El chileno, alto funcionario del gobierno estadounidense, “discutirá temas bilaterales y multilaterales de interés mutuo” con algunos de sus colegas de la región, en una gira que no incluirá a Chile y que forma parte de la estrategia de la Casa Blanca para recuperar la confianza de sus vecinos del sur.El nuevo secretario Adjunto de Estado para América Latina, Arturo Valenzuela, realizará la próxima semana su primera visita a la región cuando visite Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, según confirmó ayer el propio Departamento de Estado.
El alto funcionario estadounidense, de origen chileno, se reunirá desde el lunes con sus contrapartes locales para “discutir temas bilaterales y multilaterales de interés mutuo”, explicó el vocero del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet.
Justamente hoy Valenzuela tiene previsto dar una conferencia de prensa en Washington donde hablará de los énfasis que la Casa Blanca quiere darle a la relación con América Latina.
Valenzuela llegó ayer mismo de México donde mantuvo reuniones “productivas” sobre “temas de interés recíproco” con representantes del gobierno de Felipe Calderón.
Todo esto formaría parte de una ofensiva diplomática que el Departamento de Estado ha iniciado hacia América Latina tras la difícil confirmación de Valenzuela en el Senado, donde los republicanos le reprocharon a Barack Obama su postura sobre Honduras y sus iniciales acercamientos con Venezuela y Cuba.
Valenzuela recién fue confirmado en su cargo el 5 de noviembre, casi seis meses después de haber sido designado por el Presidente Obama, tiempo en el que un senador republicano mantuvo un veto en su contra en desacuerdo con la postura de Washington en la crisis hondureña.
El antecesor de Valenzuela en la secretaria adjunta, Thomas Shannon, aún sigue vetado por un senador republicano y no ha podido ser confirmado para su nueva destinación como embajador estadounidense en Brasil, uno de los países más poderosos e influyentes de la región y que en varias oportunidades ha desafiado los designios de la Casa Blanca, como recientemente ocurre en el tema hondureño (ver recuadro).
RELACIONES COMPLEJAS
De hecho, los tres países que Valenzuela visitará en Sudamérica a partir del lunes y hasta el día 19, tienen gobiernos de izquierda, con los que más de alguna diferencia mantiene Washington, aunque no se trata de regímenes tan cercanos al eje bolivariano de Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Tras la asunción del Presidente Barack Obama en enero y su presentación en sociedad en la Cumbre de las Américas de abril en Trinidad y Tobago, la región recibió esperanzada la nueva “estrategia de acercamiento” de Washington. Pero con el paso de los meses la relación de Estados Unidos con los países latinoamericanos se ha ido deteriorando y con ello la imagen del líder que hoy recibe en Oslo, Noruega, el Premio Nobel de la Paz.
Por eso Valenzuela, y la propia secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien mañana ofrece en Washington una conferencia de prensa, tiene la misión de aclarar a sus aliados los objetivos y estrategia de diplomacia estadounidense.
LOS TEMAS QUE SEPARAN A LA CASA BLANCA DE LA REGIÓN
► Diferencias sobre Honduras
Los cuatro países que visitará Arturo Valenzuela discrepan con la postura frente a Honduras de Estados Unidos, que ha avalado las elecciones del 29 de noviembre. Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay no reconocen los comicios y exigen la restitución del derrocado Manuel Zelaya. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva manifestó recientemente su “decepción” por la falta de continuidad de una política positiva iniciada por el Presidente Barack Obama para América Latina. EEUU inicialmente se sumó a la postura comunitaria de la Organización de Estados Americanos de denunciar el golpe de Estado, pero luego decidió reconocer las elecciones hondureñas.
► La misma relación con Cuba
Uno de los temas que, sin estar en la tabla, se tomó la Cumbre de las Américas en abril último en Trinidad y Tobago, la primera a la que asistió Barack Obama, fue la relación entre Cuba y Estados Unidos. En el momento, los países latinoamericanos plantearon al flamante Mandatario estadounidense la necesidad de superar décadas de conflicto y embargo. Un hecho concreto era la reincorporación de Cuba a la OEA. Pero eso quedó en cero, como tampoco cambió demasiado la relación de ambas naciones. El embargo se mantiene y las denuncias mutuas también. Los acercamientos son aún muy incipientes.
► Bases en Colombia
El impase más reciente que ha envenenado las relaciones de EEUU con la región es el acuerdo militar estadounidense entre Bogotá y Washington para usar bases en suelo colombiano. El tema ha sido debatido en múltiples foros regionales y tanto el gobierno estadounidense como colombiano han intentado explicar los límites e implicancias del acuerdo, pero sin revisarlo. Esto no sólo enturbia los nexos de la Casa Blanca con países aliados como Brasil, sino que reaviva los históricos conflictos con gobiernos “antiimperialistas” como Venezuela y Bolivia. De hecho el Presidente venezolano ya habla de vientos de guerra.
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