“Creo que los alcaldes de Vitacura, Las Condes y Providencia, que son las tres comunas más ricas de Chile, tienen que poner más recursos en las obras de mitigación del proyecto”, dijo Bitar.La reactivación del proyecto más ambicioso de Horst Paulmann camina de nuevo y, además de confirmar que la crisis ya va en retirada, comienza a desentramar un rompecabezas en el Ministerio de Obras Públicas.
El 29 de enero de este año, cuando Cencosud anunció la paralización indefinida de las obras en Costanera Center, también frenó las mejoras viales que necesitaba esa zona de Santiago.
“Se hacen exigencias adicionales que favorecen a la propia construcción del proyecto inmobiliario. El criterio que prima es que tienen que financiarlo”, dijo el ministro del ramo, Sergio Bitar, a comienzos de año.
Once meses después, cuando la construcción se reanudó, volvió a poner el tema sobre el tapete: “El gobierno en su momento activó en tiempo récord los trámites para que se aprobaran las ampliaciones y esto partió (…) Para el futuro creo que los alcaldes de Vitacura, Las Condes y Providencia, que son las tres comunas más ricas de Chile, tienen que poner más recursos en las obras de mitigación”, señaló ayer el titular de Obras Públicas.
De hecho, los trascendidos anteriores al anuncio de reanudación del proyecto decían que el tema en conflicto entre el empresario de origen alemán y el ex presidente del PPD era únicamente este punto.
Detalle no menor considerando que sólo el túnel bajo Andrés Bello, que iría desde la embajada de Estados Unidos hasta la calle Huelén, cerca del Puente del Arzobispo, necesita unos US$25 millones para ejecutarse.
Bitar señaló ayer que el gobierno está dispuesto a aportar financiamiento, pero no a otorgar “plusvalía” a iniciativas privadas.
Explicó que los resultados que arrojen los estudios de ingeniería, con montos de inversión y plazos definidos, tendrá financiamiento mixto entre el Ejecutivo, las municipalidades de Providencia y Vitacura y Cencosud.
“Lo que está definido en la ley son exigencias para autorizar el uso de esta obra. Lo que sí vamos a invertir es en un túnel bajo la avenida Andrés Bello para saber cuánto vale y de qué tamaño será”, añadió.
ENTREGA POR ETAPAS
Si bien la reanudación de las obras se remiten -por el momento- a la torre principal, la torre número 4 y el centro comercial, las medidas de mitigación también son parceladas.
El Estudio de Impacto Vial, aprobado por la Seremi de Transportes a inicios de este año, dividió en cuatro etapas el proceso de compensaciones que la construcción del proyecto inmobiliario implicaba para la zona y condicionó la entrega de cada una al cumplimiento las mitigaciones respectivas.
En la primera etapa, cuya fecha deberá fijar la empresa, deberá cumplir con la edificación de un segundo puente sobre el río Mapocho, paralelo al que une Nueva Tajamar con avenida El Cerro, y una nueva pista en el eje Tobalaba. A ellos se suman semáforos, cámaras de televisión y la reconstrucción de aceras peatonales y ciclovías.
Cabe recordar que el proyecto ya tenía un estudio aprobado en 2003, pero al sufrir algunas modificaciones y aumentar el número de estacionamientos, tuvo que ingresar nuevamente a estudio.
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