Sin embargo, a poco andar, se han presentado algunos nubarrones a propósito de la sugerencia de terminar con la indemnización por años de servicio, en razón de las rigideces que genera, hecho que ha provocado una violenta reacción de Arturo Martínez, presidente de la CUT, y otros dirigentes de la Concertación.
Ellos debieran estar en conocimiento de que esta organización agrupa a países que han alcanzado altos niveles de desarrollo al compartir, entre otras, sus experiencias en gestión pública. Por lo tanto, al firmar este acuerdo, se está aceptando compartir los estándares sustentados y promovidos por dicha agrupación de naciones. De manera que no puede sorprender la formulación de esta sugerencia que se encuentra avalada por la experiencia de las economías avanzadas. No se está haciendo una imposición indebida, como señala Martínez, sino que enfatizando sobre un tema que se supone conocido –y aceptado– por quienes han solicitado su afiliación a esta instancia.
Por lo demás, en nuestro país existe un amplio consenso entre los especialistas acerca de la conveniencia de terminar con la indemnización por años de servicio, que sólo favorece a menos del 20% de los trabajadores, sustituyéndola por un fortalecimiento del seguro de desempleo. Es bueno aclarar que todas las propuestas conocidas no afectan a quienes gozan de este derecho, que es eventual en todo caso, sino que se proponen para los futuros contratos de trabajo. Los únicos que se oponen a esta sustitución son algunos sindicalistas, por razones más simbólicas que reales, con lo que causan un enorme perjuicio al más de medio millón de desempleados, ya que esta institución es una fuerte barrera a la generación de nuevos puestos de trabajo, que el país tanto requiere. Quizás esto explica el porqué del fracaso de estos dirigentes en su intento de llegar al Parlamento.
En todo caso, sorprende que el gobierno no rechace de modo categórico las declaraciones de Martínez y defienda la formulación de recomendaciones efectuadas por la OCDE. A menos que el ingreso de Chile a esta organización haya sido más un acto para satisfacer los egos de algunas autoridades, que una medida pensada en función del efectivo interés general del país.
Falta que el Congreso Nacional apruebe la firma de este acuerdo, por lo que debemos estar observantes respecto de cuál será la posición de los parlamentarios de la Concertación respecto de apoyar el ingreso, aún sabiendo que los trabajadores ya han representado su discrepancia con una medida esencial como lo es la indemnización por años de servicio.
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