Si bien el país incursionó en esta tecnología por primera vez en los `80, recién hoy pueden verse algunos complejos inmobiliarios que utilizan la radiación solar para calentar el agua. Según los entendidos, este sistema permite ahorrar el 75% de los costos de hacer lo mismo con combustibles fósiles, que además arrojan dióxido de carbono.
¿Es de los que se espantan con las cuentas del gas?, ¿se ve frecuentemente cateteando a sus hijos para que salgan de la ducha? O tal vez… ¿se ha impregnado de un espíritu verde y está interesado en que sus descendientes vivan en un mundo algo menos contaminado?
Entonces, esta alternativa para calentar agua, que está incorporándose poco a poco al mercado chileno, seguramente le resultará interesante: la energía solar térmica.
Como los rayos del sol son un recurso natural todavía gratuito, instalar paneles que los capten puede traducirse en un ahorro importante. De paso, su uso también contribuye a reducir las emisiones de dióxido de carbono. (CO2)
Si bien en los años 80 se hicieron en Chile los primeros experimentos relativos a este tipo de energía, hace muy poco se empezó a implementar.
“Su uso es aún muy incipiente. En realidad hace tres o cuatro años se empezó a masificar, y hoy existe un porcentaje mínimo en el país que la usa, pero ya está en marcha”, explica Thomas Seelmann, vicepresidente de la Asociación Chilena de Energía Solar, quien cree que a futuro su uso será importante puesto que “hay una tendencia mundial a dejar de usar combustibles fósiles y reemplazarlos por energías renovables”.
Y una buena noticia: Chile es uno de los países que tienen mejor radiación solar en el mundo.
El largo territorio y sus climas permiten situar paneles desde Arica hasta Puerto Montt, aunque su eficiencia puede reducirse hasta en 20% en las zonas sureñas en relación a las nortinas.
Un metro cuadrado de panel solar puede calentar aproximadamente 60 litros de agua al día. Una persona en Chile consume entre 35 y 40 litros en 24 horas.
El mismo sistema también sirve para aumentar la temperatura de las piscinas, además para industrias y el área de la salud.
La Clínica Dávila incorporó recientemente un sistema de 264 paneles solares. “Es un desperdicio gastar electricidad o gas en calentar agua, pudiendo utilizar esa energía en cosas más interesantes”, dice Jacinto Oropeza, subgerente de operaciones del establecimiento.
Luego de una inversión cercana al millón de dólares, el recinto calienta 70 mil litros de agua al día, que se usan “básicamente en el casino, para el lavado de pacientes y las duchas del personal”.
INVERSIÓN Y AHORRO
Un equipo de energía solar para una familia puede costar entre 700 mil pesos y un millón y medio, considerando la instalación, y tiene una vida útil de 20 años.
“Pero no hay que mirarlo desde el punto de vista de cuánto cuesta, sino de la inversión en relación al ahorro que implicará. En general, recuperas la inversión completa en cuatro años. Después, todo lo que produce esa instalación significa ahorro”.
Según Seelmann, (en la foto) “una instalación bien diseñada puede ahorrar en promedio 75% al año de la energía que consumirías en gas o en cualquier otro combustible”.
El 25% del gasto que se mantiene corresponde al uso de energías complementarias en el invierno, cuando el sol no “funciona” a su máxima capacidad.
“Todos los equipos solares necesitan un sistema de respaldo para cuando no hay radiación, que puede ser un calefón o una caldera por ejemplo”, añade.
Oropeza señala que en la Clínica Dávila “el aporte solar, que se estima en 63%”, se traducirá en un ahorro anual de 98 millones de pesos, con lo que estarían recuperando la inversión en menos de cinco años. El sistema de respaldo que utilizan ahí son bombas eléctricas de calor.
“Hay un sistema de control que detecta cuando la energía aportada por los paneles solares no llega a calentar el agua a la temperatura que nosotros requerimos, 55º C, y activa estas bombas”.
En los edificios, “en muchos casos no hay superficie suficiente como para colocar todos los colectores solares que debieran haber, entonces se instalan todos los que se puede instalar y la contribución de agua caliente no es del 75%, sino que proporcional a la cantidad de colectores”, dice Seelmann.
El edificio Gen, de calle Portugal, ha resuelto esto teniendo tanto departamentos sin paneles como otros con paneles personalizados para cada residencia.
El gásfiter Hugo Garcés se dedica a instalar paneles solares hace medio año.
Él señala que esta técnica en el país “es relativamente nueva y exclusiva, porque en Chile es cara. Pero los paneles chinos, que tienen otro sistema, son más baratos. Hay uno que sale 400 mil pesos, sin la instalación, y que calienta 140 litros de agua al día”.
