ACS se ha adjudicado el contrato de construcción y posterior explotación durante cuarenta años de una autopista en Chile por un importe de ejecución de 113 millones de euros, informaron hoy a Europa Press en fuentes del grupo.Se trata de la ampliación de la Ruta 5, la vía que recorre de Norte a Sur el país latinoamericano, en el tramo que une Puerto Montt y Pargua, de 55 kilómetros de longitud y ubicado a unos 1.000 kilómetros al Sur de Santiago.
El trazado, que se ampliará a doble carril, da continuidad a la Ruta 5, de forma que permite el acceso a la Isla de Chiloé, uno de los enclaves turísticos del país.
El grupo que preside Florentino Pérez compitió por este contrato con el también grupo español Sacyr Vallehermoso y las firmas locales Besalco y Belfi.
ACS logra esta nueva concesión a través de su filial de concesiones Iridium y la de construcción Dragados. Esta última será precisamente la encargada de las obras de la autopista, que cuenta con un plazo de ejecución de 45 meses.
El proyecto se financiará por el peaje que posteriormente cobre a los usuarios de la vía y con una subvención estatal de 19,5 millones de euros, según la oferta presentada por ACS y que ayer resultó adjudicataria del proyecto tras el acto de aperturas de propuestas económicas que se celebró en Puerto Montt, capital de la región de Los Lagos.
Con este contrato, la compañía de construcción, servicios y energía refuerza la presencia que a través de sus distintas áreas de negocio tiene en Chile. En el ámbito de concesiones participa en dos vías de pago (el túnel de San Cristóbal y la Vespucio Norte Express), después de que el pasado año vendiera a su participada Abertis las acciones que tenía en otras dos (el 48% en Autopista Central de Santiago de Chile y el 50% en Rutas del Pacífico).
La ampliación de la Ruta 5 de Chile deriva del incremento de vehículos pesados que registra esta vía como consecuencia del importante desarrollo mostrado en los últimos años por la industria pesquera de esta parte del país.
Ello llevó al Gobierno del país a buscar sistemas de colaboración con la iniciativa privada para ampliar la R-5 a doble calzada, con dos pistas por sentido de circulación con el fin de elevar el nivel de seguridad de la vía y disminuir los tiempos de viaje.
Entre los elementos singulares del proyecto destacan la construcción del puente bidireccional de una longitud de 1 kilómetro con un gálibo vertical que permita la navegación de embarcaciones bajo su estructura.
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Uff malo malo. Los gallegos no son de fiar, construyen mal y caro.
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