EL DESASTRE acontecido en una mina próxima a Copiapó es un drama que ha impactado y que sobrecoge a cualquiera. Esa tragedia nos pone ante una verdad que nuestra autoestima económica -de reciente data- parece no querer procesar: somos todavía un país en tránsito al desarrollo. Si miramos el mundo empresarial, descubrimos que tenemos competidores de talla mundial y otros que apenas están en las divisiones inferiores.
Lo curioso es que el discurso se ha concentrado en el cuestionamiento de sectores que se han destacado y han sido exitosos, como las grandes mineras, supermercados, malls o cadenas comerciales, que han llegado a ser lo que son, precisamente porque han hecho las cosas bien; de otra manera no hubiera podido ser, más allá de cualquier hecho específico. La noticia económica de la semana fue la fusión entre Lan y la brasileña Tam, que dará origen a un mega transportador latinoamericano, acontecimiento inimaginable hace unos pocos años, que debiera enorgullecernos como país y que viene a contrastar con los diversos proyectos de ley que se han presentado en los últimos años, con el fin de limitar el crecimiento de la aerolínea chilena (sin mencionarla por cierto) y llenarla de regulaciones innecesarias. Tenemos mentalidad de país chiquitito: todos se movilizan en contra de quien hace o logra algo.
¿Los grandes problemas laborales están en las cadenas comerciales con "multirut"? Claro que no, aunque sea el tema en boga, porque las empresas grandes son las que tienen capacidad, medios, estándares y un prestigio que mantener, y proveen una situación laboral a sus empleados -cuando menos- razonable. Las realidades apremiantes están en muchas faenas mineras, agrícolas o industriales que son precarias, pero que quedan cubiertas con la nueva sigla mágica que las hace políticamente inmunes: "pyme". Y ahí es donde ha fallado la fiscalización.
Pero cuidado con que el péndulo se vaya al otro extremo y salir a fiscalizar la aplicación de la interminable e incumplible lista de regulaciones que agobia a los emprendedores, pues cerrar faenas no soluciona nada: ¿qué se hará con la gente que labora en ellas, cuando tenemos un desempleo duro de 9%? Nadie sabe mejor el estado de una mina y los riesgos que presenta, que el trabajador que debe ingresar a ella. Si la mina San José los presentaba y serios -como todos dicen ahora-, ¿por qué los trabajadores seguían entrando y no se iban? Simplemente, porque no tenían alternativa.
Las empresas incumplen sobre todo por falta de recursos y medios para hacer frente a las normas, incluso a las razonables y necesarias, y no porque los empresarios sean por regla abusadores. Es el trasfondo de pobreza en todo sentido que sigue azotando nuestra realidad.
La pobreza no se combate con regulaciones o fiscalizaciones, sino con crecimiento económico, el cual, entre otras cosas, genera alternativas y oportunidades. Si hay opciones de empleo, los trabajadores se desplazan a faenas más seguras. Al cabo, será el vilipendiado mercado -en este caso laboral- el que cerrará las que no den la talla. No se trata de exculpar a nadie y que no haya control, sino que tener claro cuál es el fondo del problema y la real solución.
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Este señor se puso el parche antes de la herida...le molesta que las empresas -independientemente si son PYME o trasnacionales-sean reguladas o fiscalizadas? Ese es el DEBER de cualquier Estado medianamente desarrollado, el asegurar, en efecto, la capacidad de crecimiento de las empresas, impulsando así el crecimiento económico. Pero también deben ante todo, asegurar unas condiciones mínimas de trabajo decente. Una cosa no es contraria a la otra, sino que se complementan.
ResponderBorrarLamentable el comentario de este señor, que solo trasluce el fanatismo por su ideología económica, su loca creencia en "Dios Mercado".
Y que seria lo que propone este tipo? dar al mercado rienda suelta? no pedir a las empresas que se fijen estandares minimos de seguridad y calidad, con el unico fin de que entre toda la inversion posible? Que acaso ignora la historia y no sabe que pueden pasar decadas de lluvia sin que el goteo alcance a los de abajo?
ResponderBorrarEsto no es China caballero; el pais que queremos es uno justo, en el que TODOS se beneficien del crecimiento economico en la medida que este ocurre; desde el que limpia el baño hasta el dueño de la empresa: todos debieran beneficiarse.
Este comentarista me retrocede en tres decadas(1980),en donde el discurso en boga,era la loa,a la NO FICALIZACION ESTATAL !!Seguramente,se la transmite a las nuevas generaciones,que no conocieron esta panacea, me paraece leer a Alvaro Bardon,o Rolf Luders,insignes economistas de la dictadura. Una cosa,en esa epoca en Chile,no contabamos con! NINGUNA REGULACION !,logico al gobernarnos una dictadura,resumiendo,el experimento al termino de la dictadura,en 1989,nos costo un 45% de la poblacion viviendo ,no en la pobreza,pero si en LA MISERIA !!Recuerden que este experimento economico de Milton Friedman,solo fue llevado a cabo en Chile !! en 1978 ! Ninguna democracia,quiso ni siquiera escuchar los planteamientos pues sabian que a la larga,sus poblaciones quedarian,en la miseria !!,ni las dictaduras de el vecindario tampoco !! Los unicos conejillos de Indias,fuimos los Chilenos. Este cuento es viejo,y ya comente sus resultados nefastos para la economia del pais. No ahora a la impunidad economica,en plena democracia ! Estar alerta. Abrir bien los ojos !
ResponderBorrarDejémonos de hablar de la dictadura o los gobiernos de lagos, freí etc. Seamos realistas ni antes de la dictadura, ni en los gobiernos anteriores y posteriores a habido fiscalización,la razón es simple,no había desarrollo, educación,respeto,conciencia cívica,nada de eso existía. Hoy las cosas son distintas, estamos en el presente, y debemos mirar el futuro, a legislar como corresponde,sin colores ni divisiones políticas,sin anarquismo.Aprendamos de y mirémonos nosotros mismos, que a estado fallando, que hacer para corregir estos errores, seamos justos. Y por ultimo alégrense y alegrémonos de tener a esos mineros con vida,y demos gracias a dios, por la alegría y bendición que le ha dado a esta gente, a sus familias, y a todo el mundo.
ResponderBorrarViva chile, y los mineros de Atacama