La presidente Cristina Kirchner se comunicó hoy con el vencedor del ballotage del día de ayer en Chile, el derechista Sebastián Piñera, para felicitarlo por su victoria. Durante la comunicación, Piñera la invitó a concurrir a su acto de asunción, el 11 de marzo, convite que la Presidente aceptó.
Sin embargo, no será esa la primera oportunidad en que la mandataria argentina se cruzará con el presidente electo trasandino, pues durante la tarde de hoy, en el Palacio de La Moneda, y tras promulgar la ley que garantiza la distribución de la píldora del días después, la presidente chilena Michelle Bachelet anunció que invitó a Sebastián Piñera a participar de la próxima Cumbre del Grupo de Río que se efectuará en Cancún a fines de febrero.
"He invitado a Sebastián Piñera para que me acompañe a la gira internacional más importante, la cual es la cumbre de Río, donde podrá tener la posibilidad, dada las características de esta cumbre, de interactuar y ser presentado al conjunto de mandatarios de la región que participarán", dijo Bachelet según publica la edición online del diario La Tercera de Chile.
Chile asumirá este año la presidencia pro témpore de la organización, la que se extenderá hasta el 2012.
Bachelete relató además que visitó al presidente electo en su hogar y a su familia "para felicitarlo y saludarlo personalmente". "Hemos tenido una conversación muy cordial donde hemos conversado sobre los temas nacionales e internacionales, donde yo le he señalado a Sebastián Piñera que nosotros le podemos asegurar una organización de lo que va a ser el traspaso de mando en el mes de marzo y un fluido intercambio entre el gobierno que va a salir el 11 de marzo y el gobierno que va a ingresar, de manera de que Chile pueda seguir avanzando", agregó.
La cita -en la que tomaron el desayuno- ya es una tradición que marca el día después de las elecciones.
En esta oportunidad, Bachelet estuvo acompañada de la vocera Pilar Armanet, mientras que Piñera fue acompañado por su esposa Cecilia Morel.
Tras visitar a Piñera, Bachelet se dirigió a la casa de Eduardo Frei en la calle Baztán, en donde permaneció cerca de 45 minutos.
Por su parte, Frei sólo dijo: "El gesto de la presidente habla por sí mismo".
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