Los estudiantes foráneos escogen nuestro país para realizar su intercambio escolar. Más de la mitad proviene de lugares no tradicionales, como Dinamarca, Tailandia, China y Rumania.
Suiza y Chile eran las opciones que barajaba Iulia Somlea, una rumana de 16 años, para realizar su intercambio estudiantil. Pese a que su madre no le gustaba Sudamérica, por la lejanía, Iulia finalmente optó por nuestro país y desde ese minuto leyó a Isabel Allende, vio películas traducidas con acento mexicano y tomó clases de español por internet.
El arribo de escolares extranjeros al país se ha casi doblado desde 2004. Si en ese año llegaban unos 150 escolares atraídos por las posibilidades de aprender español en un lugar de buen clima y seguro, este año, hasta la fecha, ya son casi 250.
A los tradicionales países de origen como Alemania y Estados Unidos, se suman, cada vez con más fuerza, estudiantes de otras latitudes, como Hungría, Rumania, Austria, Tailandia y China: más de la mitad proviene de lugares tan variados como éstos, además de Letonia, Rusia y Estonia, entre otros, como menciona la empresa AFS Chile.
También han cambiado las ciudades de destino. La mayoría va a provincia, no sólo por un tema de seguridad y distancias más cortas para movilizarse, sino también porque allí pueden vivir la cultura local de cerca. "Lo ideal es que vayan a regiones para que vivan la cultura, porque en en Santiago encuentran las mismas comodidades que en su lugar de origen", dice Andrés Rogel, coordinador de estudiantes extranjeros de la empresa YFU Chile.
Las ciudades más apetecidas son Santa Cruz y Puerto Varas, en la Sexta y Décima Región respectivamente. Ese afán de desconexión es lo que está experimentando Iulia, quien viajó desde la ciudad de Cluj-Napoca, con más de 300 mil habitantes, en Rumania, a Nueva Imperial para integrarse a tercero medio del colegio San Francisco de Asís. Algo similar está viviendo su compañera de escuela Chayanit Apichonponsakorn, una quinceañera de Tailandia. "Mi rutina en casa era ir al colegio y hacer tareas, no había tiempo para deportes ni actividades recreativas. Acá, en cambio, juego fútbol y básquetbol, además de tocar el teclado en el colegio", cuenta Chayanit, quien pasó de estar horas frente al televisor y al computador en Tailandia a ocuparse de la alimentación de los animales y del vivero en el campo donde vive con su familia chilena. "Estos chicos se fascinan con los pueblos pequeños. Sus compañeros en Chile viajan a través de ellos", explica Eva Muñoz, profesora del San Fernando College.
Sin embargo, a veces la confrontación de dos realidades tan distintas puede ser complicada. "Al principio me costó acostumbrarme, porque acá los niños son más dependientes. Mi familia me dejaba hacer de todo, ya que, dicen, así me preparo para la vida. También me costó asumir las reglas de colegio: vengo de una escuela donde no se usa uniforme como acá, en que la ropa es muy oscura", dice Somlea.
QUIEREN VOLVER
"Todos los que han venido se acostumbran tanto que quieren volver y así lo hacen", dice Fresia Duque, subdirectora del colegio Manquemavida, en Santa Cruz, quien en 2007 recibió mediante la modalidad de intercambio a Richard, un estudiante australiano que se integró a tercero medio y que tras el término del programa volvió a su país.
Sin embargo, las relaciones continuaron y en el verano del año siguiente, el adolescente volvió con algunos amigos y se hospedó un fin de semana en casa de los directores del establecimiento.
Algo similar ha ocurrido en el Instituto Regional del Maule, en San Javier, donde, pese a recibir estudiantes extranjeros desde hace dos décadas, a partir de 2006 han repetido la experiencia cada año. Entonces recibieron a dos alumnos, uno de Alemania y otra de Finlandia, quienes permanecieron por 12 meses. "Se portaron muy bien. Johannes, el alemán, volvió al año siguiente y ahora nos colabora para que llevemos alumnos allá", dice Alfonso Medrano, director del colegio.
La actitud de estos estudiantes no es extraña, puesto que "acá el trato entre profesores y alumnos es más cercano del que se da en sus países", dice Franka Wimer, directora del programa High School de Contact Chile.
Tanto Iulia como Chayanit evalúan venir con sus familias una vez que vuelvan a sus países. "Me gustaría venir con mi familia para que conozcan donde viví un año, porque para ellos los lugares son muy diferentes y les cuesta entender cómo es la gente. Cuando les digo que acá no hay cafeterías me dicen: '¿Acaso estás en el fin del mundo?'", dice Iulia.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
Tambien Hay que contar a los escolares peruanos... que se han ganado la beca CONCERTACION!!!! en la version especial MINREL!!!
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