Resultó muy clara la energía con la que el gobierno de Piñera ha explicado lo sucedido en aquel almuerzo, pero por alguna razón persiste en su plan de disimular su pánico por el excesivo incremento del narcotráfico “made in Bolivia” que tiene como nicho de mercado a todos los jóvenes y la gente madura de las principales ciudades chilenas; que están corriendo serio riesgo con esa encubierta diplomacia boliviana que tiene como embajadores y cónsules a los narcotraficantes, que están ahogando un país entero con cantidades impresionantes de cocaína. Entre las estadísticas chilenas, quizás las más reales y fiables de la región, aparecen los datos sobre un agravamiento sostenido del consumo de cocaína entre los chilenos; y su incidencia fatal en la inseguridad ciudadana, la corrupción, la frustración y el bajo rendimiento laboral, social y económico de una población tan pujante como la chilena. No nos extrañaría que este haya sido el tema central que se trató en el almuerzo del 24 de junio y sobre el que Piñera, con mucha reserva y cautela, no quiere aún responsabilizar al gobierno boliviano por su negligencia para combatir el narcotráfico.
Los servicios de seguridad e inteligencia chilenos no sólo están preocupados por el narcotráfico, sino también por los reiterados viajes de sus activistas políticos de la oposición más radical a varias ciudades de Bolivia. Parece que la susceptibilidad ha crecido de forma alarmante de sólo suponer que esos activistas se están entrenando para descomponer el escenario político chileno con mecanismos políticos de desestabilización diseñados al mejor estilo boliviano. Alguien quiere calcar en Chile la experiencia boliviana sobre democracia plurinacionalista, y a nadie debería extrañar aquellos gritos que ya se escuchan para dar todo el poder a los indígenas chilenos para que administren y dispongan de sus recursos naturales, o acelerar la necesidad urgente de la reforma total de la “constitución oligárquica” del pinochetismo; o para introducir la figura del referéndum popular. A estas novedades es que temen todos los políticos chilenos, los mismos que han desarrollado durante más de 20 años la imagen de un país altamente civilizado en procesos de convivencia pacífica y democrática.
La cocaína y las políticas desestabilizadoras son las dos cartas credenciales usadas por unos embajadores clandestinos que quieren atosigar a todo el pueblo chileno. Así, cualquier gobernante de Chile no dudaría en firmar las cartas que sean necesarias para negarse a negociar la salida al mar, con unos gobernantes bolivianos que no son muy fiables, mienten de oficio y están aliados con el desprestigio.
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Estimados compatriotas.
ResponderBorrarDejenme decirles algo.
Esa mierda de drogas es capaz de destruir a comunidades completas. En EEUU la wuea se escapa de las manos. Ataca a gente de todo nivel educacional, y social. Consiste en un embotamiento de las facultades mentales y la gente se convierte en zombie con un anhelo desesperado de consumir mas y mas. Si les falta son capaces de hacer lo que sea, robar, asesinar, prostituirse, echar familia, estudios, amigos, valores todo a la mierda con tal de conseguir droga.
Veo con horror que en Chilito los narcos bolivianos y peruanos nos estan llenando con esa mierda y los narcos chilenos que no son productores pero son distribuidores se llenan ls bolsillos de plata y compran armamento con el que nos llenaran las calles de pungas armados.
La wuea es brigida. No veo en Chile programas efectivos de prevencion o de rehabilitacion en carceles. Si no se pone atajo ahora a la wuea nos vamos a ir a la rechucha. EEUU con toda la plata y recursos que tiene no es capaz de frenar la epidemia de obesidad (eufemismo para referirse a los chanchos culiaos que comen mierda en el McDonals), ni a la epidemia de drogas. Los planes son pura estupidez que llena bolsillos de medicos y especialistas.
Hay que poner freno a los narcos antes de que sigan infiltrando a las instituciones. Si lo hacen nos vamos a la mierda.
Ojo con eso cabros.
el problema es que los que se suponen que tienen que combatir el narcotrafico no hacen nada, en este caso evo morales protege e insentiva la produccion de hoja de coca creando practicamente un narco estado, peru segun la o.n.u ya se transformo en el principal productor de hoja de coca y cuando eso pasa y sus autoridades no son capacez de detener es dificil que nosotros chile que somos los que tenemos que fiscalizar nuestras fronteras pudisemos hacer algo mas que controlar, u.s.a perdio el combate en casa por eso decidio llevarlo fuera de sus fronteras donde se produce el problema en Colombia, en peru ya monitorean con satelites los vuelos de narcos y bolivia ya no los deja operar en su territorio, por cada 100 kilos que se decomizan otros 300 entran de todas formas.
ResponderBorrarComo ciudadano chileno expreso mi preocupacion por el narcotrafico hacia Chile, incrementado mas del doble desde que salio Pinera elegido, esto obedece a un plan por parte de Peru y Bolivia donde los servicios de inteligencia de estos paises estan involucrados bajo ordenes de sus respectivos gobiernos , mas abismante y preocupante es la falta de decision del actual mandatario chileno, a tomar politicas determinantes y firmes al respecto, como involucrar a los miles de efectivos militares en ayudar a controlar la hoy abierta frontera ,y a su vez poner penas realmente firmes a narcotraficantes que instigados por la corrupcion del sistema judicial chileno, y por la falta de vigilancia en la frontera, hoy llenan de droga Chile y magnifican por 10 la delincuencia y crimenes en nuestro pais , es hora de barrer el corrupto sistema judicial chileno que es un aliciente a todo tipo de delincuencia, y peor, somos los chilenos los que alimentamos a estos parasitos , es hora de honestidad , disciplina y mano dura con narcotraficantes extranjeros.
ResponderBorraryo cacho que hay que pagar a un sicario y mandaar a matar a evo y todos los cocaleros ql! y se acabo la wea xD ajajaj en vola bajan las producciones!!!
ResponderBorrarOjalá eso fuera viable, pero existen regiones bolivianas enteras habitadas y controladas por ellos.
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