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domingo, octubre 25, 2009

Bicentenario: Argentina y sus países vecinos

La jornada final del Congreso organizado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) para debatir sobre el primer y segundo centenario de la Revolución de Mayo tuvo como tema central la mirada del Brasil sobre la celebración de 1910 y cómo reflejó la prensa argentina más conservadora los festejos de los 100 años de la independencia chilena, en septiembre de aquel mismo año.

El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, tuvo a su cargo el cierre del Congreso, organizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA e inaugurado el miércoles, bajo el título de "Revolución, Emancipación, Democracia e Igualdad: 1810-1910-2010”, en el que participaron unos 60 especialistas argentinos e invitados de Brasil, México, Chile y Uruguay.

La licenciada Patricia Funes, perteneciente a la Facultad de Ciencias Sociales y al Consejo Nacional de Ciencia y Técnica (CONICET), se ocupó de "El Centenario de Chile en la prensa argentina”.

Su colega de la Universidad de Sao Paulo, María Ligia Prado Coelho, habló acerca de "Brasil mirando hacia Argentina en el período del centenario de la emancipación”.

Finalmente, el historiador Carlos Ruiz, de la Universidad de Chile, leyó un trabajo sobre "República, democracia y sujetos populares en Chile durante el siglo XIX”.

"Los Centenarios son ocasiones privilegiadas para las recapitulaciones semánticas. En las conmemoraciones de los centenarios de las Independencias de los países de América latina se evidencia de manera concentrada, rotundas imágenes de la ‘identidad nacional'. Muchas veces inficionadas de una épica totémica, esas ficciones orientadoras se dirigen a fortalecer, cuando no a crear a través de panteones, homenajes, símbolos, monumentos, producciones escritas, sentidos y contenidos que, desde el poder, se acuñaban con una pedagogía no exenta de narcisismo”, advirtió Patricia Funes.

"Sin embargo, consideramos que los Centenarios son el canto del cisne del orden oligárquico. Parte de esa autoapoteosis optimista que inunda los festejos de la modernización, la civilización y las ´luces´ oligárquicas, oculta cierta preocupación por algunos cambios sociales que comienzan a advertirse desde los impugnadores de ese orden”, añadió.

"Los festejos del Centenario se realizaron con una solemnidad solipsista pero bajo Estado de Sitio. Este recorte a las libertades individuales era la respuesta del Estado a la protesta social. Los sectores anarquistas y socialistas venían desplegando un conjunto de protestas que el año anterior habían sido reprimidas duramente, y la amenaza de boicot a los festejos del Centenario llevaron al Gobierno no sólo a restringir las libertades sino a sancionar la Ley de defensa Social, que profundizaba la Ley de Residencia (1902), cuya derogación era una parte importante de la protesta obrera”, sostuvo Patricia Funes.

"De hecho, el Estado hizo uso de esas facultades, ya que para los festejos de Mayo hubo deportaciones, encarcelamientos y proscripciones. Es que el año 1910 es la condensación de las contradicciones de la modernización argentina (mirada desde los sectores dominantes). Como Jano de dos caras. Una la de la ‘oda al ganado y las mieses' y la otra, la de la bomba anarquista al jefe de policía. Inmigrante y maximalista tienden a ser una sola identidad y la palabra ‘disolvente' (con la fuerza expresiva de la que está impresa) un mote frecuente”, agregó.

"Algo inquietaba a las elites políticas y culturales, aún más que los posibles efectos de la llegada del cometa Halley, que cruzaba el cielo porteño en mayo de 1910. Las luces de la ‘belle epoque' argentina y de la república oligárquica se iban apagando. Entre las novedades del festejo del centenario se preveía la iluminación completa de los edificios públicos de la capital, cosa que ocurrió a medias. Algunos hablaban de imprevisión, otros, de sabotaje anarquista", añadió.

