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jueves, diciembre 10, 2009

Servicio Electoral: el último dinosaurio chileno

El Servicio Electoral es probablemente hoy uno de los organismos del gobierno chileno más anticuado, conservador y poco tecnológico. Resulta increíble que, en pleno siglo XXI, nuestro registro de electores siga operando basado en libros de papel, en mesas de sufragio fijas y, además, separando en las mesas a hombres y mujeres como si se acabara de lograr el voto femenino.

Si alguna vez en el futuro logramos tener un sistema razonable, con inscripción automática y voto voluntario, se abriría una buena posibilidad de modernizar el Servicio Electoral completo. Preparando esta columna descubrí que se aprobó hace muy poco una ley de modernización del Servicio. Así que me dispuse a leer el texto esperanzado en que no fuera necesario escribir estas líneas. Desgraciadamente esta ley es simplemente un ordenamiento de las plantas y los cargos, al parecer con mejoras en los sueldos, pero sin ningún planteamiento de objetivos tecnológicos concretos. Incluso me llevé la sorpresa de que la ley exige que el director y subdirector del Servicio sean abogados, lo cual resulta a lo menos curioso. Me pregunto si algún símil exige que el Subsecretario de Telecomunicaciones deba ser ingeniero, por ejemplo. En este mundo moderno y amplio, creo mejor exigir un nivel de educación formal (como un posgrado) que un área específica. Me parece obvio que un ingeniero sería un buen director del Servicio Electoral.

Algunos me han preguntado ¿para qué modernizar el Servicio Electoral si funciona tan bien? La verdad es que tan bien no funciona: hay baja participación en el sistema, los jóvenes no quieren inscribirse y cada vez resulta más difícil organizar el sistema de vocales de mesa y los recuentos que se hacen en forma manual. Hoy resulta difícil de explicar que estemos obligados a votar físicamente en la mesa de nuestra inscripción y no podamos hacerlo en cualquier lugar de Chile e incluso en los consulados como se hace en muchos países del mundo.

Aunque presenta algunos desafíos tecnológicos importantes, el tener un registro electoral computacional permitiría a los electores simplemente votar con su cédula de identidad en cualquier parte donde haya una mesa electoral, implementando en forma natural la inscripción automática. Lo fundamental para esto es contar con conectividad permanente en todas las mesas de votación, de modo de evitar que una persona vote en más de un lugar. A la pasada, sería atractivo intentar tener recuento automático de votos, con un modelo como el brasileño que genera votos en papel para futuras verificaciones, pero que no requiere el complejo conteo manual que es muy difícil para los vocales de mesa.

Un sistema así es mucho menos intensivo en demanda de vocales por mesa, porque simplifica mucho la búsqueda de los electores y el recuento final. Por otro lado, en un mundo tan globalizado, resulta muy importante que podamos votar independiente de donde estemos físicamente ese día. Lo ideal sería poder votar por Internet desde cualquier computador. Por desgracia ese proyecto está aún lejos de ser realidad. Impedir el cohecho y garantizar que el computador no tenga un programa instalado que informe por quién votamos, resultan ser problemas todavía imposibles de resolver.

Por ahora, nuestro registro electoral representa fielmente la rigidez y obsolescencia del sistema político completo. Ojalá podamos inyectarle un poco de aire puro, tecnología, flexibilidad y juventud.

Artículo original

5 comentarios:

  1. Anónimo2:47 p.m.

    La duro que es arcaico... esos libros donde te tiene anotados son tan rancios y viejos.. dan verguenza

    y bueno, el sistema politico tambien es rancisimo... con Piñera lamentablemente no cambiará.. por eso hay que mamarse sus 4 años de buen crecimiento económico.. y despues elegir a quien proponga cambiar el sistema político.

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  2. yo tambien dudo que piñera lo vaya a cambiar parece que tuvieran miedo
    que al hacerlo de modo automatico y voluntario los jovenes se interesaran mas en la politica y quizas crearan sus propios candidatos

    pero contradiciendo todo, los politicos se quejan que a los jovenes
    no les interesa la politica. quizas son ellos los que no quieren que se interesen para no perder el poder

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  3. estan equivocados al que mas le interesa que se inscrian es a piñera, dado que la los jovenes tienen mas preferencias por la coalicion por el cambio que por la concertacion

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  4. SI, PERO LO QUE YO CREO ES 1QUE PIÑERA NO ESTARÁ MUY EMPEÑADO EN CAMBIAR LA LEY DE PARTIDOS, PARA QUE SE EXIJAN PRIMARIAS...

    NI TAMPOCO MODIFICARA EL BINOMINAL

    NI LE QUITARÁ UN POCO DE PODER AL EJECUTIVO.. O LE DARA PODER A LAS REGIONES...


    EN FIN.. NO CREO QUE HAGA NADA INTERESANTE POR NUESTRO SISTEMA DEMOCRÁTICO

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  5. Anónimo10:56 a.m.

    La verdad es que independiente del color político que este en la dirección de nuestro país, nadie se ha preocupado aún por modernizar el sistema de elecciones que sin duda necesita una reingeniería.

    Pero, hay que tener cuidado con el sistema que se adopte, ya es muy importante mantener la calidad de secreto del voto, ya que es sabido que en países sudamericanos en donde hay sistemas eleccionarios modernos, ya se ocupa como herramienta de corrupción al saber las preferencias de los electores.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.