lunes, abril 12, 2010
Cómo fue el retiro del uranio enriquecido desde Chile
Adentro de la coraza protectora de un reactor nuclear que hizo construir Augusto Pinochet, un ingeniero de edad avanzada con un delantal blanco abrió lentamente una sala de depósito con un llave común.
Salió con una polvorienta caja de madera en la que había varias placas recubiertas de aluminio.
``Así es'', afirmó Hugo Torres, director de operaciones del reactor, tomando uno con sus manos.
Aludía a uranio altamente enriquecido 235 (UAE), el material que más preocupa a los expertos en la lucha antiterrorista. Tan sólo 25 kilos (55 libras) en una bomba nuclear --aproximadamente el tamaño de un mango-- podrían devastar una ciudad y causar daños parecidos a los que hubo cuando EEUU tiró bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente estadounidense Barack Obama ha lanzado una campaña para garantizar que no se le dé mal uso a este material nuclear. Después de firmar un acuerdo de control de armas nucleares con Rusia, les dará la bienvenida a 40 líderes mundiales a la Casa Blanca este lunes ``para buscar formas de asegurarnos de que este material nuclear vulnerable no caiga en manos de terroristas''.
Chile fue de los primeros en aceptar entregar el UAE que le queda, 18 kilos (40 libras) que obtuvo de Gran Bretaña y Francia. Un equipo de expertos estadounidenses lo transportó el mes pasado, mientras réplicas del terremoto sacudían al país. Una caravana de camiones recorrió carreteras semidestruidas en una travesía nocturna hasta un puerto que todavía funcionaba a pesar del temblor.
La AP documentó la transferencia del uranio, aceptando mantener la información en secreto hasta que la carga hubiese llegado a Estados Unidos.
Esta será la primera de varias misiones similares si Obama logra cumplir con su promesa.
EEUU ya ha recuperado 91 por ciento de los 1,362 kilos de UAE de origen estadounidense que había en reactores de todo el mundo, el cual fue trasladado a los depósitos de Savannah River Site, en Carolina del Sur, y al Complejo de Seguridad Nacional Y-12 de Oak Ridge, Tenesí, para su reprocesamiento. Desde el final de la Guerra Fría, Estados Unidos aportó equipo y expertos para que regresase a Rusia más del 53 por ciento de los 2,351 kilos de UAE que la Unión Soviética vendió a otros países.
Sin embargo, todavía hay dando vueltas 680 kilos de UAE suministrado por otros países que es considerado vulnerable.
Chile ofrece un ejemplo de lo que Estados Unidos considera su peor pesadilla --una partida vulnerable de UAE--, y al mismo tiempo un modelo de conversión de combustible nuclear para su uso seguro, con fines pacíficos.
Estados Unidos ha ayudado a convertir o verificar el cierre por completo de 67 reactores nucleares de 32 países. De esos, los que siguen operando ahora emplean uranio de bajo enriquecimiento (UBE), que es mucho más difícil de convertir en armas, entre ellos uno en Chile. También ha reforzado la seguridad de 750 edificios vulnerables con depósitos de UAE. En el caso chileno, invirtió $100,000 en alarmas, sensores de movimiento y otros equipos en la base militar Lo Aguirre.
Disponer del UAE requiere expertos, tecnología cara y años de planificación y de diplomacia. Estados Unidos es el único país que está en condiciones de combinar todos estos elementos e incluso los rusos dependen de los norteamericanos para esta tarea.
El UAE chileno consistía mayormente en combustible usado, almacenado bajo el agua dentro de tanques de enfriamiento, y era demasiado radiactivo como para ser robado fácilmente.
El que más preocupa es el combustible sin usar, que fue guardado por años en cajas de madera en un armario sin demasiada vigilancia dentro del reactor militar Lo Aguirre. Dado que todavía no había sido irradiado, se lo puede tomar con las manos. Eso hacía que resultase más fácil robarlo o venderlo en el mercado negro.
Cualquier tipo o cantidad de material nuclear puede ser combinada con una bomba convencional que emite radiactividad en un área limitada. Este tipo de ataque en una ciudad importante puede hacer difícil la vida normal y la limpieza costaría miles de millones de dólares.
Pero si agrupaciones terroristas consiguen suficiente UAE, el impacto será mil veces peor y podrían originar una explosión nuclear, y así causar una enorme cantidad de muertes y destrucción.
``Me alegro de que nos hayamos sacado esto de encima'', comentó Fernando López, director de la Comisión Chilena de Energía Nuclear.
