Una parte muy importante del 77% que la apoya no votará en ninguna circunstancia por Eduardo Frei y se sentirían violentados en su conciencia y autonomía si la presidenta insiste en tratar de influir para que cambien su intención de voto.
La Presidenta Michelle Bachelet está a tres meses de culminar su período presidencial, que termina con una excelente evaluación. Podrá decirse que tuvo suerte con la forma en que Chile enfrentó la crisis, que la favoreció el precio del cobre, que se benefició de la regla fiscal que impulsara Nicolás Eyzaguirre durante el Gobierno de Lagos; todo eso es cierto, pero hay que reconocer que además de ello la Presidenta tuvo una especial intuición para tomar las decisiones adecuadas, como por ejemplo respaldar a Andrés Velasco ante las críticas de los políticos de la Concertación -Frei entre ellos- que le exigían aumentar el gasto fiscal el año 2008, o apoyar también al ministro de Hacienda en sus diferencias con Osvaldo Andrade, el ministro del Trabajo que quería rigidizar el mercado laboral ad portas de una recesión mundial.
Lo valioso de estas actuaciones de la Presidenta es que ellas se realizaron contrariando a veces lo que parecía ser su instinto primario. Socialista ella, de la línea más dura del socialismo, fue capaz de ignorar los cantos de sirena de Andrade que apelaban a reivindicaciones históricas del sindicalismo. También enmarcó su opción por la protección social, sello de su gobierno, en las disponibilidades presupuestarias que surgían del manejo de la crisis internacional. En esas decisiones empieza a perfilarse una mujer que gobierna con criterio de estadista.
Pero hay un par de cuestiones que pueden arrojar sombras sobre lo que queda del mandato de Bachelet: una de ellas es la actuación de nuestro país en la crisis que vive Honduras.
Por razones de afinidad ideológica, Chile se ha visto últimamente alineado con países de la región latinoamericana que podrían calificarse de malas juntas. Desde ya es discutible la decisión del Gobierno de Chile de integrarse a Unasur, una comunidad de países de América del Sur cuyo norte pareciera ser servir de plataforma para las payasadas de Hugo Chávez y sus adláteres "bolivarianos". Chávez, Evo Morales, Correa y Kirchner representan estilos de gobierno que se alejan absolutamente de la tradición chilena. Además de caracterizarse por una gestión de carácter populista que empobrece a sus países, todos ellos utilizan dudosos procedimientos para imponer sus programas de gobierno, algunos de los cuales lindan en lo antidemocrático. Mala junta también para la Presidenta en este caso es José Miguel Insulza; para reelegirse como Secretario General de la OEA necesita los votos de los bolivarianos, de modo que últimamente baila al son de la música que le pone Chávez.
Chile se puede meter en honduras si se alinea decididamente con quienes desconocen la legitimidad de los comicios que eligieron como Presidente de Honduras a Porfirio Lobo, grupo al que lamentablemente se ha unido Brasil. La imagen de ponderación y razonabilidad de la Presidenta Bachelet, destacada en los últimos foros internacionales, puede verse dañada en este episodio si se involucra en este asunto más allá de lo necesario. Entendemos que desde una perspectiva ideológica es importante para la Presidenta restar legitimidad a un golpe de estado, pero otras veces ha debido dejar de lado un objetivo ideológico para fijar una posición de su gobierno, que en definitiva beneficie al país. Veremos cómo resuelve esta vez.
La otra sombra que se cierne sobre el término del período de la Presidenta es la de la intervención electoral. La mala junta aquí es otra: Eduardo Frei. Si la Presidenta apoya desde el gobierno una abierta intervención a favor del candidato oficialista, terminará irremisiblemente dañando su propio capital político. Una parte muy importante del 77% de ciudadanos que la apoya no votará en ninguna circunstancia por Eduardo Frei y se sentirían violentados en su conciencia y autonomía si la Presidenta insiste en tratar de influir para que cambien su intención de voto. ¿Primará en ella la importancia de su legado o sucumbirá esta vez a la tentación ideológica apoyando más allá de lo prudente a un candidato condenado a perder?
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
con todos coquetea
ResponderBorrarjajaajaja le falta que le metan huevo
jajajajaja que se case con evo
jajajajajajaaja
pero nadie le hace caso
ResponderBorrarohhhhhjojojojo