LA PRESENCIA chilena en Venecia, en la Bienal de Arquitectura y en el Festival de Cine durante septiembre, nos deja una lección: la selección de los proyectos culturales de prestigio en el mundo puede lograr mayor efecto de visibilidad que la inversión turística anual de un país pequeño como el nuestro. Pero esto solo se logra si la presencia es permanente. Países como Finlandia, Dinamarca, Irlanda o Corea, que admiramos por su explosivo desarrollo económico y producto per cápita, tienen un factor común: han tenido un notable desarrollo de sus industrias culturales durante los últimos años.
Cultura ha definido una estrategia de posicionamiento internacional que apuesta a un trabajo coordinado entre Cancillería, ProChile, Corfo y Fundación Imagen de Chile con el fin de tener una presencia permanente y visible de nuestra cultura en el extranjero. Particularmente visible es la industria cinematográfica.
La selección de una película en un festival de prestigio hace bastante más que toda la inversión turística anual de un país pequeño; asimismo, un rodaje puede llegar a generar cerca de 300 puestos de trabajo y promover sectores como transporte, alimentación, hotelería, turismo y servicios varios. La generación de divisas para una locación, tanto en pago de impuestos como en beneficios laterales de visibilidad y posicionamiento, son enormes.
La misión empresarial que a fines de mes acompañará al Presidente a EEUU tiene por objetivo generar los puentes con la industria más importante del primer mundo. Ahí seremos recibidos por presidentes de importantes compañías cinematográficas, como MGM, Warner Brothers, Fox, Stargate y Phoenix Pictures, y esperamos dar pasos significativos que instalen a Chile como plataforma de producción de la industria cinematográfica y televisiva latinoamericana, donde encuentre un lugar fértil para la inversión y su presencia promueva la transferencia de capacidades a la industria local. Como ministro, me corresponderá dar sustento ante empresarios e inversionistas norteamericanos a la pregunta "Why film in Chile?".
Tenemos importantes fortalezas comparativas: estabilidad económica y política, seguridad para el desarrollo de proyectos y diversidad geográfica de atractivo cinematográfico. Sin embargo quedan importantes pasos por dar. Debemos promover una legislación que sea competitiva y nos permita atraer inversión nacional y extranjera premiando el riesgo de capital en películas nacionales. Si bien países como Argentina, México y Brasil tienen un mayor desarrollo, otros como Colombia -que debe parecernos un competidor plenamente abordable- han tomado ventaja gracias a una legislación que ha permitido la creación de exención del 41,25% a la inversión (sí, inversión) descontable de impuestos, permitiendo a la banca de inversión generar instrumentos financieros transables especializados en cine. Así se han creado portafolios diversificados que disminuyen el riesgo del inversionista y han potenciado la industria local en cuanto a público, producción y presencia internacional.
Si Chile apuesta al desarrollo en la próxima década, lograrlo de manera integral implica poner a nuestra cultura en el centro de la sociedad de oportunidades y en los ojos del mundo.
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