Para la Argentina del Centenario, Chile constituía un lugar de privilegio”, sostuvo la historiadora, en alusión al clima de estabilidad institucional que exhibía el vecino país bajo la sólida conducción de una clase política conservadora, mientras en Buenos Aires, sumada a la creciente protesta social, comenzaba a generar preocupación en los sectores dominantes la fuerte presión de Hipólito Irigoyen y su Unión Cívica Radical (UCR) en favor del sufragio universal, secreto y obligatorio.

Finalmente, en 1912, el presidente Roque Saénz Peña envió al Congreso un proyecto que convirtió en ley esas conquistas democráticas.

"Había preocupación del diario La Nación y de los sectores conservadores de la elite por los rumbos que asumía la modernidad argentina, sobre todo la ‘cuestión social' y por la efectividad de las dirigencias para poder controlar la situación”.

Funes dijo que "el sentimiento de comparación debía ser de tal tamaño que a fines de mayo apareció en el diario La Nación un artículo que llamaba a no tratar de igualar o copiar lo hecho en la Argentina, sino más bien a volcar todas las fuerzas a hacer una fiesta con identidad chilena, que representase al país dignamente”.

El presidente José Figueroa Alcorta encabezó la imponente delegación cívico-militar que viajó a Santiago en el ferrocarril transandino para participar en septiembre de 1910 en los festejos del primer centenario de la independencia chilena.

Patricia Funes recordó que el viaje de Figueroa Alcorta estuvo en duda a causa del fallecimiento, el 16 de agosto, en Alemania, del presidente chileno Pedro Montt, reemplazado por el vicepresidente Pedro Elías Fernández Albano, quien también fallecería inesperadamente poco después, el 6 de septiembre, víctima de una neumonía.

Este percance, sin embargo, también puso de relieve la solidez de las instituciones trasandinas regenteadas por sus clases dirigentes, que capearon la situación sin problemas para admiración de sus contrapartes argentinas.

Funes destacó que en los discursos y arengas que los digntarios argentinos y chilenos pronunciaron en Santiago hubo solamente loas a la independencia, pero ninguna referencia a la Revolución, o a las ideas jacobinas que alentaron los sucesos de 1810.

Ni Simón Bolívar ni Gervasio José de Artigas fueron jamás mencionados, ya que las únicas referencias eran a José de San Martín y a Bernardo O'Higgins.

"No hay menciones sobre el orden colonial. Como si la historia comenzase en el momento mismo de la instalación de los Cabildos. No hay referencias al pasado de dominación española, ni nada que hablara de tiranía”.

La licenciada Prado Coelho, por su parte, sostuvo que "durante el Imperio Brasil asumió una política externa orgullosa y hostil en relación a sus vecinos suramericanos, declarando su superior distanciamiento y destacando su civilizada mirada hacia Europa. Luego los cambios internacionales a principios del siglo XX, y por supuesto, la Primeras Guerra Mundial, provocaron una aproximación del Brasil hacia los países de la América del Sur. Luego de la instauración de la República, comienza otra visión sobre la inserción de Brasil en el continente”.

Durante el Imperio, recordó, existía una actitud desdeñosa del Brasil y de su elite gobernante hacia los países independizados de España, a los que consideraban caóticos y convulsionados y nada confiables, a causa de sus regímenes republicanos, en contraste con el orden que aseguraba a los brasileros su sistema monárquico.

Prado Coelho reprodujo durísimas críticas que funcionarios y publicistas brasileros dirigieron a Juan Manuel de Rosas, acusándolo de tirano y de intentar subvertir al Imperio, por alentar la rebelión de los sectores republicanos de Rio Grande do Sul.

En estas acusaciones se basó la justificación elaborada por el Gobierno brasileño por la participación de sus tropas en el Ejército Grande que derrocó a Rosas.

"La Argentina, con su extraordinario desarrollo económico de las primeras décadas del siglo pasado, su modernidad y su cultura, pasó a ser considerada como un ejemplo iluminador”, agregó.

