Boom del consumo en abril y mayo

Era un resultado que nadie tenía entre sus cálculos. Si bien las ventas del retail venían recuperándose, las últimas cifras arrojaron que Chile vivió durante abril y mayo un sorpresivo boom del consumo. La explicación está en el reequipamiento de los hogares tras el terremoto y la fiebre mundialera. Los televisores plasma y LCD fueron la vedette de este fenómeno.

En abril las finanzas europeas hicieron temblar al mundo. Grecia bordeaba la quiebra y otros países de la Unión Europea, como España y Portugal, presentaban oscuros panoramas fiscales que ponían en la cuerda floja la recuperación mundial. Las caídas de las bolsas provocaron que en mayo todos los fondos de pensiones chilenos arrojaran cifras en rojo, salvo el fondo E, el más conservador.

Y si la situación externa era compleja, el panorama interno también lo era. Los efectos del terremoto aún se sentían, especialmente en las zonas más golpeadas, con grandes industrias casi paralizadas, como era el caso de la pesca industrial.

Pese a ese desfavorable contexto, se produjo una paradoja. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en abril el índice de ventas reales del comercio al por menor creció 4,1% respecto a marzo y 22,4% si se compara con el mismo mes del año anterior. Y si se revisa el detalle, es posible encontrar otras cifras igualmente sorpresivas: en 12 meses, la venta de productos textiles aumentó en 58,1%, la de muebles lo hizo en 48,7%, la de aparatos y artículos de uso domestico aumentó en 41,6% y la de artículos de ferretería lo hizo en 25,2%.

Otro botón de muestra de esta paradoja. El miércoles, la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) informó que durante mayo se vendieron 24.586 unidades de automóviles y vehículos comerciales livianos, resultando 94% superior a los del mismo mes de 2009. Y el lunes el Banco Central, en su tradicional comunicado mensual, informó que el Imacec de abril -el indicador que mide el crecimiento de la economía- aumentó en 4,6% en comparación con igual mes del año anterior. “En el resultado del mes incidió el fuerte dinamismo de los sectores comercio, tanto minorista como mayorista, electricidad, gas y agua y comunicaciones”.

Definitivamente, los resultados de las ventas del comercio fueron bastante mucho más alentadoras de lo que se pensaba y a la mayoría de los analistas la pilló por sorpresa. “Teníamos la expectativa de que había un crecimiento fuerte, pero las cifras, por lo menos las del INE, fueron sin duda superiores a lo esperado. Y la principal sorpresa no fue la tendencia, sino la intensidad, porque si uno mira productos cuyo consumo son mucho más moderados, igual están creciendo a dos dígitos. Se ve un dinamismo que va más allá de lo esperado”, sostiene el gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, George Lever.

Reequipando el hogar

¿Qué sucedió para que el chileno se volcara en el consumo cuando aún temblaba en el país y mientras algunas economías europeas ponían en jaque la recuperación mundial?

Quizás la paradoja no lo es tanto. Según los expertos, los satisfactorios resultados de los primeros cuatro mes del año tienen parte de su explicación en que se comparan con meses que fueron malos para el comercio. “Es necesario considerar que estamos con bases de comparación que son bastante negativas”, precisa Lever. Según los datos del INE, en abril del año pasado -cuando los efectos de la crisis económica internacional estaban en pleno desarrollo en Chile- el índice de ventas del comercio había caído 4,8% respecto a marzo. Comparando mes a mes, lo mismo sucedió en febrero, junio y septiembre del mismo año.

Sin embargo, la débil base de comparación no explica por sí sola este boom del consumo. Otros dos fenómenos han sido cruciales para impulsar las ventas del comercio. Una es la reposición de bienes que se perdieron con el terremoto y el otro es el efecto del Mundial de Sudáfrica, que comenzó el viernes, pero cuya ola expansiva en el retail nacional se viene sintiendo desde hace ya varias semanas.

“Después del terremoto, la gente volvió a consumir y en la zona metropolitana las cosas han vuelto a la normalidad. No olvidemos también que muchas personas han tenido que reponer cosas, entonces, ha habido un consumo mucho mayor en los bienes durables y eso es producto de la situación de volver a equipar las casas”, explica Peter Hill, presidente de la Cámara de Comercio de Santiago, el gremio que agrupa a las grandes multitiendas del país.

