Un nuevo yacimiento de clase mundial será explotado en territorio chileno. Se trata del proyecto nuevo (greenfield) Relincho, que la canadiense Teck Cominco adquirió en 2008 a Global Copper Corp., desembolsando US$ 415 millones.
El depósito de cobre y molibdeno, ubicado a 60 kilómetros al sureste de Vallenar, cuenta con recursos por 876 millones de toneladas de cobre. La canadiense ya trabaja en el estudio de pre-factibilidad de la iniciativa, fase que comenzó en mayo y que culminará en marzo de 2011.
En medio de la discusión generada en el país, en torno al royalty, la minera presentó el lunes ante el alcalde de Vallenar, Cristián Tapia, y los concejales los detalles de su nueva iniciativa. Invertirá US$ 3.000 millones para producir 150 mil toneladas anuales de cobre fino, con una ley del mineral de 0,55%. Es una mina similar al tamaño de Gaby, de Codelco.
La meta de la canadiense es pasar el proyecto a la mesa del directorio en abril de 2011, para comenzar la etapa de factibilidad. En 2013 comenzarán la construcción y producirán en 2017.
La inversión considera la construcción de la mina, una planta concentradora, un mineraducto de 50 kilómetros, un puerto y una planta desaladora de hasta 700 litros por segundo. "El proyecto es interesante para la empresa. En los próximos cinco años se invertirán US$ 14 mil millones en la III Región y vamos a aportar con US$ 3.000 millones", explicó el gerente general de Relincho y director de Desarrollo Operacional de Teck, Guillermo Urrutia.
Pero el nuevo yacimiento es sólo uno de los planes que la minera quiere desarrollar en Chile. Las ambiciones de la canadiense se enfocan a triplicar su producción de cobre actual, que llega a unas 100 mil toneladas, a unas 330 mil toneladas de cobre fino entre 2016 y 2017. Esto lo lograrán con expansiones en sus minas Quebrada Blanca y Carmen de Andacollo. "Estamos hablando de desarrollar inversiones grandes, de unos US$ 6.000 millones, para triplicar la producción de cobre en Chile", afirmó Urrutia.
Es el segundo mayor plan de inversión privada en el país, tras la ampliación de Escondida del grupo BHP Billiton y está un nivel similar al que realizará Barrick.
Urrutia explicó que en Carmen de Andacollo, donde Enami cuenta con 10% de participación, se invirtió US$ 450 millones para expandir la planta, con el fin de producir cerca de 80 mil toneladas de cobre fino al año. "Eso está en puesta en marcha, proceso que se demora entre ocho meses a un año y esperamos que el otro año estemos en régimen", dijo.
En Quebrada Blanca, ubicada en la I Región a 4.200 metros de altura, se destinarán sobre US$ 3.000 millones para su ampliación. Esto le permitirá pasar de la mediana a la gran minería. "Quebrada Blanca necesita expandir la mina, hacer una planta nueva, un mineraducto. También construiremos un puerto nuevo y haremos una planta desaladora de unos 1.000 litros por segundo. En septiembre podría comenzar la fase de factibilidad", explicó el ejecutivo.
La meta del yacimiento es elevar su producción de 85 mil toneladas de cobre fino en cátodos, hasta 250 mil toneladas hacia 2016. En cuanto a los estudios de impacto ambiental, indicó que el de Quebrada Blanca ingresaría a la Conama a fin de año y en Relincho comenzarán a trabajar cuando pasen a la fase de factibilidad.
Despertar de la canadiense
Urrutia califica la nueva fase de la empresa como un "despertar". Explicó que la compañía tuvo un fuerte impacto por la crisis de 2008 y que en 2009 comenzó su recuperación. "Hoy estamos en un muy buen pie y eso permitió que a partir de 2010 retomáramos todos los proyectos con mucha fuerza. Hoy estamos bien económicamente y eso es lo que nos ha impulsado para crecer", indicó Urrutia.
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