A los 18 años decidió dejar la universidad. Cuenta que no tenía ningún sentido pasar los mejores años de su vida estudiando. Y decidió aprender de la manera más difícil a enfrentar la naturaleza: tomó todas sus cosas y partió a viajar solo.
Desde ese momento, Marcos Martins (43) dice que entendió su existencia. Pasó seis años fuera de Brasil -su país natal-, cosechando manzanas en Francia, como intérprete de portugués-inglés en Alemania e Israel, y las hizo de camarero en Inglaterra.
Así, pudo realizar expediciones deportivas a través de 33 países. Comenzó practicando senderismo en el desierto de Egipto. Luego, se dedicó al ciclismo en Atacama, para finalmente navegar en kayak en Isla Grande, en su natal Brasil.
De todos los países que visitó, dice que un lugar lo maravilló: Chile. Y específicamente Aysén: "Mi propósito en la vida es evolucionar con las maravillosas experiencias que la vida nos ofrece. En este sentido, la Patagonia y los deportes de aventura en esta región son una increíble oportunidad para el aprendizaje en uno de los paisajes más bellos del mundo".
Una nueva aventura
Marcos será el protagonista de la primera expedición internacional de kayak de travesía, que partirá el 16 de agosto. Esta iniciativa, apoyada por Sernatur, Conaf y la Gobernación de General Carrera, tiene como fin cruzar el límite entre Chile y Argentina, pero en el agua.
Es parte de un grupo de seis competidores. Dos chilenos, dos argentinos, un brasileño y un estadounidense que navegarán sobre kayaks por cinco días, hasta completar los 182 kilómetros de la ruta. El propósito es recorrer el trayecto que va desde el río Baker Alto, pasando por el lago Bertrand y, luego, el lago General Carrera, el segundo más grande de Sudamérica, que en territorio argentino toma el nombre de Buenos Aires.
Los deportistas franquearán el llamado "lago de las tempestades", en el límite con Campo de Hielo Norte, sorteando los fuertes vientos, acantilados y caídas de agua. En el recorrido, también podrán ingresar a la Catedral de Mármol, en la localidad de Puerto Tranquilo, formaciones rocosas producto de la erosión del agua y el viento.
"El kayak es un proceso natural de descubrimiento (...). Para mí es la forma de lograr una integración con la naturaleza y el acceso a lugares sorprendentes, salvajes y hermosos", dice Martins.
Carta nacional
Lo mismo plantea Rolando Toledo (38), quien representa a Chile y es parte del equipo organizador. Se inició en el kayakismo cuando tan sólo tenía 15 años, en la categoría olímpica, pero al poco tiempo de practicarlo decidió dejarlo, porque, según dice, necesitaba un deporte que lo conectara con la naturaleza: "Algo que tuviera más contemplación del entorno y autonomía".
Desde entonces, se dedica a tiempo completo al kayak de travesía. Una pasión que, sobre todo con esta expedición, lo ha hecho dedicarse a tiempo completo.
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