El presidente de Chile, Sebastián Piñera, concluyó exitosamente el viernes su primera gira internacional con visitas a Argentina y Brasil, a pesar de las diferencias político-ideológicas que mantiene con los mandatarios de esas naciones.
Las conversaciones sostenidas con la presidenta argentina, Cristina Fernández, y el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ambos de izquierda moderada, y los acuerdos firmados, reafirmaron la voluntad de las tres naciones de profundizar los vínculos bilaterales y seguir profundizando el proceso de integración de América del Sur.
Piñera, de tendencia derechista, asumió el cargo el pasado 11 de marzo, poniendo fin a 20 años de gobiernos consecutivos de centro izquierda.
Con este viaje mostró que su prioridad en política exterior es América Latina y renovó la alianza estratégica que Chile ha establecido con Argentina, su mayor vecino territorial, y Brasil, la mayor economía latinoamericana, constituyendo una fuerte señal pragmática de continuidad de la política exterior de Chile.
Esa política ha estado basada en la inserción del país en la economía mundial y en el escenario internacional, consciente de las nuevas realidades del siglo XXI y los enormes desafíos que afronta el país, como parte de la región latinoamericana, con la crisis económica global.
En ambas naciones, el presidente reiteró su agradecimiento a la oportuna ayuda ofrecida por Fernández y Lula da Silva en ocasión del terremoto sufrido por su país el pasado 27 de febrero, que dejó unos 500 muertos y pérdidas materiales valoradas en 30.000 millones de dólares.
También invitó a los empresarios argentinos y brasileños a invertir en Chile, que tiene tratados de libre comercio con 56 países, y a participar en los esfuerzos de reconstrucción de "cientos de miles de viviendas, miles de escuelas, decenas de hospitales, cientos de puentes, caminos, puertos y aeropuertos".
"Argentina se ha convertido en el primer destino de las inversiones chilenas, y hay una necesidad de que el intercambio comercial se fortalezca en ambas direcciones", subrayó Piñera.
Al mismo tiempo, Chile es el tercer destino de las exportaciones de Argentina, con una participación de 8 por ciento, y el intercambio comercial llegó a unos 55.000 millones de dólares en 2009, según estadísticas oficiales argentinas.
Ambos vecinos comparten una estratégica relación que fue consolidada en octubre del pasado año con la firma del Tratado de Integración y Cooperación de Maipú, suscrito por Fernández y la entonces mandataria chilena, Michelle Bachelet, y en Buenos Aires, Piñera ratificó esos fuertes lazos.
Desde el retorno a la democracia en 1990 se han registrado avances importantes en la relación bilateral, la que incluye la integración física y cooperación, con nuevos pasos fronterizos, planes para el tendido de ferrocarriles y acuerdos para eliminar controles migratorios, integración energética y minera e inversiones bilaterales.
Igualmente, existe una creciente cooperación militar a través de la Fuerza de Paz Combinada Cruz del Sur, formada por militares de chilenos y argentinos para cumplir misiones de paz de las Naciones Unidas.
Piñera propuso flexibilizar los trámites burocráticos en el comercio y consideró "absurdo gastar miles de millones de dólares en túneles" que acercan a los dos países para encontrar una aduana que los "aleja".
Finalmente, quiso resumir en una frase lo que viene: "Lo mejor en las relaciones de Chile y Argentina está todavía por delante".
En Brasilia, tras reunirse con Lula da Silva, Piñera lanzó una meta de llevar el intercambio comercial Brasil-Chile a 10.000 millones de dólares este año, lo que sería casi el doble de los 5.300 millones de 2009, y su homólogo anunció que hará una visita de Estado a Chile antes de terminar su mandato en diciembre.
Asimismo, el presidente chileno expresó su apoyo a Brasil en su aspiración de convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
También se reunió con los dos principales candidatos presidenciales que competirán en las elecciones de octubre. En Brasilia, Piñera vio a la oficialista Dilma Rousseff, y en Sao Paulo se reunió con el derechista opositor José Serra, favorito en las encuestas.
Piñera propuso a Lula crear una Fundación Binacional Público-Privada; potenciar un mercado integrado de energía e infraestructura en el Cono Sur sudamericano; e impulsar la inversión en los corredores interoceánicos para incrementar el comercio, utilizando a Chile para exportaciones hacia el Asia Pacífico.
Además, expresó el interés en reforzar la cooperación en el ámbito militar. Chile compró 12 aviones de entrenamiento avanzado Super Tucano y las empresas Embraer de Brasil y ENAER de Chile continúan su exitosa sociedad en la construcción de aviones.
Las inversiones entre los dos países han aumentado en los últimos años. La petrolera Petrobras ha ingresado con éxito en el mercado chileno de las gasolinas, mientras que Brasil se ha convertido en el segundo destino de las inversiones chilenas en la región con alrededor de 8.000 millones de dólares.
Además, los mandatarios firmaron un memorando de entendimiento entre ambos países en materia de deportes.
Esta noche, Piñera viajará a Estados Unidos para participar en la Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington, a la que asistirán las principales potencias mundiales y sólo cuatro países de la región: Chile, Argentina, Brasil y México.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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