Por Rosendo Fraga
En las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en América latina entre 2005 y 2009, quedó una región políticamente heterogénea con tres líneas.
Se consolidó una línea de izquierda social-demócrata o de izquierda moderada con la elección de Bachelet en Chile, la de Vázquez en Uruguay y la reelección de Lula en Brasil. Recientemente, la elección de Funes en El Salvador fue una manifestación en América central de esta tendencia.
Paralelamente, se afianzó la línea de izquierda populista reunida en el Alba, ya que al eje Cuba-Venezuela, fue sumando sucesivamente a Bolivia con la elección de Morales, Nicaragua con la de Ortega, Ecuador con la de Correa y Honduras con el cambio de posición de Zelaya.
Pero también se articuló una tercera línea de centro-derecha, caracterizada por la buena relación con Washington, tanto en lo económico como en lo estratégico. La reelección de Uribe en Colombia, la elección de Calderón en México y la de Alan García en Perú, a las que se sumó la de Martinelli en Panamá el año pasado, las fueron definiendo.
La Argentina y Paraguay quedaron oscilando entre la izquierda moderada y la populista y Chile, que si bien en lo político e ideológico se ubicaba en la social democracia, en lo económico se asemejaba más a los países de centro-derecha. Quizás ahora con Piñera, Chile pase a engrosar la línea de centro-derecha con México, Perú y Colombia.
En el ámbito específicamente sudamericano, las relaciones de Perú y Colombia con los países del Alba, y en particular con Venezuela, no han sido fáciles y pienso que no lo serán para Piñera.
Pero el pragmatismo brasileño, que le permite al mismo tiempo mantener buenas relaciones con Colombia y Venezuela -los dos extremos ideológicos en América del Sur-, hará que la relación de Brasil con Piñera no tenga dificultades. Si en octubre del año que viene el PT fuera derrotado en dicho país, el perfil político de la región cambiaría, dado que al cambio registrado en Chile se sumaría el del principal país latinoamericano.
En el caso argentino, la cuestión que enfrentará Piñera es más la personalidad del matrimonio Kirchner que su ideología.
Es claro que el kirchnerismo no tiene simpatía por los presidentes de centro-derecha. Las relaciones con Uribe, Calderón y García no son buenas. Además, históricamente la derecha chilena ha estado más alejada de la Argentina que la izquierda.
Pero en el caso de Piñera, la cuestión central será manejarse con un gobierno argentino que hace del conflicto la clave de la acción política.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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