Y es que a pesar de ser menos de dos mil los que figuran en la nómina oficial, según los cálculos de la institución aportan el 42,4% nominal de la recaudación fiscal. Por ello es que Pereira diseñó un completo plan para que la DGC cuente con objetivos estratégicos claros.
Entre ellos, agrega, destaca la facilitación del cumplimiento tributario, aplicando la ley de forma equitativa y la fiscalización el incumplimiento con un índice o monitoreo de los niveles de recaudación del segmento, lo cual permitirá identificar a los contribuyentes con alta exposición y generar actividades de fiscalización con alto impacto.
"En las administraciones tributarias más avanzadas se cuenta con esta unidad especializada. Aquí, evidentemente tenemos que, por una parte, fortalecer la fiscalización y, por otra, reforzar la facilitación y las operaciones en tiempo real", detalla el titular del SII.
Quiénes son
Al revisar la lista de los grandes contribuyentes, no sólo se pueden encontrar empresas de distintos rubros, sino también universidades, gremios, municipalidades y una larga lista de instituciones del Estado como por ejemplo la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).
Por sectores, los contribuyentes del comercio y el retail representan el 23,18% del total con 447; lo sigue el rubro financiero e intermediación financiera con el 19,35% y 373 firmas y, en tercer lugar, la industria manufacturera suma el 15,46% con 298. Luego continúan en distintos orden, agricultura y pesca, servicios, salud, transporte y telecomunicaciones, construcción e inmobiliario, electricidad, agua y gas, regímenes especiales y minería y combustibles.
El promedio de los últimos tres años, revela que este último sector significa el 46,53% de la recaudación que aporta el grupo, aún cuando son sólo el 5,45% (105) del total de los grandes contribuyentes. Más abajo, la industria alcanza el 15,53% de los montos, el comercio un 11,03% y el sector financiero con 9,81%.
Ante este escenario, el director del SII es claro y adelanta que la fiscalización tendrá un modelo de auditoria integral, con la supervisión de los controles tributarios internos y en las llamadas reorganizaciones tributarias agresivas.
La idea es "mejorar la captura de datos de interés fiscal del segmento para la detección y control de los niveles de incumplimiento", concluye.
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