Es evidente que después del debate muchos sacan sus conclusiones, y evalúan quien fue el ganador, o por lo menos, quien tuvo la mejor presentación.
Claramente, el formato del debate, si bien no era óptimo para profundizaciones, fue preciso para dar a conocer las habilidades expresivas de los candidatos y para inundar facebook y twitter de comentarios on line acerca de lo que pasaba.
Así, tuvimos la oportunidad de presenciar el primer debate presidencial 2.0, con redes sociales electrónicas activadas, emitiendo una enorme cantidad de mensajes, y experimentando retroalimentación instantánea. Si hubiera que referirse a este debate por sus principales rasgos, habría que decir que uno de ellos fue la posibilidad de presenciar un diálogo global que no solamente se limitó a un set televisivo entre cuatro candidatos. Esta vez, los telespectadores también fueron protagonistas. Esta vez, fuimos más allá del intercambio de opiniones con nuestros familiares, y con los compañeros de trabajo al día siguiente. Esta vez, tuvimos la oportunidad de ver en acción a los ciudadanos del siglo XXI.
En este contexto, pudimos compartir centenares de opiniones y percepciones acerca de lo que Chile estaba viviendo la noche del 23 de septiembre: temas como el enfrentamiento entre Frei y Piñera, la prolijidad discursiva de Arrate y el manejo comunicacional de Marco, fueron verdaderas consignas en la twittósfera y en los muros de facebook durante toda la noche.
Sin embargo, en medio de esta vorágine de mensajes, hubo un aspecto que llamó mi atención, sobre todo, porque ningún candidato fue capaz de recoger el guante, o de aprovechar una oportunidad tremenda. Todos los candidatos hablaron para el público telespectador, mas ninguno habló para el público 2.0.
¿Cuál es el público 2.0? el que no se conforma con la TV, el que dialoga constantemente con las tecnologías, el que participa de las redes sociales, el que añora con ver a Chile como un país desarrollado, creador de innovación tecnológica, con capacidad de abrir nuevos mercados con valor agregado, aquellos ciudadanos que confían ampliamente en sus capacidades, y que están hambrientos de más conocimientos, me refiero a los ciudadanos que se sienten tales, a pesar de no estar registrados en vetustos archivos de papel del registro electoral, me refiero a aquellos que están convencidos que la democracia del futuro es la digital. Me refiero a esas personas que sueñan con democratizar las vías para generar riqueza mediante la existencia de oportunidades e igualdad en el acceso a diversos servicios.
En suma, me refiero a los ciudadanos del siglo XXI, a las nuevas generaciones, a la juventud que, aunque no se manifiesta mayoritariamente en las urnas, está constantemente observando y consumiendo los mensajes de los candidatos.
Me gustaría ver en los candidatos mayor osadía en sus planteamientos, propuestas que hablen de futuro, innovación, tecnología y emprendimiento real, más que de cobrar errores del pasado o destacar acciones del siglo XX.
En definitiva, me gustaría que los candidatos se dieran cuenta que gran parte de las preguntas ciudadanas que llegaron a la producción organizadora del debate eran efectuadas por personas jóvenes, quienes nos han demostrado una vez más que sí están ahí con el devenir del país, preocupados por influir en los liderazgos políticos y en la construcción del Chile del nuevo siglo.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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