``Los países generalmente no quieren tener desperdicios de otras naciones'', manifestó López, quien agradeció que Estados Unidos se hiciese cargo de ese material. ``Ponerlo en un lugar seguro es beneficioso para todos. Queremos un mundo más seguro''.
Cuando llegó el día de transportar el UAE chileno, varios elementos ayudaron, incluidos músculos, sudor y rock and roll.
Una radio hacía tronar el tema Iron Man de Black Sabbath cuando personal chileno y estadounidense, usando hilo de nylon y un largo brazo mecánico, movieron bajo el agua el UAE altamente radiactivo de seis estantes y lo colocaron en un cilindro con alto grado de protección. La maniobra se realizó en el tanque de agua enfriadora del reactor nuclear La Reina, en las montañas alrededor de Santiago.
Si se dejaba caer un estante o se producía cualquier otro percance, hubiera causado un desastre muy costoso. Pero la operación fue un éxito. El cilindro, con paredes de plomo y acero inoxidable de 20 centímetros (ocho pulgadas) de espesor, fue cerrado y elevado del tanque, donde Torres empleó un detector de partículas para asegurarse de que no había filtraciones.
``Catorce millirems'', anunció, una dosis de radiación ínfima: Habría que tocar la cuba dos horas para absorber una cantidad de radiación equivalente a la de unos rayos x.
Bajo la mirada de oficiales del ejército chileno, el cilindro fue bajado en una carretilla elevadora especial, sacado del edificio y colocado en una cuba enorme para ser transportado, sin que el material radioactivo fuese expuesto en ningún momento.
La cuba fue colocada en un contenedor que por fuera parecía común y corriente. Adentro, no obstante, estaba equipado con un lecho metálico a prueba de desplazamientos bruscos que impediría que el contenido se moviese de su lugar en la travesía oceánica.
La misma operación se repitió en la base Lo Aguirre.
En total se emplearon dos grandes contenedores de 30 toneladas cada uno para almacenar los 18 kilos de uranio.
Por suerte, el material fue guardado así pocos días antes del terremoto de magnitud 8.8 que estremeció Chile. Ahora el problema fue encontrar una ruta hacia el mar. Las carreteras estaban destruidas y el puerto que se pensaba usar dejó de funcionar. Finalmente, hicieron un nuevo recorrido de ocho horas en la madrugada para llegar al barco estadounidense, en otro puerto.
El reactor militar de Lo Aguirre generó inquietud acerca de las intenciones nucleares de Chile durante el gobierno de Pinochet. Pero el dictador terminó archivando el proyecto pues no encontró un uso práctico y además resultaba muy costoso. El reactor está inactivo desde hace más de una década. Su sala de controles está hoy en manos de civiles y parece congelada en el tiempo, con computadoras e indicadores anticuados.
El reactor de La Reina, con usos civiles, pasó a ser una operación de UBE hace cinco años con la ayuda de Estados Unidos y es usado una vez a la semana para crear isótopos médicos.
Al deshacerse del UAE, Chile se quita una preocupación de encima y les demuestra a sus ciudadanos que puede disponer de sus desperdicios con responsabilidad. Ello podría ayudar a conseguir la aprobación de nuevas plantas nucleares, una idea que está analizando el gobierno, según Juan Carlos Chávez, uno de los principales científicos nucleares del país.
``Sin energía, no podemos desarrollarnos. Pero no se puede venderle a la gente un camello diciéndole que es un caballo. En la discusión hay que decirle a la gente lo que vamos a hacer con los desperdicios'', expresó Chávez.
Luego de dos semanas y media en el mar, y del cruce del Canal de Panamá, un barco especial con dos cascos llegó escoltado por la Guardia Costera estadounidense a la Estación de Armas de Charleston en Carolina del Sur. Agentes de aduana e inspectores nucleares subieron a bordo y midieron los niveles de radiación antes de permitir a la tripulación que bajase al puerto.
Una gigantesca grúa pasó los contenedores a camiones adaptados para poder soportar tanto peso. Tras otro control de radiación, partió la carga con dirección a Savannah River y Y-12.
El UAE chileno seguirá siendo radiactivo por 5,000 años, pero buena parte será convertido en combustible y vendido a plantas nucleares, por lo que no agravará el dilema de qué hacer con los materiales radiactivos que hay en Estados Unidos.
Sea como sea, es muy improbable que termine en una bomba.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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