El discurso respondió a las expectativas, porque se plantearon con energía y claridad los principios e iniciativas con los que pretende resolver los desafíos que enfrenta el país, y la forma de llevar a la práctica la denominada "nueva forma de gobernar".
El discurso pronunciado ayer por el Presidente Sebastián Piñera ha respondido a las expectativas que se habían puesto en su contenido, en cuanto se plantearon con energía y claridad los principios e iniciativas con los que pretende resolver los desafíos que enfrenta el país, y la forma de llevar a la práctica lo que ha definido como el sello de su gestión, la denominada "nueva forma de gobernar".
Resalta, además, el hecho de que junto a las propuestas sectoriales haya transmitido un conjunto de valores a los que asigna importancia para el logro de las metas que el país se ha trazado. Fue una constante del discurso asignar un rol primordial al esfuerzo y la responsabilidad personal como bases del progreso, reafirmar el sentido de autoridad, y dar a nuestra sociedad -en donde a la familia se le asigna un rol clave- un carácter inclusivo. Esos criterios fueron planteados, además, de manera no confrontacional -con un inédito homenaje a los cuatro mandatarios de la Concertación que lo antecedieron en el cargo- haciendo un llamado a abordar en forma común los desafíos, lo que marca una disposición que debiera ser bien recibida por el país.
Destaca nítidamente en la propuesta presidencial el compromiso con metas precisas y muy ambiciosas -manteniendo las relativas a la reconstrucción posterremoto-, cuyo cumplimiento será sin duda el barómetro con que su gestión será evaluada por la ciudadanía.
La meta fundamental es que Chile esté en condiciones de eliminar la pobreza en la próxima década y de superar la extrema pobreza durante este período presidencial, lo que supone retomar un ritmo de crecimiento que lleve al país al desarrollo antes de 2020. Ello da cuenta de la importancia que se confiere al crecimiento económico -definido como el primer pilar de la gestión-, pero marcando al mismo tiempo una continuidad con la administración anterior en lo que se refiere a la protección social de los sectores más vulnerables. La propuesta de un ingreso ético familiar y la creación de un Ministerio Social son ejemplos de ese propósito.
Entre las propuestas para recuperar el ritmo de crecimiento requerido para alcanzar los otros objetivos, destaca el anuncio de una reforma laboral que permita generar 200 mil empleos al año, el impulso al emprendimiento y la generación de condiciones para que aumente la inversión productiva.
Respecto de la educación, "el mayor escándalo de nuestra sociedad" según el Mandatario, el acento estuvo puesto no sólo en mayores recursos o cambios legales, sino en el rol que cabe exigir a los propios estudiantes, los docentes y las familias en lograr con esfuerzo un mejoramiento en la preparación que se imparte.
La otra prioridad marcada con vehemencia, y en la que claramente este gobierno está comprometiendo parte importante de su capital político, son las reformas para revertir el aumento de la delincuencia. Se anunciaron más recursos y cambios legales, pero la señal más potente fue el respaldo a la acción de las policías, y el compromiso con la protección de las víctimas.
El Primer Mandatario ha optado claramente por la búsqueda de un apoyo transversal a una agenda de reformas que lleven a la práctica su programa, con una estrategia que busca superar la lógica tradicional de confrontación entre gobierno y oposición, sobre la base de un compromiso de realizar una gestión eficiente y que por esa razón, más que por adhesiones partidistas, reciba el apoyo de los ciudadanos. Eso plantea un escenario inédito al que se verán enfrentados los partidos, tanto los que lo apoyan como, particularmente, los de oposición.
Desde una perspectiva general, el discurso tuvo el contenido y alcance para poner en marcha a la nueva administración, pues expuso una agenda programática con diagnósticos y soluciones claras, junto con una visión de país. Ahora se requerirá de la precisión de reformas y cambios legales que deberán superar resistencias ideológicas y de grupos cuyos intereses se puedan ver afectados.
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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