Escritor y diplomático chileno, premio Cervantes.
“Si bien la Guerra Fría se acabó en todo el mundo, en América Latina la historia sigue otros ritmos, y todavía hay enclaves de ese enfrentamiento que marcó la segunda mitad del siglo XX. Ejemplo de ello son Cuba y Venezuela. Hugo Chávez actúa como en Guerra Fría, con discursos de división y confrontación entre dos bloques, con sus respectivos aliados: los buenos y los malos”, dijo en una entrevista exclusiva con LA GACETA el escritor y diplomático Jorge Edwards, uno de los más destacados representantes de la narrativa y la intelectualidad chilena, premio Cervantes de Literatura en 1999.
Edwards, que fue embajador de Chile en Cuba durante el Gobierno del socialista Salvador Allende, en 1971, y luego secretario del poeta comunista Pablo Neruda, en la embajada de París, aseguró que el regreso de la derecha al poder, de la mano del empresario multimillonario Sebastián Piñera, después de 20 años de gobiernos de centro izquierda, no representa ningún riesgo de involución democrática, “ni el más mínimo vestigio” de pinochetismo en su país.
El triunfo de Piñera significa “un cambio profundo en Chile, porque confirma que la alternancia política en el poder es posible tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y demuestra que en el país hay un centro derecha y un centro izquierda civilizados, no autoritarios y modernos”, destacó Edwards, para concluir: “Quiere decir que Chile es un país del siglo XXI y no una republiquita”.
Según el autor de obras tan polémicas como Persona non grata (1973), el nuevo Gobierno chileno, que echa a andar con el dolor del devastador terremoto que destrozó gran parte de la infraestructura del país, se mantendrá “lejos del proyecto bolivariano del que habla Chávez”, asumirá una postura más crítica que la de su antecesora, la socialista Michelle Bachelet, sobre el régimen cubano, y se aproximará a Brasil, México y Colombia. Mientras que en Europa sintonizará con el francés Nicolas Sarkozy, el británico David Cameron y “la derecha española que puede volver al poder”, heredera de José María Aznar.
“Veo que los bonos del Partido Popular suben lentamente y que el manejo económico del presidente José Luis Rodríguez Zapatero está bastante desprestigiado”, opinó el intelectual liberal que el pasado día 12 recibió la nacionalidad española, concedida por el Consejo de Ministros, a propuesta del titular de Justicia, Francisco Caamaño. El Gobierno español destacó que Edwards, nacido en Santiago de Chile en 1931, es escritor, periodista, crítico literario, diplomático y estudioso de la literatura española.
En su apartamento, ubicado en el quinto piso del céntrico edificio popularmente conocido como El barco –por sus ventanas circulares–, Edwards recibió a LA GACETA, sentado junto al balcón que mira al cerro Santa Lucía, en pleno centro de la capital chilena.
-Usted siempre estuvo ligado al centro izquierda. ¿Cómo explica su giro hacia la derecha?
-Yo voté a Piñera porque a mi juicio la Concertación (la coalición de partidos del centro izquierda que gobernó Chile durante las últimas dos décadas) estaba muy desgastada y desorientada, y me parecía saludable la alternancia política en esta etapa.
-Su decidido apoyo a Piñera le ha merecido no pocas críticas de la intelectualidad chilena. ¿Qué responde a eso?
-Es un mito ese de que todos los escritores son de izquierda. Nunca ha sido así históricamente. Los escritores casi siempre han tenido actitudes críticas e independientes y han estado lejos del poder. Yo en eso siento que no he cambiado. Por ejemplo, estuve muy en desacuerdo con Bachelet cuando viajó a Cuba y no realizó ningún gesto a favor de la disidencia. La Concertación venía de una lucha contra la dictadura de Pinochet, debería haberse interesado del mismo modo por la violación de los derechos humanos en Cuba, porque eso vale tanto para un lado como para el otro, pero decidieron omitirlo.
-¿Qué representa el triunfo de la derecha después de 50 años sin acceder al Gobierno en elecciones libres?
