Chile anunció ayer que prefiere el diálogo a un enfrentamiento con Bolivia en cuanto al tema del mar y que las puertas continúan abiertas para conversar. Desde marzo del año pasado, la negociación entre La Paz y Santiago sobre el asunto marítimo está paralizada.
“(En Chile) queremos mantener la idea de amistad y no de enfrentamiento”, sostuvo el ministro de Defensa de Chile, Andrés Allamand, en Washington, Estados Unidos, donde se encuentra de visita oficial, según reportó la agencia EFE. La presidenta de la Comisión de Política Internacional de Diputados, Ingrid Zabala, del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), afirmó que la decisión de Bolivia de recurrir a tribunales internacionales para recuperar su acceso soberano al mar no implica cortar el diálogo.
Nueve meses atrás, Allamand dijo que las Fuerzas Armadas de su país están preparadas para hacer respetar la soberanía chilena, luego de que el Gobierno boliviano planteara la renegociación del Tratado de Paz de 1904, por el cual Bolivia cedió sus derechos sobre el Litoral a Chile.
Allamand señaló en Washington que la intención de Santiago es mantener buenas relaciones con sus vecinos y aseguró que su país tiene “las puertas abiertas” al diálogo con Bolivia. Al respecto, el presidente de la Comisión de Política Internacional del Senado, Luis Gerald Ortiz, de Convergencia Nacional (CN), dijo que “por más de 100 años Bolivia ha tratado de recuperar su salida al mar por la vía diplomática pero sabemos que eso nunca se va a dar”.
Según el Ministro de Defensa de Chile, el diálogo con Bolivia sería la mejor contribución para mantener la paz en la región. También se refirió al litigio con Perú, por límites marítimos, instalado en la Corte de Justicia de La Haya en 2008. Aseguró que ambos países están dispuestos a dar “total cumplimiento” a la resolución del tribunal internacional.
En materia de seguridad, Allamand destacó que América Latina enfrenta amenazas globales como el crimen organizado, el narcotráfico, los ciberataques, que “están creciendo, no disminuyendo”, y que se necesita respuestas colectivas.
Soberanía. El presidente Evo Morales y la exmandataria de Chile, Michelle Bachelet, agilizaron en 2006 el tratamiento de la agenda de 13 puntos que incluye el tema del mar. El diálogo está suspendido desde el 23 de marzo de 2011, luego que el Jefe de Estado boliviano anunció la decisión de recurrir a organismos y tribunales internacionales para reclamar una salida soberana al mar.
Zabala aseveró que la Asamblea Legislativa Plurinacional apoya la decisión asumida por Morales. Ortiz argumentó que con la presentación de la demanda internacional se resolverá el asunto a favor o en contra. “O perdemos para siempre el mar o nos lo devuelven”, declaró.
En diálogo con la estatal Patria Nueva, el vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, sostuvo que en el caso del diálogo con Santiago “hasta hoy (lunes 5 de marzo) no hemos recibido ninguna comunicación oficial en la cual se plantee reactivar los mecanismos de diálogo. El silencio y la posición de Chile continúa”. Allamand insistió que Chile busca mantener la mejor relación posible con todos.
A casi un año del anuncio de morales
El 23 de marzo de 2011, en la plaza Eduardo Abaroa de La Paz, el presidente Evo Morales anunció que Bolivia recurrirá a organismos y tribunales internacionales para recuperar su cualidad marítima en el Pacífico. A casi un año del anunció, las relaciones entre Bolivia y Chile están paralizadas y la redacción de la demanda avanza con la participación de expertos extranjeros. “La comunidad internacional debe entender que ha llegado el momento para que esta inmensa herida que tenemos los bolivianos, por nuestro enclaustramiento marítimo, sea cerrada (...) la lucha de la reivindicación marítima ahora debe incluir otro elemento: el de acudir a los tribunales y organismos internacionales demandando el derecho de una salida libre y soberana al Pacífico”, dijo Morales en aquella ocasión. En Chile, las reacciones fueron diversas. El senador chileno Hernán Larraín, de la Unión Democrática Independiente (UDI), afirmó que las palabras de Morales “generan desconfianza”. Morales abordó el tema marítimo en foros como la Organización de Estados Americanos (OEA) y Organización de Naciones Unidas (ONU). En respuesta, el Gobierno chileno insiste que con Bolivia no existen asuntos territoriales pendientes.
El MAS pide ‘reforzar’ actos del 23 de marzo
El oficialista del Movimiento Al Socialismo pidió al Gobierno “reforzar” los actos recordatorios del Día del Mar, que es recordado cada 23 de marzo. La oposición demandó plantear la demanda marítima ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se reunirá en junio, en Cochabamba, con la mayor firmeza posible.
El exjefe de Bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Diputados, el asambleísta Edwin Tupa, solicitó al presidente Evo Morales y a la población en general fortalecer los actos del 23 de marzo a través del colocado de banderitas celestes, barquitos y escudos alusivos a la fecha, “tenemos que sentirnos patriotas”, dijo.
Bolivia perdió 400 kilómetros de costa con Chile en la Guerra del Pacífico de 1879. En 2006, alentó, junto a Chile, el tratamiento de una agenda de 13 puntos, que quedó suspendida tras el anuncio del presidente Evo Morales, el 23 de marzo de 2011, de recurrir a organismos y tribunales internacionales para recuperar una salida soberana al Pacífico.
Según el diputado del MAS, Galo Bonifaz, el pueblo boliviano está cansado de que Chile no quiera avanzar para dar una solución final al tema del mar.“Cada reunión es mentira tras mentira, el pueblo está cansado de tantas mentiras”, señaló.
Aseguró que la vía judicial es el camino más óptimo para que Bolivia haga sentir su posición con respecto al tema del mar.
Para el diputado por la opositora Unidad Nacional (UN), Jaime Navarro, Bolivia debería plantear ante la OEA un reclamo con la mayor firmeza posible sobre la reivindicación marítima, con el añadido de que la demanda internacional contra Chile debe ser presentada antes de junio. Tupa insistió que Bolivia no pretende romper relaciones con Chile sino resolver una demanda histórica.