Conviene a Chile sumarse a una iniciativa regional que cuenta con el apoyo y compromiso político de la mayoría de sus vecinos, mientras ello contribuya a la defensa y promoción de lo que nuestro país defina como su interés nacional.
El ex Presidente argentino y actual secretario general de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), Néstor Kirchner, acaba de estar en Chile para buscar la pronta ratificación parlamentaria en nuestro país al tratado constitutivo de ese organismo regional, creado en mayo de 2008. Si bien la Cámara de Diputados ya ratificó el documento, aún falta que lo haga el Senado, lo que convierte a Chile a uno de los cinco países sudamericanos que no ha cumplido con dicha formalidad.
Pese a que Unasur no está jurídicamente validado por el Congreso chileno, como exige la Constitución para todo tratado internacional, este gobierno y el anterior han actuado en los hechos como si Chile fuera formalmente parte de la entidad, ejerciendo incluso la presidencia pro tempore. Esto no parece conveniente, pues la participación de Chile en Unasur se muestra como un hecho consumado antes de que el Legislativo se pronuncie al respecto.
Parece importante, entonces, poner fin a esta situación, para lo cual el camino que más representa los intereses de Chile es que el Senado ratifique el tratado y permita así la plena incorporación a Unasur en un plazo breve. Al menos tres razones respaldan este curso de acción.
La primera, es que Unasur es un esfuerzo relevante de integración regional, en el cual varios países del subcontinente han invertido considerable tiempo y capital político. El proceso de constitución del organismo está avanzado y cuenta con la ratificación legislativa de siete de los 12 Estados de la región y no se entendería que Chile se restara a priori de una iniciativa que busca "contribuir al fortalecimiento de la unidad de América Latina y el Caribe". Muy probablemente, nuestro país habría de pagar un costo en fricciones y desconfianza si optara por no sumarse al bloque sudamericano.
Por otro lado, Unasur surge bajo el impulso de Brasil, un país que cumple naturalmente la función de ser la principal potencia de la región y que es un aliado tradicional de Chile en el contexto sudamericano. Ratificar el tratado que constituye al organismo enviaría una señal de sintonía regional de parte de Chile que sería bien recibida en Brasilia.
Finalmente, marginarse de Unasur limitaría severamente las posibilidades de que Chile pueda influir en el bloque si en el seno de éste se promueven posturas o medidas que nuestro país estime contrarias a sus intereses. Como miembro de Unasur, es más factible que Chile pueda exponer y hacer valer sus puntos de vista, y que encuentre en el resto de la comunidad de países una mejor disposición a escuchar sus argumentos.
Lo anterior no implica depositar expectativas desproporcionadas respecto del funcionamiento futuro de Unasur ni de la utilidad para Chile de participar en ella. La región es profusa en organismos que promueven la "integración", la "cooperación" y la "unidad" como fórmulas de promover el desarrollo, sin que debido a su labor se haya avanzado sustancialmente en el logro de ese objetivo. Y si bien parece conveniente allanarse a expresar con más vigor el compromiso de Unasur con los valores y prácticas de la democracia -como han solicitado en Chile quienes temen que el organismo se transforme en instrumento de regímenes de sesgo autoritario y antinorteamericano, como el de Venezuela-, la experiencia con la Carta Democrática de la OEA recuerda que ese tipo de exigencias no son garantía suficiente. El hecho de que tanto México como Estados Unidos queden fuera del bloque -pese a la evidente gravitación que tienen esos países, ambos miembros de la OEA, en los asuntos regionales- también podría ser fuente de desencuentros.
Aun así, conviene a Chile sumarse a una iniciativa regional que cuenta con el apoyo y compromiso político de sus vecinos, al igual que procurar responsablemente que ésta tenga la oportunidad de cumplir los objetivos que se ha trazado, mientras ello contribuya a la defensa y promoción de lo que nuestro país defina como su interés nacional.
Artículo original
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario