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domingo, mayo 09, 2010

Chile: Un Esbozo de la Evolución del Arma Blindada

Influida durante décadas por la visión estadounidense, las unidades blindadas del ejército chileno enfrentaron en los setentas una seria escasez de material y repuestos, producto de los embargos aplicados contra el gobierno militar por atropellos a los DD.HH. En los años ochenta la situación se superó apelando al ingenio y la industria local, complementados con algunas adquisiciones de oportunidad en Israel. El Restablecimiento de la democracia a partir de 1990 abrió nuevas oportunidades para la modernización de los medios blindados, reflejadas más recientemente en la incorporación de Leopard 1 y 2, abriendo el camino al desarrollo de las más formidables formaciones mecanizadas de la región sudamericana.

El debut que los medios blindados hicieran en la Primera Guerra Mundial, específicamente en la batalla del Somme en Francia en 1916, no escapó a la mirada de los mandos del Ejército de Chile de la época. Estos ordenaron el pronto inicio de los estudios correspondientes, para incorporar este tipo de vehículos al inventario y a la doctrina de operaciones de esa fuerza. Sin embargo, no fue el Ejército, sino que el Cuerpo de Carabineros de Chile que, en el mismo año de su creación en 1927, incorporó y puso en servicio el primer vehículo blindado en este país. Se trataba de un camión blindado White dotado de ruedas metálicas.

Otro camión blindado similar fue incorporado poco después por la Escuela de Infantería del Ejército, donde se estudiaría su aplicación como medio de transporte táctico de fusileros, siendo en rigor éste el primer vehículo blindado militar del Ejército de Chile. Otros países de la región habían optado por comprar inmediatamente tanques de la I Guerra Mundial, como es el caso de Brasil, que adquirió un importante número de RENAULT FT-17 franceses.

En Chile se favorecía la alternativa de comprar los vehículos blindados más modernos desarrollados en la posguerra. Es así como el Alto Mando del Ejército hizo planes en 1928, que fueron aprobados por el gobierno de la época, para incorporar un centenar de vehículos de orugas Carden-Lloyd Mk.IV, manufacturados por el fabricante británico VICKERS-ARMSTRONG, que eran considerados tanques aunque sus propios productores preferían referirse a ellos como “tanquetas”.

Pero la comisión que fue enviada a concretar la compra tuvo oportunidad de conversar con oficiales polacos –cuyo ejército ya había adquirido el mismo vehículo- que hicieron ver las limitaciones del vehículo y cambiar de parecer a los oficiales chilenos. Siguiendo las recomendaciones de sus colegas polacos, los militares chilenos adquirieron sólo 14 Carden-Lloyd Mk.IV, reservando la mayor parte de los fondos, con la intención para comprar posteriormente un verdadero y más moderno tanque.

El Carden Lloyd contaba con un blindaje de 6 mm a 9 mm, un motor de 4 cilindros FORDF que desarrollaba apenas 40 hp, y su armamento principal era un ametralladora VICKERS.30. Luego se incorporaron en todos los modelos chilenos torreones que cubrían el techo del vehículo, el que primitivamente era abierto. Estos vehículos estuvieron en servicio en Chile hasta principios de la década de los cincuenta, y posteriormente uno de ellos se recupero e hizo funcionar como reliquia hasta el año 1981.

Aunque es considerado en antiguas publicaciones como “el primer tanque chileno” el Carden Lloyd estaba lejos de ser un verdadero carro de combate. Era en realidad un vehículo ligero sobre orugas, que podía ser empleado en tareas de reconocimiento, como un puesto de ametralladora móvil o tractor de piezas de artillería ligera.

Sin embargo, no debe soslayarse el hecho de que, por sus características de propulsión, el CARDEN-LLOYD fue un buen ensayo y preparación para la llegada de un verdadero tanque. En esa perspectiva, es quizás justo y apropiado que el Cabo 1º Juan Reuss, que fue el primer servidor del Ejército de Chile que aprendió a conducir el entonces novedoso vehículo, haya quedado registrado en la historia como el “primer tanquista chileno.”

La gran crisis financiera internacional que estalló en 1929, gatillada por la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York, forzó la postergación de los planes de compra de un blindado más apropiado, dejando a la fuerza terrestre chilena sólo con los Carden Lloyd. Esto último ocurrió en la década de los cuarenta, de la mano de un nuevo aliado -los Estados Unidos- de más moderno material mecanizado para el ejército chileno.

Un Verdadero Tanque

Hacia fines de la década de los treinta Chile se encuentraba en plena recuperación económica, bajo la administración conducida por el Presidente Arturo Alessandri -quien llegaba por segunda vez a encabezar el gobierno- y su ministro de finanzas, Gustavo Ross Santa-María. La favorable balanza comercial con Alemania, además de afinidades castrenses de más de cuatro décadas con ese país europeo, hizo que en los planes de compra de material motorizado de los jefes militares chilenos se diera especial consideración a la industria germana.

Se planificó entonces la compra en Alemania de material mecanizado KRUPP/HENSCHEL, a demás de otros vehículos, pero sólo se recibió armamento menor y un vehículo 4x4 Tempo-Vidal G1200, este último en calidad de obsequio. Alemania estaba en pleno rearme y su industria completamente volcada a satisfacer las necesidades domésticas, dejando escaso espacio disponible para mayores exportaciones a Chile.

La entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, con la inclusión del grueso de los países sudamericanos en el esquema de defensa del Hemisferio occidental diseñado por Washington, dio lugar a ventajosos ofrecimientos de material bélico a Chile, a cambio de la ruptura definitiva con las naciones del Eje. Como resultado, en Agosto de 1942 arribó a territorio chileno una primera partida de 12 carros ligeros M3A1 Stuart proveniente de Estados Unidos.

Pese a ser un modelo ligero, con sus 13 a 51 mm de blindaje, un cañón de 37 mm, 3 ametralladoras BROWNING.30, y un motor CONTINENTAL-WRIGHT radial que desarrollaba 250 hp, el Stuart era sin duda un verdadero tanque. La docena original fue posteriormente suplementada con una segunda partida de 18 Stuart y finalmente por una última tercera y última partida de 23 de esos tanques.

También en 1942 arribaron doce camiones blindados de ruedas WHITE Scout Car, junto con cantidades similares de camiones semiorugas blindados M5 y M9, que pasaron a equipar nuevas unidades de tiradores mecanizados. Junto con los Stuart, los camiones blindados tendrían un gran impacto en la evolución de la doctrina de operaciones del ejército chileno, desarrollando una larga y dilatada carrera en esa fuerza, que recién llegaría a término en la década de 1970 en el caso de los tanques ligeros M3.

El material entregado por Estados Unidos estaba sujeto a los términos del programa Lend-Lease, o de Préstamo y Arriendos generado en las circunstancias de la guerra. La misión militar de los Estados Unidos aportó también a la modernización organizacional del Ejército de Chile, que incorporó lecciones, en el caso específico del arma blindada, que los estadounidenses habían extraído del estudio la exitosa experiencia alemana a inicios del conflicto bélico, así como de su aplicación por parte del general George Patton.

En el año 1943 se realizó el primer Curso de Motorización, que luego fue institucionalizado con el establecimiento de la Escuela de Unidades Motorizadas un año después. El 15 de abril de 1944 se creó el arma de blindados en el Ejército de Chile. Diversos cursos de conductores, mantenimiento y comandantes de carro se desarrollaron en los años siguientes, en forma alternativa, en las escuelas de Unidades Motorizadas y de Caballería, hasta que la primera fue disuelta y la instrucción se concentró en esta última.

El término de la guerra, las condiciones del programa Lend-Lease variaron, tornándose más estrictas y onerosas, lo generó una disminución substancial de las compras de material por esa vía. Ese periodo de escases se rompería recién principios de los cincuentas, cuando se reanudo la adquisición de nuevos vehículos para reforzar el parque de material blindado de Chile.

Comienza la “Era Sherman”

Tras la Guerra de Corea y el inicio de la llamada Guerra Fría, Estados Unidos estableció una nueva línea de suministro de material bélico a sus aliados y asociados, el Programa de Asistencia Militar y Defensa, o MDAP, según sus siglas en inglés. El material disponible era principalmente excedente de la última conflagración mundial, y Chile fue uno de los países beneficiarios de las transferencias.

Las primeras partidas de nuevo equipamiento militar provisto por el PAM comenzaron a arribar a Chile en 1954. Entre ellos se incluyeron diecisiete tanques M4A1E Sherman, con blindaje de 62 mm, cañón de alta velocidad de 75 mm M3 L/40, y un motor CONTINENTAL R975 C1 a gasolina de 400 hp. Su motor usaba gasolina de aviación, razón porque fue apodado “Ronson”, en alusión a esos encendedores de mano y a la facilidad con que este tanque se incendiaba tras ser alcanzado por el fuego enemigo. Pero el M4 Sherman había sido uno de los mejores tanques medianos de la II Guerra Mundial, empleado en todos los frentes no sólo por Estados Unidos, sino también por el Reino Unido y las fuerzas de la Comunidad Británica, y también por Rusia.

