En Chile el candidato Eduardo Frei acaba de distribuir entre su gente un documento sobre “Ideas fuerza post 13 diciembre” en el que llama a insistir más en las diferencias con su rival Sebastián Piñera. El principal argumento para esta polarización es que no pueden ir juntos la presidencia de la república y los grandes negocios.
Piñera, dueño entre otras cosas de Lan Chile, se ha ido preparando para este momento desde hace más de una semana, con anuncios de venta de acciones de sus empresas en el caso de que llegue a la presidencia. Su respuesta al documento de Frei ha sido que atacarlo por sus negocios llevará a la Concertación directamente a la derrota.
Ahora se trata de ganarse al 20% que votó por Marco Enríquez Ominami, quien llegó tercero. En una lectura son votos de izquierda que irán sobre todo a la Concertación. En otra lectura son votos anti-Concertación que en la segunda vuelta volverán a ser anti-Concertación y votarán con la derecha y su Coalición por el cambio.
Enríquez Ominami no ha dado luces sobre el destino de su electorado, síntoma quizás de que tampoco lo tiene claro. Pero es evidente que el voto de Nueva Mayoría para Chile contiene un fuerte elemento de rechazo a la Concertación. Más aun, Piñera solo necesita una tercera parte de ese 20% para ganar en la segunda vuelta.
¿Puede la idea de una incompatibilidad presidencia-grandes negocios voltear una elección que ya parece bastante decidida? A Piñera no le ha ido mal con su imagen de millonario moderno, pero no se puede olvidar que sus votos vienen de un núcleo duro de derecha, en un contexto que venía bastante polarizado desde antes de la primera vuelta.
Lo que debilita la estrategia anunciada por Frei es que la mayoría del sistema político chileno, Concertación incluida, no parece tener mayores problemas con el empresariado. Al contrario, los logros de la economía, privada y pública, son en Chile un evidente espacio de confluencia patriótica.
Al haber definido de alguna manera este segundo tramo de la elección como una competencia entre la ideología partidaria y el pragmatismo patriótico, quizás Frei ha socavado los cimientos mismos de su estrategia de polarización: a nadie le gusta tener que elegir entre dos opciones con las que está más o menos de acuerdo, o que no le parecen contradictorias.
Las encuestas han detectado que casi una quinta parte de los votantes de Enríquez Ominami se define como de centro-derecha o derecha a secas. El perfil sociológico los define como más cercano a sectores medios que populares. Una cuarta parte respondió que en la segunda vuelta se quedaría en casa. La cosa, pues, está muy clara, pero necesariamente decidida.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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