El arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, redactó un decreto para pedir al Vaticano que inicie un juicio canónico en el caso del sacerdote Fernando Karadima (79), el que podría demorar mínimo seis meses en llegar a una conclusión. El documento sería enviado a la Santa Sede con fecha de hoy.
Fuentes eclesiásticas sostienen que el Vaticano deberá determinar si ese juicio se lleva adelante en Roma, o si el tribunal se constituye en el país.
Estas fuentes sostienen que el cardenal tomó esta decisión en función de la gravedad de los antecedentes recibidos en la investigación administrativa que llevó adelante el promotor de justicia del caso, sacerdote Fermín Donoso, quien en septiembre de 2009 asumió una indagación que había comenzado en 2005, pero que luego fue dejada "en suspenso" por el cardenal, a la espera de nuevos antecedentes.
De acuerdo con fuentes ligadas a la defensa del sacerdote, un juicio canónico es un escenario favorable para ellos, puesto que la etapa de prueba de juicio es más prolongada y permite ejercer una defensa más completa y con conocimiento de los cargos. Esto, puesto que en la investigación administrativa habían criticado que, tras años de indagaciones, aún no conocían los cargos que se le imputaban al párroco.
La decisión de enviar el caso a Roma se produce luego del viaje del cardenal a la Santa Sede, y pese a que inicialmente se esperaba que tomara una determinación final a fines de junio.
El caso Karadima ha concitado la atención en la Iglesia Católica, dada la labor de formación de Karadima, a quien se atribuyen más de 50 vocaciones sacerdotales, entre ellas la de cinco obispos en ejercicio.
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