Sostuvo, asimismo, que con motivo de la conmemoración del Centenario de la independencia del Brasil, en 1922, el discurso oficial presentaba al Brasil como un país sin problemas, en un clima de gran calma, lo cual era falso.

"Porque había entonces una movilización social muy fuerte. El Partido Comunista fue fundado en 1922 y en julio de ese año hubo un levantamiento militar protagonizado por jóvenes tenientes, que tuvo importantes ramificaciones. Pero el discurso oficial seguía siendo extraordinariamente apaciguador”, explicó.

"Entre el 7 y el 15 de septiembre de 1922 se realizó en mi país el primer Congreso Internacional de la Historia de América, organizado por el Instituto Histórico del Brasil. Hubo 200 participantes, de los cuales 83 eran extranjeros, de ellos 20 argentinos, entre quienes figuraba el historiador Emilio Ravignani”, señaló.

Finalmente, Carlos Ruiz, de la Universidad de Chile, señaló la importancia de la prensa obrera en la historia social de su país y en el desarrollo de lo que calificó como "la crisis de la dominación oligárquica” en esa nación.

"Entre 1918 y 1925 los movimientos sociales, populares y de clases medias pusieron fin al parlamentarismo oligárquico, que configuraban la institucionalidad y el discurso político dominante en Chile. Ese proceso señaló la recuperación de la soberanía popular y un ejercicio de democracia directa”, explicó.

"El viejo movimiento social mutualista se ramificó, se multiplicó y se politizó. El Gobierno comprobó que en todo el país, espontáneamente, se multiplicaban las sociedades de socorros mútuos, las Casas del Pueblo, los centros de estudios sociales, los grupos filarmónicos, los clubes de mujeres, las ligas de arrendatarios. En el interior de sus respectivas sedes, los trabajadores discutían sus problemas, administraban sus recursos y redactaban sus periódicos. Y cada sede fue convirtiéndose en una asamblea socio-política y en una experiencia concreta de democracia social y participativa”, añadió.

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5 comentarios:

  1. arngeinos traidores... el gran error de Carrera fue pesanr que estos engendros sin dignidad no palabra eran gente decente...

    saludos,

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  2. Anónimo7:16 p.m.

    Que olor a nazi...

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  3. Anónimo7:52 p.m.

    El gobierno chileno ha anunciado que solicitará aplicar la cuestionada Ley Antiterrorista para juzgar los últimos sucesos violentos en la sureña región de la Araucanía. Y es que manifestantes mapuches han quemado varios vehículos y robado a sus conductores en las últimas 48 horas.

    Hemos tomado la decisión de invocar la Ley Antiterrorista para perseguir a estos grupos de gente que lo único que quiere es causar desorden, delitos e intranquilidad en una región que busca un camino de concordia, dijo el subsecretario del Interior, Patricio Rosende.

    Esta ley impone penas tres veces superiores para delitos comunes como incendios o tomas ilegales de terrenos. Su aplicación a los mapuches ha sido criticada recientemente por la ONU.

    La madrugada de ayer un grupo de encapuchados interceptó un camión y lo incendió. El domingo ocurrió lo mismo, pero además otros cuatro vehículos, entre ellos un furgón de la Policía, fueron quemados en el marco de este conflicto entre la mayor etnia indígena chilena y el gobierno, al que le reclaman la devolución de sus tierras ancestrales

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  4. Anónimo4:54 p.m.

    que pensa por patricio linch el que esta detras de ello claro como compatriota te has vuelto resentido pense que era solo de peruanos ya veo que te has vuelto uno mas, en la vida se comete errores y creo que alla se sabe hoy estamos son los che en buena onda y personas como se quedan pegado en el pasado, chile a lo largo de sus años a progresado viendo su futuro y quedando en lo que paso espero que medites por que la primera vez que entre a este blog vi varios comentarios tuyos muy buenos y la verdad estas defraudando bueno eso tan simplemente
    chile forever and ever !!!

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.