-Con Piñera se produce un cambio profundo en Chile, porque confirma que la alternancia política en el poder es posible tras la dictadura de Pinochet. Demuestra que en el país hay un centro derecha y un centro izquierda civilizados, no autoritarios y modernos. Demuestra que no sólo el centro izquierda puede gobernar en Chile, sino que el centro derecha también puede hacerlo, y razonablemente bien. De hecho, los primeros pasos de Piñera van en esa dirección: es un Gobierno con pies de plomo, que va con cuidado, que ofrece acuerdos transversales, más allá de su propia coalición. En este momento Chile termina de hacer su transición; entra en una situación que históricamente es más normal, porque son pocos los países donde un régimen democrático dura 20 años. Quiere decir que hoy Chile es un país del siglo XXI, una democracia normal, y no una republiquita.
-¿Qué tipo de derecha encarna Piñera?
-Es una derecha moderna, liberal, tecnocrática en un mercado libre desatado, con niveles de protección social que a él le interesa mantener. Después de décadas fuera del poder y de 50 años sin ganar una elección, la derecha finalmente ha buscado el centro político; algo característico en una democracia liberal moderna: inclinarse al centro y conquistarlo.
-Bachelet se retira del Gobierno con un nivel de aprobación del 85%. ¿Por qué entonces perdió su partido?
-Por olvidarse del centro. El error de la Concertación ha sido el de inclinarse hacia la izquierda, abandonando el centro. Eso significó su derrota en las elecciones. Además, presentó un candidato como Eduardo Frei, que no tenía una verdadera vocación de izquierda; Frei era más bien de centro derecha. Han sido 20 años de Concertación, y el balance es muy bueno. Pero en el último tiempo ha habido un desgaste notorio. La Concertación está muy desconcertada, muy golpeada; no enfrenta la situación con ideas nuevas. No veo verdadera unidad interna. Entre la Democracia Cristiana y el Partido Socialista no hay vínculos.
-¿Qué rol desempeñará el nuevo Gobierno de Chile en la región?
-Piñera alejará a Chile del eje Venezuela-Cuba, tomará distancia del proyecto bolivariano del que habla Chávez. Con respecto a Cuba la posición chilena será más crítica; ése será un matiz, un cierto golpe de timón, aunque no irá más allá. Piñera tiene más interés en el Brasil de Lula, un socialista del Partido de los Trabajadores. También habrá un mayor acercamiento a México y Colombia; y es de esperar que mejoren las relaciones con Perú. No veo cambios dramáticos en la región.
-El Gobierno de Chávez ha dicho que Chile debe aprender de la democracia venezolana y que la Constitución chilena es ‘pinochetista’. ¿Qué opina de eso?
-Si bien la Guerra Fría se acabó en todo el mundo, en América Latina la historia sigue otros ritmos, y todavía hay enclaves de ese enfrentamiento que marcó la segunda mitad del siglo XX. Ejemplo de ello son Cuba y Venezuela. Chávez actúa como en Guerra Fría, con discursos de división y confrontación entre dos bloques, con sus respectivos aliados: los buenos y los malos. A Piñera no le interesa ese antagonismo, y lo va a evitar; esa será una relación fría.
-¿Cuáles son los referentes políticos de Piñera?
-El dinero y la televisión lo emparentan con Silvio Berlusconi, pero Piñera lleva una vida privada austera, y el italiano es bastante frívolo. Nicolas Sarkozy está más cerca. David Cameron y esa derecha inglesa pueden ser un espejo. Pero quizás se siente más identificado con la derecha española que puede volver al poder. Veo que los bonos del PP suben lentamente y que el manejo económico de Zapatero está bastante desprestigiado.
-¿Cómo determinará el seísmo del 27 de febrero los primeros pasos del nuevo Gobierno?
-Ahora estamos como un boxeador noqueado, pero Piñera pondrá el acento en la eficacia con espíritu práctico, inyectará un poco más de vigor para dirigir la economía, modernizar el Estado y mejorar la inversión. Todo esto sucederá en seis meses. Su Gobierno tratará de hacer buena letra para poder repetir el plato. Con Piñera en el poder, no es imposible que el centro derecha se mantenga durante dos periodos.
-¿Cuánto pesará el legado de Pinochet en esta derecha gobernante?
-Es necesario entender que la gente cambia. La democratización de España no hubiera sido posible sin entender el cambio. Eso hay que esperar de esta derecha chilena.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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