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viernes, abril 16, 2010

Las réplicas del terremoto en los niños: 93% sufre secuelas psicológicas

Miedo a quedarse solos en casa, a estar lejos de los padres, falta de apetito, pesadillas e interrupciones del sueño están entre los efectos en los niños a un mes del terremoto. Exteriorizar lo que sienten conversando, jugando o dibujando pueden ser alternativas para su reconstrucción emocional.

Pueblos devastados, gente que perdió todas sus cosas y la muerte, es lo que los niños entrevistados por Criteria Research para el estudio “La voz de los niños, niñas y adolescentes: Terremoto en Chile” de Unicef, recuerdan a un mes del 27-F. Sobre todo las muertes, recalca Andrés Varas, director del estudio en su presentación. “Hablan de pueblos completamente destruidos, arrasados por el tsunami, la sensación de destrucción es potente, pero lo que más les duele son los muertos”, dice.

El 96% de los niños responde que el terremoto es lo más importante que ha pasado en Chile en las últimas semanas (en segundo lugar mencionan el cambio de mando) y una cifra similar sostiene que le preocupa lo que está pasando, sobre todo la gente que lo perdió todo, aunque en menor medida (ver infografías).

Respecto a sus fuentes de información, mencionan sobre todo a la televisión y la radio, además de lo que cuentan sus padres o amigos, aunque se hace una diferencia con los niños de la zona más afectada que se han enterado, porque han visto la destrucción directamente (67%).

“Los niños aprecian hablar”, sostiene Gary Stahl, representante en Chile de la Unicef, tal como lo mencionan en la campaña protagonizada por los personajes de “31 minutos”. “Es normal tener miedo, es bueno socializarlo, conversarlo, no tiene nada de malo, todos hemos pasado por lo mismo. Para ellos es bueno saber que los adultos estamos preocupados por ellos, que nosotros también tenemos miedo, que es bueno hablar del asunto, dibujarlo, para que no lo mantengan adentro”, aconseja.

A pesar de que muchos mencionan haber hablado con los papás sobre el tema, Varas señala que no es lo mismo conversar que intentar explicar, “intentar contener, intentar que ellos expresen sus miedos, sus preocupaciones”, dice. Y es que el 88% de los encuestados señala que sintió miedo en ese momento -un 37% declara que sintió “muchísimo susto”, a pesar de estar acompañados- y la mayoría cuenta que ha sentido efectos después del evento.

SECUELAS SICOLÓGICAS

El 93% de los niños siente o declara haber sentido algún síntoma posterremoto, como imaginar que está temblando todo el tiempo (en el caso de los encuestados en Santiago en mayor medida, pues hacia el sur el movimiento no era imaginario), preferir no quedarse solo en casa, miedo de ir al colegio, de dormir solo o de estar lejos de los padres. Casi la mitad presentó trastornos del sueño, y un 38% reconoció alteraciones físicas (pérdida de apetito, mareos, náuseas o cansancio).

Sus secuelas se notan también al expresarse. Recuerdan con detalle el momento del sismo y les gusta hablar de ello. “Los niños recuerdan las experiencias que son importantes para ellos, ver cómo relatan segundo a segundo lo que pasó, es una vivencia que nunca van a olvidar, y hay que poder incorporarla como experiencia no traumática que no altere el desarrollo”, sostuvo Soledad Larraín, sicóloga de Unicef.

La especialista explicó que los niños son sujetos en desarrollo y que cuando sufren una experiencia traumática, éstas pueden provocar un daño en su desarrollo y afectarlo a lo largo de su vida, en las relaciones personales, la relación de apego, la autonomía e incluso el aprendizaje. Por ello, la entidad internacional ya está capacitando a profesionales para que desarrollen actividades donde los menores puedan expresar lo que sienten y de alguna manera, superar el trauma.

Según Larraín, otra de las maneras en las que el impacto se ha manifestado es en los juegos o dibujos.

Niños que fabrican ciudades con legos y las destruyen imitando un terremoto o dibujan con colores oscuros paisajes que después rayan para reproducir un maremoto, hoy son más comunes.

¿Qué hacer en esos casos? Para la especialista es normal que al menos por tres meses se presenten situaciones de ese tipo y los padres deben enfrentarlo en el momento. “A raíz del dibujo conversar, cómo se sienten, que nos expliquen el dibujo. Todas las expresiones emocionales del niño son bienvenidas, no hay que asustarse frente a ellas, no hay que decirles por qué no cambias el color y pintas amarillo o por qué no pintas un sol con un prado, porque el niño en algún momento va a llegar a pintar eso, tiene que sacarse todo lo que tiene adentro y a veces les cuesta verbalizarlo, pero sí lo puede sacar a través de los juegos, de pintar, de otras manifestaciones”, explica.

HIPERSENSIBLES

En el caso de los niños menores de 2 años, la especialista sostiene que aunque no lo entienden igual que los mayores, sienten el cambio en el ambiente y la angustia de los padres. “Los niños son hipersensibles a su espacio cotidiano, entonces si se les cayó la casa, si están hoy en un albergue, si no están con sus padres, eso los altera muchísimo”, dice. Por ello, requieren la presencia de los adultos significativos, sobre todo la madre, o quienes los han cuidado y protegido antes.

Reconstrucción sicológica

“En los planes de reconstrucción la gran ausencia son los niños como sujeto. Hay un énfasis en que vuelvan a la escuela, pero los propios niños como sujeto, qué está pasando con ellos, por qué es importante que vuelvan a la escuela, nos parece que está ausente y ese es el punto que se debe relevar”, sostiene Larraín.

La sicóloga se refiere a que es esencial mirar el impacto emocional que el terremoto y maremoto tiene en los niños, no pensar sólo en la reconstrucción física del país, “que los niños vuelvan a la escuela, eso es importante, porque es un espacio privilegiado para que puedan tratar sus temores, puedan tratar sus angustias, se puedan encontrar con sus compañeros, puedan ver en el profesor una figura de contención. Pero es importante que nos demos tiempo para ese proceso, cuando entremos a la escuela, pensemos que la primera semana el rendimiento no va a ser el que hubiera sido sin el terremoto, que los niños van a estar más afectados, que están durmiendo mal y eso hay que entenderlo”, sostiene.

“Cuando uno en general ve los planes de reconstrucción, este es un tema que no está presente. Si no hacemos una reconstrucción emocional, realmente va a ser más difícil la reconstrucción del país”, enfatiza la sicóloga.

Larraín hace la diferencia entre lo que ocurrió con los niños tras el terremoto de Valdivia en 1960 y el de este año, resaltando la influencia que la televisión tuvo en el último. “No es lo mismo ver una foto que verlo en televisión 24 horas al día, el impacto emocional en los niños, el tema de la muerte es difícil de asimilar, probablemente no se va a borrar, pero es importante que se pueda desarrollar”, dice.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.