Estudios realizados a nivel internacional señalan una caída preocupante en los índices de credibilidad en la Argentina. Ha perdido espacios importantes frente a países vecinos, como Chile, Uruguay y Brasil. Las actuales autoridades deberán impulsar en forma urgente un cambio de situación, brindando mayor seguridad jurídica y mantener las reglas de juego en la economía. De lo contrario, habrá una profunda retracción en las inversiones.
Una de las principales preocupaciones de los países se centra en la necesidad de mantener altos los índices de credibilidad en las decisiones de gobierno, aspecto que es esencial para facilitar las inversiones y también para discutir con mayores posibilidades en oportunidad de fijar las pautas para los acuerdos internacionales.
Las denuncias de corrupción, las nacionalizaciones de empresas, la carencia de seguridad jurídica o los cambios permanentes en las reglas de juego económicas suelen generar la inmediata retracción de los inversores y, en algunas oportunidades, la aplicación de sanciones por parte de organismos internacionales.
Esos aspectos, por su importancia, determinan que existan calificadoras a nivel mundial encargadas de realizar estudios permanentes en los países, a los efectos de establecer los diferentes rankings.
En ese marco, recientemente se conocieron las conclusiones a las que arribó Índice Legatyum de Prosperidad, que clasificó a 104 países -abarcando a casi 90% de la población mundial- sobre la base de una definición de la prosperidad, que combina el crecimiento económico, felicidad y calidad de vida.
El estudio determina que, en Sudamérica, los países con altos puntajes en instituciones democráticas y libertad personal, por lo general registran una buena calificación total de prosperidad, mientras que los que tienen bajos niveles de seguridad interna y protección califican mal.
Destaca también que el éxito de países como Uruguay, Chile y Brasil en la promoción del crecimiento económico y las libertades personales, se asocia con su compromiso para impulsar el desarrollo humano y la libertad de los mercados, lo que fomenta la prosperidad general, ubicando en el final de la lista a Venezuela, Bolivia y Ecuador.
En el ranking de prosperidad para Sudamérica, el estudio ubica a Uruguay en el puesto 33, a Chile en el 36 y a la Argentina en el 38, mientras Chile está en el lugar más alto en principios económicos básicos.
Estudios realizados por otros organismos también son contundentes. El Foro Económico Mundial publica el Índice de Competitividad Global, que mide el nivel de prosperidad económica, coloca a Chile en el puesto 30, a Brasil en el 56, a Uruguay en el 65 y a la Argentina en el 85.
Por otra parte, de acuerdo con Transparency Internacional, que mide los índices de corrupción, Chile y Brasil comparten en puesto 23, Brasil está 80 y la Argentina en el lugar 109.
Una investigación sobre el Índice de Democracia, que mide la calidad del proceso electoral, el pluralismo y el crecimiento del gobierno, establece que Uruguay está 23, Chile 32, Brasil 41 y la Argentina 56.
Más grave aún, el estudio de Confianza pública en los políticos, del Foro Económico Mundial, que mide la credibilidad de los mismos, ubica a la Argentina en el último lugar sobre 133 países considerados.
Durante décadas, la Argentina fue uno de los países preferidos para realizar grandes inversiones. Esencialmente por las seguridades jurídicas que brindaba el país. Mendoza fue una de las provincias favorecidas y la muestra más palpable la dieron las inversiones realizadas en el ámbito vitivinícola que amplió cuantitativa y cualitativamente a la principal industria de la provincia.
Sin embargo, al decir de muchos de aquellos que adquirieron tierras, implantaron viñedos y construyeron bodegas, la falta de seguridad jurídica y especialmente los cambios en las reglas de juego de la economía, están produciendo una retracción entre aquellos que quieren realizar -o continuar- importantes inversiones.
La Argentina necesita en forma urgente un cambio de actitudes en sus gobernantes para recuperar aquel lugar de privilegio que por años supo mantener y que nunca debió perder. De no ser así y de continuar la actual situación, no haremos más que desperdiciar las amplísimas posibilidades que la propia naturaleza le dio al país y las inversiones continuarán dirigiéndose hacia países vecinos, provocando daños irreparables a la actual y a las futuras generaciones.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
Caso perdido.
ResponderBorrarSaludos.
Deja de hacerlo caso a Clarin.
ResponderBorrarDeja de leer tanto Clarin.
ResponderBorrarSin palabras...
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