Junto con los Sherman también se recibió un número de tanques ligeros o caza-tanques M-24 Chafee. Con un blindaje de 9.5–25 mm, un cañón de 75 mm M6 y dos motores CADILLAC Serie 44T24 de 16 Cilindros y 220 hp, el Chafee había tenido un buen desempeño en Corea. En lo referente a camiones blindados, en 1953 también se recibieron dos M8 Greyhound. Sin embargo, el excesivo peso general del vehículo, en combinación con sus sistemas de transmisión y frenos, hizo que este vehículo exclusivamente de llanura no se adaptase bien a la irregular topografía chilena, siendo retirado tras un breve lapso de pruebas y desechándose la recepción ejemplares adicionales.

La importancia de los medios blindados fue reconocida en la década de los sesenta, cuando se creó el arma y el escalafón independiente de Mecanizados. La escuela de la especialidad pasó entonces a llamarse Escuela de Mecanizados, nombre que retuvo hasta el 11 de enero de 1966, cuando su denominación cambió a Escuela de Blindados. Ello fue consecuencia del nacimiento de la nueva arma de Blindados, cuyo nuevo plantel se instaló en el cuartel de Avenida Francisco Bilbao con Antonio Varas, que antes había sido sede de un batallón logístico.

En 1964, siempre bajo los auspicios del MAP, Chile recibió una primera partida de diez M41 WALKER Bulldog. Con un blindaje de 38 mm, un cañón de 76 mm M32 y propulsado por un motor CONTINENTAL AOS 895-3 de 6 cilindros y 500 hp, el M41 podía desarrollar una velocidad máxima de 72 km/h, una característica impresionante en la época considerando la velocidad tope del M24 (56 km/h) y la del M4 (38 km/h).

Tras la exitosa integración operativa y doctrinal del M41 a su ejército, el gobierno chileno gestionó la transferencia de una segunda partida de 40 de esos tanques, que arribaron en el curso de 1970. Entre los años 1970 y 1971 también arribaron los primeros transportes blindados de personal o APC del tipo M113, que es hoy el vehículo blindado de este tipo más profusamente empleado en el mundo.

El suministro de repuestos, munición e incluso parte substancial del combustible para los M41 y M113 era provisto sin costo por Washington bajo el programa MAP, por lo que no significaba gasto para erario nacional chileno. Sin embargo, el uso de dichos insumos -cuyo volumen alcanzaba sólo para cubrir necesidades inmediatas de entrenamiento- era controlado rigurosamente por la Misión Militar adjunta a la embajada de los Estados Unidos, lo que limitaba las capacidades de decisión independiente y soberana de Chile sobre el uso de dicho material.

Varios oficiales y suboficiales realizaron en esta época cursos de perfeccionamiento en Panamá en distintas áreas de aplicación al arma de Blindados. Dos de los oficiales chilenos enviados a Panamá, los capitanes Quezada y Casanova del Arma de Blindados, debieron impartir el curso de operación de equipos de visión nocturna para el M41, ya que los instructores originalmente enviados con ese fin por el ejército estadounidense se declararon incapacitados para dar dicha instrucción, debido a este tanque ya no era equipamiento estándar en esa fuerza.

Los Embargos

Durante la décadas de los años setenta y ochenta las fuerzas armadas chilenas enfrentaron un conjunto de dificultades y desafíos importantes, debido a los embargos y restricciones aplicados por la mayoría de los proveedores tradicionales tras el golpe de estado de Septiembre de 1973. El Arma de Blindados no escapó a esa dinámica, que entre sus efectos positivos incluyó el impulsar la ampliación y desarrollo de capacidades nacionales, tanto para la producción de munición como de mantenimiento y modernización de equipos.

Elementos del Arma de Blindados fueron protagonistas centrales de los convulsionados sucesos que desembocaron en el golpe del 11 de Septiembre de 1973. Ya el 29 de junio de ese mismo, Blindado N°2, integrada por varios M41 y un M113 rodeo el palacio Presidencial de La Moneda, al mando del teniente coronel Federico Souper. Fue el fracasado primer intento de derrocamiento del gobierno que encabezaba el Presidente Salvador Allende, que paso a formar parte de la historia de Chile como el “Tancazo”.

