Chile puede decir con todas sus letras que es un país digital a nivel regional.En Sudamérica, la nación tiene el mayor número de suscriptores de banda ancha en relación con su población, seguido por Argentina, Brasil y Uruguay, de acuerdo al informe Situación de Chile en Materia de Precios de la Banda Ancha a mayo de 2008, de Fundación País Digital.
Pero obviamente comparados con nuestros futuros socios en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Chile queda desconectado. Las naciones de este bloque desarrollado tienen en mayoría una penetración casi total, mientras que nuestro país apenas tendría sobre 8% de cobertura.
Es así que el escenario sigue siendo proclive para el crecimiento de este servicio digital que utiliza entre otras alternativas de conexión, la fibra óptica. Una herramienta creada hace más de 40 años que hoy está en plena etapa de crecimiento ante un público que demanda mayor rapidez en sus servicios de Internet, televisión y telefonía.
El desafío actual es llegar con la fibra óptica a las casas, a donde ya llegan los cables de cobre y coaxiales, también medios de transporte de banda ancha. ¿Se puede? Claro. De hecho en Japón y Corea del Sur se están instalando redes de fibra óptica en todo su territorio con subsidio estatal. ¿El problema? Los altos costos que significa conectar todo un país con esta tecnología.
¿Cómo andamos
por casa?
Compañías como VTR cuentan con la totalidad de sus redes en fibra óptica, lo que los diferencia de sus competidores directos, con más de 2,5 millones de hogares "pasados" de Arica a Puerto Montt.
Según el gerente de Ingeniería e Infraestructura de VTR, Hernán Benavides, en la actualidad la compañía ha invertido cerca de US$ 1.000 millones desde 2000, de los cuales un gran porcentaje se ha destinado al despliegue de redes.
“Hoy cerca del 90% de los 640 mil hogares que están conectados a la Banda Ancha de VTR están navegando a velocidades de 2 megas hacia arriba. Y hace dos años iniciamos la construcción de un nuevo tipo de red llamada Fiber Deep, con una cobertura de 200 mil hogares, distribuidos en el norte, centro y sur de Chile", añade.
A su vez en Movistar, explica el director de Asuntos Corporativos, Andrés Wallis, trabajan orientados a los segmentos de Pymes y empresas, aunque también evalúan hoy un proyecto residencial piloto en la zona Oriente de la capital. “Siempre nuestro interés es generar productos que mejoren la vida de nuestros clientes en sus hogares (…) por eso esperamos tener sorpresas en 2010”, asegura Wallis.
Esa sorpresa se refiere a uno de los secretos mejor guardados de la firma española. Hace algunos meses inició el proyecto Benedictinos, en San Carlos de Apoquindo, en donde la empresa tiene en marcha un plan piloto con fibra óptica. Fuentes cercanas a la operación han asegurado que el proyecto en sí no es económico, y que esa fue una de las razones por la cual se eligió esta zona de Santiago, a donde se podría llegar a ofrecer más de 80 megas a hogares con una gran penetración de banda ancha y dispuestos a gastar en ella.
Por su parte, Telefónica del Sur, firma en proceso de ser adquirida por GTD, también ha estado activa en el proceso de instalación de fibra a lo largo de Chile. “La empresa ha implementado un plan piloto con fibra óptica en Concepción que hoy se encuentra operativo, abarcando 210 clientes que actualmente están con servicio de 500 casas en cuatro zonas de la ciudad. Asimismo hay proyectos de despliegue comercial en Temuco, Puerto Montt, Puerto Varas, Valdivia y Osorno”, dice el gerente general de Telefónica del Sur, Jorge Atton.
De hecho esta semana concluyeron el proyecto de llevar fibra óptica a Palena en el sur de Chile, con una inversión de US$ 12 millones para tender 830 kilómetros de fibra.
No todo lo
que brilla es fibra
Pero si bien los beneficios que puede aportar la fibra óptica están acreditados, no faltan las críticas contrarias a que su aplicación en Chile sea una necesidad inmediata.
El analista y director ejecutivo de la consultora Alfa Centauro, Óscar Cabello, asegura que para un gran porcentaje del país no es necesario en el corto plazo alcanzar grandes velocidades y que basta con la actual tecnología de pares de cobre y coaxial. “El verdadero acento debe estar en extender en la población el acceso a Internet”, sostiene.
Porque la pregunta que varios se hacen es si realmente Chile necesita estos 100 megas. Incluso en las compañías que proveen del servicio de banda ancha con fibra óptica.
En Movistar reconocen que no es tan necesario, todavía. “Quizá 20 ó 30 megas, aunque los 100 megas podrían ser necesarios más pronto de lo que uno cree. Porque no sólo la velocidad de bajada es lo importante, también lo que es subida, que podrá ser muy superior a lo que el cobre o el coaxial permiten actualmente”, dice Wallis.
En Telefónica del Sur tampoco creen que hoy sea necesaria tanta velocidad. “La verdad es que no resulta vital, ya que en el mercado no se ve que exista una necesidad de llegar ni con 100, ni con 50 megas a la casa de los clientes”, explica Atton .
Pero en GTD insisten que tienen con usuarios que sí requieren tener 100 megas en sus hogares para realizar tele-trabajo. “Sabemos que la demanda por este tipo de velocidades es limitada, pero cada día seguirá creciendo”, enfatiza el gerente de Productos y Servicio a Clientes de GTD, Manuel José Casanueva de Landa.
Concuerda también Roberto Gurovich, de la consultora Gurovich y Asociados, para quien la fibra óptica es el futuro inminente. “Tiene costos altos y se paga en hogares de altos retornos. Pero permitirá en el futuro desde recoger exámenes médicos muy complejos, video conferencias en tiempo real en las casas, hasta descargar programas en sólo segundos”, enfatiza.
En cuanto a la rentabilidad de estos proyectos, en Movistar señalan que existen algunos temas pendientes respecto a permisos municipales y algunos apoyos institucionales para desarrollar las redes.
“La rentabilidad la dará el largo plazo. Hay una necesidad de inversión muy grande al comienzo, con retornos que no se aseguran en el corto plazo, esa incertidumbre está retrasando la llegada de una tecnología madura. Con ello también se retrasa la generación de la demanda que va a producir esa oferta enorme de banda ancha”, asegura Wallis.
Desde GTD Manquehue aseguran que pese a todo, la fibra óptica es la gran apuesta. “Como toda inversión, será rentable en un período de tiempo”, dice Casanueva de Landa.
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