A menos de un mes de la primera vuelta, las candidaturas de Frei y Arrate han finalmente dado señales claras de lo que se teje entre ambas: el senador DC se transformó de súbito en “el heredero de Allende”; la Concertación se abre a la incorporación del PC a un eventual gabinete y Arrate nos confirma que el único sentido de su candidatura es evitar un triunfo de Piñera. Más claro, imposible. Todo el supuesto idealismo, los «principios irrenunciables» quedaron reducidos a lo de siempre: el arreglín y la componenda, revestidos con los viejos ropajes de la desconfianza y la siembra del temor. O nosotros o el diluvio.
Afortunadamente, el país está en otra. La división entre buenos y malos, demócratas y tiranos, es parte del pasado, y no habrá acto de magia que pueda revivirla. Marco ha sido claro hasta la majadería: no nos van a arrastrar a los tics de la transición. No estamos disponibles para asustar a la gente y menos para recurrir al recurso burdo de tener que votar «en contra de». Esta candidatura ha trabajado mucho todos estos meses para mostrar una forma distinta de enfrentarse a una contienda democrática; Marco tiene hoy el respaldo que ostenta en las encuestas porque ha sabido cristalizar el cambio que ha vivido Chile en estos veinte años. Un cambio político, pero, sobre todo, cultural. Las nuevas generaciones no se van a dejar llevar una vez más a la lógica del Sí y del No, una dicotomía que habla sólo del pasado y que ya no dice nada respecto del futuro. Nosotros, a diferencia de Arrate, aspiramos a ganarle a Piñera, pero por buenas razones, no por las razones equivocadas, y menos aún avivando la cueca del miedo y del resentimiento. Estamos compitiendo y queremos ganar en función de diferencias legítimas, de propuestas y de convicciones. No queremos ser invitados de última hora al contubernio de «las razones de Estado»; las mismas que en el pasado nos hicieron desistir de la necesidad de aclarar el caso de los pinocheques y tener que defender la inmunidad de Pinochet ante la Cámara de los Lores.
Esa lógica y ese país ya no es el de nosotros. No queremos cargos ni pitutos, y eso es lo único que nos pueden ofrecer. No tenemos, tampoco, nada que entregar. Los votos no pertenecen a nadie, salvo a los ciudadanos, y serán ellos los que decidirán libremente quién pasa a segunda vuelta y quién es el próximo Presidente de Chile. Sin miedo, sin chantajes morales y sin pactos espurios, la gente va a optar entre las alternativas democráticas que se le han presentado en esta elección. Ganará el que lo haya hecho mejor o menos mal, pero nadie tendrá derecho a culpar a sus adversarios de su propia derrota.
Tenemos la convicción de que Marco pasará a segunda vuelta porque representa el futuro, el cambio político que esta sociedad demanda; Marco le ha devuelto la dignidad a una generación cuyos dirigentes terminaron consumidos también por la lógica de la calculadora, del cálculo y de la componenda. Hoy día, sin embargo, hemos optado por el riesgo. No dejaron a un joven participar de las primarias y el error de cálculo está a la vista. Marco sigue y seguirá adelante, sin miedo, enfrentando las amenazas y el matoneo. Tenemos la convicción de que vamos a ganar, pero, lo que es más importante, tenemos la certeza de que Marco ya ganó: se ha cerrado una etapa en la vida política del país y se ha abierto otra. El futuro de Chile es de todos o no es de nadie. No queremos vivir en un país dividido entre buenos y malos. No queremos participar de un mañana donde nuestras legítimas diferencias políticas tengan que resolverse bombardeando La Moneda.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
EL MEO SE MEARA EN LA LETRINA QUE SE HA CONVERTIDO CHILE.
ResponderBorrarPERO QUE PERRUANO TAN ESTUPIDO... NO LES DA VERGUIENZA COMENTAR TANTAS IDIOTECES???
ResponderBorrarBIEN MEO... POR ESO TE DARÉ MI VOTO EN PRIMERA VUELTA... QUIERO QUE LAS NUEVAS GENERACIONES HAGAMOS DE ESTE PAIS UNO GRANDE.