Los biobenses se comprometen con inventiva, para seguir contribuyendo a la economía nacional.
Chile es una nación prodigiosa, en muchos aspectos. Su naturaleza es tan variada, que permite un sinfín de posibilidades, si se la considera con creatividad. Tal es el caso del uso de los recursos lacustres y cauces fluviales utilizados como generadores de energía eléctrica, limpia, mucho más que una termoeléctrica.
La provincia de Bío Bío es privilegiada en este aspecto. Podemos calificarla, sin duda, como la capital hidroenergética del país. Cuando en 1948 entraba en servicio la primera unidad generatriz de la nueva central Abanico, en el caudal del Laja, se abría una enorme perspectiva para el desarrollo de una nación que comenzaba a fortalecer su industrialización, en el marco del empuje que brindaba la nueva Corporación de Fomento (Corfo). Le siguieron las centrales El Toro y Antuco. Al concluir la década, se materializaron las primera obras para comenzar a utilizar el enorme potencial del río Bío Bío. Ya en 1989, en las V Jornadas Territoriales, que se efectuaron en Los Ángeles -convocadas por el alcalde Ricardo Acuña Casas, en el marco de los 250 años de la fundación de la ciudad- se presentó una ponencia que detallaba la construcción estimativa de siete centrales. Así, la primera, Pangue, no fue más que el comienzo de esta megatarea. Luego, vino la central Ralco y, más recientemente, una pequeña, Palmucho. En el intertanto, partió la utilización de otro río, el Duqueco, con las centrales Coreo, Manfil y Peuchén. ¿Qué duda cabe, entonces, de nuestra identidad generadora?
Hasta ahí, todo marchaba bien. Llegó la polémica por la construcción de las megacentrales de Hidroaysén, en la Patagonia, con su prolongada campaña opositora. En nuestra zona, aunque sin tanta fuerza, se planteó un rechazo a la construcción de la nueva hidroeléctrica Angostura, en la confluencia de los ríos Huequecura y Bío Bío. Las obras siguen avanzando.
Una de las propuestas que tomó fuerza mayor, tras tanta crítica, es la construcción de centrales hidroeléctricas de menor tamaño, que si bien aportan muchísimo menos energía al Sistema Interconectado Central, sumando unas y otras, brindan esa posibilidad de paliar eventuales déficits, si no se avanza con desatar el nudo de Hidroaysén.
Primero, en nuestra provincia, conocimos del proyecto de la central Laja, aguas debajo de los Saltos del Laja, emprendida por el visionario empresario Alberto Matthei. Las faenas están en plena construcción. Ahora, ya conocemos en detalle –en nuestra edición de hoy- del adelanto notorio que muestran las labores de construcción de la central Diuto, que está construyendo la Asociación de Canalistas del Laja.
Estos dos últimos proyectos tiene una condición especial: se deben a la visión de quienes supieron ver más allá que los meros accidentes geográficos de un sitio específico. El cañón que generaba el río Laja, cerca de Puente Perales, y el desnivel del gran canal de regadío y el estero, a la altura de Diuto, permitían soñar con la posibilidad de mover turbinas y darle potencia eléctrica a la zona y al país.
Cuando aquellos visionarios angelinos se la jugaron en el siglo pasado para dotar a los arenales de la Isla de la Laja con una magnífica red de canales, vislumbraron que el progreso sería mayor que sin ese paso decisivo. Luego, quienes se comprometieron con la instalación de las plantas de leche condensada, la primera del país, o de azúcar, la primera de Chile, dieron a esta zona nuevos impulsos. En esos casos, el empuje privado encontraba eco en quienes les respaldaban luego, creyendo en que eran sueños posibles de hacer realidad. Hoy, igualmente, en las centrales Laja y Diuto, con financiamientos externos.
Con sincero orgullo, sentimos que prontamente, antes de fin de año, la central Diuto estaría operando. Más satisfacción nos da conocer que hay financistas interesados en seguir apoyando iniciativas similares.
Silenciosa, aunque productivamente, no quedándonos en polémicas por el sí o el no a Hidroaysén, los biobenses se comprometen con inventiva, para seguir contribuyendo a la economía nacional. Bien por ellos, por ayudarnos a remarcar la impronta de esta provincia hidroenergética.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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