En la madrugada del 7 de julio de 1927, una delegación de la Escuela Militar de Chile viajaba en tren hacia Buenos Aires. Estaba invitada para desfilar en los festejos patrios de la Argentina, pero a la altura de la estación de Alpatacal, en La Paz, el convoy chocó de frente con otro que estaba detenido y hubo un gran incendio que dejó 30 muertos, doce de ellos cadetes chilenos.
El accidente fue considerado por Chile como su peor tragedia militar en tiempos de paz y la historia conmovió de tal modo, que el paraje paceño de Alpatacal cambió su nombre por el de Cadetes de Chile.
Además, el escultor argentino Alberto Lagos fundió en Francia una inmensa escultura conmemorativa de 4,5 metros y 2.500 kilos de peso, que tras cruzar el océano fue levantada en ese paraje, ubicado en una zona de difícil acceso a unos 30 kilómetros de la villa cabecera de La Paz.
En los años ’90, la privatización de los trenes condenó a Cadetes de Chile y lo transformó en un pueblo fantasma; así fue que la estatua, conocida como 'La Chilena', quedó sola en medio del desierto y visitada en raras ocasiones, una de ellas para el aniversario del accidente de Alpatacal, donde solían confluir comitivas chilenas y argentinas.
Pero el 12 de agosto de 2006 la historia cambió drásticamente, cuando una banda de seis personas arrancó a La Chilena de su pedestal, la cargó en un camión y se la llevó con la idea de trozarla y venderla como bronce. Algunos meses después, parte de la banda fue detenida y condenada, pero la estatua ya había sido reducida y nunca fue reemplazada, pese a los proyectos y propuestas.
Ayer se cumplió un nuevo aniversario de la tragedia de Alpatacal, pero ni la comuna de La Paz ni el consulado de Chile conmemoraron la fecha. Recién hoy habrá una cabalgata a la zona de Cadetes de Chile, organizada por un vecino paceño, don Tito Nievas, y apoyada por el municipio, y el domingo se celebrará una misa.
"El monumento significa mucho para nuestra historia y para la de los chilenos, una lástima que sólo queda el pedestal", contaba don Tito, que en estas fechas y desde hace 4 años cabalga junto a otros vecinos, los 30 kilómetros hasta Cadetes Chilenos para rendir homenaje a la memoria de las víctimas.
Hace 5 años, el entonces cónsul de Chile, José Miguel de la Cruz, anunciaba un proyecto para construir una réplica del monumento que se levantaría en zonas del Arco de Desaguadero, donde sería más accesible para las visitas, pero la idea nunca se concretó.
Ayer, Los Andes llamó al Consulado para saber en qué etapa se encontraba el proyecto: "El cónsul (Eduardo Bonilla) está de viaje y no sabemos nada al respecto, aunque tal vez ese tema lo esté manejando en forma personal", explicó Pamela Núñez, funcionaria chilena, y confirmó que "el Consulado no tiene prevista ninguna actividad para conmemorar el accidente de Alpatacal".
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