Este fenómeno confirma el crecimiento que registraron los bienes durables, los que presentan el incremento más robusto del consumo, 46,5% real anual según el INE. En él se incluyen los autos nuevos y usados, los artículos de uso doméstico y los muebles, los que registraron alzas en 12 meses de 54,1%, 41,6% y 48,7%, respectivamente. En tanto, la venta de artículos de ferretería se incrementó en 25,2% más que en abril de 2009, aunque cayeron 3,9% en comparación a marzo de este año.

Estas cifras muestran con claridad cómo muchos chilenos repusieron gran parte de los enseres que perdieron con el terremoto del 27 de febrero. “Se ve muy dinámica toda la reparación y equipamiento de hogar y electrónica”, asegura Lever.

La fiebre del LCD

Por cierto, el INE en su informe mensual destaca que el crecimiento de la línea de equipamiento de hogar estuvo influido en parte por la alta demanda de televisores plasmas, LCD y otros equipos de sonido por producto del Mundial de Sudáfrica. Basta con dar una vuelta por las grandes tiendas para darse cuenta de cómo el fútbol desató una fiebre por comprar uno de los nuevos aparatos de alta fidelidad. “Se comenta incluso que sólo en un fin de semana Falabella habría vendido seis mil televisores”, cuenta Miguel Mendoza, country manager de la consultora YouGov.

Según sondeos de la misma compañía, en enero el número de personas que creía probable adquirir un televisor LCD o plasma en los próximos 30 días era de 13%. Cinco meses después, esa proporción subió a 16,8%

El economista de la Universidad Central Rafael Garay agrega que a la fiebre por los televisores hay que sumar todo el merchandising de la selección chilena que se ha vendido. “Es necesario considerar la venta de zapatillas deportivas y vestuario. Cuando miras esa cifra de las 240 mil camisetas de la selección chilena vendidas, es un indicador súper fuerte. Eso demuestra que la compra de merchandising y televisores reactiva la máquina del consumo”, plantea.

¿Y qué pasará con las ventas de los supermercados con la fiebre mundialista? Lever explica que el consumo en estas cadenas presenta tasas de crecimiento más moderadas, ya que son compras habituales, las que se desaceleran menos cuando hay recesión y también crecen menos en los períodos de expansión. Según el INE, las ventas reales de este rubro aumentaron 11,5% en 12 meses, alza que fue mayor a las observadas para el mismo mes en los últimos siete años. En su análisis explica que la dinámica de los supermercados se recuperó de la desaceleración que se observó con el terremoto, cuando muchos locales no pudieron abrir durante días, perjudicando los resultados del mes.

Rafael Garay explica que en junio podría haber un aumento en estas ventas, motivadas por los asados y la ingesta de alcohol que acompañan habitualmente la transmisión de los partidos de fútbol. Sin embargo, Lever agrega que éste podría haber sido mucho mejor en otras circunstancias. “Habrá un efecto, pero evidentemente sin la misma intensidad que habría tenido si los partidos hubieran sido en septiembre o los fines de semana. También hay que considerar lo que pasará con el clima. De todas formas, independientemente de que Chile tiene partidos en horarios que no se prestan para reunión social -a las 7:30 AM-, igual los fines de semana son activos en partidos de otras selecciones que son interesantes para la fanaticada”, explica el experto.

¿Y luego qué?

Sin embargo, el efecto mundial será acotado y no pasará más allá de junio. Algo parecido podría ocurrir con la reposición de artículos dañados por el terremoto. ¿Y luego qué? A juicio de los expertos, el consumo debiera seguir robusto, pero a tasas de crecimiento más moderadas.

“Los bienes no durables debieran tender a normalizarse. Están creciendo a tasas muy altas, de entre el 15% y el 20%, pero debieran tender hacia el 10% en los próximos meses. Y aunque la venta de los supermercados está creciendo menos, pero igualmente a dos dígitos, también tenderá a normalizarse y verán alzas de entre 5% y 10%. Por lo tanto, es probable que el consumo siga tirando el carro del crecimiento. La diferencia es que se empezarán a alinear otros sectores también, como la industria, que comenzará a mostrar cifras positivas”, explica el gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago.

Rafael Garay apunta en la misma línea: “Ojalá que el consumo no sea el único puntal, porque si éste se frena, no tienes nada que estructuralmente sostenga a la economía. En cambio si además sumas una producción industrial fuerte, tienes dos factores que se alinean, que es lo que creo va a pasar. Vamos a ver una tendencia positiva en la producción industrial, que es la gran deuda”.

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