Finalmente, un segundo intento, mejor coordinado y con apoyo mayoritario de las fuerzas armadas y de orden, logró su cometido de derrocar al gobierno el 11 de septiembre de 1973. En aquella ocasión los M41 tuvieron un papel clave para controlar el centro cívico de Santiago de Chile, haciendo uso de sus ametralladoras y cañones en apoyo de las fuerzas que sitiaban el Palacio de La Moneda, en cuyo interior resistían el Presidente Allende, los miembros de su grupo armado de seguridad personal o GAP y efectivos leales de la Policía de Investigaciones.

Pese a que en principio contó con muchas simpatías en el campo internacional, la suspensión indefinida de los derechos democráticos y las libertades cívicas, a la que pronto se sumaron informes de atropellos y violaciones a los Derechos Humanos, complicó las relaciones exteriores de Chile bajo el régimen militar. Como resultado, varios países proveedores comenzaron a dificultar o simplemente negar la venta de equipos, repuestos e insumos militares. Estos embargos de facto se institucionalizaron luego, a partir de la aprobación en Estados Unidos de la Enmienda Kennedy en 1976. El PAM había desaparecido y los repuestos y la munición debían ahora adquirirse con un alto sobreprecio de proveedores escasos o en el mercado negro.

La situación fue agravada por el alto riesgo de enfrentamiento bélico con Perú en 1974 y con Argentina en 1978. Se recibieron entonces numerosas ofertas para renovar el material blindado, provenientes de países como la India e Israel. Un oficio de Ministerio de Relaciones Exteriores al Ministerio de Defensa, con fecha 18 de diciembre de 1978, registra que la Embajada de Chile en Jerusalén recibió un ofrecimiento de tanques Centurion Mk7 de origen británico. Los tanques, dotados con cañón de 105 mm, estaban disponibles "para inmediata inspección en la India" y su posterior entrega “a través otro país". La oferta debió sin embargo ser descartada, tanto por el altísimo valor por unidad por unidad que consideraba, como por la igualmente alta probabilidad de que los repuestos e insumos también incluirían un sobreprecio substancial.

Sin embargo, tras la distención del conflicto con Argentina a fines de Diciembre de 1978, cuando este último país aceptó la oferta de mediación que el Vaticano había venido ofreciendo desde Septiembre de ese mismo año, algunas puertas se abrieron para Chile. El gobierno de Francia, encabezado por el Presidente Valéry Giscard d'Estaing, estaba dispuesto a vender equipamiento bélico al gobierno militar chileno. En 1979 se encargó una primera partida de 20 tanques medianos AMX-30 y dos recuperadores, a un costo de 80 millones de dólares, que comenzaron a llegar en 1981.

También en 1981 se adquirieron en Israel 150 tanques M51 I-Sherman, versión re-potenciada derivada del M4, dotada en Israel con motores CUMMINS y DETROIT DIESEL de 460 hp y un cañón D105 L/44 de 105mm. Aunque el peso del tanque había aumentado mucho con respecto a la potencia de su nuevo motor, imponiéndole limitaciones en su velocidad de desplazamiento por el campo de batalla, el calibre y características de su cañón lo hacían apropiado para las necesidades del Ejército de Chile. Sin embargo, un cambio de gobierno en Francia, donde Francois Mitterrand fue elegido en 1981, congeló la entrega de una segunda partida de AMX-30.

En 1984 se compró en Israel una partida de 36 unidades del M50 Super Sherman, que era básicamente un M4 refaccionado con una torreta distinta, aunque se adquirieron sin el cañón. Esos tanques fueron completados en Chile con el mismo cañón de alta velocidad de 60 mm incluido en la modernización paralela de los M24 Chaffee. Durante la década de los noventa estos tanques recibieron motores Detroit Diesel, aunque lo anticuado de su transmisión hizo que la velocidad máxima disminuyera sustantivamente, como en el caso de los I-Sherman.

En lo referente a blindados sobre ruedas, en 1976 se habían adquirido 81 caza-tanques EE-9 Cascavel de manufactura brasileña, con los cuales se compensó algunas de las desventajas en relación al material de que disponía Perú. En 1983 comienzan a ser recibidos 150 nuevos transportes blindados Piraña 6x6, ensamblados por la firma chilena CARDOEN con licencia del fabricante suizo MOWAG. Por su parte, las Fabricas y Maestranzas del Ejército (FAMAE) también adquirieron una licencia para producir los vehículos blindados de MOWAG, produciendo 23 unidades de la variante 8x8 y una unidad de la variante 4x4.

