El uso del celular en Chile se ha masificado y su tecnología cada vez se hace más compleja. Ahora no sólo sirve para realizar y recibir llamadas, sino que además, se puede conectar a Internet, recibir correos electrónicos, descargar datos y utilizar plataformas sociales, entre otras muchas funciones. Toda esta revolución tecnológica ha sido posible por la incorporación y masificación de las tecnologías de segunda (2G) y tercera (3G) generación, lo cual ha permitido enviar datos a una gran velocidad.
Desde el 2007, cuando la red 3G llegó a nuestro país, la masificación de aparatos con servicio a Internet, fue creciendo de manera rápida y constante hasta el día de hoy, pero junto con esto, los usuarios esperan que 4G les pueda otorgar una mayor velocidad de transmisión de datos, sin saturaciones del sistema.
Al respecto, Cristián Ahumada, jefe de la carrera de Telecomunicaciones y Redes de la Sede Viña del Mar de la Universidad Santa María, señala que la tecnología 4G permitirá un tráfico de datos nunca antes visto. Pero para que esto sea posible, se requiere más espacio por donde circule toda esa información.
“Las tecnologías 3G son hasta 10 veces más rápidas que las redes 2G, pero para su buen funcionamiento requieren considerablemente más espectro electromagnético. Además, ya se han desarrollado tecnologías 4G (WiMAX y LTE) que actualmente están en uso en países tecnológicamente más avanzados que el nuestro, pero que pronto deberemos adoptar, por lo que debemos preparar los segmentos de espectro que destinaremos a ellos”, agrega.
El experto señala que la tecnología de cuarta generación, además de aumentar la velocidad en el tráfico de información, permitirá a los usuarios descargar videos (streaming) o datos sin necesidad de trastornar a los otros usuarios. Pero esto, también, abre una serie de desafíos.
“La nueva tecnología -que llegaría a desplazar a la actual 3G- destinará más espectro a la telefonía móvil, permitiendo velocidades de conexión a internet más rápidas que las vistas hasta ahora en el mercado y, por lo mismo, dará paso a un mejor grado de servicio”, indica.
Asimismo, Ahumada piensa que tener una red de acceso de mayor velocidad potenciará aún más este crecimiento. “Una red inalámbrica permite llegar a lugares donde sería impensado hacerlo con redes alámbricas, además de dar una mayor flexibilidad de uso a los clientes. Y a más espectro, con las tecnologías correctas, más banda ancha”.
Respecto de si existe un “espectro ideal” para los datos de cuarta generación, el docente explica que existen varias bandas de espectro que están siendo usadas y comercializadas para hacer frente al crecimiento acelerado de datos.
“Esta banda de 2.6 GHz, permite aumentar la capacidad de datos y se usa especialmente en áreas urbanas y de alta densidad. También está la banda 1.7/2.1 GHz, que ya fue subastada en Chile en el año 2009 y que se encuentra en servicio tanto en redes 3G (HSPA) COMO 4G (LTE) en Estados Unidos. Y la de 700 MHz, o también llamado “Dividendo Digital” permite ofrecer conectividad especialmente en áreas rurales; LTE también se encuentra en servicio desde fines del 2010 en Estados Unidos”, señala.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario