una norma interna chilena no puede estar por sobre una regla de la OMC. ¡CARADURAS! Como decimos en Chile, les gusta la del burro.
Argentina demandará a Chile ante la OMC por la restricción a la carne
El planteo argentino ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) será que las restricciones que Chile impone a su carne por la aparición de focos de fiebre aftosa constituyen barreras paraarancelarias.
Así lo informó el jefe de Gabinete del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Carlos Milicevic. En primera instancia, la Argentina llevará el caso ante el Organo de Solución de Diferencias (OSD) del organismo multilateral, en el que se intenta llegar a una conciliación y luego, si las partes insisten en sus posiciones, se convoca a un panel de expertos internacionales de terceros países para que diriman el conflicto.
El argumento que esgrimirán es que Chile no toma en cuenta la regla de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), el máximo organismo en materia de sanidad animal, que establece que la carne sin hueso madurada no es transmisora del virus que provoca la fiebre aftosa.
"Cuando aparece un caso de aftosa en la región, Chile aplica una regla interna por la cual cierra inmediatamente su mercado por seis meses, pero no considera la regla fijada por la OIE", señaló Milisevic.
Cuando en febrero pasado se detectó un foco de fiebre aftosa en Corrientes, Chile decidió cerrar su mercado a las carnes argentinas. En ese momento, el Secretario de Agricultura, Miguel Campos, propuso a las autoridades chilenas que sólo cerraran el comercio para la carne de esa provincia y no del todo el país, tal como hicieron Rusia y la Unión Europea.
Sin embargo, Chile mantuvo la restricción, que se propone revisar a partir de septiembre próximo, cuando se cumplan 180 días del brote.
Argentina dirá en la OMC que la norma que adopta Chile no es compatible con lo que establece el acuerdo para medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS, en sus siglas en inglés).
El propósito es que se considere barreras paraarancelarias a las restricciones al comercio de carne que se fijan cada vez que hay un foco de fiebre aftosa, una enfermedad que no daña al hombre pero que causa pérdidas económicas a productores e industriales. La ganadería, dice la tesis argentina, está más afectada por el "mal de la vaca loca", que es mortal.
El Senasa prepara otro reclamo, pero esta vez ante la OIE. Propondrá que cuando se detecte un brote, en vez de matar y enterrar al ganado sospechoso de haberse contagiado se ordene su faena sanitaria, es decir, que vaya a un frigorífico para que se lo transforme en carne, dado que no entraña peligro alguno para la gente. "En un país en vías de desarrollo es inadmisible tirar esa hacienda", señaló Milicevic.
La semana pasada el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) autorizó la internación a Chile de carne bovina proveniente de los estados de Santa Catarina y Río Grande do Sul, de Brasil.
El director del servicio, Francisco Bahamonde, explicó que la decisión se tomó considerando que el foco de fiebre aftosa, presente entre octubre de 2005 y abril de 2006, se ajustó únicamente a los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná.
Silencio chileno
Por su parte, las autoridades chilenas no se manifestaron respecto al reclamo de la Argentina ante la OMC. La semana pasada llegaron las últimas noticias desde el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile, en el que se dijo que en septiembre se analizará el fin de la veda a la carne bovina argentina.
Argentina es el segundo proveedor de carne bovina a Chile, con el 35% del mercado. El primero es Brasil, con un 45% del comercio.
"La situación de Argentina es bastante estable y lo que nosotros hemos dicho a ellos es que si la situación sanitaria se mantiene tal como ahora, sin nuevos casos, no tendríamos problemas en abrir (el mercado) el primero de septiembre, previa evaluación", señaló Bahamonde la semana pasada.
Argentina demandará a Chile ante la OMC por la restricción a la carne
El planteo argentino ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) será que las restricciones que Chile impone a su carne por la aparición de focos de fiebre aftosa constituyen barreras paraarancelarias.
Así lo informó el jefe de Gabinete del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Carlos Milicevic. En primera instancia, la Argentina llevará el caso ante el Organo de Solución de Diferencias (OSD) del organismo multilateral, en el que se intenta llegar a una conciliación y luego, si las partes insisten en sus posiciones, se convoca a un panel de expertos internacionales de terceros países para que diriman el conflicto.
El argumento que esgrimirán es que Chile no toma en cuenta la regla de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), el máximo organismo en materia de sanidad animal, que establece que la carne sin hueso madurada no es transmisora del virus que provoca la fiebre aftosa.
"Cuando aparece un caso de aftosa en la región, Chile aplica una regla interna por la cual cierra inmediatamente su mercado por seis meses, pero no considera la regla fijada por la OIE", señaló Milisevic.
Cuando en febrero pasado se detectó un foco de fiebre aftosa en Corrientes, Chile decidió cerrar su mercado a las carnes argentinas. En ese momento, el Secretario de Agricultura, Miguel Campos, propuso a las autoridades chilenas que sólo cerraran el comercio para la carne de esa provincia y no del todo el país, tal como hicieron Rusia y la Unión Europea.
Sin embargo, Chile mantuvo la restricción, que se propone revisar a partir de septiembre próximo, cuando se cumplan 180 días del brote.
Argentina dirá en la OMC que la norma que adopta Chile no es compatible con lo que establece el acuerdo para medidas sanitarias y fitosanitarias (SPS, en sus siglas en inglés).
El propósito es que se considere barreras paraarancelarias a las restricciones al comercio de carne que se fijan cada vez que hay un foco de fiebre aftosa, una enfermedad que no daña al hombre pero que causa pérdidas económicas a productores e industriales. La ganadería, dice la tesis argentina, está más afectada por el "mal de la vaca loca", que es mortal.
El Senasa prepara otro reclamo, pero esta vez ante la OIE. Propondrá que cuando se detecte un brote, en vez de matar y enterrar al ganado sospechoso de haberse contagiado se ordene su faena sanitaria, es decir, que vaya a un frigorífico para que se lo transforme en carne, dado que no entraña peligro alguno para la gente. "En un país en vías de desarrollo es inadmisible tirar esa hacienda", señaló Milicevic.
La semana pasada el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) autorizó la internación a Chile de carne bovina proveniente de los estados de Santa Catarina y Río Grande do Sul, de Brasil.
El director del servicio, Francisco Bahamonde, explicó que la decisión se tomó considerando que el foco de fiebre aftosa, presente entre octubre de 2005 y abril de 2006, se ajustó únicamente a los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná.
Silencio chileno
Por su parte, las autoridades chilenas no se manifestaron respecto al reclamo de la Argentina ante la OMC. La semana pasada llegaron las últimas noticias desde el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile, en el que se dijo que en septiembre se analizará el fin de la veda a la carne bovina argentina.
Argentina es el segundo proveedor de carne bovina a Chile, con el 35% del mercado. El primero es Brasil, con un 45% del comercio.
"La situación de Argentina es bastante estable y lo que nosotros hemos dicho a ellos es que si la situación sanitaria se mantiene tal como ahora, sin nuevos casos, no tendríamos problemas en abrir (el mercado) el primero de septiembre, previa evaluación", señaló Bahamonde la semana pasada.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.