Con un alza de 3,8% finalizó ayer la cotización del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (BML). El mineral rojo se ubicó en US$3,071 la libra.
El impulso radicó en la contracción que han experimentado los inventarios del insumo. Las fuertes compras físicas reforzaron también este repunte, aunque las ganancias fueron limitadas dada la incertidumbre existente respecto al crecimiento económico del orbe.
En tanto, el petróleo West Texas Intermediate (WTI) sufrió un retroceso de 1,31% hasta los US$76,56 el barril.
La información entregada por el Departamento de Energía estadounidense, respecto a una imprevista subida de 0,4 millones de barriles en los stocks del crudo en esa nación, fue determinante. Y es que las estimaciones apuntaban a una baja superior al millón y medio de barriles, lo que gatilló el arbitraje.
A su vez, los comentarios del presidente de la Reserva Federal norteamericana (FED), Ben Bernanke, quien catalogó el panorama económico de la potencia como “inusualmente incierto”, inyectaron inquietud entre los inversores.
Como factor adicional, se consigna la recuperación del dólar sobre el euro, lo que supone un encarecimiento en las compras del insumo y otras materias primas que se negocian con esta divisa.
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