La primera conclusión de Sebastián Edwards luego de que se definiera el escenario electoral a favor del ahora futuro Presidente de Chile, Sebastián Piñera, es que había un claro rechazo hacia la Concertación. En detalle, el destacado economista y profesor de la UCLA asegura que el electorado chileno es sofisticado. "Eso significa que no quiere ser manipulado por un puñado de dirigentes enchapados a la antigua, cuyo único objetivo era mantener el poder. El no haberle permitido a ME-O competir en primarias abiertas y democráticas tuvo un efecto importante en los resultados", explica.
-¿Cuál es la prioridad que debería tener el nuevo Presidente respecto de la economía?
"El nuevo gobierno debe dar señales claras e inmediatas para modernizar la economía. Primero debe eliminar trabas y papeleos que impiden el emprendimiento y el progreso; además debe hacerse una revolución educativa a todos los niveles, sugiero una gran reforma al sistema de notarios y conservadores de bienes raíces.
La idea es asegurarnos que de aquí a seis meses ningún chileno tenga que pasar más de 15 minutos en un trámite notarial. Falta una serie de medidas en las áreas de competencia, impuestos, desregulación y otras. También en el área de manejo de las empresas públicas".
-¿Piñera podrá cumplir con la promesa de crear un millón de empleos?
"Creo que es posible. En los próximos años la economía global continuará recuperándose. Esto ayudará a Chile e impulsará nuestras exportaciones. En segundo término, confío en que el nuevo gobierno -en conjunto con el nuevo Congreso- implementará una ley que reforme la legislación laboral, facilitando la creación de nuevos empleos".
-¿Ve probable que cumpla con sus metas en materia de gobierno creciendo a 6% promedio, como él proyecta?
"Lo veo difícil, pero no imposible. Para lograrlo habría que generar un gran entusiasmo entre los inversionistas locales y extranjeros. Ello, sin embargo, requerirá de una agenda legislativa incansable y apabulladora; un pasar leyes y más leyes que incentiven la competencia y la innovación".
-¿Cuál es el futuro que le ve a la Concertación?
"Veremos el surgimiento de un nuevo grupo de líderes a nivel nacional. Creo que debemos mirar con mucho interés a gente como Ignacio Walker y Ricardo Solari. Ambos tienen experiencia y una visión moderna del mundo. Ahora, habiendo dicho eso, no descarto que veamos cambios muy esenciales en el ambiente político, incluyendo un quiebre de la Concertación. Ello implicaría que el sector más liberal y moderno del actual conglomerado de gobierno rompería filas y se uniría a la coalición gobernante".
-¿Qué rol le va a corresponder a un gobierno de centroderecha en el contexto latinoamericano?
"Mantener buenas relaciones con nuestros vecinos es esencial. También debemos apoyar las aspiraciones de ellos, incluyendo las de Brasil de tener un sillón permanente en el Consejo de Seguridad. Pero es necesario entender que económicamente nuestro futuro está en el mundo y no en América Latina. Debemos dejar de compararnos con nuestros vecinos. América Latina es nuestra geografía; nuestras aspiraciones deben ser llegar a ser como los países de la OCDE".
-En términos generales la Concertación parece haber hecho un gobierno pro mercado y pro inversiones. ¿Dónde hay espacio para que un gobierno de derecha realice cambios?
"El desafío ahora es dar un salto cualitativo y pasar a ser un país que avanza en relación a un nuevo referente, como son los países de la OCDE. Ello requiere avanzar en prácticamente todas las áreas relacionadas con la facilidad para emprender y hacer negocios. Esto significa modernizar la legislación laboral y hacer cambios en materia tributaria. También hay que reformar la ley de quiebras, eliminar el papeleo innecesario, agilizar los permisos de la construcción y asegurar que los inversionistas tendrán seguridad jurídica".
-¿Qué nombres le parecerían ideales para los puestos económicos claves?
"Me gustaría ver a Juan Andrés Fontaine, Felipe Larraín y Felipe Morandé. También consideraría a gente de la Concertación, incluyendo a Guillermo Larraín. Otros candidatos buenísimos son Klaus Schmidt-Hebbel y Matías Braun".
-¿Estaría dispuesto a ser parte de éste si lo llamaran?
"Siempre he estado dispuesto a trabajar por mi país. El problema es que vivo en California y pienso seguir haciéndolo".
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