Los comicios presidenciales chilenos de este domingo se han realizado con un respeto notable a las instituciones democráticas y republicanas; respeto que falta en demasía dentro de la cultura política argentina actual.
Luego de cuatro mandatos consecutivos -con cuatro presidentes diferentes, vale decir sin reelección alguna- la Concertación chilena entrega las riendas políticas del país a su principal oposición debido a los resultados del ballotage de este domingo cuando se impuso la figura del empresario Sebastián Piñera por sobre la del ex-presidente Eduardo Frei.
Lo original del caso ocurre porque la saliente presidente, Michelle Bachelet, se retira del cargo con un índice de popularidad jamás obtenido por antecesor alguno, que la coloca entre los dos primeros mandatarios más valorados en toda América Latina e incluso en muchos otros lugares del mundo.
No obstante, entre la oferta política existente, el electorado chileno decidió optar por la propuesta opositora, en gran medida porque el oficialismo no supo manejar la sucesión del mismo modo en que manejó el gobierno. Fue casi inevitable luego de tantos períodos sucesivos y que -muy posiblemente- permitirá a la Concertación producir desde afuera del gobierno la reforma interna que no supo lograr desde dentro lo cual, a la postre, redundará en bien de todo el sistema político de nuestro vecino país.
Por todos lados está siendo comentado con admiración el altísimo grado de respeto institucional que ganadores y perdedores demostraron frente al resultado, pero principalmente es grande el contraste con la Argentina donde hoy tales actitudes suenan poco factibles debido al brutal enfrentamiento entre sus políticos que, en muchos casos, hace que se consideren "enemigos" en vez de "adversarios", como corresponde a todo sistema democrático en serio.
El cambio de signo político nada traumático que está aconteciendo en Chile fue explicitado en casi todos los discursos pronunciados el domingo, por unos y por otros, en lo que tenían de coincidencias fundamentales: en particular su invocación a la unidad nacional como valor compartido por toda la comunidad y la convicción -ya incorporada a la cultura política del país- de que todo nuevo gobierno está dispuesto a continuar todo aquello que de positivo haya realizado el anterior, negándose a comenzar todo desde cero, como es tan habitual -diríamos permanente- en la República Argentina, donde son moneda corriente las refundaciones permanentes y, para colmo, el oficialismo actual cree que el conflicto entre concepciones ideológicas particulares es un valor más importante que el consenso y la unidad nacional.
Es por eso que se ha podido decir por estos días que en Chile se encontró una síntesis notable entre continuidad y cambio, a la que ya ninguna modificación del signo político gobernante puede alterar.
Se trata, ésta, de una construcción política fundamental que tarde o temprano los argentinos -respetando nuestras propias particularidades- deberemos adoptar si queremos incorporarnos a la senda del progreso permanente y así dejar estos ciclos de eternos retornos donde todos los gobiernos empiezan bien porque deploran del anterior y terminan mal porque todos los que se preparan a sustituirlos lo hacen deplorando enteramente de él.
Así, en este juego de suma cero la historia se repite una y otra vez aunque los signos ideológicos varíen y nunca podamos avanzar. Lo cual, inevitablemente nos conduce al retroceso constante que hace décadas venimos sufriendo.
En síntesis, Chile no es una panacea pero se trata de un país que ha sabido edificar una institucionalidad republicana y democrática al nivel de los países más desarrollados del mundo, cosa en la que nosotros seguimos en pañales pese a tantos años de transcurrir democrático.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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