Pero Thomas Seelmann afirma que las tecnologías chinas suelen ser de menor calidad.
Garcés dice que “en general, la gente queda contenta. Un porcentaje muy bajo se queja de que esperaba otra cosa, porque el agua no sale tan caliente, hirviendo, como un calefón.
El problema es la aislación de las cañerías que bajan hacia los lavaplatos y duchas. Como están al aire libre, en el trayecto se pierde calor”. Sin embargo, añade, ya idearon un sistema para combatir ese escollo.
“Ahora se está usando una especie de espuma aislante que cubre las cañerías y mantiene el calor, llamada túbex”.
Seelmann señala que otra ventaja de estos equipos es que apenas necesitan mantención, pero que cada tanto conviene revisar que no haya fugas y hacer una limpieza debido a que el agua caliente genera sarro que obstruye los tubos.
PARA TODO CLIMA
El agua calentada con la radiación solar se acumula en un estanque que mantiene su temperatura.
Pero si se consumió en el día, no se repone por la noche ya que no hay sol. Por lo mismo, en zonas con muchos días de neblina al año, como Temuco, no sale muy a cuenta instalar paneles solares.
Para estos casos, acaba de llegar a Chile una nueva tecnología que en Europa lleva 10 años y funciona tanto de día como de noche, con calor o con frío. Se trata de los paneles solares termodinámicos.
“Nuestros paneles funcionan con la radiación directa del sol. Hasta ahí seríamos un panel convencional, pero también andan con la radiación difusa y con todo lo que está relacionado con la temperatura ambiental”, señala Francisco Cabanillas, representante de la empresa española Solar PST, que en Chile abrió hace un mes.
Estos paneles tienen dos sistemas independientes: uno es hidráulico y el otro funciona con un líquido refrigerante a una temperatura que oscila entre los -15° y -20° C.
Ese líquido ingresa al panel y, al estar a tan baja temperatura, se gasifica con el calor ambiental. Luego, ese gas es comprimido, con lo que alcanza una temperatura de 100 ó 110° C. Finalmente, el calor que genera se le inyecta al agua, que alcanza los 50° C.
“Como nuestro líquido refrigerante sale a -15° C, basta con que haya 5° de temperatura para que el delta térmico (la diferencia entre la temperatura del gas y del ambiente) que capta sea de 20°. Y esos 20° se llevan al compresor que comprime y obtiene la temperatura para calentar el agua”, explica Cabanillas.
Él asegura que el sistema funciona hasta con -5°. Como no dependen del sol, sino de la diferencia de temperatura con el gas refrigerante, da igual que se tenga o no orientación hacia el norte. Estos paneles también tienen una vida útil de 20 años.
Los paneles termodinámicos cuestan desde un millón 700 mil hacia arriba y, si bien su valor es más elevado que el de los corrientes, Cabanillas asegura que tienen una ventaja puesto que solamente pesan ocho kilos, por lo que no hay necesidad de reforzar los techos al colocarlos. Su instalación cuesta unos 80 mil pesos.
El maestro Hugo Garcés trabaja con una empresa que comercializa paneles solares térmicos y cuenta que demora dos semanas en hacer la instalación en una casa, y que ésta tiene un costo de 400 mil pesos.
“Como van en el techo hay que instalar todo el sistema de cañerías, la alimentación del panel solar, los lugares por donde sube y baja el agua desde el panel hacia las duchas y lavamanos. Hay que hacer toda la distribución”, dice.
Agrega que “el tema de la gasfitería no es lo más complicado. Lo más complejo es hacer los soportes de una estructura metálica para ponerlos sobre el techo”.
Cabanillas asegura que esta tecnología no requiere mantención. Y dice que, a diferencia de los paneles solares comunes, que funcionan cuatro o cinco horas al día, estos “trabajan 24 horas, calientan en seis horas entre 250 y 300 litros”.
“Cuando nuestros paneles trabajan con más eficiencia es con la lluvia y el viento, que aumentan la conductividad. Entonces en toda la costa de Chile van a funcionar de manera extraordinaria”, añade.
Este sistema está conectado a la red eléctrica, sin embargo Cabanillas explica que su consumo es mínimo.
“El equipo tiene un compresor, pero un equipo que esté continuamente funcionando en la casa de una familia puede llegar a dos kilovatios por día, lo que equivale a un computador y un ventilador encendidos”.
Pero ¿qué ocurre entonces si se corta la luz? Efectivamente no funciona el sistema y el usuario depende del remanente de agua que haya calentado y almacenado hasta el momento. Una alternativa es tener un generador.