Una Etapa de Desarrollo

El restablecimiento del sistema democrático, en el año 1990, permitió que se reabrieran las puertas de los mercados internacionales para las adquisiciones militares chilenas. El arma blindada del Ejército de Chile se beneficio de ellos, iniciando una fase de crecimiento en calidad y cantidad que aún no culmina. Ello comenzó en los años noventa con la adquisición de 128 M113 en Italia. Luego siguió una partida de 130 YPR-765 adquiridas a Bélgica a principios de la presente década, a los que se sumaron 26 M113 cedidos por Alemania Federal a fines del 2008.

Pero el gran paso de dio en 1999 con la compra de 202 Leopards 1V, una variante modernizada del 1 A1 desarrollada por Holanda. Equipado con un poderoso cañón L7 A3 de 105mm del fabricante británico ROYAL ORDNANCE (hoy BAE Systems), que permite disparar una amplia variedad de munición; blindaje de entre 10 y 70mm, y además una velocidad máxima de 65km a campo traviesa, el Leopard 1V fue un salto cualitativo para el Ejército de Chile, con enorme impacto sobre los planteamientos operativos y doctrinales de la fuerza. Complementariamente, también se compró un número de lanza-puentes Biver y ejemplares de vehículos barreminas montados sobre chasis Leopard 1.


La adquisición en el 2005 de 140 Leopards 2 A4, cuya recepción e integración en sus respectivas unidades están hoy muy avanzados, dio inicio a una nueva fase de modernización de medios blindados no exenta de desafíos. Armado con un cañón RHEINMETALL de 120mm y ánima lisa y dotado con nuevo sistema de control de fuego completamente digital, que van instalados en una nueva torreta blindada con una durísima aleación de titanio y tungsteno, el Leopard 2 A4 es sin duda uno de los mejores MBT del mundo.

Junto con los vehículos de combate de infantería -hoy YPR-765 y próximamente Marder- y los medios de apoyo como los cañones autopropulsados M-109 d 155mm que operarán a su lado, el Leopard 2 A4 impondrá nuevas demandas en la preparación del personal encargado de operarlo y mantenerlo así como en la infraestructura de apoyo. La experiencia con los Leopard 1V en las condiciones operacionales del desierto del norte de Chile – donde el polvo o “chusca” hizo estragos en sus motores, transmisión mecánica, sistemas servo-eléctricos y electrónica- generó análisis críticos dentro del ejército chileno. Como resultado se han adoptado una serie de medidas orientadas a mejorar e incrementar el cuidado de los tanques, incluyendo nuevos filtros en los vehículos y mejoras de los albergues protegidos, lo que debe facilitar el trabajo con los nuevos Leopard 2 A4.

Lo anterior, combinado con la prolija preparación del personal encargado de operar y mantener los tanques, debe contribuir a mantener aguzada la punta de lanza de las formaciones mecanizadas del Ejército de Chile -estructuradas en sus nuevas brigadas reforzadas- que probablemente son hoy las mejores desplegadas en un país de América del Sur.

* Gonzalo Godoy es un periodista e investigador de temas militares basado en Santiago de Chile. Se ha especializado en el desarrollo de las fuerzas y los medios militares terrestres, así como el despliegue terrestre en la crisis chileno-argentina por la posesión de las islas del Canal Beagle en 1978. ENFOQUE ESTRATEGICO agradece su participación en la preparación de esta nota.

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5 comentarios:

  1. Anónimo8:53 p.m.

    Interesante
    Lo había leído antes y esta bastante completo.
    Tal vez solo falto nombrar los obuses y blindados alemanes que recibió Chile como complemento al acuerdo bilateral para modernizar el ejercito de Chile bajo la doctrina Prusiana que consistía en la brigada mecánica
    Saludos.

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  2. Anónimo9:40 p.m.

    hay un detalle chile alcanzo a operar con 60 tanques amx-30 franceses no 20 ni 30 se compraron en los 70 una partida y y en los 80 otra saludos!

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    1. Anónimo8:45 p.m.

      no nunca llegaron a los 60 y los que legaron que fueron 21 mas no traian nada solo cañon y motor o sea nunca mas de 30 operativos


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  3. Los tanques Leopard I se adquirieron al ejercitoholandes, de segunda mano. Los leopard II se adquieron al gobierno aleman. La alemania de esta epoca,dista mucho de la dcotrina prusiana, ya extinta hace mucho tiempo.

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  4. Anónimo9:47 a.m.

    Los tanques no sirven de mucho sin una potente infraestructura nacional de recambio de partes y piezas (motores, torretas, cadenas, sustitución y mantención. Un tanque en la guerra se autodestruye en pocos días de operaciones, por su propio peso y uso aunque no les llegue ningún disparo.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.