El texto subraya que el colapso en las comunicaciones tras el sismo dificultó la coordinación de medidas "destinadas a alertar y difundir la alerta pública y los planes de evacuación".
Tres factores que no fueron tomados en cuenta por las autoridades del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) para levantar la alerta de tsunami la madrugada del 27 de febrero pasado, identifica el informe elaborado por la Armada. La decisión de dejar sin efecto el aviso se tomó a las 4.56 de esa madrugada, minutos antes de que diversas localidades costeras fueran golpeadas por olas gigantes.
Según el documento de la Armada -al cual tuvo acceso este medio-, los tres factores que no fueron considerados son: una mala evaluación del "momento sismíco" a partir de la información entregada por el sistema Tremors, que evidenciaba la descarga de una gran cantidad de energía en el terremoto; el hecho de que el epicentro real se encontraba a 35 kilómetros de profundidad, lo que aumentaba el riesgo de un tsunami; y no haber considerado una alerta internacional emitida por el Pacific Tsunami Warning Center, que avisaba de la ocurrencia de un maremoto.
El texto subraya que el colapso en las comunicaciones tras el sismo dificultó la coordinación de medidas "destinadas a alertar y difundir la alerta pública y los planes de evacuación".
Sin embargo, el documento subraya que el Shoa alertó por teléfono a la Onemi “en forma clara y oportuna” a las 3.51 que había riesgo de tsunami, lo que fue reiterado a través de un fax a las 4.07. A ello se suma un mensaje escrito a través de la red Mercalli del Sistema Nacional de Alerta de Maremotos.
Asimismo, el informe destaca que la ubicación del epicentro en cercanías de la costa como su magnitud fueron "aspectos centrales en los escasos tiempos de reacción", lo que configuró como "Zona de Sacrificio" la costa entre San Antonio y Talcahuano. En esta zona, las olas llegaron luego de 20 minutos después del sismo.
No obstante, en el área comprendida en la bahía de Talcahuano y las cercanías de Dichato, que también se ubica en esta "Zona de Sacrificio", el agua llegó "con algún grado de retardo".
"Pero la capacidad de respuesta y de alerta se vio condicionada, fundamentalmente, por la interrupción de los enlaces de las comunicaciones a nivel nacional y por la destrucción de los instrumentos de medición pertenecientes a la Red de Mareógrafos del Shoa en esa zona", consigna el documento.
El levantamiento de la alerta de tsunami la madrugada del 27 de febrero redundó en la salida del ex entonces director del Shoa, Mariano Rojas, quien fue llamado a retiro de la institución. La petición de la Armada fue acogida por el Presidente Sebastián Piñera.
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