SIN DESAPROVECHAR
En materia de innovación, el viejo continente va un paso adelante, pero en Chile ya le están pisando los talones. Allá “se usa el mismo kit en invierno para calefacción y en primavera-verano para la piscina, con lo que se amortiza más pronto la inversión”, dice Cabanillas.
Pero por esos lados también “hay una búsqueda de la eficiencia energética mucho más afinada y a través de máquinas térmicas se detectan fugas de calor en procesos industriales. Por ejemplo, si en una siderurgia se genera un calor ambiental tremendo y ese calor no lo están empleando en otros procesos, se está perdiendo. Lo mismo ocurre en una sala de caldera. En muchos lugares como éstos se están empezando a colocar nuestros paneles”.
En Chile “estamos trabajando con una planta de biogas y con una empresa de cerámica, donde el horno genera mucho calor y no saben cómo emplearlo. Colocando estos paneles a una determinada distancia, captaríamos ese calor que pierden y produciríamos agua sanitaria caliente para emplear en procesos industriales o en duchas de personal”.
Otros usos industriales que tiene el agua caliente son limpiar fruta, pescado y mariscos por ejemplo. En el área agropecuaria se usa en viñas y para calentar las cubas de almacenamiento o limpiar botellas.
INCENTIVO PARA CONSTRUCTORAS
Con tal de incentivar el uso de esta energía no contaminante, el gobierno de Michelle Bachelet legisló sobre la materia.
El 24 de agosto entrará a regir el reglamento de la Ley 20.365 que establece una franquicia tributaria para las constructoras que implementen sistemas solares térmicos en sus edificaciones.
Éstas podrán rebajar del impuesto a la renta el total o una parte del costo de los sistemas de energía solar térmica y sus instalaciones en inmuebles destinados a vivienda.
En el caso de inmuebles cuyo valor no sobrepase las 2 mil UF, el beneficio para la constructora será equivalente al valor total del sistema e instalación. Para viviendas que cuesten entre 2 mil una UF y 4 mil quinientas, el descuento será escalonado.
Incentivos gubernamentales e incluso obligaciones existen también en otras partes del mundo.
“En la Unión Europea hay una subvención de 40% para la compra de esta tecnología y otras similares, señala Francisco Cabanillas, y en Israel, país pionero en el uso de energía solar térmica, hay una ley que obliga que todas las construcciones tengan energía solar. No es optativo. No te dan una recepción municipal de una casa si no tienes una instalación de este tipo. La energía solar que se ocupa en ese país para calentar agua equivale al 5% de la energía total que consume. Y un 5% no es un tema menor, sobre todo si uno lo puede llevar de energías fósiles a energías renovables y gratis”, comenta Thomas Seelmann.
OTROS USOS
“La mayor parte de la gente piensa que (el sistema de paneles) también sirve para calefaccionar, pero en realidad es muy acotado el aporte que puede hacer en ese sentido. Lo que pasa es que cuando menos radiación hay es cuando más calefacción se necesita”, dice Thomas Seelmann, vicepresidente de la Asociación Chilena de Energía Solar.
Eso vale para los tradicionales. Los paneles termodinámicos funcionan durante todo el año a un ritmo constante, entonces, también sirven para calefaccionar. Sin embargo, Cabanillas explica que en Chile han tenido un escollo para hacerlo.
“Aquí nos hemos encontrado con un tema que no existe en Europa y es que al arquitecto chileno le apasiona el hormigón. A los conductos que se ponen en el suelo para que circule el agua caliente, les ponen una losa de hormigón encima bastante fuerte, lo que no nos permite llegar a un nivel de calefacción eficiente. Por radiador, sí lo hacemos”.
La energía solar fotovoltaica es otro tipo de tecnología que convierte la radiación del sol en electricidad. Su único símil con la energía solar térmica es la forma de los paneles que la captan, explica Thomas Seelmann.
En la tienda Homecenter pueden encontrarse diversos equipos que usan este sistema y sirven tanto para irse de camping como para emergencias.
Por ejemplo, un panel solar, que viene con un foco, cuesta $23.490. También hay una batería que se carga con la radiación y a ella se pueden conectar lámparas de emergencia, notebooks o cargadores de celular y tiene un valor de $84.690.
Esos son aparatos fijos, pero además hay todo un maletín portátil, algo pesado por cierto, pero que cuenta con todo lo necesario para irse de camping o enfrentar un corte de energía.
Cuesta $129.990 y trae una potente batería de 12 volts, dos lámparas, radio, audífonos, adaptadores para cargar celulares y computadores. Ambas baterías necesitan un inversor de voltaje para conectarse a notebooks. Además, existen unos pequeños llaveros-linterna por $5.000.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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